(Portada arriba)

Tengo clarísimo que escribiré esta historia, fue una de las primeras que se me ocurrió, y me gusta mucho.  

Mi mayor problema es el nombre de la historia:

No encuentro ningún nombre que me convenga, ya que el Samurái Corrupto queda muy raro

Se me ocurrió que podría llamar la historia:  ''Cuando despierte mi poder'' o ''El legado de los Samuráis''

Esta historia ocurre en el universo de splatoon, pero no en el que todos conocemos, sino en uno muy diferente, tipo ni Cromopolis ni nada de eso.

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***Infancia de Verdini, la protagonista

- ¡Cuéntame un historia abuelo! - Le pidió la pequeña inkling al abuelo.

- Esta bien... - Le respondió el anciano.

Y empezó a contar la leyenda... Una leyenda cierta, que hará que esta historia tenga sentido... Y todo lo que ocurra... Será solo por esta leyenda...

''Hace mucho tiempo, cuando los dioses estaban en guerra, los dos hermanos dioses, que eran enemigos, hicieron un pacto para terminar la guerra. Así, la guerra finalizo, y, cada hermano, creo un tipo de samurái, pues aquel era su pacto. El que era mas bueno y bondadoso, creo a los Samurái Verdes, y, el otro hermano, mas vengativo y previsor, creo a los Samurái Negros. El tiempo pasó, y aquella promesa se cumplió. Cada uno creó al tipo de Samurái que eligió.''

''Tiempo después, tuvieron una gran disputa, y los dos volvieron a la guerra.

Pero, los dos hermanos murieron en esta ultima, dejando exactamente las mismas ultimas palabras: ~~Dentro de mil años, cuando esto ya este olvidado, y solo queden los escritos que cuenten la historia, nacerán dos inklings hermanos. Uno será Samurái negro, y otro, Samurái verde. Serán educados como buenos Samuráis, y, finalmente, lucharan a solas, y, el vencedor, será el que mate al otro. Será un duelo a muerte. El premio será que el bando contrario dejara de existir...Para siempre~~''

- ¿Y esa historia es cierta, abuelo? - Preguntó la inkling pequeña, fascinada.

- Sí, claro esa historia es cierta, Verdini. - Le respondió el anciano.

- Oh... ¿Y quién es la inkling Samurái verde?

- Tú. - Le respondió el abuelo.

Después de decirle aquello, la durmió con una de sus técnicas de sueño, y la cogió en brazos.
No le gustaba lo que iba a hacer a continuación.

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Se fue hasta una piedra plana, y la dejo encima de ella, dormida profundamente.

La pequeña tenía aproximadamente unos 5 años, y tenía una memoria magnifica. Aquello era un gran problema para él en aquel momento. 

 Tenía los tentáculos de color verde y los ojos del mismo color. Siempre había sido así. Tenía la piel clara y era siempre muy sonriente.

El abuelo levantó sus manos por encima de la inkling y puso las palmas hacía abajo.
Y luego dijo:

- Todo lo que vio o oyó está niña antes de este momento, quedará encerrado en su memoria, y no lo podrá recordar, a menos que esté lista. Conservará sus conocimientos, su nombre, su cumpleaños, y todos los conocimientos generales que ha aprendida hasta ahora, pero sus recuerdos se borraran.

Dicho esto, una gran luz verde salió de sus manos y envolvió a la calamarcita, aún dormida.
Después, la luz se fue, y la inkling despertó.

- ¿Qué pasa abuelo? - Preguntó la chica, al verse en aquella roca.

El anciano fingió una sonrisa cuando dijo.

- No pasa nada pequeña. Vayámonos a dormir. ¿Vale? - Le respondió el mayor.

- ¡VALE! - Dijo animada la niña.

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*Un rato después*

- No me gusta haberle tenido que borrar la memoria... pero ella no puede recordar a su hermano... No debe hacerlo... O si no, la leyenda se cumplirá, y no quiero que ella muera... No podría permitírmelo. Sus padres murieron asesinados por unos Samuráis Verdes... Al igual que su hermano. Pero nunca se encontró el cuerpo de este ultimo... ¿Sera que sigue vivo?... No, es imposible, un bebé de 3 semanas no puede sobrevivir ahí fuera.

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***Mientras tanto, muy lejos de allí...

Mientras que el abuelo decía aquello, muy lejos de allí, otra persona estaba haciendo exactamente lo mismo.

No quería que Dark muriera. Aunque sabía que algún día, el descubriría la verdad por su cuenta.
Aquella persona, una octoling con los tentáculos negro, una Samurái Negra, volvió a recordar como encontró a Dark...

- Te encontré en la puerta de mi casa. Tenías una carta en tu ropa... 

''Procurad no volver a perder a Dark. Él es el elegido de los Samuráis Negros, así que no debe morir hasta su duelo final contra su hermana''. Yo me sorprendí mucho. Pensábamos que estabas muerto... Pero aquella carta lo desmentía... - Dijo la Samurái negra, mientras detrás de ella, un niño de tentáculos negro y piel morena dormía profundamente, pues le habían borrado los recuerdos, al igual que a su hermana. Era Dark.