Especial Cumpleaños de Melody (6 años)
— Ya sé que quiero para mi cumpleaños... — Musitó la tricolor medio dormida en los brazos de su padre. Se encontraban caminando por el centro comercial, hablando sobre el próximo cumpleaños de la tricolor, el cual solo faltaban unas semanas.
— ¿Y de qué quieres tu fiesta, princesa? — Le preguntó suavemente Shoto.
—... — Melody se acomodó más, abrazando el cuello del bicolor. — de una princesa...
Shoto e Izuku se miraron y sonrieron.
— Así que de princesas, ¿Eh? — La tricolor sonrió, ya dormida.
Sus padres se miraron, ya planeando todo. Lo malo es... que no estaban pensando en lo mismo...
* * *
Se encontraban en el comedor de la casa. La tricolor pintaba en una mesa aparte, con témperas y crayones. Eri la ayudaba en algunas cosas, como que no botara el vaso de agua ni las pinturas.
Shoto e Izuku se encontraban trabajando en la mesa. Bueno, el peliverde se encontraba viendo ideas para el cumpleaños de su hija mientras apoyaba un plato de comida en su panza gemelar de 5 meses. Creó un tablero en esa aplicación, lo llamó "Fiesta de Melody. Ideas" El bicolor miró de reojo la computadora del pecoso.
— ¿Qué es eso? — preguntó Shoto, en un tono burlón hacia su esposo. Lo disimuló, claro, quería seguir viviendo.
— Una fiesta de princesas... — Dijo, algo dudoso. La tricolor levantó la cabeza al escuchar la conversación.
Shoto miró de nuevo la imágen. Se veía bastante... infantil. Era de princesas Disney, globos, fotos, comida. El bicolor la veía muy...
Simple.
— Hija, tengo una preguntita, mi cielo — Shoto llamó a su hija a que se sentará en su regazo. — Para tu cumpleaños, nos dijiste que querías una fiesta de princesas, ¿no? — la tricolor asintió feliz — Papá quiere saber si quieres, ¿Una fiesta con temática de princesas? ¿O una fiesta como de una princesa?
Melody abrió la boca, sorprendida. La tricolor y el peliverde miraron al bicolor asombrados al entender la diferencia.
— ¡Como la de una princesa!
Shoto dejó a su hija al frente de su computadora, salió de la habitación y llamó rápidamente a alguien.
— ¿¡Shoto?!
— Viejo — dijo — Necesito rentar un castillo, tramoyas, un carruaje, caballos, personal, vestidos, tiaras y un banquete. — Dijo rápidamente. — Para dos semanas más.
—... — Enji se quedó en silencio unos segundos, pensando en lo que había pedido su hijo menor. —... ya.
* * *
Es 5 de septiembre. La tricolor despertó de golpe, feliz. Sabía que hoy era su día. Caminó hacia la habitación de sus padres, dando saltitos.
Primero tocó la puerta. Eri le había enseñado eso... por alguna razón. Luego la abrió suavemente. Se encontraban en la cama sentados, con una caja mediana, adornada con papel de regalo infantil. Melody caminó hacia ellos, subiéndose a la cama con ayuda de Shoto y se sentó en medio.
— Feliz cumpleaños, mi hermosa princesa — Izuku la abrazó y le dio una ronda de besos por su carita. Luego de que el pecoso la soltará, el bicolor hizo lo mismo, cálidamente.
— Abre tu primer regalo, princesa.
La tricolor dejó la caja en sus piernas, rompió el papel dándoselo suavemente a su papá. Abrió la tapa de la caja, sonriendo tiernamente al ver lo que había dentro.
Lo primero que vio fue una tiara con incrustaciones que parecían diamantes. Melody la tomó suavemente, y luego la emoción de una niña pequeña se apoderó de su cuerpo.
— ¡Oh, es una tiara! ¡Una tiara! ¡Tengo una tiara! — Exclamó feliz. Se la entregó al bicolor — ¡Pónmela, pónmela, pónmela, pónmela, pónmela!
Shoto intentaba ponérsela a su hija que saltaba en su lugar por la emoción. El bicolor la dejó suavemente en el cabello algo desordenado de la tricolor. Peinó algunos cabellos, al igual que sus mechones algo más cortos por el antes flequillo.
—... Te ves hermosa, princesa.
— ¡Por supuesto que sí, soy una princesa y esta es mi tiara! — Exclamó y sacó una carcajada. Una de esas carcajadas que solo niños pequeños pueden soltar, una de pura alegría. Esas risas dónde nace un hada.
— Pero aún no has visto lo demás, nena... — le susurró Izuku.
La tricolor volvió a mirar la caja. Sacó de ella un pequeño vestido color lavanda, con manga farol, algo de pedrería en la parte de arriba y al final de la falda y encaje al final de las extremidades. Era corto, para que la tricolor no se tropezara o solo para que corriera cómodamente. Después de todo seguía siendo una niña que va a corretear por su cumpleaños.
Al fondo tenía unas calcetas blancas y zapatitos de charol rojos. Y por último, en la caja había un papel pegado con una cinta transparente.
— Castillo.... ¿Strongblossom? — El peliverde asintió. — ¿Vamos a ir a ese castillo?
— Prepárate, Meli-Mel porque nos vamos de viaje~ — La tricolor río por tercera vez en la mañana, dándole un beso a cada uno de sus padres y corriendo hacia su pieza. Shoto e Izuku se quedaron un rato en silencio hasta que el bicolor habló, enternecido. — ¿Viste la sonrisa de nuestra bebé?
El pecoso río suavemente y asintió. Izuku se empezaba a levantar, claro, tenía que arreglar a su hija. Pero el bicolor lo detuvo, pidiéndole que se quedara un rato más.
— ¿Shoto? ¿Qué tramas? — El heterocromático salió de la habitación unos segundos y volvió con unas flores y unos chocolates.
— Feliz aniversario de parto... — Izuku le sonrió coqueto — Hice nuestras maletas anoche, al igual que la de Melody y todas las cosas que necesitas para cuidar a nuestras babies dentro de ti. Está todo ordenado, limpié la cocina, los baños, el auto está aspirado y limpio. Cuando lleguemos, el desayuno se encontrará listo en Strongblossom, pero también hice algunos bocadillos para ti y Melody. Y toda tu ropa está limpia, ordenada y planchada.
—... Mmm~, cómo me excita un amo de casa — El pecoso dijo entre risas.
Sus miradas se cruzaron, el pecoso tomó las flores con cuidado, dejándolas en su velador. Cerró sus ojos, uniendo sus frentes y sus narices a modo de cariño. El bicolor se separó primero, dejando un cálido beso en sus labios.
— Voy a vestir y peinar a Melody... Nos vemos pronto~ — El pecoso salió de la habitación, caminando algo adolorido por su abultado vientre.
* * *
En septiembre, en Japón iniciaba el otoño. Pero Melody se encuentra de cumpleaños en los primeros días del mes, por lo tanto, aún irradiaba el sol y hacía calor.
El bicolor estaba poniendo todos los bolsos y las maletas en el auto. Se iban a quedar en el castillo unos 3 o 4 días, el embarazo de Izuku iba excelente por eso estaban calmados con esa situación. Dejó en la lonchera de su esposo toda la comida del viaje de dos o tres horas y prendió el auto.
— ¡Papá! — exclamó Melody emocionada al ver al bicolor. Se encontraba vestido en una especie de traje de príncipe o de rey. Y llevaba una capa azul con hombreras. Melody llevaba una corona de trenzas con algo de ondas sueltas. Shoto la cargó en brazos y la sentó en el auto.
Izuku iba atrás luego de ir al baño. Llevaba una simple camisa blanca que daba forma a su vientre. Tenía varios trajes para ocupar, pero no pudo, ah... cerrarlos. Pero a la tricolor no le importaba, estaba muy feliz para pensar en eso.
— Amor, antes de que te duermas — le explicó el bicolor al pecoso.— Por favor revisa lo del pastel. — El pecoso asintió.
Shoto prendió el aire acondicionado, salió del estacionamiento de su casa, e Izuku se quedó dormido rápidamente.
* * *
— ¡MELODY! — La tricolor se despertó bruscamente al escuchar a su prima. Saltaba para ver a la heterocromática por la ventana del auto. — ¡MELODY, FELIZ CUMPLEAÑOS! ¡MELODY!
Katsuki agarró a su hija en el aire, mientras abría la puerta del auto.
— Mocosa, Melody recién se despertó... — Dejó a su hija en el pasto y desabrochó el cinturón de seguridad — Buenos días... — Le susurró. La tricolor le sonrió tímidamente, frotándose un ojito.
Melody salió del auto con ayuda del rubio. Katana al ver a la tricolor, la abrazó amorosamente. La rubia llevaba un vestido rojo con encaje dorado y unas zapatillas deportivas algo sucias. Tomó de la manito a la tricolor y la llevó adentro del castillo.
Al entrar, Melody no pudo más que mirar a su alrededor asombrada. Katana la había llevado al salón principal, dónde había un banquete y personal. Las personas, al ver a la pequeña heterocromática le hicieron una reverencia a modo de juego y a pedido de los Todoroki.
Melody solo se escondió detrás de su amiga, tímidamente. La rubia la siguió llevando de la mano, hasta llegar al jardín. Ahí estaba su fiesta de cumpleaños. Sus tíos, sus abuelos, Enji y Rei, su primo y sus primas. Además de hijos de amigos de sus padres y compañeros del jardín. Todo estaba decorado tan elegante y fantástico.
Izuku, al ver a su hija, la saludó cariñosamente. Pero la tricolor fue arrastrada a jugar con sus amigos. El peliverde, al no tener atención de su hija, esperó a que su esposo llegara. Lo cuál nunca pasó... Genial.
* * *
— Meli... Todo es tan elegante — Katana le hablaba emocionada, mientras caminaban por el enorme castillo — ¡oh là là! ¡Oui, oui!
— Oh... — Un niño se unió a la conversación animado — ¿parlez-vous français?
Katana lo quedó viendo pensando en una respuesta. Melody solo río tímida y amistosamente.
—... ¡Me poo poo! — La rubia tomó a la tricolor y le dio una vuelta, mientras que Melody seguía riendo por el intento de francés de su amiga — Oye, me cagan tus amigos cerebritos... — Katana le susurró.
— ¿Y Toshinori? — La tricolor preguntó.
— Están con Bingo y Bongo en la habitación a dónde te llevo.
La rubia y la tricolor adelantaron el paso hasta llegar a una habitación de puerta blanca con dorada. Diferente a las demás puertas. Era una torre circular, en dónde se encontraban Toshinori y las gemelas Kaminari, lleno de juguetes y peluches.
Los dueños del castillo arrendaban a muchas familias con niños, por eso, tenían una habitación de juegos para ellos.
— Feliz cumpleaños, Melody — La tricolor sonrió, correspondiendo al abrazo de Toshinori. Las gemelas también se unieron y al final, Katana igual.
— ¿Quieren jugar a algo? — Todos los niños asintieron, pensando en qué situación imaginar. La rubia de ojos morados levantó la mano.
— ¿Y si jugamos a qué Melody es una princesa? ¿Y Katana la rescata de, no sé, la guillotina en la Revolución Francesa? — Dijo seriamente — Melody podría ser María Antonieta.
— ¡SÍ, POR LA REVOLUCIÓN! — dijo su gemela.
—... Eso, pero sin la guillotina — Los niños asintieron y se prepararon para jugar. — ¿Qué roles tendremos? O sea, Melody será una princesa y Katana será otra princesa que la rescata... ¿De qué?
— De... un villano. — Los tres niños asintieron a la elección de Katana. — ¡Que Toshi sea un villano!
— ¡Pero Toshi no amenaza a nadie! Que Toshinori sea un dragón.
— Que sea un villano... con quirk de dragón — Melody dijo animada, explicándoles con sus bracitos alzados. — ¡Como la heroína Ryukyu! Te daría la capacidad de transformarte en un gran dragón. Toshi, de esta forma te otorgaría habilidades comúnmente asociadas con los dragones, entre las cuales se encuentran el vuelo, la fuerza y durabilidad sobrehumanas, y las poderosas mandíbulas y garras...
— Ya la perdimos~...
Sus primos la quedaron mirando cómo seguía murmurando. Le recordaban a alguién, quién podría ser...
* * *
— Izuku, has estado murmurando cómo por una hora, ¿Qué sucede? — La albina se acercó a su yerno.
— Shoto ha estado planeando para que todo sea perfecto y no sé dónde está. Y Melody no la he visto desde la mañana...
— Bueno, todos nos reuniremos para que Melody sople las velas, ¿no? — El pecoso asintió, algo apenado. Su rostro cambió, pensando en su hija soplando las velas... en el pastel. Oh, mierda, había arruinado algo — ¿Ocurre algo? ¿Estás bien?
— Rei... olvidé el pastel.
Izuku se levantó de la silla, con ayuda de la albina. Tenía que buscar a Shoto y decirle. Honestamente, estaba asustado. Su esposo había planeado por días la fiesta de su hija, y claro, su pareja embarazada se había quedado dormido en el viaje y había olvidado confirmar el pastel. Se odiaba a sí mismo, su hija no había querido nada de él en toda la fiesta y había arruinado la tradición de soplar las velas.
Paró de caminar al ver la coleta alta bicolor en una de las habitaciones. Caminó lentamente, algo apenado.
— Oh, cariño~ — El bicolor se dio la vuelta, y abrazó al peliverde — ¿Estás cansado? ¿Quieres ir a dormir? —Acarició su mejilla. Mientras más cariño le hacía el bicolor, más se le llenaban los ojos de lágrimas — ¿...Qué ocurre?
—... alsslaknsiefneoienclakndied — Empezó a balbucear mientras escondía su cara en el pecho del bicolor. Shoto solo lo abrazó, mientras acariciaba su espalda y cabello —... olvidé el pastel, Shoto... Arruiné la fiesta de Melody y todo tu esfuerzo...
— Hey, está bien. Fue mi culpa, yo me tenía que encargar de eso — El peliverde negó, aún en el pecho del bicolor — Tengo una idea para eso, ¿De acuerdo? Tengo un plan B, así que tranquilo, mi amor... — Lo acunó lado a lado, aún abrazando.
Volvieron al jardín, los dos juntos. Shoto se sentó por primera vez en horas. En seguida se quedó dormido. Todo se sentía tan calmado, el sol estaba bajando, los niños se empezaban a cansar de jugar así que había algo de silencio. El bosque detrás del castillo se escuchaba por el viento, además de desprender su aroma a pino.
— Mamá...
Izuku levantó la cabeza, viendo a su hija con ojos llorosos.
— ¿Mi amor?
— Me rasmille la rodilla... y tengo sueño — El pecoso sonrió, su hija volvió hacia él. La cargó suavemente y la se sentó en su regazo, abrazándola para hacerla dormir. — Te amo...
— Yo más... Oye — La tricolor levantó la cabeza para ver al peliverde. Él le dio un beso en la nariz. — Ya no crezcas más...
* * *
— Bien, ¿Estás lista, Melody? — El bicolor le preguntó a la tricolor. Se encontraban en la habitación de los Todoroki. Había una pequeña sala, sillones y una fogata para la familia. Se encontraban la familia Kirishima, la familia Kaminari, y los Todoroki Rei, Fuyumi y Natsuo.
Shoto prendió las velas a un pequeño cupcake y espero a que su familia dejará de cantar. Le entregó el pastelito a la tricolor y le pidió que soplara luego de 3 deseos. Melody suavemente sopló las velas. Toda la familia le aplaudió, la tricolor se escondió tímidamente en el pecho de su mamá.
Los demás salieron de la habitación, yendo a sus respectivas habitaciones. Melody iba a dormir en la habitación con sus primos.
— ¿Qué pasó, amor? ¿Te acompañamos?
—... ¿Puedo dormir con ustedes? — La pareja se miró entre sí y asintieron. ¿Cómo le podrían decir que no?
Melody caminó hacia la cama y subió con ayuda de su mamá, acostándose en medio de ellos. El bicolor le dio un beso a su esposo y a su hija, y lo mismo con el peliverde. Y así acabó su día.
¡Feliz Cumpleaños, Melody!
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