Claude se quedo callado, no hubo más conversación.

Zenit intento animar el ambiente diciéndole a las sirvientes que traigan otra tarta, mientras lo traían zenit buscaba conversación de alguna forma. - Anthy, ¿Usted cuantos años tiene?

- Tengo la misma edad que usted princesa, aunque usted es mayor.

- Supongo es verdad... mira ahí viene Lilian con los pasteles. - Mire de inmediato hacia donde decía Zenit, y ahí estaba ella.

- Hola princesa Jenette, aquí tenemos el pastel que trajo. - Me miro de inmediato, ninguna de nosotras apartaba la mirada, la mujer que estaba delante de mi era la única que me amaba en aquel palacio frio pero tenia un aspecto descuidado, su piel estaba muy pálida junto con unos labios morados y unas ojeras enormes debajo de sus ojos. -Pri... - Quería decir algo- Princesa. -Finalmente susurro junto con una abrazo.

Echaba de menos esta sensación de seguridad, estos abrazos cálidos que me solía dar mientras susurraba "Princesa encantadora",  quería sentir más esta alegre abrazo pero no podía tenerlos ahora al menos no delante de ellos, por lo que debería hacer esta dolorosa pregunta. - ¿Princesa encantadora?

Me dejo de abrazar. - Lo siento señorita... sabe usted tiene unos dulces ojos. 

- Es verdad Anthy, tus ojos son muy exóticos en Obelia. -Hablo Zenit mientras me sonreía. - Seguramente tu mamá o tu papá son extranjeros.

- Eso es verdad princesa, mi madre era una bailarina ambulante por lo que no es de Obelia pero tampoco sé de donde es concretamente.

- ¿Y dónde está?

- Lamento decirle princesa que mi madre murió al darme a luz. - Se sorprendió al decirlo.

- Entonces, ¿Qué hay de su padre? - Dijo Lili mientras me miraba con amor.

- No lo sé, desapareció hace mucho tiempo aunque fui criada por un conocido, recuerdo bien ese lugar nunca vi al hombre pero si a la mujer, es persona siempre me contaba historias de mi padre y mi madre, aunque fui echada del lugar y me crie en el orfanato de la iglesia. - Y de nuevo un silencio pesado. - Pero no estén tristes al menos herede los ojos de mi madre.

- Es verdad, tus ojos son muy bellos y únicos. - Kiel es una persona muy amable, Zenit tiene mucha suerte. - Son tan únicos como los ojos de la realeza.

- Dudo que lo sean Kiel, los ojos de la realeza son más hermosos que unos simples ojos rosas.