Dazai estaba realmente paranoico no sabía que hacer Chuya no le recordaba más, no habían encontrado ninguna solución o pista sobre el causante, y para rematar a Chuya le quedaban 2 meses máximo, eso le preocupaba bastante, después de ese alboroto, Yosano reviso al pequeño quien más calmado confío en la mujer, en ese momento aún no salían del consultorio, ya se habían tardado mucho en la revisión, si los minutos seguían pasando estaban muy seguros de que Dazai haría un hoyo en el suelo de la agencia.

-Dazai-san cálmese, todo estará bien —trato de calmarle el menor, más no ayudaba en nada—

-Atsushi, no puedo, no lo entenderías

-Yo... lo entiendo me pondría del mismo modo si Akutagawa estuviera en ese estado —admitio algo triste—

Dazai analizó las palabras se su aprendiz para después caer en cuenta y mirarle interrogante

-Últimamente Akutagawa y tú se llevan muy bien ¿Paso algo?

-Y-Yo...

El tigre fue salvado gracias a qué la puerta del consultorio fue abierta y se dejó ver a Yosano con el niño en brazos quien cabeceaba por el sueño, se acercó a Dazai, se lo entrego, el pequeño lo miro y sonrío, comenzando a estirar sus manitas hacia su rostro con un pequeño sonrojo

-Las doctora Yosano me dio un Dulce por portarme bien, Osamu —dijo sonriendo dulcemente, pero está fue borrada mientras veía el rostro del castaño— ¿Que pasa?

-¿Me recuerdas?

-Claro que sí, eres la momia idiota que me cuida y la persona que amo con todo mi ser —diji entre risas infantiles—

Dazai se sonrojo por aquella declaración y se aferró más al niño, temblando, el pequeño solo se dejó, le miro confundido, Yosano suspiro y se cruzó de brazos.

-Chuya, ¿Acaso no tienes algo que decirle a Dazai?

-¿Eh?, Shi... yo... — comenzo a juguetear con sus manos—

-¿Que sucede petit?

-Y-Yo últimamente he tenido mucho sueño, me he sentido mareado y no tengo mucho apetito, no dije nada por qué no quería preocuparte, pero es que siempre estás ocupado pensando en cómo traerle de vuelta... —desvio la mirada triste— aunque él no diga nada

-¿Traer de vuelta? ¿A quién?

El pequeño le miro con lágrimas en sus ojitos y empezó a gimotear mientras comenzaba a limpiar las lágrimas que resbalaban por sus mejillas rosaditas, todos se morían de ternura, pero no era el momento, debían saber a qué se refería el pequeño ya que nadie sabía de lo que hablaba

-S-Shi a Oda, t-tu amigo y- y la persona que amas, s-sé que no soy el, pero m-me gustas Osamu, y-y quiero estar contigo para siempre por eso pensé que si no te daba problemas no me dejarías nunca y me querrías a tu lado, más que a él, pero siempre me dejas de lado

-Chuya —acaricia su mejilla— siempre te he querido, eres mi luz, siempre pienso en ti, aunque no lo parezca, si bien en algún momento me gustó Oda, al que siempre quise fue a ti, no lo quiero traer de vuelta a él... —menciono con un tono de voz dulce y consolador algo muy extraño en el—

El pequeño abrazo fuertemente a Dazai y lloro en su pecho, hasta quedar cansado y dormido, por supuesto Dazai no se separó de él y lo consoló, cuando el pequeño se durmió le miro y después a la mujer que seguía viéndole seriamente, aunque lo hacía por qué estaba preocupada

-¿Que más averiguaste?

-Chuya es fuerte... pudo combatir los analgésicos que le di y la pérdida de memoria, no quiere olvidarte, no importa qué, pero gracias a eso, otros síntomas están apareciendo, su corazón está latiendo más lento, sus pulmones están comenzando a fallar, no importa cuánto quiera detener el proceso, morirá si no encontramos una cura. —miro la Pequeño con tristeza mientras suspiraba—

-Eso entonces es un 98% en mi contra, no podemos hacer nada, la única manera de que encontremos al culpable es que Chuya lo identifique cosa que es imposible ya que no recuerda nada

-No lo es  —Replicó Ranpo—

-¿De qué hablas?

-El ha demostrado que puede sobrellevar muy bien los síntomas, y poder recordarte nuevamente, y decir cosas que su antigua apariencia y mente saben, por lo que si le das un escenario donde recordar se dará cuenta fácilmente

-No tenemos ninguna pista —añadió Atsushi—

-Teníamos, ¿Acaso has visto los juguetes de construcción de Chuya? ¿Sabes por qué para el son importantes? ¿O por qué solo juega con ellos?

-Es un niño le gustan, como a todos los mocosos de su edad —dijo está vez Kunikida cruzándose de brazos—

-Chuya recuerda cosas, ha construido edificios que, gracias a las salidas de las compras, por jugar el solo y regresar por su cuenta a reconocido y ha hecho, el que más llama la atención es de un callejón cerca de la mafia portuaria, ¿Por qué el recordaría eso sí nunca a estando ahí, algo familiar debió recordárselo

Todos se sorprendieron y sin más se fueron a el callejón, Dazai se quedó pensando un poco sobre lo que pasó y se aferró al pequeño, a pesar de todo, aún le amaba, y a pesar de que el Chuya mayor ya no lo hiciera, el castaño entregaría la vida por el si fuese necesario. No lo hizo en el pasado por miedo a tenerlo a su lado, pero está vez tenía la oportunidad.

-¿Tienes más curiosidad? —dijo Rampo—

-¿Cuáles son los posibles efectos secundarios después de que el regresé a la normalidad?

-Tu mejor que nadie debería saberlo, es lo que le has estado dando vueltas

-Rampo

-Neblina y atardecer

-¿Solo eso?

-No esperes más —acto seguido se giro sobre su silla dándole la espalda— debes pensar muy bien lo que harás de ahora en adelante

-¿Sin arrepentimientos?

-Eso depende de ti y del pequeño sombrero elegante, ustedes son tan diferentes que su convivencia es nula, no se cómo llegaron a ser lo que son

-Bueno a decir verdad —solto una pequeña risa y miro al menor— no lo se