Capitulo 4: Ya no más
+18 Alert.
Finalmente, luego de unos poco días Mimi decidió encarar e ir a la escuela. Sora ya sabia los sentimientos de Mimi a Taichi pero no sabia hasta qué punto se sentía atraída. La única forma para evitar eso era que Mimi no se acercara a Taichi, así que como buena amiga trato de que ambos estuvieran alejados.
Taichi quería hablar con Mimi porque notaba que algo le pasaba a ella, pero Sora se interponía y solamente le decía que esta bien pero que no deseaba hablar con nadie, eso no lo convencía.
De antemano supo que sora sabia lo que le pasaba a Mimi y claramente notaba que tenia que ver con él.
Cuando terminaron las clases, Mimi se quedo sentada en su asiento mientras sus compañeros se empezaban a retirar, esperando a que todos se fueran incluyendo a Taichi. Estaba con su teléfono celular hablando con Sora.
Mimi: ¿Aun no se a ido?
Sora: Acaba de irse, pero le dejaron de trabajo algo del gimnasio. No sé cuando se irá por completo
Mimi: Gracias Sora-san
Sora: Mimi, si realmente no resistes esto te aconsejo que te vayas de inmediato a casa. Hoy veo que estas mas tranquila. Supongo que es porque no lo viste
Mimi: Puede que no lo haya visto, pero el problema ahora es que tengo su cara graba en mi cabeza
Sora: haz lo que te dije, ve a casa y desahógate fuera
Apago su teléfono luego de la conversación y miro a la ventana de su salón de clases.
Mimi: Puedo resistirme. Solamente vete a casa Mimi-Se dijo a si misma mientras volvia a encender su teléfono y justo cuando lo hizo, vio que recibió un mensaje de Taichi haciendo que su corazón se acelerara y se asustara a la vez-¿Eh?
Taichi: No te vi en todo el día ¿Sigues en la escuela o ya te has ido a casa? Me gustaría saber cómo te encuentras
Trato de escribirle un mensaje mientras le temblaban los dedos, no pudo más y lo dejo caer al suelo.
Mimi: Ta... Taichi-san...
Todos se terminaron marchando a sus hogares, como Taichi debía quedar para ordenar el gimnasio fue de los últimos en irse así que caminaba solo entre los pasillos de la escuela, o eso pensaba.
Taichi: Maldición Mimi-Dijo mientras revisaba su teléfono mientras caminaba-No responde. Desde ayer que Sora se comporta rara con ella. Le dijo algo y ahora que yo quiero saber no me dicen nada. No hay duda de que tiene que ver conmigo ¿Acaso la fastidie con algo?-Dijo algo molesto y pensativo- Como sea, estoy muerto-Dijo mientras estiraba sus brazos y bostezaba
Mientras iba caminando, escucho un ruido extraño, dejo de caminar ya que se le hizo conocida esa voz.
Taichi: ¿Esa no es...? -Dijo confundido
Se acerco a un salón de clases, específicamente vio que era el suyo. Apenas se acerco escucho el sonido un poco más fuerte.
Escucho específicamente la voz de Mimi, sonó como si se hubiera quejado de algo, como si se golpeo o algo así pensó Taichi.
Taichi: ¿Mimi?-Dijo mientras abría levemente la puerta para tener solo un orificio donde ver y quedo paralizado y completamente rojo al ver qué estaba haciendo-Ah...
La vio a ella sobre su escritorio de clases mientras soltaba leves gemidos de placer mientras se tocaba, su mano estaba dentro de ella y con su otra se tocaba los pechos en suaves movimientos.
Taichi quedo congelado y con su cara ardiendo al ver a Mimi así. En cualquier momento podía cerrar el salón y no darle aviso que estuvo ahí pero estaba paralizado, no podía moverse.
Taichi: ¡Mim...!-Dijo sin soltar la voz, ni siquiera le salían las palabras
Mimi: Más, Más fuerte- Se decía a si misma sin dejar de tocarse- Por favor. Taichi-san
Taichi: ¡¿QU...?!-Dijo con el mismo tono pero más alterado y confundido
Mimi: Taichi-san ¡Taichi-san! ¡Más Fuerte, Taichi-san! -Decía mientras dejaba caer su espalda sobre el escritorio y no paraba de tocarse -Taichi-san...
Taichi: Esto...
No para de sentirse completamente congelado, esa sensación jamás la había sentido ver y escuchar a Mimi así lo dejo en shock. Su cara comenzó a arder demasiado y sus manos empezaron a sudar.
No quería seguir ahí pero sus piernas no reaccionaban, es más, ya su cabeza no quería dejar de verla.
Taichi: ¡NO, VETE YA! ¡NO PIENSES EN SEGUIR VIÉNDOLA! -Se grito mentalmente-¡VETE! ¡VETE! ¡VETE!
Pero sus piernas no respondía, estaban temblando.
Mimi: ¡No Pares! ¡Por favor! ¡Más fuerte! ¡Taichi-san! ¡Sigue! ¡Más, más!-Se repetía Mimi comenzando a introducir sus dos manos
Taichi: ¿Por qué? Se supone que Mimi... Jamás creí que Mimi... -Se decía aun mentalmente
En un segundo pudo sentir de nuevo sus piernas, fue un golpe de despertar que le llego, no lo pensó ni un segundo y salio corriendo lo más rápido que pudo.
Salio de la escuela y no quiso hacer nada más que llegar a casa.
Taichi: ¡¿Por qué demonio me quede?! ¡¿Que demonios sucedió?!-Grito mientras corría con su cara completamente roja
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