[3] rosinante

universo de one piece

géneros: romance

pareja: rosinante/corazón x oc.


Con la Familia Donquixote.

–Misa-chan –la llamó la pequeña Baby 5.

– ¿Qué pasa, Baby 5? –preguntó la pelinegra.

–Cora-san arrojó a Law por la ventana de nuevo. –dijo la niña, Misaki negó con la cabeza.

–Ve por él, ayúdalo a ir hasta mi habitación, iré por el botiquín. –la niña asintió y salió corriendo de nuevo por donde vino.

La pelinegra suspiró y dejó su libro que leía con tanto entusiasmo a un lado, se levantó del pequeño sillón y caminó hasta la sala, donde se ubicaba el botiquín. Cuando entró a la sala solo pudo observar a Corazón que leía el periódico tranquilamente, pasó de él y se acercó a la repisa donde se encontraba el botiquín.

– ¿Por qué odia tanto a los niños, Cora-san? –preguntó ella mientras estiraba la mano para tomar el botiquín, pero la maldita altura no la dejaba, y no porque fuera enana...sino porque todos ahí eran unos jodidos dinosaurios.

Este obviamente no respondió, levantó la vista de su periódico, sobre sus lentes oscuros, y la miró un segundo antes de volver su vista al periódico de nuevo.

–No es que sea entrometida, simplemente...creo que es un poco duro con los niños, no son tan malos. –dijo ella buscando algo a su alrededor en lo que subirse para alcanzar el botiquín. –Hasta Law, el pequeño parece rudo pero es muy tierno, algunas veces siento lastima por él. –Cora-san dio vuelta a la página. –Lo siento, creo que no debería hablar mucho.

Murmuró avergonzada, puso un par de libros muy gruesos en el piso y subió sobre ellos, estiró la mano pero sólo logró que todo lo que estaba en la fila debajo del botiquín cayera al suelo. Con un par de maldiciones levantó todo del suelo y lo puso en su lugar.

–Sabe, tal vez algún día tenga hijos, ¿también los odiará? –preguntó ella un poco burlona, luego reaccionó. –No, perdón, no quise ser tan atrevida.

Él levantó un papel que tenía escrito "No importa", Misaki suspiró aliviada, no hablaba con cualquier persona, si no con uno de los altos cargos de la Familia Donquixote. Ella era parte de esa tripulación desde hace ya varios meses, pero aún así con quien mejor se llevaba era con los niños, prefería pasar el tiempo libre leyendo cuentos para ellos.

–Maldición. –Gruñó ella viendo que no podía alcanzar el botiquín, apiló otro grupo de libros y subió sobre ellos. –Aquí estás.

Habló divertida tomando el botiquín, un descuido después le hizo perder el equilibrio sobre los libros, estaba segura de que caería y estamparía su trasero contra el duro suelo, así que simplemente cerró los ojos esperando el golpe...el cual nunca llegó.

Abrió un ojo asustada, ¿por qué no había caído al suelo? La respuesta, Corazón la había atrapado antes de caer. Su cara enrojeció al ver como Cora-san la sostenía, le sorprendió el hecho de que se hubiera levantado de su asiento tan cómodo que se veía cuando vio que la chica perdió el equilibrio.

–C-C-Cora-san... –balbuceó ella, comenzó a sacudirse entre los brazos de Corazón hasta que este la dejó de pie en el suelo. –M-Muchas gracias, Cora-san. –inclinó la cabeza escondiendo el sonrojo entre su flequillo.

Levantó la cabeza y miró a los ojos a Corazón, este se había quitado los lentes oscuros ya por lo que veía claramente sus ojos, la respiración de ella se cortó, desde hace ya un tiempo se sentía atraída por aquel hombre pero eso era algo prohibido.

Corazón, por su parte, se había enamorado de esos ojos azules desde que la vio llegar el primer día, tal vez al principio lo negaba o lo escondía pero pronto aceptó consigo mismo la atracción que sentía hacia la pelinegra.

–Cora-san... –siseó en voz baja. Ninguno de los dos sabía qué pasaba exactamente con sus cuerpo, poco a poco se acercaban uno al otro de la cercanía que tenían, era algo inevitable.

– ¡Misa-chan! –gritó Baby 5 entrando a la sala, ambos se separaron de la sorpresa, Corazón caminó con las manos en los bolsillos hasta el sillón donde estaba y se sentó a leer el periódico de nuevo. – ¿Qué hacían? –preguntó la niña sonriendo, Misaki enrojeció y caminó hasta la niña, le dio el botiquín y la empujo hacia afuera.

–Debemos curar a Law, Baby 5. –dijo ella apresurada, cuando salieron cerró la puerta y suspiró. –No digas nada de lo que viste. –la apuntó con un dedo y Baby 5 rió.

– ¿No puedo decirle a nadie? –preguntó, Misaki negó. – ¿Ni siquiera a Buffalo?

– ¡Mucho menos a Buffalo, le contaría a todos! –gruñó, Baby 5 asintió riendo. –Vamos, Law debe estar esperándonos.

***

–Ese estúpido. –refunfuñó el niño. –Lo mataré.

–Law. –habló Misaki. –Es uno de los altos cargos, el hermano biológico de Doflamingo, ¿¡acaso estás loco!? –gritó en un susurro, Law chasqueó la lengua.

–No sé por qué lo defiendes tanto. –dijo el niño.

–Siempre estás al pendiente de él, Misa-chan. –dijo Baby 5.

–Es cierto, ~dasuyan –habló Buffalo, Misaki gruñó por lo bajo.

–Como hace un rato, Misa-chan y Cora-san... –Misaki le puso rápidamente una mano a Baby 5 en la boca para que no hablara.

–Misaki, ¿de qué hablaba Baby 5? –preguntó Law con el ceño fruncido, Misaki apretó los dientes y soltó a Baby 5.

–De nada, Law, Baby 5 está loca. –dijo ella mirando a la niña, Baby 5 al notar la mirada dura de la chica comenzó a llorar y se abrazó a Buffalo, Misaki suspiró.

Un segundo después, todos los miembros de la familia Donquixote fueron llamados para cenar, los niños y Misaki se dirigieron al comedor y tomaron asiento. La cena parecía ir normal, a excepción de un par de bromas de Baby 5 y Buffalo hacia la torpeza de Cora-san.

–Tome, Cora-san. –dijo Baby 5 poniendo una taza de café en la mesa, Cora-san la tomó y comenzó a beber, luego escupió todo por lo caliente que estaba. Misaki tomó la iniciativa, le pasó una servilleta a Cora-san y limpió lo que había derramado en la mesa. Corazón simplemente se levantó y caminó hacia la puerta, pero justo después de salir se escuchó un golpe seco seguido de otro más.

–Cayó por las escaleras. –dijo Jora.

–De nuevo. –habló esta vez Diamante, Misaki miró preocupada la puerta, dejó lo que estaba haciendo y salió corriendo.

Miró directamente hacia abajo y se encontró a Cora-san tirado en el último escalón, corrió hacia abajo y saltó a Corazón para quedar frente a él, le estiró la mano mirándolo preocupada.

– ¿Está bien, Cora-san? –preguntó ella ayudándolo a levantarse, Corazón asintió y al quedar de pie frente a ella se comenzó a sobar la cabeza. – ¿No le pasó nada? –él negó, Misaki suspiró. –Me alegro.

–Gracias. –escuchó salir de sus labios, Misaki jadeó sorprendida, Corazón entró en pánico. – ¡Mierda! –gritó por lo bajo.

–U-Usted...puede hab... –fue callada rápidamente por él, la tomó de la cintura y cubrió su boca con su mano, corrió tratando de no caerse hasta que llegó a un lugar solitario. Ella comenzó a retorcerse entre sus brazos tratando de tomar aire, ya que no podía respirar.

–Lo siento. –se disculpó soltándola, Misaki comenzó a respirar profundamente tomándose el pecho. – ¿Estás bien? –ella asintió recuperando la respiración.

– ¡Qué rayos pasa con usted! –gritó cuando se sintió mejor, Corazón se cubrió la cabeza asustado. – ¡Puede hablar y no dijo nada! ¡Creímos que era mudo y lo ayudamos! ¡Su hermano lo...!

–Mi hermano no es lo que crees.

– ¿A qué se...? –se quedó callada, él encendió un cigarrillo y comenzó a fumar tranquilamente. Utilizó su habilidad para dejar todo en silencio y que no los descubrieran y le explicó con detalle todo, desde el pasado de ambos hasta el plan que tenía para derrotar a Doffy. –N-No es cierto, Doflamingo no...

– ¿Confías en mí? –preguntó él de pronto, Misaki enrojeció pero asintió. –Te estoy diciendo la verdad. Mi hermano no es buena influencia para ti, no es buena influencia para nadie. –ella asintió poco convencida. –No puedes decirle a nadie lo que acabo de decirte.

–No se preocupe, no lo haré, es sólo que... ¿por qué confió en mí para decirme todo eso? Pudo simplemente amenazarme o sacarme de la tripulación si descubrí su secreto. –Corazón sonrió y se acercó a ella, puso una mano en su rostro y la besó cortamente en los labios.

–No podría sacarte de la tripulación...a menos que te fueras conmigo. –fue su respuesta, ella sonrió toda sonrojada.

–Sólo si es con usted.

–No seas tan formal. Háblame de tú. –esta vez ella se acercó y lo besó.

–Sólo contigo, Corazón.

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