Después de reparar lo que de alguna manera Chuya rompió en la cocina que gracias a dios solo fue una puerta del estante del piso, decidió comenzar a acomodar la casa, mientras Chuya se quedaba sentado en el mini sofá moviendo sus pies, mientras veía a Dazai curiosamente

- ¿Po que tienes vendas en el cuerpo? ¿Acaso te lastimaste?

-Hace tiempo si, aunque ya no importan, solo son cicatrices —suspiro mirando el techo—

- ¿Fuello po mi culpa? —Dice el pequeño mientras agacha la mirada—

Dazai lo miro detenidamente, para después suspirar, se sentó al lado del pequeño y acaricio su cabeza, haciendo que este le mirara, estaba por llorar

-No lo fueron, son cosas que yo me hice

-Pello, ¿po que siento que fue mi cupa?

-No idea, pero no pienses así —miro el reloj— ya es tarde y si Anne-san sabe que no estas dormido vendrá a matarme

-Pello no tengo sueño

- ¿Quieres que me mate?

-Nopi

-Entonces ve, iré en seguida, de seguro te mandaron un pijama la iré a buscar

El pequeño asintió, con cuidado se bajó del sofá y camino a donde creía que era el cuarto, Dazai se acercó a las maletas comenzando a buscar, hasta que una voz le distrajo

-Datai

- ¿Sí? —dijo mirándole, Chuya estaba al principio del pasillo—

-Gacias...te quero

-Anda ve al cuarto

Dazai volvió a su búsqueda y el pequeño solo camino como pudo abrió la perilla que rechino y entro.

-Chuya ese es el baño

Aclaro Dazai, momentos después la puerta se abrió, y se cerró de un portazo Dazai pudo escuchar un "ya lo sabía" por parte del pequeño que abrió otra puerta y se metió, el castaño sonrió levemente ante tal acción, momentos después de encontrar la pijama fue a la habitación, donde encontró a Chuya abrazando una camisa de él y cobijado con ella mientras dormía, aunque le costara aceptarlo esa escena se le hizo linda, se dirigió a su cuarto, se visto con algo más comodo y simple para después acostarse a su lado en el futón.

-Petit mafia, no sé quién te hizo esto, pero te juro que lo resolveré, lamento tratarte duramente, pero es mejor que no te vuelvas a encariñar conmigo

Dijo para después besar su frente y caer ante el sueño.

Cuando llego la hora de despertarse, Dazai lo hizo de una forma un tanto peculiar, un pequeño Chuya enzima de el con una mano en su pecho y su pequeño pie en el rostro de Dazai, este se levantó suspirando, era nuevo despertar así, además de que era algo temprano para él, salió llendo a la cocina y viendo que podría preparar, al ver el refrigerador suspiro y miro arriba

-Bueno, un poco de cereal no le hará daño

Tomo dos platos y comenzó a poner la leche y el cereal en esta, los coloco en la mesa, fue a despertar a Chuya que para su suerte despertó y tallaba sus pequeños ojos

-Buenos días petit

- ¿Petit?

-Si, así te llamare suena mejor que decirte "pequeño" o chibi

-No soy pequeño, aún estoy po queser

Dazai tuvo que morderse la lengua para no reírse, tomo al pequeño en brazos dirigiéndose a la mesa y dejándole en una silla

-Come hoy iremos de compras e iremos a mi trabajo

-No quiero ir —dice comenzando a comer—

- ¿Por qué?

-Aún tengo sueño

-Si dormiste como rey, como sea solo come de una vez para irnos aún es temprano, pero mientras caminamos llegaremos a tiempo y podremos tardarnos todo lo que queramos

- ¿Me compadas lo que yo queda?

-Depende de que sea

-Pello —Hizo un puchero—

Dazai simplemente se alejó para irse a vestir, Chuya lo miro e hizo una mueca está vez de disgusto y comenzó a comer de mala gana, cuando termino de comer, se dirigió a la habitación y miro a Dazai colocándose lo que parecía una piedra, Dazai le miro y sonrió le coloco un pequeño suéter y sin más salieron de apartamento, Chuya seguía con aquel puchero durante el camino.

Al llegar a la tienda, Dazai tomo un carrito y comenzó a tomar lo indispensable, Chuya se fue por su parte y comenzó a explorar miro todo de manera divertida, camino por los pasillos y en cada avertura que veía se metía, se metió en un pequeño agujero entre los estantes y al entrar noto miles de botellas de vidrio eran vino, camino por el pasillo y observo todas las botellas y una le llamo la atención, se acercó, la tomo en brazos sus ojitos brillaban, se aferró a ella y corrió a buscar a Dazai quien se encontraba en la fila de pago, llego y le mostro emocionado la botella, Dazai le miro y después la botella.

- ¿Dónde encontraste eso?

-Po ahí —Dijo sonriente— lo quiero

-No

- ¿Po qué?

-Eso es caca y no se toca

Chuya hizo una mueca y comenzó a gimotear, se aferró fuertemente a la botella, Dazai suspiro y se la arrebato poniéndola en el estante de objetos no comprados, Chuya se acercó a él gimoteando, al estar cerca de él lo pateo lo más fuerte que Chuya podía para  salir corriendo después, Dazai solo suspiro no le dolió el golpe.

Chuya regreso al pasillo de los vinos y noto unas pequeñas botellitas, no supo como pero de alguna manera supo que una de ellas era idéntica a la grande y sin más sonrió la tomo, fue con Dazai espero a que llegara a pagar y metió la botella, el castaño miro sospechoso al pequeño.

- ¿Qué es eso?

-Jugo

Dazai no pudo revisar que era ya que era su turno decidió confiar en el pequeño que obviamente después se arrepentiría de esa decisión, se sorprendió de que el precio total fuera mucho casi acabándose su dinero, miro al pequeño que no soltaba su ¨jugo¨ y parecía feliz, al menos estará tranquilo un rato pensó Dazai.

Llevando las compras se fueron directamente a la agencia, más en el camino todos le miraban extraño, Dazai se sorprendío por eso, al estar en la plaza donde las tiendas de ropa son muchas Chuya se quedó estático al ver una tienda de sombreros, sus ojitos se iluminara, Dazai se dio cuenta de la faltante presencia del pequeño y se miró a donde estaba, su rostro palideció al ver donde estaba y que veía.

-Mierda....