¿HAPPY ENDING OR BAD ENDING?
-Chuya, para de beber o mañana tendras una resaca horrible y me vas a culpar, además de que estaras haciendo tonterias
-Callate bastado, yo sabre lo que hago - dijo bebiendo un poco más-
-Aja - el castaño rodó los ojos para después acercarse al oído del menor tamaño - Chuya quiero decirte algo
-¿Si?
-Gracias... - Se recarga en su cabeza-
-¿De que hablas?
-Por dejarme estar a tu lado, dejarme amarte, por casarte conmigo, practicamente por todo
Chuya le miro de reojo y sonrio feliz, con su mano acaricio la mejilla del castaño y se acerco a besarlo cosa que este correspondio, al separarse, todos le veían, ellos solo sonrieron y se tomaron de la mano para seguir con aquella visita que se convirtio en un festejo, a partir de esto, comenzarian a hacer su vida, donde aquellos miedos y mentiras no estorbarian en la nueva vida que querian hacer.
O así es como la historia debería de terminar, pero solo era una cruel realidad era otra muy diferente.
Dazai abrió sus ojos mostrando que aún permanecía en ese callejón, para su desgracia estaba lloviendo, miro la entrada de esta, mucha gente corría para cubrirse de la lluvia.
El castaño simplemente recargo su cabeza en la pared esperando a que el sueño volviera o algo parecido solo quería regresar a aquella falsa realidad que su mente creo, una vida que no podía tener en ningún mundo.
La lluvia no parecía querer sesar, no sabía cuánto tiempo se quedaría ahí, realmente no le importaba, su cuerpo temblaba y se encontraba entumido, aunque a este punto no le importaba solo quería volver a esa dulce fantasía.
Aunque había pasado cierto tiempo aún dolía, el ver a Chuya vivir una vida sin él, era doloroso, cuando era un mafioso se podrían ver de vez en cuando pero este no era el caso, ahora no podían cruzar caminos sin justificación.
Sabía muy bien que al haber tenido contacto con el pelinaranja fue un gran error pero ya no podía soportarlo debía estar con el, escucharlo incluso tocarlo si era posible.
Ahora debía tener cuidado, si ellos se volvían a encontrar todos los esfuerzos de la mayoría se verían desperdiciados. Prometieron alejarse por el bien del ojo-azul.
Sus pensamientos fueron detenidos por el cesamiento de la lluvia en su persona, con vista cansada levantó su cabeza encontrándose con unos ojos tan azules como un hermoso cielo despejado o un mar hermosamente cristalino y tranquilo, estos mostraban algo de preocupación.
Chuya mantenía un paraguas enzima de ambos cubriendo el cuerpo del castaño, quien al verle abrió más sus ojos sorprendiéndose
-¿Qué haces aquí?
-Suelo darle un hogar a gatos de callejones y al perecer hoy tuve suerte de encontrar mi primer gatito en este lugar.
-Tienes pasatiempos raros
-Agh cállate, ¿por qué estás aquí?
-¿Tienes que preguntar lo mismo que yo?
-Yo te respondí, ahora has lo tú
-Olvidaba...
-Puedo ver que eso, pero no creo que sea necesario llegar a tanto
-Lo es
-¿Es importante?
-Si demasiado
El pelinaranja suspiro y miro una de las manos del castaño quien parecía apretar algo ahí, después dirigió su mirada a esos ojos castaños que con el pasar de los minutos parecían perder brillo.
-¿Podrías acompañarme a una cafetería cercana?
-¿Por qué yo?
-Bueno no es como si hubiera una persona a parte de ti aquí, para decirle.
-Te dije que no puedo tener contacto contigo
-Tú no mencionaste nada parecido, ¿De qué hablas?
El castaño simplemente desvío su mirada y se hizo el desentendido, el pelinaranja solo suspiro con irritación y le tomo de la muñeca izquierda para ayudarle a levantar, cosa que con algo de esfuerzo logro y se encaminarse a su destino.
Era una cafetería linda y sencilla, había un poca gente puesto que con la lluvia nadie querría salir.
El de menor estatura tomo el saco del castaño quien no protesto y lo llevo a uno de los percheros del lugar, estaba empapado pero no había otro lugar donde ponerlo, después se encargaría de limpiar.
Lo guio a una silla y le indico qué le esperara, el castaño solo tenia la mirada agachada, no quería mirar a Chuya, sabia que si lo miraba a los ojos el solitaria todo o simplemente se comportará engreído o algo solo para alejare.
Los minutos pasaron, el de menor estatura no volvía, rendido Dazai abrió su mano dejando de apretar aquella sortija, acariciando aquellos pequeños detalles que en ella había, cualquiera que viera esta solo diría lo común, es un anillo, pero para Dazai eso no era verdad, en esa pequeña sortija, tenía pequeños detalles que representaba a su compañero.
Esta era de color negro con tonalidades rojas y azules, unas pequeñas piedras y diamantes de estos mismos colores que combinaban hermosamente, en el interior de este el nombre de su pareja estaba grabado, aunque solo sus iniciales y una pequeña frase "catch me if you can" .
-Es lindo - Dijeron detrás del castaño, haciendo qué este le mirara- ¿Estabas casado?
-Si, bueno lo estoy, no, quiero decir, lo estaba.
-Oh, entonces me involucre con un hombre casado...
Dijo con una mueca, para acto seguido dejar un café delante del castaño, y dejar una en el lugar opuesto donde el tomo lugar
-¿Como estas tan seguro que tuvimos algo que ver?
-Por tus palabras antes de irte
-No les tomes tanta importancia
-No, debo, te lo dije es mi pasado es lo que...
-Es lo que te hace, lo que eres ahora.
-Si
-Mira, no importa el pasado, te lo digo por experiencia, ¿Que tiene de bueno recordar las cosas? Daría lo que fuera por olvidar así como tú, no tengo nada importante que recordar de esos tiempos - soltó una risa y miro en dirección a la ventana- daría lo que fuera por no sufrir por el pasado y empezar nuevamente, en olvidar lo que siento, si solo él estuviera aquí me diría que hacer...
-Oda Sakunosuke...
Dazai dirigió rápidamente una mirada al Pelinaranja, quién desvío la mirada, Dazai noto como apretaba los puños en la mesa y temblaba, quiso acercar su mano a la de el, pero se contuvo y decidió mejor preguntar sobre el elefante en la habitación
-¿Como sabes de el?
-¿Acerté? O vaya, ja, bueno no eres el único que sabe sobre el otro, digo, Anne-san me lleva a visitar una tumba, de un viejo amigo de ella y mio o es lo que dice, una vez te vi ahí, bebiendo junto a la tumba y llorando diciendo que lo perdiste o algo así, ja, puedo suponer qué a quien pertenece esa sortija qué portas, es la que combinaba con el, vaya cosas, lamento tu perdida pero el quererlo olvidar no aliviará nada
-El no era...
-No lo trates de negar, me dolería más saber que lo niegas por mi causa por cualquier cosa que pudimos tener a espaldas de el sabes, no quiero ser la segunda oportunidad u opción
-Tu nunca...
-Basta...
-¿Por que debería parar? No eres nadie para obligarme, no somos nada, no me conoces, no sabes nada más de mi, solo sabes que soy un jodido extraño qué sabe sobre tu pasado y nada más, no debería importarte, no sabes como me siento, no sabes lo que me duele esta situación ¡No sabes nada!
-¡Tienes razón tal vez no sepa nada de lo que Siente, pero tu tampoco tienes derecho a decir nada sobre mi, si puede que sepas mi pasado y que eso no indica qué sabes como me siento en este maldito momento imbecil, no sabes cuando odio esta jodida situacion, no sabes lo frustrante qué es saber que toda tu vida esta borrada y tienes sentimientos por jodida persona que ni conoces, Mierda es horrible es como si este cuerpo no me pertenecer es estúpido!
Ninguno de los dijo nada, uno tenia su interior en conflicto con su pasado qué no recordaba, y el otro por cosas que quería decir y no podía. Además ambos no estaban en su mejor momento a decir verdad, confundidos, era como se encontraban
-El solo era un buen amigo qué me aconsejaba, nunca tuvimos nada, nunca fuiste una segunda opción o al así... El anillo qué porto no es pareja de el, ni siquiera Odasaku portaba un anillo.
Chuya abrio sus ojos sorprendido y de la nada lagrimas cayeron de estos, al armando levemente al castaño quien quiso ir a limpiarlas pero se detuvo ya qué no se sentía digno de ayudarle.
-¿Por que dices cosas como esas Osamu? ¿Por que sabiendo que no puedo recordarte totalmente me haces esto?
Dazai se quedo en shock por las palabras del contrario, con algo de valor acerco su mano, limpiando las lágrimas qué resbalaba sin sensar, Chuya por su parte acepto el tacto cerrando sus ojos sin dejar de llorar.
-¿Como es que?
-Sueño contigo, no se quien era hasta que me dijiste eso en el parque, sabia que tenia una conexión especial qué esa persona que soñaba, ese anillo qué suelo llevar y me reuso a soltar era todo en mi vida, ahora que dijiste todo eso, se que esa persona borrosa eras tú, esa sortija te representa, el color negro, con destellos café y rojos eres tu además tús iniciales en el, lamento haber dicho que estabas con alguien más y ese anillo qué tienes lo compartes con alguien más, es ilógico estar celoso de un muerto.
-¿Como estas tan seguro?
-Mierda, por que lo se, reconocería esa complexión y estúpida sonrisa falda en tu rostro, Anne-san dice que no le tome importancia que se irán después de un tiempo, pero por una Mierda no es así, se que no, por que si estos recuerdos borrosos se marcarán, me moriría... Por que ya no tengo eso que tanto adoro y a la vez odio...
Dazai soltó una sonrisa leve y se levantó del lugar para arrodillarse frente al de menor estatura y dejar su cabeza en el regazo de este.
-¿Estas seguro de querer saberlo?
-Si... Aun si no puedo recordarlo en su totalidad y sean como recuerdos de otra persona...
-Eres Nakahara Chuya, antes eras un Líder de la Port mafia - dijo en un débil susurro pero que solo el contrario escucho- eras un dotado de habilidades sobrenatural, no se si aun lo seas pero es posible que no, o eso quiero pensar, nos conocimos en un barrio casi a las afueras de yokohama, me golpeaste por la espalda por meterme a tu territorio - Soltó una risa lastimada y continuo- antes eras el líder de una banda adolescente criminal, tuvimos que trabajar juntos, por que vaya la coincidencia también querías saber quien eras...
Así siguió relatando casi toda la vida del pelinaranja, cada cosa que decía Chuya, reía, se enojaba y lloraba más, donde más tenso estaba era cuando hablaba de ellos dos, cuando se casaron, se separaban, que aún seguían casados y sobre todo, la pequeña situación qué les llevo a ello, como le trato los desafíos, loa disgustos y sobre todo, saber la verdad de que posiblemente podría perderlo, o simplemente le olvidaría.
-Eso es tu pasado... Entendería si no quieres verme.
-Yo nunca diría eso
-Lo has dicho muchas veces, sabes llevo la cuenta, si hablamos de temporadas sería en 2 o capítulos de dos temporadas de un anime si lo colocamos de esa manera o tal vez más.
-Idiota - Le dio un ligero golpe en la cabeza- ¿Entonces por eso me apartaste?
-Era mi promesa...
-¿Si te das cuenta que tus promesas son bueno, abandonarme sin importar mis sentimientos?
-Pero...
-Hubiera deseado qué estuvieras ahí conmigo guiandome, diciéndome quien soy y quien no soy pero ahí, se que hubiera sido difícil, hacer recordarme cosas aunque puede que nunca pudiera recordarte, pero si hubiera tratado. Por que si sentía esto cuando te vi la primera vez... Lo intentaría.
-Sabes que no puedo quedarme
-Puedes, solo inténtalo, no soy parte de la Port Mafia, soy solo un Ciudadano de Yokohama, nada nos detiene
-Te pondrás en peligro
-No es como que no pudiera defenderme
-Pero...
-Mierda deja de excusarte, olvida todo eso por favor...
-No pareces nada al chico qué conocía
-¿Eso te disgusta? Si es así no cambiare, yo aún amo lo descerebrado, imbecil, estúpido y horrible persona que puedes llegar a hacer
Dazai soltó una risa leve y se levantó ayudando al contrario a hacer lo mismo, le tomo de la cintura y acaricio su mejilla, juntando sus frentes
-Creo que esta vez... Me gustaría ser parte de tu futuro... Con o sin habilidad, estando en una organización o no, aun si no me recuerdas... Quiero estarlo
-Más te vale estarlo esta vez...
El castaño sonrió y le abrazo fuertemente, no sabia como le explicaría a los demás la situación pero bueno, que importaba, ¿un final bueno, un final malo realmente importan? Después de todo ellos dos están destinados a encontrarse, ya sea estando juntos o no, en cada una de las líneas temporales entre ellos siempre habrá algo que los una, aun si uno de los dos muere o desaparece. Son el Soukoku, ellos puede hacer todo, y más si ambos están decididos a dar lo que sea por el contrario.
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