IMPERIO

Las calles de la capital del imperio estaban hasta arriba de gente. Artesanos, mercaderes, guardias, niños, esclavos y sus dueños, todos hacían algo. Intentando atravesar el tumulto de gente, nuestro protagonista sostenía algunos papiros contra su pecho para evitar que terminaran en el suelo.

Ya empezaba a ver la Biblioteca Ulpiana, la cual se encontraba en el Foro de Trajano, su fundador. Una pequeña sonrisa se implantó en su rostro, ese lugar, la biblioteca más grande del imperio romano, era su lugar favorito sin dudarlo.

Luego de 15 minutos esquivando caballos, esclavos que corrían acelerados queriendo llegar a casa de su dueño y a niños que huían de sus madres, quienes les gritaban que volviesen con ellas, consiguió llegar a su destino. Pese al movido trayecto, los papiros habían conseguido sobrevivir.

Entró y depositó los papiros en una mesa para que el encargado los colocara en su lugar, yendo acto seguido a revisar los estantes. Atravesó varios grupos de mesas con algunos hombres que leían concentrados montones de papiros mientras tomaban notas en tablillas de cera.

Se adentró en un apartado de la biblioteca, el dedicado a la historia del imperio. Era increíble como dos siglos de historia del Imperio Romano cabían en poco menos que una planta.

Tras buscar durante varios minutos el papiro que quería, lo encontró, pero al levantar la mano, chocó con la de otra persona. Antes de disculparse, escuchó la disculpa de la persona contraria, una voz femenina que se apartaba un paso para que el pudiera coger el papiro.

El chico la miró, tenía el cabello trenzado en la parte de la nuca, pero la toga de ella, al igual que la de él, no tenía ningún adorno. La miró con atención, analizándola. Quizá su padre la hubiera enseñado a leer, tan solo algunas mujeres nobles llegaban a saber leer.

La chica le sonrió levemente se dio la vuelta. Volvería en unas semanas para ver si el chico había dejado de nuevo el papiro, aunque de repente notó que alguien la agarraba del brazo.

Era el chico, que la miraba a los ojos sonriendo con timidez, preguntándole si quería que leyeran ese papiro juntos. Ella, nerviosa, aceptó, para minutos después salir de la gran biblioteca con él, adentrándose de nuevo en las concurridas calles de Roma. 

ΩΩΩΩΩΩΩΩ

¡Hola a todas y todos! Os dejo aquí este relato, es de temática histórica y para ser el segundo que hagk de esta temática estoy muy orgullosa.

Además, quería deciros que ¡acabo de escribir el prólogo de mi novela! Lo subiré cuando tenga un par de capítulos escritos, os avisaré por un relato nuevo, pero si no os lo queréis perder, podéis seguirme y os saldrá la notificación

Y ya sabéis, si os ha gustado, no dudéis en comentar, votar y agregarlo a vuestras bibliotecas ¡Nos vemos pronto con otro relato!

Andreadefuego

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top