La nieve caía en el exterior del pequeño piso. Era 17 de diciembre, faltaban apenas unos
días para Navidad y no se podía negar que esta sería una blanca Navidad. A esas alturas
de la noche, a pesar de que no era ni media noche, la nieve cubría el suelo por completo
y la gente, al pasar, dejaba sus huellas marcadas en él.
La chica, al ver la nevada a través de la ventana, miró al chico que había estado con ella
toda la tarde. Esa tarde donde habían visto películas de la época con chocolate caliente,
tal y como ella había deseado tantas veces. Además, los besos bajo el muérdago serían
inolvidables, especialmente el primero.
Ese primer beso bajo el muérdago le había pillado tan de sorpresa que la sonrisa boba
no se le había eliminado en todas las horas que habían estado juntos. Ella estaba en la
cocina, contándole al contrario lo que había hecho esta mañana mientras preparaba las
tazas para el chocolate que se calentaba en el fuego.
Cuando se dio la vuelta, vio al chico apoyado en el marco de la puerta, con el brazo
levantado, sosteniendo sobre su cabeza un pequeño muérdago. "¿No te parece que
falta alguien aquí abajo?" fueron sus palabras al ver la sonrisa y los ojos brillantes de la
chica.
Sin pensarlo dos veces, dejó las tazas en la encimera y corrió a la puerta. De puntitas,
para así poder alcanzar la altura del chico, tomó su cara con suavidad y se fundieron en
un tierno beso, de esos que a ella tanto le gustaba ver en películas y leer.
La chica movió su cabeza y se percató de que le estaba hablando. Se había dejado llevar
por el recuerdo y se había quedado embobada. "¿No puedes quedarte? Está nevando
muchísimo, amor, si te vas ahora te pondrás enferma y estamos a días de Navidad" le
estaba diciendo el chico.
Ella miró la nieve caer y luego le miró a él. ¿Qué hacía? Había dicho a sus padres que iría
a dormir a casa, pero hacía tanto frío ahí fuera... Además, ¿a quién quería engañar?
Había pasado una tarde perfecta con él y no quería irse de su lado en ese momento.
Luego de unos minutos simplemente asintió. "Pero mañana me acompañarás a casa,
¿sí?" dijo ella con una sonrisa, riendo cuando el chico asintió sin pensarlo. "Te
acompañaría hasta al Polo Norte a buscar a Papá Noel si me lo pidieras" le respondió el
chico, haciendo que la contraria riera más aún, para luego volver a dejar un beso sobre
los labios del chico.
Y su la noche pasó, para ellos, entre besos bajo el muérdago acurrucados en el sofá,
delante de la tercera película navideña, intentando adivinar los regalos del contrario y
con las tazas vacías de chocolate caliente acumulándose en la mesilla de noche.

ΩΩΩΩΩΩΩΩ

¡Hola a todas y todos! ¿Que tal va todo? Siento no haber subido un relato en tanto tiempo, la universidad me trae de cabeza y me ha sido imposible subir tantos como antes.

La buena noticia de esto es que he creado algunos relatos nuevos y he desempolvado otros que tenía en el ordenador, así que, teniendo esos escritos, podré subiros nuevos mientras escribo muchos más.

Bueno, os dejo con este relato, esta inspirado en la canción "Baby it's cold outside" (mi versión favorita la tenéis mas arriba). Tiene temática navideña, ¡perfecto para estas épocas!

Espero que os haya gustado, si es así, os agradecería que votarais por el y dejéis algún comentario y lo compartáis con vuestros amigos, con eso me ayudáis muchísimo y os estaré muy agradecida.

¡Nos leemos en el siguiente relato!