En este capítulo me gustaría profundizar más a nuestra protagonista, espero y el guste :)

Advertencia: está historia contiene malas palabras, escenas y temas que pueden ser sensibles para algunos lectores, favor leer con discreción

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·:*¨༺✮Tami✮༻¨*:·

Estaba acostada en el suelo, no había techo y podía observar la densa luz de la luna, llenar cada rincón del lugar

Ese lugar estaba cubierto de agua, era poca, estando parada solo me cubria los pies.

El agua a mi alrededor se tenía de rojo. Era mi sangre

—¿Ya te moriste?

El sonido que más odiaba era esa voz ronca, desde hace ya 16 años la escucho y la odio cada vez más —¿Como no se cansaba de molestarme?—

Asmodeo me estaba entrenando y siempre que lo hace, nunca limita su fuerza, está vez atravesó mi pecho con sus uñas-barra-garras

—¿Te importa si lo estoy?

El me miraba indiferente, suspiré harta, me senté con dificultad, cada mínimo movimiento causaba un dolor insoportable

La sangre también salía por mi boca. Una herida así de profunda la sanaría en uno o dos días, pero tendría que pelear sanará o no

—Sigues siendo terca y persistente

—¿Acaso te remuerde tu conciencia? —ladee la cabeza— ¿Quizá el recuerdo de Brian te atormenta?

—Soy el gran Asmodeo, a mi no me remuerde nada —se agachó a hasta estar a mi altura— Y otra cosa, ¿Quien es Brian?

No sé que me molestó más, su estúpida cara tan cerca de la mía, el que aún no era capaz de vencerlo o que fingiera no recordar a Brian

Voy a matarlo

El sonreía arrogante —siempre es asi— Es un imbécil incorregible

—Pedazo de —No pude terminar de hablar cuando me golpeó y me estrelle contra la pared, debido a la gran perdida de sangre no me podía mover

—Deberias tener miedo y respeto por mi persona, pero dicen que los tontos no le temen a nada— se aproximó a dónde me encontraba— Eres tonta. La próxima vez no seré amable contigo

Era una demonio de raza pura, y los únicos objetos que me podían herir de muerte, eran mínimos y solo los hijos de los pecados los poseen, pero en el caso de los mismos pecados capitales en si, cualquier herida causada por ellos mata a cualquiera casi al instante

—Bueno, si no le ordenas a Eliza curarme, está "tonta" se va a morir, junto con tu oportunidad de gobernar el infierno

El no dijo nada me miró con la misma cara de asco de siempre, retrocedió se dió la vuelta y se dirigió a la salida

El se fue y justo en ese momento, me deje caer en el suelo, junto con el agua teñida de sangre, mi mirada se comenzó a nublar

Un pensamiento vago por mi mente en ese momento

¿Quizá si muero ahora podria ser libre?

·:*¨༺✮Eliza✮༻¨*:·

El señor Asmodeo salió de la sala de tortura, su mano estaba ensangrentada, también tenía una que otra mancha en otras partes del cuerpo, fui rápidamente a revisarlo

—Señor, está bien necesita que lo ayude —agarre su mano, el la apartó casi de inmediato— Esta sangre es carmesí

—¿Ya entendiste? Está sangre no es mía, ve a curar a la idiota, Aún la necesito viva

—Hare lo que usted ordene mi señor

El continuo su camino hacia la salida, yo hize una pequeña reverencia y corrí directamente dentro de la sala

—¡Señorita!

Ahí estaba esa pobre niña, tendida sobre el suelo empapada y cubierta de sangre

Me acerque rápidamente hacia ella

—Señorita... Dígame si me oye —sostuve su cabeza y la coloque sobre mi regazo

Su mirada estaba perdida, señal de que había perdido la consciencia

—No se preocupe Señorita, yo la voy a cuidar

Comenze a buscar las herramientas necesarias para comenzar a sanar las heridas. Para sanar las heridas de los demonios no es necesario ser experto solo saber tipo de conjuro usar

Soy la principal curandera bajo el mando del —Maldito— señor del noveno círculo, Asmodeo

El me puso en ese cargo ya que mi cabello rojizo, para el era señal de que era una bruja o algún tipo de hechicera de magia negra

Nunca crei en la magia

Me obligó a estudiar conjuros y hacerme la encargada de mantener con vida a quien el me ordenara

Entre ellos está la señorita la joven que tuvo la desdicha de ser hija de ese monstruo, la torturaba y la heria muy gravemente

Odio este lugar

La pequeña Tami. Aún recuerdo cuando llegó a la mansión

Estaba llorando, según me dijieron su madre fue asesinada ese mismo día por el señor Asmodeo —pobre criatura— era tan inocente, tan joevn

Me daba pena ver cómo una niña tan pequeña como ella sufría tanto, desde que comenzó a entrenar para esas... Estupidas batallas entre los círculos. La pobre niña siempre sufre heridas graves, y lo peor es cuando vuelve de esas batallas

Es tan pequeña...

Al ser una demonio de raza pura tiene la capacidad de sanar sus heridas, pero tiene sus puntos débiles y esa habilidad es limitada

Aún no la domina muy bien

Es tan inocente...

Otro problema es que la autocuracion no funciona si el usuario muere

Ese es mi trabajo fundamental, no dejar morir a la señorita por nada del mundo. Hasta ahora en tan solo 16 años, ya lleva 1208 veces que la lastiman tan gravemente

Es tan desafortunada... es igual a mi

El brillo volvió a su mirada y su respiración se normalizo

—Que alivio... Señorita... —acaricie su cabello mientras su cabeza estaba en mi regazo— Este tranquila, Ya trate sus heridas estará bien en un par de horas

Ella analizó su alrededor, tocó su pecho sintiendo la marca de la herida

—Eli, dime que tan grave fue está vez —Se levanto y se sentó con dificultad

—Si no hubiera estado aquí hubiera muerto en menos de 10 minutos, quizás tenía más tiempo —le acaricié el cabello— No lo sé, solo se que me alegra haberla salvado. Otra vez

Ella solía trabajar en fortalecer su cuerpo y hacer su regeneracion más inmediata

Era duro ver como salía tan lastimada después de entrenar

Pero así podría resistir las heridas, sin importar lo graves o profundas que sean, sin importar lo doloroso que fuera era necesario

Además... Ya paso el tiempo determinado desde la última vez, otra vez la enviarían a sufrir

—Señorita Tami, debo informarle que mañana se cumplen otros cuatro años, desde la última batalla —me levanté del suelo— Debo preparla y sus hermanos vendrán para escoltarla

—¿Hermanos? ¿Te refieres a Ari y Cael?

Se levantó con dificultad, tambaleó un poco Pero no tardó en mantenerse de pie firmemente

—Si así es, ellos te escoltaran como siempre lo han hecho, —me acerque mas a ella y puse mis manos sobre sus hombros— Señorita por favor, prométame que está vez no le pasara nada grave

Solo quiero que esté bien

Ella sonrió, su cara era capaz de transmitir tal calidez aún estando llena de heridas

—Te lo prometo por mi alma en pena —se llevó la mano al corazón— Estare bien, Eli

La pequeña sonrió, su sonrisa siempre era cálida sin importar nada

Ella no merece estar aquí

Amaba mucho a la Señorita, la quería como a una hija, como a esa hija que abandone en vida. Quizá sea por eso, por lo que, siempre estoy cuidando de ella

Ese sentimiento era recíproco, lo sabía. Lo podía sentir

—Las salas de torturas son horribles

Ese comentario me saco de mis pensamientos y observé a la señorita quien estaba cojeando mientras caminaba hacia la salida

—¡¡Señorita!! No debe moverse —fui rápidamente a auxiliarla— si su herida se abre será aún más grave

—Tranquila, estoy bien

Ella me dedico una de las sonrisas más dulces que ví en toda mi vida, mientras yo le ayudaba a caminar haciendo que se apoyara en mi y no pierda el equilibrio

[...]

—Ya está lista

Observé a la señorita Tami, ya vestida para irse al centro del pentagrama a la batalla que le esperaba, ella llevaba un vestido sin mangas, color rojo con un escote en espalda y pecho, con un cinturón negro, ya que el vestido era muy corto ella se ponía unas medias negras y también llevaba un par de botas altas

—Me veo muy bien para morir —su voz con tono irónico, me hizo poner una mueca mientras la observaba revolverse el cabello en el espejo

—Señorita no diga eso, ya se que es difícil pero al menos está vez ya conoce mejor a su adversario, estoy segura que le irá muy bien

Le sonreí amable, ella hizo lo mismo pero más levemente

—No lo sé Eli, aún no estoy muy segura —amarro su pelo en una coleta— Pero no te preocupes, te prometi que estaría bien y pienso cumplir mi promesa sin importar que

—Confio en usted señorita Tami

Un chico se asomo por la puerta, era rubio con las puntas tejidas de negro, ojos azules como los de la señorita, llevaba númerosas armas de fuego con el, de todos tipos

—Ya es hora de irnos, pulga —su voz era amarga y aspera similar a la del señor Asmodeo— Si no llegamos a tiempo me mataran por tu culpa

—No exageres —ella blanqueo los ojos— que te maten sería algo demasiado bueno para que realmente te pase, Cael

Ese chico era el hermano mayor de la Señorita Tami, el junto con su hermana odiaban a la señorita, por ser ella y no ellos quienes pelean en nombre de Asmodeo

Y en lugar de eso su padre los trata como a un par más entre la servidumbre

Apesar de ser el hermano mayor, la señorita era mucho más fuerte que el eso lo sabía con solo observarlos

Ojalá y nada malo le pase a la señorita

Cómo todo ser maldito del infierno claramente observaba, como Cael no tenía buenas intenciones con la señorita y antes de que se la llevará lo detuve, bloqueando su paso

—Escuchame Cael, si le haces algo a ella, te haré vivir algo peor que este infierno, quemaré todo tu ser y te haré sufrir como no te imaginás —le dediqué una mirada intimidante disfrazada tras una sonrisa— ¿Oíste bien?

El me apartó y continuo caminando a la salida

Podía ser muy dócil con Asmodeo y muy amable con la Señorita, pero no con sus hermanos. Eran un par de idiotas Cael era el más tranquilo Pero aún así irritante, ese par si merece pudrirse en este maldito lugar

Ese día la ví marcharse sin saber que cuando regresará de esa batalla ya no sería la misma

·:*¨༺✮Tami✮༻¨*:·

Me despedí de Eliza, para mí ella una persona muy especial la quería mucho. Trataba de que no se notará, ya que Asmodeo suele destruir todo lo que amo y no quiero que le pase nada malo a Eliza

Pero ahora debo enfocarme, ya habían pasado otros cuatro años, otra vez tenía que volver a luchar en nombre del noveno círculo y Asmodeo

Maldigo a ese pito corto

—Ya está —Cael hablo con su típico tono de "no he tomado agua desde que nací" su voz era tan seca y ronca la odiaba

Voz de fumador profesional

Su voz era igual que su personalidad, me daba cierto asco estar cerca de el, por eso lo ignoraba

Mire el dibujo que había hecho en el suelo, era un pentagrama con dos remarcos más y del tamaño suficiente para que tanto el como yo, pudiéramos ingresar en el sin tener que estar uno tan cerca del otro

—Eres bueno en esto —lo mire de reojo—
Pero los míos son mejores en muchos aspectos, además parece un pinche óvalo no un círculo

Me agache observando, con la vista entrecerrada el pentagrama, con clara forma de patata deforme

—A ti que te importa que sea un puto círculo o un óvalo —me dió una patada en la espalda y casi caigo en el dibujo borrándolo

El detuvo rápidamente sosteniendo me del cuello del vestido, me ahogue un poco y el me lanzó hacia atrás, caí de nalgas en el suelo

—!!Cuidado!! Ya vamos tarde, si nos tardamos más, no solo seré yo quien muera —me miró con el seño fruncido— Ya que te mataré a ti también

—Agh. ¡Pero si fuiste tu idiota quien me empujó! —le grite enojada. Me levanté y fui bruscamente a encararlo— Muerete

El me apunto con un arma en la frente

—Cállate y obedece lo que te digo —quito el seguro del arma— Ya no te tengo paciencia

—Aja si —acerque mi frente aún más al arma— Dispara. Claro, si es que tienes lo necesario para hacerlo

—¿Crees que soy incapaz de hacerlo? —el se ofendió por mis palabras Pero yo ni me inmute ante sus acciones

—No. Se que no eres capaz de nada. Y todo por qué le tienes miedo a Asmodeo

—Callate —aparto el arma, saco un encendedor de su bolsillo— mejor larguemonos de aquí

Tiró el encendedor en el pentagrama este se encendió, emitió un fuego brillante y luego se oscureció en una llama negra

—Es la cuarta vez que veo esto, pero siempre me sorprende

Observé con cierto asombro el umbral de las flamas

—Eres una simplona, todo te sorprende —el camino directo al centro del pentagrama y me miró con hartasco— Ya entra, vámonos pulga

—Lo que cuelga entre las patas —dije entre dientes mientras cruzaba el umbral de las flamas

—Vaya. Está vez no te quemaste el rostro —el idiota de Cael se burlo de la gran cicatriz que tenía en el rostro y se extendía hasta mi cuello

—No te digo nada, por qué sería una desperdicio de materia gris —le saque la lengua— idiota

—Tienes una boca muy sucia para ser tan pequeña —chasqueo los dedos y en ese momento el umbral de fuego aumento

Llegamos a un lugar, no importaba cuantas veces lo observaba, siempre me causaba náuseas, podía sentir las grandes energías chocar entre si, observaba a Cael el parecía no sentir nada, a mí me ponia la piel de gallina ese ambiente tan agobiante

Era como un coliseo, pero más destrozado

Este lugar será mi tumba

Respire profundo salí del pentagrama y este desapareció, dejando un pequeño rastro de cenizas

—Apúrate, ya es tarde —Cael me jalo del cuello de la camisa— ¡Camina!

—¡Ey! Déjame, me ahorcas

Forcejee contra Cael y el no me hacía caso ni me escuchaba

Logré soltarme de su agarré y lo ví con rabia

—No me veas asi —señalo la entrada al coliseo— Ve y has lo que es tu deber

—¿Mi deber? —casi me rei— Creeme si pudiera te cedería este "deber" a ti

Lo rodee para entrar al coliseo y me detuvo

—Creeme para mí si sería un honor —me agarro del hombro y me apreto— Tu solo haz lo que tienes que hacer, y no deshonres al nuestro padre mas de lo que ya lo has hecho

—¿Y que si lo hago?

Le dediqué una mirada fría, y aparte su mano de mi hombro y sostuve su muñeca con fuerza

—Esta es mi condena, y si quiero hacerla más miserable de lo que ya es. Es mi problema —enterre mis uñas en la mano de Cael— Asi que no te metas

El quiso decir algo pero se callo al instante, se quedó con el seño fruncido, solté mi agarre y me dirigió adentro del coliseo

Un espléndido día para morir

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"Estoy ardiendo"

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