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Cross apretó por decimocuarta vez las sábanas de la cama en un intento de calmar sus impulsos más básicos de monstruo, odiaba con todo su ser aquella molesta época en la que sus hormonas se alborotaban y su cuerpo entero exigía cualquier tipo de estímulo, no podía hacer ningún tipo de deber en aquél estado, por lo general al menos podía hacer patrulla, pero esta vez no era el caso; el año pasado sorpresivamente jamás llegó su anual celo, y estaba feliz por eso, pero aparentemente ahora estaba sufriendo de dos celos a la vez.
Mordió su labio por la frustración, no había podido salir de su habitación en todo el día, prácticamente apenas podía levantarse y caminar, el calor y la pesadez que conllevaba estar en aquel estado lo estaba enloqueciendo, sin mencionar el hecho de que ni siquiera Nightmare le estaba dejando hacer su trabajo habitual por aquel horrendo ciclo que debía repetir por año.
Y no podía pasarlo rápido, Error repetidas veces le dijo que "no llore y sólo se toque, que no es para tanto", irónico de alguien que está aterrado de tocar y que le toquen.
Pero Cross era de cabeza dura, no quería escuchar a alguien como Error, su historial con él no era del todo agradable después de todo; y aún si no fuera ese el caso, masturbarse en aquel estado era algo complicado, no se sentía suficiente, no era lo mismo que hacerlo con alguien, aunque tampoco hacía eso, simplemente esperaba a que todo se vaya por su propia cuenta.
—Criss-Cross.
Frunció ligero el ceño por aquel estúpido apodo que su compañero le había puesto. Atinó a abrazar una de sus almohadas, aplastando ligero esta contra él para aplastar su erección, era increíblemente insoportable.
—¿Qué?
Respondió cortante, en parte por aquel tonto apodo que ya había repetido muchas veces que odiaba, y en parte porque no quería que ningún otro tipo de sonido escape sin querer de su boca.
—Cena.
Respondió con simpleza, Cross gruñó relajando un poco su actitud agresiva hacia su compañero, si bien nunca le terminó de caer bien por su actitud despreocupada y su perenne sonrisa burlona, era el único que se estaba encargando de visitarlo estos distintos días y alimentarlo. Probablemente sólo por órdenes del jefe, pero parecía no importarle o quejarse de que le mandasen a ocuparse a él a diferencia del resto.
—... Pasa.
Cross se oculto un poco más entre las sábanas y almohadas, ardía como el mismísimo infierno, pero se rehusaba a ser visto de una forma tan débil. Escuchó la puerta abrirse junto a un bufido y risas del de cuencas oscuras.
—Dios, ¿soy yo o el aroma se volvió más fuerte? Pft--
Ignoró por completo la pregunta de su compañero, escuchando momentos luego como el plato de cerámica tocaba la mesa de madera que estaba al lado de la puerta, aunque extrañándose de no oír la puerta volver a cerrarse.
—¿Puedes caminar?
Killer ladeó su cabeza con curiosidad, sonriendo ligero al ver cómo Cross asomaba apenas sus cuencas sobre las sabanas, era lo máximo que había logrado ver de él en todas sus visitas.
—¿Por qué la p-pregunta?
Cross insultó en voz baja por aquel pequeño tartamudeo, no era su culpa, era la frase más larga que había pronunciado desde que su ciclo inició.
—Bueno, quiero asegurarme que puedas venir hasta aquí a tomar tu comida, sería una pena que las hormigas te ganen la carrera hasta ella.
Cross frunció el ceño al ver como su compañero cerraba la puerta tras de él, Killer sólo esbozó una habitual sonrisa ante ese hecho.
—Largo.
No quería volver a proferir otra frase, esperaba que con vagas palabras el otro le haga caso, pero aparentemente no era el caso...
—Vamos Criss-Cross, es sólo venir hasta aquí, agarrar el plato, y volver a tu cueva de sábanas.
El de cicatriz gruñó, volviendo a ocultarse por completo en aquella cueva. Se quedó en silencio unos segundos, bufando al aún sentir al otro en su cuarto.
—... No puedo.
Admitió rendido, cerrando sus cuencas para intentar calmarse, estaba sufriendo también de una sobrecarga sensorial, el aroma natural de Killer podía sentirse aún cuando estaba lejos ¿o acaso estaba cerca...?
—Bien, abre grande.
Definitivamente estaba cerca. Cross reaccionó alejándose del otro lo más que pudo en la cama, dejándose un poco más al descubierto por aquello, aunque aún así cubriéndose de la cintura para abajo. Conservaba sus shorts y remera, pero aún así no le gustaba exponerse.
—¡¿Q-Qué mierda, Killer?! ¡Sabes q-que no te debes a-acercar!
No le importó lo quebradizo de su voz esta vez, no quería a nadie cerca en aquel estado, mucho menos Killer.
—Dios, lo dices como si me fueras a saltar encima. Te conozco, crossy. Si te digo "basta" instantáneamente paras porque tu pequeña cabeza está programada para seguir órdenes.
El nombrado gruñó, volviendo a cubrirse con las sábanas mientras se daba vuelta en el sitio.
—No tengo h-hambre... Largo.
Volvió a repetir con pesadez, el aroma de Killer comenzaba a inundar sus sentidos y odiaba eso, no quería ver a Killer como su boleto a la liberación, se odiaba por siquiera considerarlo.
—... ¿Cuanto tiempo duran tus ciclos?
Cross se tensó ligero, la pregunta llegó demasiado imprevista para él.
—... Una semana... O m-menos.
No lo veía, pero podía apostar con total seguridad que Killer estaba sonriendo tras él.
—Bueno, pasaron unos cuatro días y la verdad no pareciera que esto se haya ido ni un poco.
Cross bufó rendido, volviendo a destapar su rostro para girarse y ver a su compañero.
—¿Tu punto?
Killer rió, dejando la comida de lado en la mesita de luz.
—... ¿Necesitas ayuda?
Si Cross hubiese comido, definitivamente ya estaría escupiendo todo por la sorpresa.
—¡¿Q-Qué?!
—Dios-- no grites, no es para tanto.
Esas palabras no tranquilizaron para nada al guardia, con esfuerzo se sentó en el sitio, viendo ruborizado a su compañero.
—... ¿Por qué?
La pregunta hizo reír al de alma rojiza, sólo se dejó caer sobre la cama de espaldas mientras veía a su compañero.
—No tengo nada que perder, es algo rápido y podrás volver a lo de siempre, heh... Además, el castillo se vuelve aburrido si no puedo molestarte.
Cross bufó, teniendo que volver a desviar la vista; aunque esta vez no por molestia, sino porque su mente le estaba fallando en cómo veía a Killer, los aromas de ambos se habían mezclado dentro del cuarto, y no podía terminar de fiarse de las palabras de Killer, quizás el aroma de su celo ya había logrado entrar en su pequeño y reducido cerebro.
—... Tienes a los o-otros.
Razonó frunciendo el ceño, necesitaba que Killer se vaya, y rápido.
—¿Hablas del que teme que lo toquen, el desequilibrado mental, el que es capaz de arrancarte un brazo con las manos, y nuestro jodido jefe?
Respondió Killer entre pequeñas risas, sus mejillas estaban ligeramente coloradas por la situación y el fuerte aroma que emanaba el de cicatriz roja.
—B-Bien bien, no son o-opción, ya entendí--... Ugh, p-pero--
—Vamos ¿por qué tanto problema? Es algo casual sin compromisos ¿tanto me odias acaso?
Cross rápidamente negó tomando uno de los hombros de su compañero, aunque no tardó demasiado en apartarse, su cuerpo entero reaccionó ante el mínimo contacto con otro ser y eso era extremadamente vergonzoso para él.
—¿En serio? Estaba convencido de que sí, lo hubiese entendido perfectamente si lo hacías.
Cross bufó cerrando sus cuencas. La voz, el aroma, TODO de Killer estaba invadiendo sus sentidos, realmente quería aceptar su oferta, pero...
—... Yo... Nunca lo hice.
Admitió con vergüenza, y no sabía si el silencio de Killer era mejor o peor que escucharlo reír por lo que acababa de confesarle a alguien que ni siquiera consideraba un amigo.
—... ¿Sólo por eso no estás aceptando?
Cross volvió a abrir sus cuencas sorprendido por aquella respuesta. Killer se sentó en el sitio junto a su compañero con una sonrisa.
—No tengo problema en ir abajo ¿sabes?
El monocromático desvió la vista avergonzado, era una clara invitación, pero no estaba seguro si quería tomarla.
—¿Ya lo habías h-hecho?
Killer rió, logrando tensar por completo al contrario con sólo poner una mano en su pecho y acariciarle, podía sentir la respiración de su compañero entrecortarse con el mínimo tacto y honestamente le parecía lindo aquel hecho.
—No, pero a diferencia de ti no soy una mariquita.
Cross bufó, quería que ese comentario le sacara su ánimo, pero la simple presencia de Killer anulaba cualquier rastro de enojo que podrían darle sus comentarios. Su celo realmente alteraba su forma de pensar.
—Jodete.
—Jodeme.
Cross se giró a reclamar, pero sólo pudo encontrarse con la boca de Killer sobre la suya, atinó a alejarse, pero Killer sólo se apegó más para profundizar el beso, posando una mano en la nuca de su compañero.
—¡K-Kilmnh--!
Killer se separó un poco por el llamado del otro, sonriendo ligero y ruborizado por aquella clase de acercamiento con el orbes impares.
—¿Hm?
Vio a Cross dudar, probablemente insultándolo en muchísimos idiomas en su mente, pero no importaba ya que al final volvió a unir el beso entre ambos con hambruna. Killer no dudó ni un momento en corresponder a aquello, apegándose más a su compañero para terminar de quitarle las sabanas y sentarse sobre sus piernas, ya sintiendo el bulto aprisionado en los shorts del contrario.
La mente de Cross era un lío en aquel momento, las necesidades de su cuerpo se mezclaban con sus pensamientos racionales de que tan malo era cogerse a alguien como lo era Killer, por lo que sabía podía estar grabando todo para chantajearlo luego, o le podía haber apostado a Horror y Murder si podía cogérselo por una muy baja suma de dinero.
Pero mierda, lo necesitaba demasiado, su boca siguiendo ritmicamente la suya al besarse y el leve roce de sus pelvis lo estaba sumergiendo demasiado en fantasías que quería cumplir ahí mismo con él, lo necesitaba ya.
No esperó demasiado para tironear la campera del de cuencas oscuras para quitársela, recibiendo risas juguetonas por parte de Killer, el cuál accedió a quitársela sin problemas, pasando a acariciar el rostro del monocromático y lamiendo sus labios en un intento de profundizar más en el asunto.
Cross no se negó, su necesidad de contacto estaba siendo más fuerte que la vergüenza en aquel momento, uniendo sus lenguas en una danza algo lasciva mientras caricias recorrían el cuerpo de ambos. Killer gimoteó bajo por la presión baja que Cross ponía en sus manos, no pudo evitar invocar su ectocuerpo con unos pocos apretones en su cadera, el celo del contrario era algo contagioso, logrando sumirlo un poco en la misma necesidad de saciar sus deseos más bajos junto a Cross.
—Killer...
Llamó al otro en un susurro entre aquellos besos lujuriosos, aunque tensandose ligero al sentir las manos del nombrado colándose bajo su remera y toqueteando su caja torácica.
—Shshsh-- relajate, sé donde tocar.
Cross iba a reclamar, pero sólo salió un gemido de su boca, teniendo que recargar su frente en el hombro de su compañero al sentir como su cuerpo entero se derretía cuando Killer tocaba la intersección de sus costillas falsas.
—K-Killer-- Killer. Mierda, e-espera~--
Risas se escucharon en la habitación y los movimientos no cesaron, haciendo al de cicatriz temblar y gemir contra el de cuencas oscuras.
—Oh, no te preocupes Criss-Cross. Mantengo mi palabra, no me molesta ir abajo, heh... Pero no soy exactamente un pasivo sumiso.
Admitió Killer con gracia, sintiendo el cuerpo del mayor calentarse aún más si es que eso era posible.
—U-Ugh~ eres un h-hijo de puta--
Insultó el de orbes bicolores, estremeciéndose en el tacto placentero, sumándose aún más placer cuando Killer con su otra mano comenzó a toquetear y acariciar las puntas de sus costillas flotantes en su lado derecho. Killer vio curioso como el tembloroso guardia ante él sólo se dedicaba a gemir, apenas usando sus manos para proporcionar unos apretones y caricias en su cadera.
—Adelante, Criss-Cross...~ Sé que quieres, puedes morder.
Como si de un comando se tratase, Cross inmediatamente atacó el cuello y hombro de Killer, haciéndole jadear bajo por la presión que ejercía su compañero.
—S-Sí, mucho mejor...~ ... Heh, no te contengas, quiero ver de lo que eres capaz.
Murmuró el de alma roja, comenzando a entender como funcionaba la moral de su compañero a la hora de tocarlo; seguía ordenes aún en aquel estado tan necesitado, le parecía estúpidamente lindo.
—K-Killer, no creo que--- ¡mfh~!
Las palabras del monocromático fueron silenciadas cuando el asesino movió sus caderas con ligera brusquedad sobre el pronunciado bulto de este.
—Creí ordenarte algo, Crossy...~
Era casi un talento de Killer aprender con tal rapidez que palabras podían provocar que todo salga como él quiera, Cross no tardó en gruñir justo cómo un animal, rompiendo la oscura remera del que tenía encima con sus propias manos, dejando expuesta la caja torácica del menor; junto a aquel ectocuerpo rojo oscuro mezclado con tonos negros y grises que fluían por este como espirales.
—¡Haha! Muy bien, Criss-Cro-- O-Oh, mierda...~
El nombrado directamente atacó con lamidas y pequeñas mordidas el esternón del asesino, haciendo flanquear ligero la retorcida sonrisa que este mostraba en una basis diaria.
—Voy a borrarte e-esa estúpida sonrisa d-de la cara...
En un principio Cross no pareció darse cuenta que dijo aquello en voz alta, pero las risas entretenidas de Killer le hicieron darse cuenta de aquel hecho, provocando que el lila de su rostro se expanda.
—Espero que seas un hombre de palabra, Crossy~
Canturreo el asesino con burla, aunque a los segundos tuvo que inhalar aire entre dientes al sentir la lengua del otro pasar con insistencia por su pequeño apéndice xifoides.
—Lo soy.
El de cuencas oscuras gimoteó al ser ligeramente levantado con apenas una mano, mordiéndose el labio inferior con una sonrisa al ver como Cross movía su mano libre para deshacerse de sus propios shorts, dejando a la luz aquel necesitado miembro de tonos violáceos claros y suaves.
—Mierda, grande.
Admitió el asesino al notar el tamaño de aquel falo a comparación de su trasero, aunque no se esperó que el mayor detuviera por completo sus acciones.
—... Puedo tomarlo, bobo. De todas formas yo también estoy caliente por esto, me odiaría luego si rechazo hacerlo por un poco de dolor en el culo.
Dijo Killer riendo mientras se deshacía de sus propios shorts, siendo tan energético como era siempre, Cross tuvo problemas en volver a concentrarse en que su compañero se encontraba desnudo sobre él hasta que sintió la caliente entrada de este frotar a lo largo de su miembro.
—D-Dios, no sólo mires, sigue lamiendo ahí, se sentía bien...~
Suaves suspiros escapaban de la boca de ambos, Killer estremeciéndose al volver a sentir la lengua del más alto recorrer el centro de su pecho con insistencia; el fuerte aroma del celo funcionaba casi como una droga estimulante, pero le gustaba jugar difícil, la sonrisa en su rostro permanecía intacta, el mayor cambio fue el rubor rojo opaco que se extendía ahora por este.
—¿T-Todo o nada?
El de alma expuesta rió ante la pregunta, enroscando sus brazos en la cabeza del contrario para mantenerlo contra él en todo momento.
—Adelante, Criss-Cross.
Su creciente risa fue rápidamente suplantada por un gemido ciertamente algo alto al sentir el miembro viril de su compañero entrar en una sola estocada, su sonrisa flanqueó un poco también, aunque no demostró mucho aquello ante el guardia ya que tiró su cabeza hacia atrás para evitarlo.
—¡Mierda--! ... D-Dios...
Cross gruñó grave al sentir las paredes de su compañero apretar su miembro desde la base hasta la punta, la sensación era casi celestial para él, pero por la manera en que el más bajo se aferraba con fuerza a su cuerpo dejó aquel pensamiento de lado por el momento.
—¿K-Kill? ¿estás bien ahí?
Esperó una aprobación, una negación, lo que sea menos las risas de burla que salieron del asesino.
—¡Haha! ¡A-Aún en ese estado sigues siendo una masita! Hilarante.
Cross gruñó, no estaba seguro si este sonido salió con enojo o con lujuria, puesto que el de alma rojiza no esperó demasiado para empezar a saltar en su miembro, mordiendo lo que vendría a ser su propio labio inferior con una amplia sonrisa.
—O-Ow~ no me veas así, Criss-Cross. Lo d-digo de buena manera...~
No había manera de que el llamado se tomara eso de buena forma cuando Killer se estaba riendo en su cara, pero mierda, el vaivén que este hacía sobre él era casi hipnotizante, le hacía olvidar su enojo.
—M-Mierda, Killer~
El nombrado sonrió, le parecía adorable como entre ambos; era el guardia el que estaba gimiendo más por aquel acto de lujuria.
—H-Heheh... Te v-ves bien debajo mío, Crossy...~ Mnh~-- usa tus manos ¿sí~...?
El pedido del de cuencas oscuras no tardó en ser cumplido, las manos del mayor se deslizaron por su caja torácica, toqueteando esta desde las clavículas hasta las costillas flotantes, cada tanto también deslizándose y apretando a lo largo de su columna.
—A-Ah~ b-buen chico, Cr-- {Oh d-dios~--}
Gimió el de cuchillos al sentir las manos del de mayor estatura bajar para jugar con sus glúteos, separándolos y haciéndolos moverse mientras Killer seguía saltando en su miembro, incrementando ligero el paso de este al sentir su interior aceptándolo cada vez más.
—M-Mierda, profundo--
Jadeo el menor, finalmente rompiendo su sonrisa para dejar apreciar un rostro menos forzado, ya no podía esconder lo mucho que estaba disfrutando aquello con la cantidad de contacto que tenía con el otro.
—H-Heh, cumplí mi promesa.
Rió el monocromático entre gruñidos y jadeos roncos, Killer le vio con mala cara por aquello, pero ninguno le pudo tomar demasiada importancia a sus peleas de siempre.
—C-Cállate y cogeme.
La lengua fácil de Killer nunca fallaba en ruborizar a Cross, a pesar de tantos comentarios indecentes en su vida diaria, siempre se las ingeniaba para avergonzar al guardia, y en aquella situación era aún más efectivo.
Aún así, no tardó en obedecer las decididas órdenes de su compañero, terminando de recostarlo en su cama para poder empezar a embestirle a gusto, se insultó por dentro al no ser capaz de retener sus instintos y tal vez estar lastimando a Killer, pero este no mostró signos de queja; recibía gustoso cada bruto movimiento que le proporcionaba el mayor, haciéndole gemir en un nivel algo alto con cada embestida.
El monocromático se apegó por completo al de cuencas oscuras, sintiendo las sudadas costillas de ambos hacer ruido al ritmo en el que se movían, era un hecho casi hipnotizante y no pudo evitar clavar sus colmillos en el hombro del de cuencas oscuras, y ahora también llorosas del placer, se sentía demasiado bien para ambos.
—K-Kill~-- voy a---
—Aguantalo.
Las cuencas del de cicatriz se abrieron desconcertado por aquella orden, pero a pesar de aquello no pudo no obedecer, siguió moviéndose reteniendo como podía el acabar allí mismo.
—Q-Quiero hacer un conteo, Criss-Cross. Mnfh~... ¿Aguantarás h-hasta cero?
A pesar de sus gemidos, la risa y sonrisa de Killer volvieron a hacerse presentes en la escena, haciendo al guardia estremecerse por completo. ¿Un conteo? ¿Qué intentaba probar con eso? No lo sabía, pero no iba a actuar débil ante su molesto compañero, cerró sus cuencas asintiendo con cierta rapidez, podía aguantar un poco más.
—Diez.
Volvió a abrir sus cuencas al sentir al contrario recorrer su espina con aquellas finas falanges que tenía, ¿pensaba torturarlo acaso?
—Nueve.
Chistó su lengua cuando las falanges llegaron a su coxis, recorriendo con lascividad los pequeños agujeros en este.
—Ocho.
Pudo sentir la otra mano del asesino hacerse paso por su esternón, la constante fricción por los movimientos hacía aquel tacto mucho más estimulante de lo que debería.
—Siete.
Demasiado. Cross tuvo que bajar un poco el ritmo de sus embestidas para recuperar aire, a este paso terminaría viniéndose antes de que Killer acabara de contar.
—... Seis.
Pudo notar como el torturador silencio al principio fue una represalia por bajar el ritmo, estaba haciendo todo a consideración de sus movimientos.
—¿Que viene d-después, Crossy~?
—A-agh~--... ¡Cinco!
Respondió el de cicatriz con molestia, volviendo al ritmo de antes en un intento de que Killer contara más rápido y dejara de jugar con su voluntad.
—¡Muy bien, C-Cross! Mngh~-- Cuatro~
El cuerpo del guardia tembló al sentir la lengua del más pequeño pasar por las vertebras de su cuello, al menos el haber parado un poco le habían dado la oportunidad de no correrse ahí mismo.
—Tres.
Killer apretó sus piernas alrededor de la cadera del mayor, una clara invitación a hacerlo dentro una vez que terminara el conteo.
—D-Dos.
Cross vio la perenne sonrisa del más bajo flanquear nuevamente, él también estaba a punto, quizás desde hace rato como él, era casi como una tortura para ambos.
—Uno.
El asesino deshizo sus caricias para tomar el rostro de Cross entre manos, uniendo a ambos en un beso profundo y apasionado, entre el cual se corrieron al llegar a un imaginario "cero", El cuerpo de los dos dio ligeros temblores al descargar su espeso y blanquecino líquido, a la vez que abrían sus cuencas entre el beso para apreciar sus cuencas con un fuerte rubor.
—... Im... Bécil...
Jadeó el de gran cuchilla, separándose del beso aunque quedando a centímetros de la boca de su compañero.
—H-Heh... ¿Cómo te s-sientes, Criss-Cross?
Preguntó el de menor estatura, poco a poco relajando su agarre de piernas, aunque a pesar de eso manteniéndose bastante apegado al cuerpo que tenía encima.
—... Mejor.
Admitió con vergüenza el llamado, terminando de separarse del menor para caer de espaldas en su cama, esa horrenda necesidad ya no estaba encima suyo y era un alivio, pero el hecho de haber cogido con Killer era un peso que jamás se quitaría de encima.
—Pf... Ahora sí, debes comer.
Cross frunció el ceño, girando su vista hacia donde en un principio habían dejado Killer el plato de comida.
—... Ensalada.
La sonrisa de Killer se ensanchó, recomponiéndose en el lugar para ver al de mayor estatura, parecía que ya habían ensamblado las piezas del rompecabezas.
—Cómida fría, ideal para dejarla sin comer por largos periodos de tiempo y que siga igual de buena cuando te decidas dar un mordisco.
Canturreó el asesino con gracia, acercándose nuevamente al guardia para recostar la cabeza en el pecho de este.
—Ya viniste con la idea de hacer todo esto... ¿Donde está la cámara, Killer?
El nombrado rió ante la acusación, acurrucándose un poco más en el mayor.
—Cruel, no nos grabé ni nada así... Pft, sólo me dio la duda de como sería acurrucarme contigo y mimarte, pero sabía que no me dejarías acercarme en tu estado así que decidí ayudarte con eso antes.
Cross quedó mudo, el ingenio de su compañero era basto en el campo de batalla, pero un desastre en la toma de decisiones en la vida cotidiana.
—... ¿Dejaste que tenga tu virginidad sólo porque querías algunos mimos?
El de alma roja asintió sin problema alguno, como si aquello hubiese sido lo más normal del universo. Cross suspiró cansado, ya que.
—Bien bien... Aquí tienes.
Killer rió feliz al recibir pequeñas caricias en su cabeza, mientras que el guardia se rendía ante aquella idiotez...
~•~💛~•~
Hagamos de cuenta que alcancé a publicar esto en san valentin 🐡
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