Capítulo VI: "Primer paso: Ser su Amigo."
Primer paso: Ser su Amigo.
*Nota al final*
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Maca se había ido hace dos días, y Sarah ya la extrañaba. Hablaban por Skype o por mensajes de textos, pero ambas sabían que no era lo mismo que colarse por la ventana de la otra para hablar.
Quil sabía que su impronta estaba triste por la escapada de su amiga a la casa de su abuela. La había visitado, llamado y acompañado, pero sabia que no era lo mismo. Esa tarde la llevaría a la cafetería del pueblo, la chica debía terminar su "Trabajo de Literatura", y él quería serle de ayuda con algo que no entendiera. Y no es que la chica sea tonta, ella era muy inteligente para su corta edad, pero al menos tendría compañía.
El Aterea bajó del auto de su abuelo, caminó hasta la puerta de la casa y toco el timbre. Espero unos minutos hasta que la puerta se abrió, dejando ver a una cabellera anaranjada, despeinada y alocada, se notaba que recién se despertaba. Quil sonrió con ternura al verla sobar su mano izquierda en su ojo, soltando un bostezo y cerrando la puerta.
-Buenos días, Cara-Bobo.-Saludó somnolienta.
-Buenos días, Bella durmiente.-Burló Quil con una sonrisa, sonrisa que se borro tras el golpe que recibió de la pequeña.-¡Oye!.
-Te dije, Nada de motes a mí.-Dijo aún media dormida.
-Gruñona.-Susurró Quil, abriendo la puerta para que entre al auto. Una vez ella subida, él dio la vuelta y la imitó.
-Te oí.-Gruño Sarah.
El Aterea se rió por la cara de perro rabioso que tenía la pelirroja, y arrancó el auto rumbo a la cafetería de Forks. El camino era tranquilo, Sarah iba dormida en el asiento del copiloto tapada por la chaqueta que le robó al lobo, mientras este la miraba con ternura y alegría. Al aparcar en el estacionamiento de la cafetería, el que se convertía en un gran lobo le temía al temperamento de una niña pequeña por despertarla.
-Sarah.-Susurró, removiendo a la pequeña lentamente.-Sarah.
-Mmjmm, tía fue Jared el que rompió el jarrón, lo juro.-Murmuró, dormida.
Quil ahogó una risa, y siguió removiendo a la chica, pero lo único que conseguía eran excusas de la dormida chica. Finalmente, cansado de no recibir respuesta y ya con mucho hambre, puso en práctica lo que Jared recomendó como último recurso en la ocasión de que ella no se despertará, aún sabiendo su trágico final.
El lobo tomó el frasco que contenía una media sucia de Jared, la cual desprendía un olor horrible, y peor para él que tenía el olfato más agudizado, pero esto era lo último que tenía. Ya había intentado de todas las formas más suaves, pero su estómago demandaba por falta de alimento.
Acerco el objeto oloroso a la niña y en cuestión de segundos, la pelirroja pegó un saltó asustando al lobo.
-¡¿QUE..-Arcada de asco.-..HACES..-Otra arcada..-CARA-BOBO?!.-Hizo una mueca, se había puesto verde.
Quil se asustó al verla así, por lo que abrió la puerta del coche y corrió con la media para lanzarla lejos. Suspiró y volteó al auto, viendo como la pequeña pelirroja lo miraba con el ceño fruncido y torciendo el labio. Caminó nuevamente al auto y miró a su impronta por la puerta que aún estaba abierta.
-¿Estás bien?. Estás verde.-Señaló Quil.
-¿Me querías matar?.-Preguntó Sarah, conteniendo las ganas de vomitar.-¿Jared te dio la idea?.-Preguntó.
-Sí.-Afirmó con un tono bajo.
-Lo mataré con una bala de plata.-Susurró Sarah.
Quil frunció el ceño, le confundió lo de la bala de plata. Meneo la cabeza y cerro la puerta, para después rodear el auto y abrirle la puerta a la pequeña. Una vez, ambos fuera del coche, caminaron a la puerta de entrada a la cafetería. Quil abrió la puerta y dejó pasar primero a la niña, siguiéndole por los talones. Se dirigieron a una mesa del fondo, junto a una gran ventana, y se sentaron frente al otro. El silencio reinó en el espacio, ninguno de los dos hablaba. Sarah aún trataba de no vomitar, y Quil planeaba como evitar la muerte de su amigo por las manos de su impronta.
Una mesera se acercó a tomarles la orden. Sarah la miró de arriba a bajo. Vestía un uniforme amarillo opaco, demasiado corto para la joven. Su cabello era corto y sumamente inflado, y sus labios estaban pintados de un rosa chillón, que no le favorecía por su tono pálido de piel, según Sarah.
-¿Qué quiere para su hermanita?.-Preguntó la mujer, mirando a Quil con una sonrisa coqueta.
Sarah frunció el ceño. ¿Me ha dicho "hermanita" del Cara-Bobo?. Se preguntó.
-¿Sarah?.-Llamó Quil, al ver a la pelirroja con la vista perdida.
-Quiero un chocolate caliente y donas de chocolate.-Pidió sin interés alguno de mirar a ambos adultos.
-Es mucho chocolate para una niña pequeña, ¿No creés?.-Opinó la mesera a Quil.
-Y tú eres muy metida, ¿No lo creés?.-Dijo Sarah, mirando a la mujer con una sonrisa sarcástica.
Quil tuvo que morderse la lengua para no reír por la cara que la mesera puso. La mujer asintió con mala cara y se fue rápidamente a entregar la orden. Sarah hizo una mueca que reflejaba su victoria y se echó para atrás, dejando pegada su espalda al respaldar del asiento.
-Debes ser más amable, Sarah.-Regañó Quil, con una sonrisa divertida.-Debes respetar a los mayores.
-Mis respetos van a quienes lo merecen.-Atacó Sarah.-Además, cuando venimos con Maca, esa mujer siempre nos mira mal. No me cae bien.
Quil negó con la cabeza y suspiró. Esa niña era un caso perdido.
-Pasemos esto por alto, y concentrémonos en tu trabajo.-Habló Quil.-¿Qué debes hacer?.
Sarah se tensó. Había olvidado aquella mentira. Sus manos temblaron por debajo de la mesa y su corazón se aceleró, confundiendo al lobo.
-¿Estás bien?.-Preguntó Quil, preocupado.
Sarah lo pensó bien, y se le ocurrió una idea.
-Sí, solo que no sé si haremos bien el trabajo de literatura.-Dijo con algo de nervios.-¿Eres bueno en el área de "Fantasía"?.
Quil frunció el ceño y asintió lentamente.
-¿Qué tema te tocó?.-Preguntó Quil.
-Hombres lobos.-Soltó Sarah, muy atenta a la reacción de Quil, que solo se mordió el labio.-Es un cuento. En realidad, la profesora habló de distintos temas, pero este me llamó mucho la atención. Sería genial si existieran, igual que las hadas y sirenas. ¿No lo creés?.
Quil volvió a asentir y soltó un suspiro. Estaba algo preocupado, él sabía muy bien lo astuta que era la pequeña, y temía que esta descubriera el secreto.
⋆⋆⋆⋆⋆⋆⍣⋆⋆⋆⋆⋆PEQUEÑA, SARAH ⋆⋆⋆⋆⋆⍣⋆⋆⋆⋆⋆⋆
La pelirroja miraba por la ventana del coche de Quil con aburrimiento. Llevaban 20 minutos en la carretera, Sarah no sabía a dónde se dirigían, solo sabía que Quil estaba manejando como un señor de 72 años con problemas de vista.
En la cafetería, Sarah intentó sacarle información a Quil respecto a los lobos, pero este solo le daba datos erróneos y ficticios. Cosa que frustró por mucho a la pelirroja. Su cabeza no dejaba de procesar aquella información que habían tenido con su mejor amiga, Maca. Esa misma noche que descubrieron el gran secreto de la manada, algo en Sarah se activó. Como si el destino habría querido que ella lo sepa, por alguna razón. Dejó de pensar al sentir que el coche paraba, levantando la vista y mirando hacia adelante. Estaban en una especie de mirador, era parte del estacionamiento de la Push. Era un risco alto, con la bella vista de las olas chocando contra la costa y las rocas.
-¿Por qué me has traído aquí, Cara-Bobo?.-Preguntó Sarah, mirando al lobo con una ceja rojiza levantada.
-Necesitas dejar de pensar.-Habló Quil, sin quitar la vista del mar que estaba a unos largos metros.-Estás tensa, no dejas de mirar a la nada y estás murmurando cosas sin sentido.
-Soy así.-Se defendió la niña de 13 años.
-Y está bien que así seas, Sarah.-Calmó Quil, sin apartar la vista del mar.-Pero te harás daño en algún momento. Es bueno tener una mente activa, lo sé porque también soy así, pero si sobre piensas las cosas, puedes dañarte.
-¿Cómo?.-Preguntó Sarah, relajando sus hombros.
-Hay algo que te está perturbando. Quiero saber que es.-Dijo Quil, girando su vista para poder mirarla.
-No es así.-Negó rápidamente.-No hay nada que me perturbe. Además, ¿Por qué habría de decirte?. Ya de por sí es raro que esté aquí contigo, me llevas varios años.
-Porque quiero ser tu amigo, Sarah.-Soltó Quil, con tranquilidad.-Es raro, lo sé, pero me pareces alguien increíble y me caes muy bien, no le veo el problema a eso.
-Tú no, pero yo sí.-Dijo Sarah, mirando al mar.-La gente cree que soy tu hermana menor.
-¿Es eso un problema?.-Preguntó Quil, frunciendo el ceño.
-¿El que me relacionen con una persona que tiene cara de bobo?. Sí.-Respondió Sarah, sonriendo levemente.-No es eso, sino que, bueno, no tengo muchos amigos más que Maca. Eso es raro.
-¿Por qué no tienes más amigos?.-Preguntó Quil, dejándose caer al asiento, pero sin apartar la vista del rostro de la niña.
-Nadie quiere ser amigo de dos niñas "desastre". Y mucho menos de una pelirroja que desentona con todos los que son de la reserva.-Habló Sarah, soltando un suspiro, bajando su vista a sus manos pálidas.-Ser pálida, con ojos azules y de cabello rojo, les es raro a todos los que son en su mayoría morenos, piel rojiza y ojos marrones...
-Eres única, Sarah.-Interrumpió Quil.-Y ser único no es ser raro o desentonar entre todos. Es ser especial en el buen sentido. No dejes que te afecten sus comentarios.
-¿Lo es?.-Preguntó Sarah, con su voz temblorosa.-¿No es para que te hagan burlas?. O peor, ¿Te molesten?.
Quil frunció el ceño y se enderezo en el asinto, mirando a Sarah con los ojos llenos de furia.
-¿Te molestan?.-Preguntó casi en un gruñido. Sarah no contestó, agachó la cabeza, cubriendo su rostro entre su cabello.-¿Te molestan, Sarah?.
Nuevamente no contestó. Solo se limitó a asentir levemente, mientras sorbia por la nariz, llevando su mano a su boca para callar un pequeño sollozo. Quil se sintió temblar, la furia y el enojo lo querían controlar y llevar hasta donde vivían quienes le hacían daño a la niña que estaba llorando en silencio frente a él. Pero se controló, no quería dañarla a ella como Sam a Emily, no quería asustarla como lo había hecho Jared a Kim.
-Sarah.-Llamó Quil, respirando hondo. Ella no se movió, por lo que llevo su cálida mano al cabello de la chica para colocarlo detrás de la oreja y así tomar la barbilla de ella para que lo mirara.-¿Por qué no le has dicho esto a alguien?. ¿Esa es la razón de tus nervios por volver al colegio?
Sarah bajo la vista y asintió levemente.
-No dije nada porque se suponía que así dejarían de molestarme.-Dijo con su voz quebrada.-Pero no, Quil. Los niños son crueles muchas veces y los adultos ignorantes.
-¿Quienes te molestan?.-Preguntó Quil, sintiendo un dolor en su pecho al verla así.
-No importa.-Dijo, sacando la mano de Quil de su barbilla y secando sus pequeñas lagrimas que había en sus mejillas, para sentarse derecha y fingir que ya había pasado.-No es nada.
Quil negó y tomó el rostro de la chica con ambas manos, con cuidado.
-No, es algo grave, Sarah.-Dijo Quil.-No pueden hacer eso y salir impunes. Merecen una lección.
-¿Qué?. ¿Los golpearas?.-Preguntó con sarcasmo, huyendo de la vista de él.
-Yo no, iría a la cárcel.-Negó Quil, con una sonrisa.-Pero sé quienes sí podrían, y créeme, los que te molestan estarán días recuperándose.
Sarah sonrío divertida y miro a los ojos del chico delante de ella.
-¿Lo harías por una amiga pequeña?.-Preguntó Sarah.
-Por supuesto que si, enana.-Dijo Quil, con una sonrisa.
Sarah dejó de sonreír, se alejó del lobo y elevo una ceja.
-Nada de motes.-Acusó Sarah.
-Ya soy tu amigo, tengo derecho a hacerlo.-Rió Quil.
Sarah rió y rodo los ojos. Ahora tenía un gran amigo, y eso la ponía feliz.
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¡He vuelto!
¿Cómo están?.
Bien, les diré algo. "Pequeña, Sarah" fue una de las tantas historias que comencé este año, y fue una de las primeras que hice de los lobos de Crepúsculo. Me encanta esta historia, porque dentro de todo es desde un punto de vista "preadolescente e infantil", por como es Sarah.
Que no actualice, no significa que la he cancelado o algo por el estilo. Simplemente tuve un bloqueo escritor con esta historia, al igual que alguna de las otras.
Mi mente ahora mismo está enfocada en la saga que estoy escribiendo de los lobos Quileutes, que se encuentra siendo publicada en mi perfil, en una lista de lectura que dice "Saga: improntas Quileutes (me)". Hasta ahora voy por el libro número 6, pueden pasarse a ver. Por esto, no he estado muy activa en esta y otras historias, pues estoy bloqueada y concentrada en la saga.
Espero y comprendan.
¿Seguiré actualizando?. Sí, pero con lentitud, dado a que también tengo cosas de la escuela y no puedo enfocarme aquí. Estoy en último año y en pocos meses ya terminó.
Espero que les haya gustado este capítulo.
¿Matamos a quienes se burlan de Sarah?.
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