CapÍtulo 7


pequeña esperanza para un castigo sin fin.

todo lo relacionado con high school dxd y dragon ball no es de mi propiedad, los créditos a sus respectivos creadores.

agradecimientos especiales a satashi130


los ojos onix de la que ahora podía proclamarse diosa se deslizaron en sus cuencas, hasta posarse en la azabache que atrás del saiyajin le observaba curiosa por los acontecimientos que acababan de ocurrir, pero dejó de prestarle atención y observó al hombre por el cual había viajado desde tan lejos.

akeno entendió quien era el principal centro de atención, ambas mujeres de facciones bellas solo estaban ahí por el saiyajin, o al menos la mujer de cabello moreno que parecía sonreír al tener a gokú frente a ella, aquello no le pareció muy bien para sus ojos violeta, porque hace unos instantes sentía que gokú solo sería de ella y de nadie más, y así sería.

lentamente deslizó su mano hacía el brazo del saiyajin, señalando con claridad que la mujer no tenía nada que hacer si solo había llegado ahí por un motivo relacionado con el Son, de seguro si habría sabido que aquella saiyajin era una diosa lo habría pensado mejor.

cuando observó la acción de akeno sintió rabia, aquel que tanto deseaba estaba bajo el cuidado de una mujer hembra que no era ella, además la chica gozaba de un cuerpo que ni en sueños podría tener, aquello le hizo molestar aún más y levantó su mano en dirección de la demonio; en la punta de su dedo podría notarse un pequeño brillo, que emanaba hostilidad absoluta, ira que se descargaría en la mujer que acariciaba al Saiyajin.

- ni siquiera lo pienses!.-- gokú la hizo entrar un poco en razón, olvidó por un momento que de seguro gokú aún no cedería así de fácil al igual que en un pasado lejano que solo ellos dos recordaban.

- vados!.-- exclamó la saiyajin y ante ello la asistente asintió como respuesta, esperando la petición de kaulifla. --como fue que gokú terminó en este lugar?, y más aún, por que no pude enterarme con antelación?.-- cuestionó la saiyajin de raza pura, de lo cual la bella mujer de piel celeste se dispuso a contestar.

- el señor gokú fue dado por muerto hace milenios, mucho antes de que usted fuera ascendida al puesto de dios.-- respondió la hija del sacerdote supremo, deseada por los mortales que le habían logrado ver en el trayecto de la existencia misma. pero su respuesta parecía no ser suficiente para satisfacer las dudas que atormentaban a la saiyajin.-- las razones del por qué esté aquí, es desconocido para mi- terminó aquella ángel sin apartar la vista de gokú que observaba a ambas con fastidio.

- entiendo.-- respondió en voz baja mientras cesó todo intento de aniquilar a la acompañante del son y nuevamente observó al saiyajin.

-go- gokú, ¿Quién es ella?- balbuceó aterrada la demonio, pues la presión y el deseo de muerte que le fueron lanzados penetraron profundamente en su corazón llenándole de miedo.

- posiblemente ahora se trate de una diosa, uno de los 12 pilares de la destrucción, ¿me equivoco?.-- gokú habló haciendo que su voz resonase por todo el lugar.

- no te equivocas son-gokú, ahora soy una diosa.-- vociferó respondiendo a las palabras de gokú, imponiendo su presencia demandando el respeto que se le debe dar.

gokú frunció el seño al confirmar sus sospechas, y con una mirada algo molesta observó al ángel que con su inexpresión parecía no importarle nada, o eso era lo que quería aparentar.

- a que has venido?.-- cuestionó el saiyajin a kaulifla quien arqueó una ceja por aquella pregunta.

- acaso eres idiota?, este es mi trabajo.-- exclamó, pues gokú sabía mejor que nadie la razón de que los dioses de la destrucción existieran.

- una lastima.-- gokú comentó. --puedes dar media vuelta y largarte, este planeta está bajo mi protección.-- explicó sin intimidarse ante las palabras de la deidad, sin embargo de entre todo lo que ocurría la única que no entendía nada era la demonio, quien incrédula solo podía imaginarse lo que podría pasar.

- planeta?, a que se refiere gokú?- preguntó mientras apretó el dogi del son, bastante intimidada por la situación, buscando refugio en las palabras del saiyajin, sin embargo nada de eso ocurriría.

- ella analiza la situación de cada planeta, si uno de ellos tiene conflictos internos, está obsoleto de vida, o lleno de idiotas que oprimen al resto de los seres vivos o si tan solo encuentra cosas que no cumplan sus estúpidos caprichos; lo destruirá completamente con todo lo que albergue en él.-- gokú explicó dejando sorprendida y atemorizada a la demonio.

- ¡¿que?!, e-eso es posible.-- clamó preocupada, y nuevamente observó a la saiyajin que le sonrió malévolamente, ahora es cuando el verdadero temor a los dioses nacía de lo más profundo de su ser,

-así es.-- respondió gokú con desgarro en su voz. --por algo son considerados por encima de los farsantes; los verdaderos dioses, están en una escala diferente, su mera energía es divina, pero solo viven para destruir.-- gokú siguió explicando, palabras que hicieron cerrar los ojos de kaulifla con aparente arrogancia.

- ahora el planeta es lo de menos, he encontrado un pez más valioso.-- se refería a gokú sin duda alguna, porque por encima de su trabajo y cualquier cosa lo único que le importaba era el saiyajin del universo 7.

- será mejor que te marches, sabes que detesto tu miserable presencia.-- el saiyajin puso una mueca de fastidio cuando lanzó aquellas palabras, si había alguien que odiase a parte de él mismo, esa sería aquella saiyajin con la que una vez luchó en el torneo donde todo se originó.

- soy una diosa, y estás en mi universo. ¿acaso no sabes la falta de respeto que acabas de cometer?.-- cuestionó la mujer bastante enojada por el trato de gokú.

--no mereces ni una pizca de mi respeto!.-- clamó el saiyajin. --ahora lárgate!.-- volvió a vociferar mientras apretó sus dientes señalando toda la ira que contenía.

- gokú-kun, e-está mal tratar de esa forma a un dios!.-- akeno añadió temerosamente ante los comentarios del son, pero si pensó que aquello le haría ceder estaba muy equivocada.

- los dioses de la destrucción por lo general son una mierda!, conociéndole de seguro es igual o peor.-- aquellas palabras derramaron la poca cordura que a kaulifla le quedaba, e impulsada con su ira decidió atacarle, golpearle y dejarle tan débil para poder llevarlo con ella, sin embargo la bella mujer que le acompañaba cortó su trayecto cuando interpuso su báculo.

- que carajos te pasa vados!?.-- reclamó la saiyajin.

- solo se lo diré una vez, lo que está a punto de hacer, no se lo recomiendo.-- explicó de manera tranquila.

- de que mierda hablas, este idiota me debe más de una, ahora le demostraré de lo que soy capaz!.-- con ello apartó el objeto y con mucha rabia se lanzó hacía el saiyajin.

muy aterrada por lo que sucedería, akeno cerró los ojos, esperando sentir la furia de algo que desconocía, no sabía que hacer y tanta fue su desesperación que apenas si pudo gritar el nombre de gokú.

el impacto levantó bastante polvo, el piso se agrietó por todas direcciones, los escombros salían disparados, y lo único que ella podía hacer solo era sujetarse con fuerza, pero poco a poco, también era arrastrada por las inconmensurables olas de viento que arrasaban con todo, desesperada trató de sujetarse de la ropa del saiyajin, pero no lo logró a tiempo.

mas sin embargo pese a la catástrofe, una mano la sujetó, y la arrastró de vuelta, a ese fuerte pecho y la aferró a la calidez única que solo ese cuerpo podría ofrecerle.

un segundo y fuerte estruendo se volvió a escuchar, tan poderoso o incluso más que el primero, el cual esta vez fue provocado por gokú quien correspondió el ataque de la saiyajin y le mandó a volar de regreso al sitio en el que vados observaba todo.

las gotas de sangre caían una a una, pero pronto esas gotas se convirtieron en un hilo de liquido que se esparcía en un pequeño charco en el suelo, la diosa de la destrucción había sido detenida por gokú, quien pese a todo no se había inmutado nada ante su fuerza.

caulifla tosió tres veces antes de tratar de abrir los ojos, su cuerpo estaba temblando y sintió que le faltaban algunos dientes en la parte izquierda de su mandíbula, y su rostro le ardía de forma insoportable porque ahí fue donde el puño de gokú le había impactado.

- co-como!?- balbuceó mientras de su boca escupía sangre.

la demonio solo estaba asombrada, nunca había visto un acontecimiento como ese, rápidamente volteó a ver al saiyajin preocupada por si tenía una herida igual o peor, pero se asombró de ver que estaba intacto.

- me he debilitado.-- susurró el saiyajin, pues la verdad había puesto bastante fuerza en aquel ataque.

- ¡que?!.-- clamó a la par que sus ojos se abrían hasta su punto máximo, no entendía como podía llamar débil a tal muestra de poder que de seguro ni todo el séquito de rías y sona sitri podrían causar en pocos segundos, bastante confusa y alterada volteó a ver a la chica que trataba de ponerse nuevamente de pie.

unos simples golpes podían causar tanto?, siguió pensando mientras decidía ver los alrededores notando que incluso ahora estaban en un lugar diferente, su casa ni nada conocido se encontraban, pero la destrucción causada dejaba perpleja, troncos de arboles y muchos escombros estaban esparcidos en direcciones diferentes, de seguro habían sido teletransportados a un sitio que de seguro fue un gran bosque antes de que llegasen.

su miedo se hacía presente, supo que esto y todo lo que conocía no sería suficiente para comprender cuales eran los verdaderos dioses, entendió de inmediato aquellas palabras del saiyajin cuando le dijo que estaría mejor sin saberlo, de seguro se refería a esto y para cuando se dio cuenta, su cuerpo estaba temblando, no podía imaginarse su destino si ella recibiera ese golpe porque esto era de otro nivel.

el brazo del azabache la apegó mucho mas hacia él, ese movimiento la hizo regresar en si, notó que respiraba muy agitada y el corazón le palpitaba fuerte y veloz, temió que se fuera a detener en cualquier momento, era demasiado para ella, cualquier conflicto que hubiera tenido en el pasado, absolutamente todo quedaba opacado por lo ocurrido en unas centésimas de segundo.

--ahora lo entiendes?.-- los ojos del saiyajin la miraban fijamente, diciéndole que de donde él venía, las cosas eran así o mucho peor, y tal vez por eso mismo nunca escucharía sobre quien es gokú en realidad. --debiste entrar a la casa, por ahora solo quédate tras de mi-

la chica asintió, y como hace unos momentos regresaba tras la espalda del saiyajin.

Volvió su mirada fría hacia la chica de su misma raza, mirando como poco a poco se volvía a poner de pie con una mano sujetando el lugar del impacto.



- siempre sales con lo mismo, eres tan directa y predecible, lárgate de aquí.-- las palabras del saiyajin hicieron que la pelipunta abriera los ojos de golpe.

- imbécil, como demonios!.-- muchas preguntas recorrían cada neurona en esos instantes respecto al saiyajin, porque no se comparaba al que conocía, pero como respuesta recibió una risilla burlona.

- se lo advertí caulifla-sama.-- exclamó la ángel, parecía divertirle ver como la saiyajin se salía de sus carriles, confundida de todo.

-gokú-kun, creo que te pasaste.--akeno dijo desde atrás, sin embargo gokú no compartía esa misma idea.

- ella se merece eso y mas.-- masculló con ira, porque incluso aunque matase a esa mujer, nunca podría dejar de odiarla, observando como ese rostro le mintió alguna vez y le trajo aún más desgracia de la que poseía en ese entonces.

- va-vados...¿¡como es esto posible!?-cuestionó cuando por fin se puso en pie, necesitaba una explicación a ese acontecimiento rápidamente, porque en un segundo había sido humillada.

- hay cosas que usted no entiende caulifla-sama, este no es el son-gokú que usted recuerda.--Fue lo único que salió de la boca de la Asistente.

- un solo golpe, ¡me dejó en este estado con un maldito golpe!.-- reclamó con voz fuerte, sin embargo no hubo respuesta de nadie.

un aura azul comenzó a envolverla, su confusión y enojo la invadían, todo el tiempo y entrenamiento, se suponía que ella tenía que haberle superado hace mucho tiempo.

-su-su color de cabello está cambiando- dijo la demonio ante esa escena, y de inmediato el brillo se hizo muy fuerte, cegando a la chica momentáneamente.

- vaya, esto es nuevo.-

susurró el saiyajin al ver la transformación de la chica saiyajin de la cual El brillo y su aura azul se había hecho muy intenso, lo hilos de su fino cabello se pintaron del mismo, porque explotaba todo el poder que su divinidad le ofrecía

- ¡que te parece!?, ahora soy suficiente?.-- exclamó mientras que aquella herida grabada en su rostro se desvaneció.--no solo conseguí el ki divino, soy una diosa en todo sentido, la más fuerte de los 12, te he superado son-gokú y esta vez tomaré el lugar que me corresponde.-- declaró con arrogancia

- por que crees que esta vez será diferente?.-- exclamo el saiyajin respondiendo a las palabras de la saiyajin.

-lo será, y ahora se que estás vivo, y créeme que zen-oh-sama me dará una gran recompensa por esta valiosa información.-- comentó mientras sonreía, tratando de provocarle, sin embargo no lo lograría.

- no me interesa, puedes ir si quieres, pero lárgate, no te soporto.-- declaró el saiyajin, lo cual inevitablemente creó una mueca de fastidio en la diosa

- que dijiste?, tu eres el responsable de la destrucción de 6 universos, y después de todo resulta que estás vivo, crees que lo tomarán bien?!.-- cuestionó alterada.

- que?!- dijo akeno ante esa revelación, ya el tema dejó de tratarse de destruir planetas, ahora se hablaba de destruir universos, y no solo uno, eran 6 los que habían perecido ante el hombre que ella cuidaba.


.

- se ve que no cambias, no entiendes nada caulifla, no me conoces y nunca lo harás, crees que con esto estarás encima de todos, pero no eres más que una hormiga en el basto poder que se encuentra por encima de ti, incluso por debajo de tu ángel.-- gokú reprochó las palabras de la mujer con la que compartía raza, ella pareció enojarse ante tal comentario.

- de que demonios hablas, soy mucho más fuerte, te he superado y cobraré lo que aquel día me hiciste, está vez haré que me elijas a mi, aunque sea por la fuerza!.-- clamó un tanto fuera de razón, sin embargo y sin percatarse había tocado aquel tema que les atormentó a ambos en el pasado, algo que no debía hablarse nunca más.

--no estarás hablando de ella, ¿verdad?.-- dijo el saiyajin esta vez con voz seria, sea de quien sea de quien se refería kaulifla ya no debía pronunciar nada más, sin embargo su arrogancia adquirida por su puesto de deidad no le haría retractarse, no ahora ni nunca.

-¡ahora esa Perra ya no existe, así que está vez no habrá nada que me detenga, solo somos tu y yo!.-- vociferó con una sonrisa cuando se lanzó a atacar una segunda vez, sin embargo antes de que siquiera rosase una micra de la piel de gokú con su puño, el son le sostuvo del rostro, cubriendo su boca con la misma mano que le hizo prisionera.

- no vuelvas a mencionarla, no vuelvas a hablarle de esa manera!.-- el saiyajin habló desgarradoramente mientras apretaba más el agarre.

-  ma-maldito!.-- la saiyajin hablaba ahogadamente con sus labios sellados, solo observando el rostro de gokú bañado en ira, de la misma forma como una vez pasó hace tiempo.

- me das asco, no quiero que tu sucia boca pronuncie nada sobre ella.-- siguió hablando gokú, sin cambiar su actitud despreciando a la hembra saiyajin-- te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir, tu no me conoces, ni sabes de lo que soy capaz, aquel día te perdoné la vida, pero no lo haré una segunda vez, no creas que con ser una diosa estarás por encima de todos.--y con ello cansado de la situación le dio un golpe en el abdomen y la lanzó de regreso a la posición del ángel que observaba ajena a todo.

- solo vete, no intervendré en tu trabajo y no quiero hacerlo.-- explicó el saiyajin, sabía que lo mejor era mantener a la hembra saiyajin lejos de él.

- infeliz, crees que te saldrás con la tuya después de esto?!.-- vociferó cuando de la nada lanzó un rayo de energía, a la posición de gokú y akeno.


la azabache al ver la situación lo único que hizo fue cerrar los ojos, pero como era de esperarse gokú con mucha maestría desvío el ataque hacía el cielo.

abrió los ojos solo para ver como un destello se hacía presente fuera de la atmósfera dando a entender que esa era la nueva dirección de esos extraños ataques que emergían de las manos de kaulifla.

- deja de preocuparte.-- gokú tocó su cabello, tratando de calmarle un poco, después de todo aquello era nuevo para la demonio, estar en presencia de los dioses no era algo que sucediera más de una vez en la vida.

--gokú-kun...-- susurró ella y sonrió, sentía que al final todo estaría bien, porque gokú estaba ahí, solo para ella y nadie más.


si bien antes no le dio mucha importancia, esta vez si lo hizo cuando observó esa escena incrédula, como una mujer tenía a gokú, como el Son observaba a la chica con aquellos ojos ónix que solo deseaba para ella, como su calidez estaría dispuesta para alguien más.

tuvo que presenciarlo una vez más, como la piel de gokú acariciaba un cabello azabache, rozando su piel e impregnando de aquel aroma que se supone debía pertenecerle a ella.

- ¡n-no pude ser!.-- tartamudeó con voz fuerte, ahora entendía mejor las cosas, ellos estaban juntos de seguro mucho antes de que llegase a ese planeta, ella quería al saiyajin, lo podía notar en el brillo que los ojos de akeno desprendían, como se aferraba al hombre aguardando la protección que gokú solo brindaría a una sola persona. --no me digas!.-- clamó con enojo mientras con un dedo índice tembloroso apuntó a la demonio. --¡no me digas que conseguiste otra hembra!?.-- cuestionó con una voz desgarradora.

aquella pregunta era un poco extraña, pero claramente se refería a akeno como pareja de gokú, lo cual tomó por sorpresa a ambos.

- de que demonios estás hablando?.-- el saiyajin habló de forma seria, ante las palabras sin sentido de kaulifla.


- imbécil, que no sabes que nosotros somos los únicos de nuestra especie?.-- clamó bastante molesta sin responder a la pregunta de gokú.

-no me interesa!.-- el saiyajin habló ajeno al tema, no le importaba nada de lo que saliese de la boca de la saiyajin que renegaba por estupideces. --y nada de eso cambiará, no después de lo que trataste de hacer ese día, después de lo que hiciste a tu hermana, ni después de lo que me hiciste.-- exclamó el saiyajin, pero no acabó ahí. -y aunque seas una diosa, no serás diferente a mis ojos, ahora lárgate!.-- terminó con una imponente voz.

el sonido de la brisa era lo único que había en ese lugar, los cabellos de los presentes se movían junto con las corrientes de aire del devastado sitio, akeno tenía un montón de dudas, ahora no de lo que le sucedería a ella ni con el planeta, si no del chico que estaba a su lado, su vida, su pasado, quien era, y se dio una idea de lo que sucedería después, de seguro esas palabras habían roto el corazón de la que ahora es diosa de su universo, ¿acaso gokú y ella compartieron algún vinculo en el pasado?, si era así, ¿Cuál era la razón de que gokú le odiara tanto?.


una aura purpura comenzaba a emanar del cuerpo de la diosa, gokú supo que eso si era un problema, a rápida velocidad puso a akeno lejos de sus brazos y nuevamente dejándola tras su espalda, puede que sea superior a la chica, pero contra la energía de hakai si cometía un error todo terminaría fatal.


-si es así, solo tengo que hacerlo una vez más no?-

susurró a la par que mostraba sus ojos violeta inundados por el ki hakaishin, orbes que intimidarían a cualquier mortal porque sería lo último que vería antes de pertenecer a la nada.

- tú serás mío, no me importa si tengo que desaparecerla, si tengo que matarla igual que lo hice con milk!.-- declaró con un fuerte y desgarrador grito.

la energía salió disparada estando a unos segundos de lanzarse hacia la demonio, sus ojos de locura apuntaban a la posición en la que akeno se escondía, pero antes de que tratara de hacer cualquier cosa, aquel bastón que poseía el ángel dio un fuerte golpe en la nuca de la saiyajin, que dejando desaparecer todo ese desbordante poder, cayó desplomada al suelo.

- sabia decisión vados- exclamó el saiyajin al ver como el ángel había interrumpido y hecho las cosas más fáciles.

- qu-que ha pasado?.-- cuestionó akeno abriendo sus ojos violeta, mostrando que la desesperación y temor que inundaba el lugar había desaparecido.

- lamento lo sucedido, pero usted sabe mejor que nadie que no es culpa de ella, está en sus genes y no se puede hacer nada.-- vados comentó con su voz tranquila.

-solo llévatela...-- dijo gokú con frialdad.

-y... ¿ahora que sigue?.--exclamó el ángel en señal de confusión.

sin embargo gokú solo mostró una expresión de confusión ante aquel comentario.

- por su estado deduzco que ha despertado hace poco de un largo sueño... ¿Cuál será el siguiente paso?.-- cuestionó vados al ver fijamente al saiyajin.--¿acaso ya lo olvidó gokú-san?, solo hay una oportunidad, muchos han arriesgado todo por usted, no se rinda.- terminó diciendo después de borrar aquella sonrisa y hablar de forma seria.

- o-oye... oportunidad pa-para que?.-- cuestionó bastante alarmado, tal vez podría saber algo de ese pasado del que no recuerda.

- quiere volver a verlos ¿no?, gokú-san, no deje todo a medias, no deje que el sacrificio del señor champa sea en vano...-- explicó mientras dejó aún más confundido al Son. --respecto a los universos destruidos, ya han sido restaurados, mas sin embargo el señor champa y el resto de dioses desaparecieron como era de esperarse.-- terminó en un tono bajo, mientras cargó a la diosa que se le había sido encargada la tarea de vigilar.

- o-oye e-espera...-- se desesperó con cada palabra que salió de los vírgenes labios de la mujer de piel celeste.

- los sueños solo se cumplen... si decides salir a buscarlos-

y antes de que tratara de detenerla, salió en un estallido de velocidad con el cuerpo de la diosa.




- tengo que hacer algo!, aún falta algo más... pero... ¿Qué era? "¿una oportunidad?"-  dejó la mano de akeno para sostener su cabeza, vagos recuerdos de hace miles de años se hacían presentes, acaso había alguna forma de librarse de ese castigo, ¿de volverlos a ver?, y lo más importante, champa y otros dioses le llegaron a ayudar?.

un momento, ¿por que tenía esa semilla? se supone que no puedo morir.-- pensó detenidamente, tal vez el objeto no era para él, si no para alguien más. 


mientras los pensamientos inundaban la cabeza del saiyajin, la mente de la chica trataba de procesar todo lo ocurrido, sus ojos estáticos y su cuerpo aún temblando daban a conocer el trance por el que pasaba, uno en el que el único objetivo eran tratar de averiguar las ultimas palabras que pronunció la pelipunta antes de caer inconsciente, eso que salía de la boca de gokú cada noche, lo que le atormentaba, aquello a lo que temía.


¿Quién era milk?.

fin del capítulo 7


bien gente aquí el nuevo cap.


disculpen la tardanza pero hago todo lo posible para traer este fanfic a ustedes.

de seguro tienen muchas preguntas, y algunas de ellas serán resueltas con forme la historia avance.

una vez mas si les gustó el cap no olviden votar y comentar para motivarme y traer mucho mas rápido los capítulos.

espero que estén bien y sobre todo... gracias por leer.

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cuanto tiempo...- 

exclamó el dragón .

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