Extra: La paciencia de Katsuki
Katana y Toshinori: 5 años
El rubio entraba a la habitación de sus hijos. No se sorprendió al encontrarse a sus mellizos agarrados del pelo, peleando en el suelo.
Él no entendía porque sus hijos peleaban tanto. Con Eijiro no peleaban y no sabía de donde salió ese odio y ganas de pelear, que extraño...
Katsuki estaba agotado, había dormido 3 horas y media e hizo lo que cualquier libro de crianza te dice que no hagas.
— ¡Les compró la cosa que quieran si se dejan de pelear! ¡Cualquier maldita cosa que quieran!
Toshinori y Katana se quedaron mirando, aún en el suelo. Procesaron las palabras de su padre y luego se levantaron y se abrazaron.
— ¡Ay, te quiero tanto, hermanito!
— ¡Yo igual, hermanita!
— Ya métanse al auto, actores. Vamos a ir al supermercado...
El rubio conducía, mientras sus hijos seguían peleando en los asientos de atrás.
— ¡Paren de pelear! ¡No pateen el asiento! ¡Katana, suelta el cabello de tu hermano! ¡Toshinori, devuélvele el chupete a tu hermana! ¡Paren de pelear! — Bakugo manejaba con una mano y con la otra intentaba separar a sus hijos. Exclamó al ver el semáforo: — LUZ ROJA.
Al tener luz roja, volvían a una familia normal. Solo peleaban en las luces verdes porque podían reconocer al héroe Dynamight.
— Sammy el heladero es un pingüino feliz y gordito~ — Papá e hijos cantaban la canción, felices.
Luz verde.
— ¡Paren de pelear! ¡Toshinori suelta el zapato de tu hermana! ¡Katana, te dije sobre el pelo de tu hermano! ¡No griten, mocosos...! ¡YA, MATENSE! ¡MATENSE!
Katana y Toshinori encontraron el límite de su papá. Se quedaron viendo en silencio y negaron.
— No es necesario... — La rubia susurró hacia su hermano.
— Hay límites de hermandad, Katy...
En lo que quedó del viaje se quedaron en silencio, hasta llegar al supermercado.
"Papá, compra esto" "Papá, compra lo otro" Katsuki no entendía como el pelirrojo podía controlar a estos niños hasta el límite del cansancio.
— Mocosos, sino se callan los voy a...
El rubio se quedó en silencio al ver para él... la perfección hecha familia.
Ellos son delgados sin hacer dieta, no toman, no comen azúcar, son rubios con mechas californianas del sol y de la playa por todos los viajes, son como medios hippies... guapos, alternativos...
Y su hija...
La niña, de la misma que edad de Katana y Toshinori, toca violín, canta y hace sus propios juguetes de lino, madera y algodón.
Y su hija con el chupete.
— Sácate el chupete... — Katsuki le susurró a Katana discretamente. La rubia lo quedo mirando, extrañada — Katana, sácate el chupete.
— ¿Por qué?
— Porque soy tu padre y te digo que te saques el chupete. Sácatelo.
— Nop.
Ok...
Y la niñita ya tiene su propio emprendimiento de comida vegana y con sus compañeritas de kínder ya han salvado 3 ballenas.
Y Toshinori con una lata de refresco...
La familia intergaláctica se empezó a acercar al rubio y a los mellizos.
— Ya, familia. Somos los mejores, somos un equipo. — El rubio le entregó una sonrisa falsa a esa familia — Hola.
—... — La chica sonrió lentamente —... hola...
"Esa señora se demoró 10 segundos en decir hola" eso es lo que pensaron los 3.
— Hola — Katana y Toshinori saludaron tímidamente.
—...hola... — 5 segundos en silencio —... ¿Cómo están...?
Mierda, en ese pausa Katsuki cuenta su vida. Esas personas que hablan lentamente al rubio le exasperan.
En resumen lo que pasó: La mamá de la familia perfecta le cuenta a Katsuki lo que ha pasado con su vida. Le cuentan que su hija empezó a cantar, que si quiere escucharla. Katsuki niega ya que estaba un poco apurado y la mocosa empieza a cantar...
— O mio babbino caro~ — La gente se empezó a acercar al escuchar a la pequeña niña cantar. — Mi piace è bello, bello~
Cantó durante 5 minutos, la gente lloraba súper emocionada. Al parar la gente se quedó viéndola, aplaudiéndole. Era como un ángel, algo impactante. Y Toshinori se acerca a la multitud.
— Perdón, ¿Terminaron? Es que yo también canto.
— No, no, no, no.
— Sí, sí. Yo también cantó — el rubio intentaba parar a su hijo — Por favor, papá. No me detengas.
La gente se quedó viendo al pelinegro.
— ¿Están listos? 3... 4... y... An an an an an, I na kotoba wa iranai, Demo nande darou~
Katsuki se intentó tapar su cara de la vergüenza, mientras que el pelinegro seguía cantando. La gente se empezó a ir, obviamente, discriminando a Katsuki pensando en porqué un niño pequeño se sabía esa canción.
— Sawarasenai kimi wa shoujo nano. Boku wa yarichin bichi no osu da yo~
— Toshinori Kirishima, cállate.
Katana, al ver a su papá nervioso, intenta romper el hielo hablándole a la chica.
— Que lindo tu vestido, jaja.
La niñita se la queda mirando un rato.
— Sí, lo hice yo — La niña comentó.
— Ah ya, te digo que es lindo. Se parece al mío.
— No, el tuyo es de Zara. Lo hicieron unas niñas más pequeñas que nosotros en China. Te debería de dar vergüenza que tu papá colabora con la explotación infantil.
Katsuki obviamente no iba a discutir con una niña chica. Solo espero a que su mamá se fuera y se acercó a ella.
— ¿Eres tontita? ¿Eres tontita? ¿¡Eres tontita?!
— Tranquilícese señor, tengo 5 años.
Toshinori corrió donde Katsuki con un juguete de Optimus Prime y Katana corrió con un juguetito de la Princesa Luna, por la promesa de su padre.
La familia perfecta se quedaron mirándolos espantados. Katsuki, con la presión de la familia feliz, exclamó:
— ¿Qué... es... eso, jaja? Katana, ¿Qué es eso? ¿Una Barbie con 4 patas? ¿Qué es eso? Jaja, están locos — Los mellizos lo quedaron mirando extrañados — ¿A lo que vinimos niños? Cartulina, pinceles y pintura, ¿Sí? Para nuestros cohetes recicables. Vamos, niños.
— ¡Nunca cumples lo que prometes! Papá, ¿Por qué eres así? — Los niños empezaron a reprochar a su papá, mientras él los llevaba a la sección de manualidades.
—Cállense, mierda, cállense. Vamos, vamos. — Se escondieron detrás de un cartel — Ya, mocosos, lo que vamos a hacer es que vamos a dar 2 vueltas a la manzana y volveremos y les compraré dos juguetes. ¡Yo sí cumplo! Te voy a comprar dos robots, y a ti, dos caballos culiaos.
... — Los mellizos se quedaron viendo a su papá. Había perdido la paciencia, pero por sobre todo, el poder.
— Y vamos a comprar una pizza.
— ¡Blasty~! — El pelirrojo recibió a su pareja y a sus hijos. — Te notó algo cansado, amor.
— Hoy día vendí mi alma por una familia perfecta, una princesa caballo, un transformer y una pizza.
Eijiro intentó buscar una respuesta en sus hijos.
— Papá perdió su nivel de autoridad y encontramos el límite de su paciencia. En resumen... ¡Tenemos juguetes nuevos y una pizza!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top