Especial San Valentín
¡Hola Hola!
Antes de empezar, este especial está bastante malo, pero largo... así que no lo quería eliminar y ya.
Si hay algún error, idea o sugerencia (Ideas para extras) no duden en escribirlas.
Y eso!
Me despido en el inicio para que el capítulo no sea tan incomodo
Adieu! Y disfruten de su lectura!
— Sho-Chan...
Más fuerte...
— Izuku...
Más rápido...
— Me vengo...
Más pro-
— ¡Shoto! — Yao-Momo chasqueó los dedos despertando a su amigo de ese hermoso sueño...
— Ah... p-perdón. Estaba s-soñando despierto. — El bicolor intentó distraerse ordenando papeles, pero no podía sacarse de la cabeza a su esposo y a él haciendo... eso. — ¿...Qué me ves, imbécil?
—... Conozco esa mirada. — El héroe Dynamight se acercó al escritorio de Shoto. — Esa mirada de pensamientos lascivos~
— ¡Todoroki-San, que pervertido! — La azabache tapó su boca para ocultar una risa.
El bicolor siguió ordenando papeles, ahora mucho más rápido. Quería escapar de esa incómoda situación.
— Vamos, cuenta. — El rubio insistía. — Somos prácticamente socios, cuenta, cuenta.
— Solo... Izuku y yo hemos estado un poco "distantes" — El bicolor habló, tímidamente.
— ¿Distante entre comillas...? — Yaoyorozu preguntó.
— Ya entendí... ¡SHOTO E IZUKU NO HAN TENIDO SEXO!
Katsuki reía por su propio comentario y el color en el rostro del mayor de altura. Pensaba que solo ese color carmín podía adquirirlo Izuku, su hipótesis fue incorrecta.
— Gracias Bakugo por decirle a toda~ la agencia sobre mi... abstinencia. Agh, ya que...Tengo que ir a buscar a las niñas al colegio.
— Te acompaño, hoy día Katana y Toshinori no tienen clases de Karate... — El bicolor aún no entendía el por qué Eijiro y Katsuki inscribieron a los mellizos a clases de Karate, como si no se golpearan bastante ya en casa...
— Bien, pero no quiero ni una palabra sobre esto.
— ¿Así que... hace cuando no lo hacen? — El rubio preguntó.
— Ah... — El bicolor bufó. — Pues, Sayumi tiene 18 meses.
Katsuki no evitó reírse. Shoto Todoroki, el hombre más perfecto del país, no ha tenido relaciones desde hace 1 año y medio, sin contar los 9 meses del embarazo de Izuku. Que lamentable...
— Ay, no, que risa...— EL rubio se secó una lágrima — deberías decirle a Deku.
— ¿De qué hablas? No le voy a decir a Izuku... Tal vez, él no querrá hacerlo...
Los 5 niños entraron al auto, saludando a sus respectivos padres. Estuvieron hablando unos minutos sobre su día hasta que Katsuki preguntó:
— Melody, Eijiro y yo saldremos este San Valentín, por lo tanto, ¿Serías capaz de cuidar a tus hermanitas por una noche, en el aniversario de tus papás? Las cuidarías con ayuda de Kati y Toshi.
La tricolor lo pensó, y luego observó el rostro avergonzado de su padre. Claro, cómo le iba a preguntar así, con esa indirecta directísima.
— Papá... — La tricolor habló dulcemente — Si necesitas tener tiempo a... solas con mamá, solo tienes que decirlo. Claro que aceptaré, con una condición...
El bicolor enarcó una ceja.
— ¿Y cuál sería esa condición, hija?
—... Cierra la fábrica de bebés.
Los Todoroki se quedaron en silencio, mientras que los Kirishima intentaban contener su risa.
— Melody, ocupo protección...
— Vasectomía o nada.
Hubo unos segundos en silencio, hasta que Katana habló.
— iiih, lo chingaron, tío...
El día de San Valentín inició como cualquier otro día. La familia Todoroki despertando por los llantos de la pequeña Sayumi.
— ¡WAAAAAAAHHH! ¡Papa~, Mama~!
— ¿Mi pequeña princesita despertó? — El bicolor se levantó rápidamente a excusar a su hija, no quería despertar a su marido. — Ya, ya... ¿Por qué siempre despiertas tan asustada, mi amor?
— Guhh~... papá... — La peliverde se acurrucaba en el pecho de su padre.
— Sí, Sayumi, preciosa. Es papá... papá te despertó hoy, nena...
Sayumi Sayuri Todoroki, la viva imagen de su madre. Piel nívea, ojos esmeraldas con un cabello negro rizado con reflejos verdes. Mejillas rosaditas con sus primeras pequitas y, como todas las hijas Todoroki, pestañas grandes.
— Mamá... — Al ver que su mamá no fue por ella, sus ojos empezaron a cristalizar. Estaba acostumbrada a que su mamá, con su rutina, la despertará y la levantará. — Mamá...
— Vamos a ver a mamá en unos minutos... ¿Quieres despertar a tus hermanas? ¿Tus hermanas mayores, mi amor? — La peliverde asintió, aún somnolienta.
El bicolor, con Sayumi en brazos, camminó a la habitación más cercana. La de las mellizas: Nana y Rei.
— Buenos días, princesas~ — El bicolor dejó lentamente a su hija en la cama de la albina.
—Buenos días, papá. Buenos días, Sayumi. — Rei saludó dulcemente, lo contrario de su hermana, que solo gruñó por la luz que entraba de la ventana.
— Despierta, hija. — El bicolor revolvió suavemente el cabello rojo de Nana, y esperó hasta que la pelirroja se sentara en la cama. — Buenos días, niñas. Lávense la carita, mientras yo despierto a su hermana mayor. Ven, Sayumi...
La peliverde alzó sus bracitos hacia el bicolor para que la alzara. Salieron de la habitación de las mellizas y entraron a la siguiente puerta: la habitación de Melody.
— Buenos días, hija... — El bicolor entró, luego de tocar la puerta.
— Buenos días, papá —Bostezó mientras intentaba colocar su cabello ondulado en una coleta. Shoto besó la frente de su hija mayor y le entregó a Sayumi para que la saludara — ¡Buenos días, Sami!
Había que admitirlo, luego de Izuku, Melody era la favorita de la peliverde. Mamá, hermana mayor, segunda hermana mayor y luego estaba papá... en el cuarto lugar.
La tricolor jugaba alzando a su hermanita, quien reía infantilmente. Esa típica y pura risita infantil.
— Papá, ah... no prepares el desayuno. Nana, Rei y yo haremos el desayuno. Tú despierta a mamá. — Melody le entregó una dulce sonrisa.
— Gracias, amor. Me llevaré a Sayumi para no molestarte. Te amo — Abrazó a su hija y se llevó a Sayumi a la habitación, donde estaba durmiendo plácidamente su amado esposo.
— Buenos días, amor... — El bicolor intentaba despertar al peliverde con caricias y besos. El peliverde intentaba remover un rulo que le molestaba en su cara. — Cielo... hora de despertar, amor. Las niñas estan preparando desayuno y hay que aprovechar el día, mi amor...
Izuku se estiró en la cama, abriendo lentamente los ojos. Shoto sonrió al ver los hermosos ojos esmeraldas de su pareja.
— Feliz aniversario, amor de mi vida... — Sayumi se abalanzó a su mamá, que seguía en cama — ¡Hola, Sami, hija de mi corazón! ¿Despertó llorando, mi amor?
— Sí, cielo. Tal vez querrá volver a dormir junto a ti. Las niñas dijeron que iban a preparar el desayuno — Izuku sonrió feliz. Se levantó de su cama y caminó a los brazos de Shoto. Se inclinó hacia el pecoso y lo besó dulcemente. — Hay que supervisar a las niñas...
Shoto le entregó a Sayumi para que esté un tiempo con su mamá. Bajaron a la cocina encontrándose con sus hijas mezclando una masa.
— ¡Buenos días, mamá! — Melody, Nana y Rei dijeron al unísono.
— Hola, mis amores. ¿Qué preparan?
— Crepas rellenas de crema de avellanas y chocolate, frutillas y helado. Ayer hicimos rollos de canela, Nana está cortando frutas y Rei prepara chocolate caliente, ¿Está bien?
Shoto e Izuku se quedaron pensando e imaginando el sabor de ese desayuno.
— Está perfecto, hija... Nana, ten cuidado cortando... Rei, cuidado con el chocolate caliente, ¿Les ayudó, niñas?
Las 3 niñas negaron, Mamá tenía que tomarse un respiro algunas veces.
— Izuku, las niñas pueden hacerlo — El bicolor apoya sus brazos en el hombro del peliverde. Besó su coronilla 3 veces antes de seguir hablando — Sami, linda, ¿Acompañas a mamá a cortar unas flores para la mesa?
Izuku caminó de la mano junto a la infante, saliendo al jardín.
— Papá, ya tenemos las maletas listas. Nana y Rei llevan un proyecto el cual tienen que terminar, yo llevó un libro que tengo que leer y llevamos juguetes, la comida y todo lo que necesita Sayumi.
— Así que desayunamos, nos lavamos los dientes y nos vamos, ¿Está bien?
— Probablemente mamá se entristezca. Hace meses que no ha pasado una noche sin sus hijas, además del patrullaje.
Las niñas lo pensaron unos segundos. Es verdad, crío a Melody y luego 6 años después nacieron las mellizas, y luego 6 años después nació Sayumi.
— ¿Creen que... si yo no hubiera nacido, mamá sería el héroe número 1, logrando su sueño?
El bicolor se acercó a su hija mayor, que colocaba la mesa.
— Hija... mamá te ama, muchísimo. Y te apuesto que no te cambiaría por nada del mundo, a ninguna de ustedes.
—... ¿Cuánto apostamos? — La pelirroja bromeó, abrazando a su papá. Él revolvió el cabello rojo de su hija.
— ¡Hora de desayunar~! — Rei exclamó, sirviendo el chocolate caliente y ordenando un poco la mesa.
Amaba esos momentos junto a su familia. Su novio de la adolescencia –ahora esposo– dándole de comer a su hija menor, Sayumi. Y sus hijas mayores, Nana, Rei y Melody charlando como hermanas...
— Esto es perfecto... — Susurró para sus adentros. Reposó su cabeza en el hombro del bicolor. — Los amo... Estuvo delicioso, niñas. Gracias.
Entraron a la residencia Kirishima, siendo recibidos por un can, que se lanzó a Melody.
— ¡Lady Ady, no! Lo siento, es muy amistosa con las personas nuevas en casa. Pasen, por favor.
Se quedaron unos segundos hablando, hasta que Shoto se empezó a despedir de sus hijas, algo que Izuku no quería.
— Nos vemos mañana, mamá...
El peliverde abrazó a cada una de sus hijas.
— Melody Inko Todoroki... si algo pasa, cualquier cosa, me avisarás, ¿De acuerdo, nena?
La tricolor asintió tímidamente.
— Nos vemos mañana, mis amores...
— Ah... — Sus manos se aferraron a la almohada con fuerza, enterrando el rostro en ella. — Shoto...
El bicolor apretó su agarre en las caderas, sintiendo como el abrumante calor del interior de su pareja lo envolvía a la perfección. Relamió sus labios, perdido en la sensación.
— Shoto yo... no puedo hacerlo... lo siento.
"¿Qué...?"
El bicolor le había ofrecido un té después de eso, por lo tanto, ahora estaban en la cocina. Y el ambiente... era bastante incómodo.
— Perdón amor, es nuestro aniversario y me siento culpable... — Habló lentamente Shoto.
— Amor, yo lo siento... Es que, solo pienso en cómo están las niñas y... estoy preocupado.
— Cielo, conoces a las niñas. Si algo pasara, te llamarían.
Izuku lo miró extrañado.
— ¿Disculpa? Las niñas jamás me dirían que pasó algo para no preocuparme. Shoto, te hablo en serio, a mis niñas les pasó algo y punto. — decretó Izuku. Y luego... su voz se quebró — ¿Qué pasa si le pasó algo a Sayumi? ¿O a Rei? ¿O a Nana o a Melody? ¿O a Toshinori o a Katana?
¿Cambios de... humor?
— Amor... está bien. Si quieres llama a Melody. Ella te demostrará que todo está normal y tranquilo.
El peliverde asintió lentamente. Buscó su teléfono y marcó el número de su hija mayor.
— ¿Hola hija? ¿Cómo están? ¿Todo bien?... Sí, sí... ¿Sí...? — Hubo unos segundos de silencio, se escuchaba ligeramente la voz agitada de la tricolor. — ¡Melody Inko Todoroki Midoriya! ¿No se te ocurra hacer...? ¿Qué? Bueno, sí... Está bien, adiós.
El peliverde colgó, viendo la cara confundida de Shoto. ¿Qué le había pasado a Melody?
— Bien... ¿Qué pasó? — El bicolor preguntó tímidamente.
Izuku lo pensó unos segundos, probablemente contando en su mente hasta el 10 o el 50. Escuchaba como en su mente Izuku decía repetidamente "Amo a mis hijas, amo a mis hijas", el peliverde tenía una increíble e infinita paciencia. Suspiró, ¿Qué podría hacer?
— Entonces... — Izuku se acercó al bicolor lentamente, se veía más tranquilo. — ¿En qué estabamos? En la habitación y así~
— Oh, ah... recuerdo que estabamos en esto — El bicolor agarró de la cintura al menor, que soltó una risa nerviosa por ese inesperado movimiento.
¿Acaso echó a sus hijas a los leones? ¿Se le habrá acabado la paciencia a la pobre mamá?
Lo único que sabía era que su paciencia se había acabado y necesitaba un tiempo a solas con su pareja...
— ¡Adiós, mamá! ¡Te amo! — Melody cortó rápidamente. Suspiró pesadamente — Niños... nunca vamos a hablar de esto es nuestra vida, ¿de acuerdo?
Katana, Toshinori, Nana y Rei asintieron rápidamente.
— Ahora... busquemos a Sayumi y a Lady Adi...
¿Próximamente...?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top