— ¿Cómo...? — Izuku no había entendido lo que le había dicho al bicolor ya que estaba escuchando la canción infantil de fondo.

— Te dije que en nuestro aniversario, San Valentín, quiero que te tomes el día libre. Vayas a un Spa o al gimnasio, donde tú quieras. Yo cuidaré a Melody. — Izuku se quedó estupefacto. No era porque Shoto no se encargaba de Melody, al contrario, Shoto e Izuku la educaban y la cuidaban como equipo. Jamás había dejado un día completo a Shoto con su hija.

— Me parece... ¿bien? Además, pronto vas a volver a trabajar y no vas a pasar tanto tiempo con ella. Está bien, voy a planear algo con Ochako. — Melody miraba las expresiones de sus padres.

Luego de algunas horas, Uraraka había llegado para buscar a su mejor amigo. Tenían la idea de ir a ver una película, luego iban a ir a una clase de cocina, Ohako quería ir a un Spa, y luego se iban a ir de fiesta.

— ¿En serio estarás bien con la bebé? Tienes que ir al supermercado y... — El peliverde quería dejar todo listo para que Shoto no tenga ni un problema, pero ese día era de limpieza y de compras. El bicolor que le leía un cuento a su hija para dormirla, tomo a Izuku de los hombros para calmarlo. — Bien, confió en ti. Pero si pasa, ¡Cualquier cosa! No dudes en llamarme, ¿Sí?

— Lo prometo, amor. Ahora, ve. Diviértete. — Le dio un beso en la frente, despidiéndose de su pareja. — Ahora... ¿En qué iba? Ah, sí...

— ¡Tranquilo Izuku! Shoto es un gran padre. Además, solo vimos la película. El día por fin comienza~ — Lo único que el peliverde podía pensar en su hija y su marido. Tomar un día de vacaciones después de 5 meses seguidos con su recién nacida era peculiar. — ¡Vamos a la clase de cocina!

— Sí... ¿Puedo llamarlo un minuto? Quiero saber cómo están... — Izuku le sonrió culpable, quería ver si la bebé estaba bien, solo eso. — ¿Amor...? Hola, ¿Están bien en casa?

— Ah... sí, sí... ¡Todo genial! No te preocupes, tú diviértete. ¿Okay? Adiós — Le cortó. Algo estaba pasando y Shoto no le quería decir.

— ¿Amor?... Shoto Todoroki... — Contó hasta 10, todo debe de estar bien en su casa. — Si algo le pasó a mi hija, te juro que mato a Shoto.

— Se nota lo mucho que lo amas... —La castaña rio nerviosa.

Había terminado la clase de cocina. Izuku se veía más relajado que antes, aunque seguía preocupado. Tal vez comer lo calmaría un poco.

— ¿En serio yo hice esto? ¡Está delicioso! — La castaña no paraba de comer la pasta qu había preparado.

— Jaja, si está exquisita... ¿Qué tal si vamos a esa tienda? Quisiera comprarle algo a Shoto. Ya que es un gran esposo y padre. — La última oración la dijo a regañadientes. Izuku si estaba verdaderamente enojado con Shoto.

— ¿Por qué estás enojado con él? Sabes que si hace algo mal, lo va a querer arreglar.

— ¡Estoy enojado con él porque no me ha dicho que ha estado pasando! Yo le dije que si tiene un problema, me llamará.

— No quiere que te preocupes, quiere que la pases bien. Y como amiga, no vamos a ir a esa tienda. Vamos a ir al Spa ¡Ven conmigo! — La castaña arrastró al peliverde en dirección al Spa.

— ¿Quién hubiera pensado que alimentarla sin Izuku fuera tan difícil...y sucio? — Melody se estaba negando a comer. Había botado toda la leche al suelo, luego la tiro lejos, cuando ya estaba tomando unos sorbos, boto el aceite de oliva. Fue un hermoso desastre. — Toda la cocina está llena de leche, y de aceite de oliva.

— Oohhh~ Baabaa~ — Melody estaba llena de leche y de aceite de oliva. Lo primero que limpio fueron las manos de la bebé, ya que se las metía a la boca. Tomo a la bebé y la llevo directamente a su tina.

¡Hora del baño!

La parte favorita de Shoto cuando bañaba a su hija es cuando se formaban esos perfectos rulos que tiene. Su hija había nacido con bastante pelo, en algunas semanas podría ya tener pequeñas coletitas.

— Y... ¡Ya estás limpia! — Vistió a su hija con un conjunto arcoíris y la intento dormir. Hacer dormir a Melody era su especialidad, por lo que cayó rendida rápidamente.

Hizo las compras por su teléfono y limpio la cocina lo más rápido que pudo. Ya quería dormirse, era muy difícil sin Izuku.

— Estoy tan cansado... ¿Y si me acuesto con Melody? Izuku lo hace.

— Jamás me había sentido tan relajado desde hace un año... — Ochako e Izuku salieron del Spa demasiado relajados.

— Amigo, no te relajes tanto. Pensaran que estamos drogados... Aunque fue muy relajante. Ya no quiero ir de fiesta, Vámonos a casa... ¿Qué vas a hacer? — Uraraka sabía lo que iba a pasar esta noche. Lo supo de inmediato al ver el contacto "Mina"

— Ella siempre apaña. Va a venir igual... ¿Hola, Mina...? ¿Su fiesta~? — Hubo una breve conversación entre la pelirrosa y el peliverde. Izuku cortó con una sonrisa relajada. —... ¡Nos vamos de fiesta!

— ¡Ay Dios...!

Eran las 3 de la mañana, y un peliverde llegaba lo más callado posible. Pasó a la cocina por un vaso de agua, lo que no se esperó era ver al bicolor despierto. Se acercó lo más lento posible...

— Amor... llegué a casa. — Shoto casi lloraba al ver a su pequeño, no habían estado tan separados desde hace bastante tiempo y ya lo extrañaba demasiado. Lo abrazó fuertemente y descanso su cabeza en su hombro. — ¿Estás bien?

— Solo... te extrañe demasiado. — Ninguno dijo ni una palabra por unos segundos. — Jamás pensé que iba a hacer tan difícil sin ti... No soy tan buen padre sin ti.

— No digas eso, mi amor. No eres un mal padre, solo... no estabas acostumbrado — Izuku peinaba dulcemente los cabellos bicolor. — Eres un increíble padre, y un asombroso esposo... Gracias por este día.

— Por nada... ¿Podemos irnos directo a la cama...? — Izuku lo miro lascivamente. — A dormir... O tal vez no.

— Antes que nada, tigre. — El peliverde olisqueaba la cocina. — ¿Por qué nuestra cocina huele a leche?

— Larga historia, vamos a la cama...

¡Hola Hola!

Es el primer capítulo que lo hago más largo, espero que les guste.

¡Muchas gracias y por votar y comentar en mis historias! 

Si hay algún, error o idea, no duden en escribir. 

Adieu!