Capitulo.1
Un apresurado Akutagawa corría por las calles para llegar a la sede de la Port Mafia, al llegar al edificio, sin decir nada a nadie subió hasta la oficina del Boss y sin permiso entro, eso en un principio le molesto a Mori, pero al ver aquello que cargaba en brazos le llamo cierta atención, así que decidió darle el beneficio de la duda al menor.
Después de cierto tiempo escuchando cerro sus ojos y miro a quien estaba fuertemente aferrado a la pierna de Akutagawa desde ya hace un rato, mando a llamar a Kouyou, mientras esta llegaba se levantó y se dirigió a ellos, se arrodillo mirando a aquella personita que estaba ahí de pie mirando todo con algo de miedo.
- ¿Tienes miedo verdad?
El pequeño asintió, sin separarse del pelinegro quien ya se estaba cansando del fuerte agarre del pequeño, la puerta se escuchó abrirse y dejo ver a Kouyou quien caminaba tranquila, Mori le dedico una divertida sonrisa mientras se levantaba.
-Kouyou, te tengo una muy buena noticia, serás madre, otra vez.
La mujer alzo una ceja, dando a saber que no tenía ni la menor idea a que se refería Mori, el mencionado sin aviso ni precaución tomo al pequeño y lo alzo en brazos como si estuviera mostrando un nuevo vestido para Elise o un trofeo, el pequeño inmediatamente empezó a llorar gracias al miedo y la sorpresa, Kouyou se quedó estática ante eso, se podía jurar que se iba a desmayar, cuando reacciono se acercó rápidamente y tomo entre brazos a Chuya consolándole.
- ¿¡Qué demonios crees que le haces a mi niño!?
-Solo lo toque —Dijo mientras le miraba confundido—
- ¿¡Y crees que con esa estúpida sonrisa de pedófilo no le das miedo!? —dirigió su mirada a Chuya quien aún lloraba— tranquilo todo está bien Chuya.
-A-Anne-san, t-tengo miello, quello ilme de aquí.
-Claro cariño nos vamos a casa —el pequeño negó— ¿entonces a donde quieres ir?
-Quielo il con Datai
La mujer se quedó en shock no podía creerlo, porque quería ver a esa momia mal vendada, es mas ¿por qué le recordaba?, ¿Que tenia de especial? Todas esas preguntas rondaban por la cabeza de Kouyou, Chuya le miro ya calmando un poco sus lloriqueos.
-No —respondió fríamente y el niño inmediatamente comenzó a llorar—
-P-Pello... ¡Yo quello a Datai, lo quello a el aholla!
Todos tuvieron que cubrirse los oídos porque les comenzaron a doler de tanto lloriqueo, Mori le ordeno a Akutagawa que fuera a buscarle y que fuera en compañía de lagarto negro, este asintió y salió buscando a lagarto negro, al estar todos se dirigieron a la agencia pero en el camino Akutagawa escucho una voz muy familiar, sonrió levemente y usando Rashōmon para que callera a una distancia predeterminada, escucho un quejido, se dirigió tranquilamente a dónde se había escuchado y de la nada su habilidad desapareció, al llegar noto a Atsushi tirado en el piso y Dazai mirándole burlonamente, Akutagawa tosió un poco llamando la atención de ambos.
-Dazai-san —dijo mientras veía al castaño—
-Oh Akutagawa ¿no crees que es muy temprano para molestar a Atsushi-kun?
-Esta vez no vine por el Jinko, si no por usted
- ¿Por mí? Lo siento no estoy interesado en el suicidio entre hombres, además no creo que Mori-san esté interesado en matarme
-Tengo ordenes de llevarle cueste lo que cueste
- ¿Se puede saber para qué?
-Es sobre Nakahara-san
-No me importa lo que le haya pasado a ese perchero —dijo dándose la vuelta y comenzando a caminar—
Akutagawa suspiro, lagarto negro ato y noqueo a Dazai llevándoselo, Akutagawa miro a Atsushi quien se tensó levemente esperando que le atacara, cosa que no sucedió y solo empezó a caminar, Atsushi los siguió por separado a los otros no le molesto mientras no interviniera con sus órdenes.
Al llegar a la sede todos le miraban extrañados con la facilidad de como atraparon a Dazai, el traidor de la mafia portuaria y al chico tigre siguiéndole, al llegar al elevador todo estaba en silencio, hasta que llegaron al último piso y entraron nuevamente sin pedir permiso, al entrar notaron a Mori en su silla mirando el paisaje y a Kouyou en otra con el pequeño en sus brazos dormido quien ya tenía una pequeña ropa muy parecida a cuando era mayor, con la excepción de que no tenía su característico sombrero, al entrar solo dejaron a Dazai en el suelo este estaba despierto desde el elevador pero se mantuvo callado no tenía interés en pelear, se levantó y miro a todos, más centrando su total atención al pequeño.
- ¿Acaso se encogió? —un abanico callo en su cabeza— Creo que no, ¿Que le sucedió?
Todos miraron a Akutagawa y este suspiro pesadamente.
-Nos encontrábamos en una misión a las afueras de Yokohama por una revuelta, estábamos encargándonos de todos cuando de la nada alguien le clavó un cuchillo a Nakahara- san en el estómago y una luz lo invadió dejándole de esa manera.
- ¿Y el culpable?
-Escapo
-Sigues sin ser de ayuda, ¿para qué demonios tienes a Rashōmon? Es más ¿para qué demonios tienes piernas y brazos? —dijo Dazai y Akutagawa agacho la mirada— ¿y yo que tengo que ver en esto?
-Chuya-kun quería verte —Esta vez hablo la mujer con Kimono-
- ¿Por qué a mí?
-No lo sabemos, pero deducimos que solo recuerda pocas personas que conoció antes o realmente les tiene cariño
- ¿Cariño? ¿a mí? Si como no, quiere matarme
-Eso lo sabemos de sobra, no sabemos cómo Chuya quiere verte —específico Kouyou—
-Eso de alguna manera no lo tiene que decir el
Kouyou suspiro pesadamente y con cuidado empezó a despertar a Chuya, este poco a poco abrió sus ojitos y comenzó a tallárselos para quitar la neblina de sueño
-Chuya hay alguien que vino a verte
El pequeño dirigió su mirada por todo el lugar y al encontrarse con la mirada de Dazai sus ojitos se iluminaron y se levantó corriendo hacia Dazai quien lo miraba sin emitir emoción al verle, al estar cerca con su mano le pego en la frente de al pequeño causando que callera al suelo, este sobo su frentesita y lágrimas comenzaron a salir.
-Si es de verdad....
- ¡Claro que es de verdad imbécil! —dijo Kouyou— ¡¿qué esperabas un maldito robot?!
-No, pero... por qué se...
-Datai, ¡¡Datai malo!! Eles un idiota, no te quelo —miro al pelirrojo que estaba en la habitación y alzo sus manitas hacia el— T-Tachi llevame contigo
- ¿Que?
El pelirrojo se tensó y miro a todos quienes no apartaban la mirada de él y después miro a Chuya quien le miraba con sus mejillas rojitas y sus ojos llorosos, eso era muy lindo y sin dudarlo lo tomo en brazos
-A ver —dijo librandose de la atadura que cabe resaltar que nadie se sorprendió por ello, se rasco la nuca y miro Mori— se supone que no recuerda a nadie que no sienta cariño por él, ¿por qué recuerda a la iguana rastrera?
-Eso mismo quiero saber yo —dijo Mori— Después veré eso, pero por el momento llévate a Chuya-kun contigo
- ¿Por qué yo?
-Si utiliza su habilidad todo empeorara y no sabremos frenarle, pero si está contigo bueno todo resultara muy fácil.
-Anne-san me matara en el primer momento que salga con el enano en brazos —miro a la mujer que le veía con odio contenido—
-Kouyou está de acuerdo que este contigo ¿verdad?
-Solo lo hago porque Chuya quiere irse contigo, pero te juro Dazai que, si algo le pasa a mi niño, te matare cueste lo que cueste
-Buena suerte con eso...ya lo intenté de múltiples maneras y mira sigo vivo —dijo levantándose del suelo—
-No necesitas preocuparte de nada, Kouyou ya empaco todo lo que necesitas en varias mochilas y ya hablé con Fukuzawa-dono, además estamos en una tregua temporal por esto
-Eso no arregla mis dolores de cabeza con el mocoso
Dazai se levantó y se acercó a Tachihara y sin más le arrebato al pequeño que tomo sin cuidado, llevándole como costal de papas, le dijo a Atsushi que tomara las 5 maletas que Kouyou empaco, para todos era muy exagerado, fue a la salida, en todo el camino se escuchó a Chuya llorar, a ambos agentes ya les dolía la cabeza, Atsushi se acercó y miro al pequeño quien también le miro y sonrió levemente, alzo sus manitas a él, cosa que sonrojo a Atsushi, al llegar a la casa el menor solo dejo las maletas y se marchó, Dazai bajo a chuya, abrió la puerta y Chuya entro mirando todo y se detuvo en la sala
-Eto es un bachulelo... aco
-No deberías hablar así de la casa de los demás
-Anne-san dice que siemple debo dechil la veldad, ante todo —dijo mientras miraba todo con un puchero—
-Aja, veo que no sabes hablar bien ¿cuántos años tienes?
-Cuato —dijo mientras con sus deditos le mostraba el número cuatro—
- ¿Como me recuerdas?
-No che, solo tu nomble me vino a la cabechita
-¿Sabes quien te hizo eso?
-Nopi
-Bien, ahora que hago —se dejo caer en su futón mientras miraba el techo ignorando al pequeño—
-Tengo hamble
- Deberé enseñarte a hablar bien... me estas cansado de solo oírte hablar así
Chuya le saco la lengua y comenzó a explorar la casa, Dazai suspiro pesadamente y se lanzó en el sofá, cerro sus ojos y pudo escuchar algo romperse
- ¡Datai la cocina se lompio!
-Esto va a ser un martirio —rapidamente se acercó a donde el pequeño—
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