Narra Shadow:

No tengo la menor idea de qué debería hacer en una situación como esta. Ha pasado mucho tiempo y ni siquiera a tratado de hacerme conversación como en otras ocasiones. Esta mañana no tenía muy buena cara, pero de todas formas insistió en que debía hacer esto. No puedo soportarlo más y abro esa condenada puerta de un sólo tirón, termino por romper el seguro. En cuanto ingreso un par de jades me observan con horror.

-¡Shadow sal de aquí! - grita furiosa mi pequeña Rose y me lanza una de sus botas, con demasiada fuerza para alguien de su tamaño - ¡¡¡Pervertido!!! ¡¡¡Fuera!!!

Sin mayor remedio salgo del vestidor y continuo esperando fuera hasta que Amy salga de allí. No entiendo porqué tiene que molestarse tanto. Para empezar no es la primera vez que la veo desnuda. Además me preocupó que se tardara tanto en el vestidor tomando en cuenta que está algo resfriada. Supongo que nunca podré entender por completo el carácter femenino. De repente un molesta eriza rosa sale con un montón de ropa en brazos. No me dirige palabra alguna, pero su mirada acusadora no tarda en mostrarse, en silencio se dirige a la caja y paga por todas sus compras.

Pasamos por muchas otras tiendas y a pesar de mis esfuerzos por "reparar" mi error ella se limita a ignorarme. Ni siquiera permite que cargue con sus bolsas y pensar que esa era la principal razón por la que insistió tanto en que la acompañase. De repente uno de los escaparates llama su atención. Sigo su mirada y con lo que me encuentro es con varios vestidos de novia mostrándose con gracia en los maniquíes. Un leve sonrojo tiñe las mejillas de la pequeña eriza rosa, puedo hacerme una idea de lo que está imaginando, por lo que no pienso desaprovechar esa oportunidad y me acerco a ella hasta quedar pegado a su espalda.

-El día que te vea de blanco estoy seguro de que pensaré que me estoy casando con un ángel. - susurro gentílmente cerca de su oreja - ¿Quieres que entremos para que te pruebes alguno?

La mirada de Amy se agranda de la impresión y su sonrojo termina por adueñarse de todo su rostro. Abre su boca para replicarme, pero no logra emitir ningún tipo de sonido. Desvía la mirada totalmente apenada y continúa caminando a casa.

No estoy en qué punto del camino sucedió, pero debo admitir que no hay nada más reconfortante que sujetar la mano de Amy y regresar a lo que llamamos nuestro hogar.

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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.

Espero que esta pequeña narración haya sido de su gusto.

De ser así no olviden picarle a la torpe y sensual estrella. Además, de dejarme un comentario con sus opiniones.

De antemano les agradezco mucho por su apoyo.

Los amodoro.

Sin más que decir...

...Eve cambio y fuera.