Lizzie's pov:

—Un traje es buena opción, sin embargo siento que no me queda tan bien como me gustaría. —Murmuré. —¿Voy con vestido? —Pregunté observando a Scar.

La rubia jugaba junto a Grace en el suelo.

—¡Bien hecho, amor!— Felicitó a la pequeña rubia. — Lizzie, ¿viste?

Observé a mi bebé de diez meses ponerse de pie.

—Oh, Dios. Grace. —Dije rápidamente. —¡Estás de pie, amor!

Grace aplaudió emocionada cayendo al suelo.

—Bueno, duró poco. —Murmuré y recibí una mirada molesta de mi esposa.

—No seas grosera con ella.

—No soy, pero Ashley va a matarme si no le digo que llevaré. Me dieron dos opciones, el traje que combina con el tuyo o un vestido que combine con tu...

—Vestido, amor. Yo llevaré pantalón. —Murmuró tomando a Grace y dejando un beso corto en mis labios. —Elige el vestido y... llévalo.

Asentí lentamente mientras tomaba el vestido.

Tomé mi teléfono y busqué el contacto de mi hermana para empezar a grabar un audio.

—Bien, Ashley. Mary Kate perdió, Scar eligió el vestido. —Murmuré. —Así que el vestido será. Buen trabajo, Ash. Es un vestido hermoso.

Acabé el audio y luego caminé hasta mi habitación. Pasé por el salón y vi a Rose haciendo tarea.

—Hey, amor. —La saludé y levantó la mirada.

—Hola, mami Lilly. —Murmuró ella volviendo a su tarea.

—¿Es matemáticas?

—Algo así. —Murmuró. —¿Veremos nemo hoy? —Preguntó. — Mason está emocionado por verla.

—¿Mason o tú?—Pregunté con una sonrisa.

La pequeña de doce años soltó una risotada.

—¿Rose? ¿Cómo va tu tarea? — Preguntó Scarlett en voz alta desde dentro.

—¡Casi acabo, mami!—Dijo espantada. Me observó molesta. -¡Casi me regaña por tu culpa!

—También iba a regañarme a mí. —Me quejé. —Para compensartelo, veremos nemo mañana, hoy tú madre y yo volveremos tarde de los premios y...

—Los veré con Katie. —Murmuró la pequeña. —Esperamos que ganen todo o no regresen a casa, aquí no entran las perdedoras.

Comencé a reír ante el humor ácido de Rose.

—¿Dónde quedó mi pequeña dulce? —Pregunté.

—Creció, Lilly. Ya no soy una bebé.

Hice un leve puchero.

Extraño a mi Rose pequeña.

Extraño a Billy y Tommy, ambos murieron hace un año.

—Extraño a la Rosie chiquita.

—Y yo extraño ir a jugar al lugar de las grabaciones. Estúpida escuela. —Se quejó.

—Haz tu tarea. —Dijo Scarlett entrando al salón en una especie de traje de una pieza.

Mi mirada la recorrió y sentí mi mentón caer un poco.

—¡Wow, mamá!—Dijo Rose emocionada. — Estás hermosa.

—Gracias, preciosa. —Murmuró mi esposa besando amorosamente el rostro de nuestra hija mayor.

—También quiero. —Dije rápidamente y seguí dejando que mis ojos vaguen por su cuerpo.

Ella se ve realmente despampanante.

—Date media vuelta. —Murmuró Rose y Scarlett obedeció. Vi su tatuaje descubierto y tragué saliva.

—Santo Dios, mi presión. —Dije rápidamente dejándome caer en el sofá.

—Exageras.—Murmuró ella acercandose a besarme. —Pero gracias, amorcito.

—¿Me das otro?—Pregunté con mis ojos clavados en los suyos.

Ella volvió a besarme, se separó de mi rozando muestras narices.

—Oh, Dios. —Murmuré levantándome. —Voy a vestirme, no te vayas.

—Elizabeth, no me iré sin ti.—Giró los ojos.

—¡No te vayas dije!

Escuché a Rose reír y vi a Scarlett acercarse hasta ella para ayudarla con su tarea.

Dios.

¿Realmente ella es mi esposa? Debe ganar, incluso yo voté por ella. Rose me ayudó, fue divertido. Ambas vimos todo el amor que puso a black widow, se lo merece más que nadie, y si no gana Rose y yo planeamos una venganza, tal vez no deberíamos, pero Scarlett merece ganar. Mi esposa se lo merece.

Me probé el vestido, me giré un par de veces frente al espejo. Es lindo y oscuro.

—Te ves... Hermosa. —Murmuró Scarlett tomando mi cintura. —Te amo tanto.

—Yo te amo más, Scar... —Susurré girándome. —Ashley sabía que elegirías el vestido, y Mary Kate apostó que irías por el traje.

—Te ves sexy en ambos, pero ese vestido es más fácil de remover...

—Piensas en todo... —Murmuré besándola con suavidad.

—Debemos irnos o llegaremos tarde. —Murmuró ella apoyando su rostro en mi pecho. —Y no quiero llegar tarde y tú tampoco.

—Yo ni siquiera quiero ir. —Admití. —Si no fuese porque estás nominada, no iría.

Scarlett giró los ojos y tomó el saco que reposaba sobre la cama.

—Toma un abrigo y vamos al auto.

Asentí lentamente y la vi salir no sin antes gritarme que si no llevaba el abrigo ella me obligaría a subir por uno.

Es tan mandona.

Casi tan gruñona como el Grinch.
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—¿Y si ganas vas a besarme?—Pregunté.  Scarlett soltó una risita mientras conducía.

—Sí, te besaré y subiré por el premio, te lo he dicho muchas veces.

—Sí, pero tengo ansiedad y debo comprobarlo o me asusto. —Murmuré. La vi sonreír.

Tomó mi mano acariciándola un poco.

—¿No te haz puesto a pensar en que puedes ganar?—Preguntó ella y negué.

—No lo creo realmente, pero si creo que tú ganarás, lo sé porque Rose y yo votamos muchas veces, y si no ganas voy a pelear con quien te quite el premio, porque...

—Elizabeth Olsen-Johansson tú no vas a pelear con nadie, si discutes duermes con Piolín y Silvestre en el salón.

Giré los ojos.

—No serías capaz.

—En la alfombra, porque el sofá es de ellos.

—¡Scarlett!—Me quejé espantada. —¡No quiero dormir ahí!

Ella comenzó a reír.

—Entonces vas a comportarte o me divorciaré de ti y tendrás muchos hijos que mantener.

Suspiré.

—¿En qué momento acepté?—Bromeé ganandome que ella suelte mi mano molesta. —Cariño, sólo bromeo.

—Cállate.

Gruñí.

Ella nuevamente comenzó a reír.

—¡Basta de jugar con mi mente porque es frágil! —Me quejé.

Nuevamente risas de la rubia más linda de todo el universo entero.

No puedo evitar amar cada vez que se ríe, incluso si se ríe de mí.

—Eres hermosa, y te amo tanto, esposita. —Murmuré.

Scarlett volvió a sonreír provocando que sus mejillas se sonrojen.

—Te amo, solecito. —Murmuró ella tomando mi mano para besar mis nudillos. —Bien, ya casi...

Se acercó hasta la entrada del lugar.

—Bien, ¿lista para las fotografías?

—La ansiedad no me deja estarlo, sin embargo ya me preparó mentalmente desde que me dijeron que estaba nominada.

—Todo saldrá bien. —Murmuró uniendo nuestros labios.  —Te amo.

—Y yo a ti, Scarlett Olsen. —Murmuré.

Bajamos del auto. Scarlett entregó las llaves y tomó mi mano en cuanto llegó a mí.

Ya al llegar notamos como toda la gente estaba preparada, muchas personas con mascarilla y diferentes implementos para resguardar la salud de todos.

—Pasaremos y ya, no quiero contestar nada. —Murmuré.

—Si nos hablan debemos ir.

—Tratemos de evitarlo. —Insistí.

—Sí, amor.

Comenzamos a caminar de la mano luego de que nos hicieran pasar. Scarlett  ama las fotografías y aunque a mi no me molestan, luego del embarazo de Grace en donde nadie se enteró, comencé a tener pánico por las fotografías. Tan acostumbrada estaba a que nadie debía verme que simplemente me asusta, es agobiante, y probablemente deba hablarlo en terapia. Scarlett insiste en que vaya a terapia para tratar mi ansiedad, ella es la mujer más dulce, maternal y preocupada que pudo tocarme.

Scarlett sonreía y saludaba bastante mientras caminábamos, yo intentaba llevarle el ritmo, y ella es muy afectuosa, por lo que me siento realmente cómoda.

Es lindo ver que luego de años luchando con un closet que se imponía, a día de hoy sólo le importa que yo me sienta amada y sin importar donde estamos, busca la forma de hacerme saber que está pensando en mí. Incluso cuando pasamos días o semanas sin vernos por trabajo, es tan dulce.

—Te amo. —Murmuré en su oído. La vi sonreír. —De verdad te amo muchísimo.

—Por eso eres mi esposa. —Murmuró acariciando mi mejilla. —También te amo, Lizzie.

—Espero que ganes. —Insistí y ella comenzó a reír.

—Eres mi mejor fan. —Bromeó, sin embargo no es una broma.

Scarlett y yo solemos ver sus películas debido a una petición mía, yo me vería sus proyectos y ella los míos, es triste porque por lo general ella acaba muerta y yo tengo mil traumas, así que no es lo que llamaríamos una tarde romance, más bien lloramos y luego charlamos sobre cada película.

Sobre todo nos spoileamos los proyectos nuevos, Scarlett ama contarme todo, y yo amo contarle todo, es lindo compartir ese amor por spoilear nuestros trabajos. Supongo que luego de tantos años, esa es nuestra llama romántica, o gran parte de.

—Hemos ignorado bastante bien a los entrevistadores. —Murmuró ella sonriente.

—Haces que mi vida sea más fácil. —Admití.

—Lo que sea por mi chica. —Murmuró acariciando mi mano.

—Te ves pequeña. —Murmuré observando como aún con zapatos un poco altos seguía viéndose más baja que yo.

—Cállate. —Se quejó.

—¡Scarlett, Lizzie! —Nos llamó una periodista.

—Dios. —Murmuré espantada.

Scarlett acarició mi mano. Comenzó a hacer círculos con su pulgar sobre el dorso de mi mano y eso me hizo apartar los pensamientos, ella trae un anillo en su mano que gira, usualmente lo usan las personas con ansiedad, yo olvido ponerme anillos, y perdí el mío, así que ella usa uno, porque sabe que me gusta jugar con sus manos y de esa forma estaré más pendiente y calmada.

—¿Cómo está la pareja más atractiva de la noche? Están hermosas, combinando  todo muy bien. —Dijo la chica morena.

—Muchas gracias. También te ves increíble. —Murmuró mi esposa. —Estamos muy felices de estar aquí, algo ansiosas y nerviosas, pero felices por la nominación.

—¿Tienen las expectativas altas?—Preguntó y negué rápidamente ganándome un apretón en la mano por parte de Scarlett. —¿Creen que podrían ganar?

—Estar nominadas ya es un sueño, somos muy felices con eso. Lizzie aún no se lo ha creído.

Comencé a reír. Es verdad, no me lo creo.

—Aún es difícil pensar que me votaron para algo. —Murmuré yo y sonreí. Comencé a reír de forma nerviosa y Scarlett me acompañó.

—Cállate, eres muy talentosa. Ella se lo merece más que nadie. Sé cuanto ha trabajado. —Dijo mi esposa acariciando mi mejilla con suavidad.

Sonreí algo menos nerviosa.

—Ustedes son lo más lindo. —Nos sonrió . —Hoy mamá y mami están de cita, ¿Cómo están los pequeños?

Sonreí emocionada. Me gusta hablar de mis hijos.

—Rose se ha quedado con la niñera, los gemelos probablemente dibujen y Grace duerme, ya puede ponerse de pie, es jodidamente tierna. —Dije rápidamente.

Scarlett me observó con una sonrisa.

—Y para aclarar yo soy mami. —Murmuré.

Ambas mujeres comenzaron a reír.

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—No entiendo por que tardan tanto, yo quiero que te entreguen el premio que te pertenece. —Volví a quejarme.

Scarlett giró los ojos y apoyó su cabeza en mi hombro.

—Lizzie, ni siquiera sabes si gané y...

—Entonces está arreglado. —Insistí.

Ella comenzó a reír y estiró los labios, dejé un beso en su boca.

—Te lo mereces, ese premio es tuyo...

De pronto comenzamos a ver como toda la gente aplaudía. Ambas comenzamos a aplaudir también, en la pantalla se vio una imagen enorme.

No puede ser.

—Oh, Dios mío.

-—¡Amor, ganaste! —Dijo Scarlett emocionada.

Me levanté y ella también, le di un beso antes de comenzar a caminar al escenario mientras algunas personas reían por lo despistada que fui.

Subí hasta el escenario y me entregaron el premio. Tomé aire intentando comprender si esto era real o no, es decir, parece real, pero...

—Okay, no estaba lista para nada parecido a ésto, mi esposa está mucho más acostumbrada que yo... —Escuché las risas. —Sólo me queda dar las gracias, realmente no me lo esperaba, estuve esperando mucho tiempo la nominación de mi esposa y había olvidado por completo la mía. No tengo palabras para describir lo feliz que me siento por recibir tanto amor por parte de los fans, son increíbles, me encanta que valoren tanto el esfuerzo tras wandavision, jamás creí que sería tanto y éste premio significa muchísimo para mí, es decir, creo que algo he hecho bien, ¿no? —Sonreí. —Ha sido una locura, ha pasado mucho desde que salió y simplemente aquí estamos... Recibiendo tanto amor. Muchas gracias a todos.

Bajé del escenario y Scarlett me recibió en un enorme abrazo mientras besaba mi mejilla repetidas veces.

—Te amo tanto. —Murmuró.  —Te dije que eres increíble.

Sonreí contra su cuello dejando un beso en él.

—Gracias por creer en mí.

Casi de inmediato escuchamos que ella fue quien ganó en su categoría. La giré varias veces emocionada.

—¡Lo sabía! ¡Lo sabía!—Grité.

Ella soltó una risita intentando que la suelte. La bajé y ella corrió hasta el escenario para recibir su merecido premio.

Sonreí observando el escenario y me levanté a aplaudirla en cuanto acabó su discurso. Ella realmente se lo merece demasiado. Agradeció a todo el mundo, como siempre hace, hay algo que los fans aún no saben, luego de varias charlas y acomodar horarios, Scarlett logró firmar para dos películas más acerca de la vida de Natasha Romanoff,  ella ama ese personaje como nadie y estoy infinitamente orgullosa de que lograra ésto. Le da a los fans lo que quieren y de paso logra instaurar una igualdad dentro de la importancia de personajes en el MCU.

Tomó mi mano e hizo que caminara junto a ella hasta la salida mientras todo continuaba.

—Ve la hora, le dijimos a Kate que no nos pasaríamos de las una, son las dos y treinta. —Dijo rápidamente.

—Mierda. —Dije espantada. —Bueno, se tardaron en darte tu premio. —Insistí.

—Claro, cariño. —Murmuró ella.

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—Te ves bien en todas las fotos. Que suerte la mía. —Murmuré tomando la cintura de mi esposa mientras besaba su cuello.

—Basta. —Comenzó a reír. —Elizabeth Chase, basta.

—Me merezco un premio, me he portado bien.

—Al entrar le pagas a la niñera, te despides, yo te espero en el cuarto... —Murmuró ella.

La puerta fue abierta por Rose.

—¡Mamás!

Mierda.

Gruñí levemente.

—Hola, amor.

-¡Mami!—Gritaron mis mellizos al unísono.

Joder.

—Suerte la próxima, vaquera. —Murmuró Scarlett antes de recibir a Sophie en brazos.

—¿Lo de vaquera era por algo en específico?—Pregunté fingiendo tristeza.

—Elizabeth, están los niños.—Me regañó.

Tomé a Mason en brazos mientras Rose me abrazaba con fuerza.

—Grace duerme, señoras Olsen. —Murmuró Kate. — Rose ha dicho que vería la entrega de los premios y los mellizos acaban de despertar.

—¿Recién?—Pregunté frustrada.

Scarlett soltó una risita y comenzó a juguetear con Sophie.

—¿Los cachorros?—Pregunté y vi como ambos golden alzaban la vista. —Hola, niños.

Ambos se acercaron batiendo la cola. Kate buscó sus cosas y yo le dije a Mason que vaya con mamá y Sophie.

Scarlett es mamá.

Yo soy mami.

Favorita por ley.

—Vamos a mi oficina Kate, te haré el cheque y un extra por las molestias.

—Jamás será una molestia cuidar de sus hijos, saben que las admiro mucho y sus niños son maravillosos.

—Tú eres una niñera maravillosa. —Murmuré. —Gracias por ésto.

Entramos a mi oficina y vi los dibujos de Rose colgados por todas las paredes. Un dibujo nuevo en cada crisis, es algo que me motiva demasiado a ir a terapia y tratar mi excesiva ansiedad, estuve libre de ella por años, luego entendí en un ataque de pánico previo a los emmy, que la ansiedad no era mi enemiga y que quien debía sanar era mi relación con ella y mis temores, no puedo eliminar algo tan humano... ¿qué me quedaría sino?

—Listo. Ten. —Le entregué el cheque. Ella vio la cantidad e iba a refutar. —Cariño, aceptalo. Scarlett y yo necesitamos ayuda de vez en cuando con ellos y tú eres increíble, no confiaría en nadie más para que cuiden a mis hijos.

Ella sonrió y agradeció. Se acercó a despedirse y salió. La conocimos en una fiesta de trabajo, ella nos dijo que era bastante fan de ambas, estaba tan emocionada, su madre nos la presentó como niñera de medio tiempo, al inicio desconfiamos un poco, pero la vimos jugar con Rose a las escondidas, me recordó tanto mis inicios junto a mi hija mayor, le dije a Scarlett "es la indicada, llamala" y así ha sido desde que los mellizos tenían ocho meses.

Si tuviese otro bebé amaría que ella se siga encargando del cuidado de nuestros hijos, luego de años de que Scarlett pagara por servicios de niñeras en donde le exigían cosas absurdas y no tenían el tiempo requerido de cuidado para Rose, cuando comencé a salir con Scarlett ella debía correr por Rose, Kate nos soluciona todo. Es maravillosa y una absoluta fan de nosotras como equipo.

Acaricié el marco de cada dibujo que Rose hizo para mí. El último lo hizo para mi cumpleaños hace un año... ya no dibuja tanto como antes.

Me pone nostálgica verla tan grande.

—Cariño, están todos durmiendo. —Murmuró Scarlett entrando a mi oficina.

¿Cómo lo logra?

La miré extrañada.

—Mamá a todas horas... Incluso contigo,  mi amor. —Murmuró besando mi espalda. —Vamos a dormir, mañana te daré tu premio temprano, antes de que se despierten.

Sonreí.

—Me encantas, Scarlett Olsen-Johansson.

—¿Y cómo no?—Murmuró tomando mi mano.

Caminamos escaleras arriba, vi incluso a nuestros cachorros durmiendo, ella es tan maternal y tan... increíble.

Al llegar a la habitación ella me entregó el pijama calentito. Sonreí.

—No deberías hacer ésto cada noche, amorcito.

—Lo haré hasta que seamos un par de ancianas, Elizabeth. Me gusta consentirte, lo sabes... Eres mi bebé. —Murmuró rozando nuestras narices mientras se paraba de puntillas.

—Te amo...

—Ve a cambiarte, te espero.

Fui hasta el baño, me quité el maquillaje, me di una ducha y luego me puse el pijama. Estoy agotada y Scarlett siempre busca la forma de hacer menos duro ésto, sabe que me pone ansiosa el hecho de estar frente a tanta gente.

Salí y la vi recostada en la cama, llevaba sólo el sujetador y un short de pijama.

Me acerqué hasta ella apoyando mi cabeza en su abdomen mientras me acomodaba entre sus piernas, la piel perfumada de Scarlett es mi lugar favorito en el mundo.

—¿Por qué no te acostaste aún?—Pregunté.

—Porque quiero hablar contigo...

—¿Sobre qué?

—¿Recuerdas lo que pediste en tu cumpleaños?

—¿Una pista de trenes?—Pregunté y ella negó.

—El deseo.

—Ah sí, pero... —Levanté la mirada. —Estabas ocupada con lo de Sing, no quería insistir, dijiste que no estaba en tus planes.

—Y discutimos. —Murmuró.

—Pero luego lo hablamos y yo entendí que si no estabas lista, y aunque fuese mi cuerpo, somos un matrimonio y... tenemos cuatro hijos, estamos bien.

—Yo sí quería un bebé, y... sólo no me sentía lista en ese momento por todo el trabajo que teníamos encima, y ahora tú estás con love and death, yo... quise darte una sorpresa para navidad.

—¿Me vas a comprar el hurón que pedí?—Pregunté emocionada.

—Elizabeth, ya te dije que no podemos tener un hurón.

—¡Evans tiene uno!

—¡Evans no tiene hijos!

—¡Tiene un cachorro!—Insistí. —Además... —Me levanté. —Perfectamente podría...

Scarlett me detuvo con un beso brotandome a la cama nuevamente. Subió sobre mi pelvis y tomó mis manos llevándolas a su abdomen.

—Vas a ser mamá otra vez. Estoy embarazada...

La observé sorprendida.

—¿Muy en serio?

—Tres meses, el doctor dice que parece ser niño...

Sonreí.

—¿Cómo le pondremos?—Pregunté emocionada sintiendo que mis ojos se llenaban de lágrimas.

—Cosmo me gusta... —Murmuró ella.

—Cosmo Olsen Johansson. —Sonreí. —Me gusta.

Scarlett se dejó caer sobre mi pecho.

—Tú me gustas.

—Y tú a mí. Como el primer día.

Nota de autor:

¡Hey! Otra vez yo negando la realidad, aquí Lizzie si ganó en los pca. ¿Les gustó?

-Codex.