Me miro al espejo de cuerpo completo, de arriba a abajo. Mis ojos recorren mi anatomía cubierta por la ropa. Unos vaqueros, una camiseta bonita y unos zapatos blancos. Me gusta, me siento bien. Me recojo el pelo en una coleta alta, procurando que ningún mechón escape de la goma. Perfecta.
Salgo de la habitación y me cruzo con mis padres en la cocina. Mientras bebo agua ellos me miran, diciéndome que estoy muy guapa. Les creo por unos segundos, pero luego mi mente decide que seguro lo dicen porque soy su hija, aunque mi boca solo dice un "Lo sé" mientras sonríe.
Voy a mi habitación y cojo mi bolso. Me despido y salgo a la calle. No puedo evitar pensar que la gente me mira, viendo todas mis inseguridades, todos mis defectos.
¿Por qué vienen estos pensamientos a mi mente ahora mismo?
Suspiro y niego, sentandome en un parque. Veo a una pareja jugando en los columpios, sin poder evitarlo, por mi mente aparece el pensamiento de que nadie me mirará de esa manera por mis defectos.
Niego levemente, levantándome del banco donde estaba sentada. Decido caminar sin rumbo, con la mente en blanco y sin pensar en nada más.
Camino con la mirada perdida hasta que me choco con alguien. Fijo mi vista y veo a una chica con el pelo rubio con algunas mechas violetas, una sonrisa adornando su rostro.
Se disculpa y me mira, con curiosidad. Las palabras que dice tras discolparme y presentarnos me impactan. "¿Quieres ir a tomar algo?"
Sin pensarlo dos veces, sin saber por qué, acepto.
"Es solo una desconocida" me reprocha mi mente, "seguro que cuando vea tus defectos sale huyendo", continua.
Decido callar a mi consciencia y sonreír a la chica, caminando junto a ella. Quizá sea una desconocida, pero no me he sentido mal cuando me ha mirado. Cuando me ha observado, los defectos que creo tener, esas viejas conocidas inseguridades, han parecido irse, me he sentido bien. Me he sentido yo.

ΩΩΩΩΩΩΩΩ

¡Hola a todas y todos! ¿Cómo estáis?
Os dejo aquí este relato, llevaba un par de semanas queriéndolo escribir pero no me sentía con el valor suficiente para hacerlo. Este relato está basado en cómo me siento yo a veces, esos bajones de autoestima que la gran mayoría de las personas tenemos en algunos momentos. Por eso, quería darle ese final, para que seamos conscientes de que va a haber alguien que nos haga sentirnos bien, que nos haga olvidar lo que no nos gusta y que esa persona adore.
Espero que os haya gustado, ya sabéis que si votáis, comentáis, guardáis la historia en vuestras bibliotecas o lo compartís con vuestros amigos me ayudáis muchísimo y os estaré súper agradecida.
¡Hasta el próximo relato!