14 | lo que no te cuentan de la sociedad
No sé de que escribir hoy.
21/02
Parece que los días han retrocedido. Tenía pensado tomarme este día de descanso ya que es domingo, para así centrarme en los estudios, pero al final no he hecho nada. Un poco enrevesado que un ateo se tome un domingo de día libre, pero bueno. Puede que Jesús y yo si que tengamos algo en común después de todo: los dos estamos hartos de todo cuando termina la semana.
Una semana hipotética.
Bueno, en realidad, todo en mi vida lo es, incluso llegaría a decir que en la de todos: los calendarios, el tiempo, el estado, la vida, los objetos, nuestra propia existencia, el dinero, todo.
Todo ha sido construido por nosotros, y solo nosotros (que sepamos) tenemos la capacidad para darle una cualidad a un objeto aparentemente desconocido. Hemos creado todo desde 0, pero adaptándolo a la satisfacción de unos pocos, de la real minoría. Al fin y al cabo, vemos lo que los demás quieren que veamos, igual que tu lees lo que yo quiero que leas, porque la vida se basa en el engaño, en las apariencias, en lo irreal, en lo retórico.
Sonará a palabras sin sentido para aquel que no quiera escucharlas: como simples locuras impulsivas, simples frases mal hechas. El problema está en explicárselo a aquellos que no lo entienden, ya que, en la mayoría de los casos, no lo escuchan y por desgracia, aunque existan, no lo comprenderán. En muchas ocasiones, de echo, intentarán romper con todos los medios posibles tu idea, para que solo quede la suya, utilizando así la magnitud que tiene la maldad de la humanidad: te ridiculizarán, te insultarán, te desvalorizarán, te impondrán y te someterán. En algunos casos, si esa persona a la que machacan sigue sin escuchar y no se ha adaptado a su odio, si es lo suficientemente perversa, hará ver como ha dicho lo contrario a lo que realmente ha hecho. Le hará cuestionarse sus propias palabras hasta que no pueda mas y decida irse.
Si lo hace, no pasa nada: a veces tenemos que irnos para ser personas. Al fin y al cabo, es una
pérdida de tiempo y energía luchar contra alguien que no escucha. El problema está en que, si nadie lo hace, esas personas seguirán alimentando su capacidad para no escuchar y su ego por las nubes.
Una palabra muy inusual, poco utilizada e incluso me atrevería a decir que olvidada que resurge de sus cenizas para volver a innovarse, igual que yo. Una palabra que expresa rabia, verdad, dolor y sufrimiento. Usada solo por los que son capaces de comprenderla y saber utilizarla en el lugar y en el momento exacto, sin dejar ningún margen de error.
Hoy estoy bastante filosófico, la verdad es que me he olvidado de la mayoría de pensamientos que rondaban mi cabeza: estoy con menos inspiración, menos energía, menos de absolutamente todo, como si alguien hubiese apagado el interruptor que mantenía la parte creativa de mi conciencia activa, haciendo que todas mis preocupaciones vuelvan a surgir de lo metafórico a lo real y mis mayores demonios vuelven a surgir de sus cenizas y a consumirme por completo. Pero bueno, no estoy aquí para hablar sobre eso, se lo dejaré a una tercera persona objetiva, si se lo digo.
Estoy aquí para hablar de la inminente desaparición de mi hermano y mi cuñada de mi vida, unos seres de luz (mi hermano no tanto) que han estado ahí, aunque estuviese ciego, durante mas de 3 meses. Han estado en mis momentos mas tristes, en los de mayor éxtasis y en los mas paradójicos. Me han acompañado en esta profunda etapa de la existencia de cada ser crítico llamada madurez: ese período en el que te das cuenta de que la vida no es tan idílica como te la plantearon durante tantos años. Cada persona llega a este nivel de superioridad moral a su determinado tiempo, cuando realmente sienten que están listos para comenzar su inmersión en lo real, de echo, algunos ni siquiera lo llegan a hacer. La verdadera cuestión a este tema viene cuando te preguntas .. ¿Realmente vale la pena madurar? ¿Vale la pena dejar atrás todos los sueños que llevas deseando cumplir desde que el universo ha decidido unirte a este imaginario colectivo llamado sociedad? ¿Es este el verdadero significado de madurez? Creo que cada uno tiene su propia percepción de lo que es madurar, muchas veces errónea, como seguramente sea mi caso, pero no dejo de replanteármelo... ¿Madurar, para la sociedad, para ti, que significa? ¿Someterse, agachar la cabeza cuando alguien que rebosa su poder pasa a tu lado? ¿Ver el lado "positivo" de las cosas? ¿Trabajar para otro durante el resto de tu vida sabiendo que jamás llegarás a tener un mínimo de las experiencias que tiene esa persona que te ofrece trabajo, dejando de lado todas las oportunidades que te da la vida, para poder llegar a fin de mes y así sentirte digno y merecedor de sentarte durante dos días en tu sofá viendo como las personas aceptan tu existencia y valoran lo que haces, aunque tú no lo quieras hacer? Lo más triste de todo es que esas mismas personas solo quieren que les veas de la misma manera que te ven, dentro de su existencia hipócrita en el que las apariencias superan con creces a la realidad, casi de la misma manera que las redes sociales, o incluso menos.
Ni siquiera sé porqué estoy escribiendo esto, malgastando mi tiempo en escribir caracteres que no serán entendidos hasta dentro de una centena (como mínimo) de años. Quizás ni siquiera pueda llegar a ser comprendido por nadie. Puede que todo se acabe mañana y esto solo sean restos que alguien descubrió mientras estaba investigando cómo ha llegado este planeta a acabar así. Si ellos supieran... preferimos destruirnos a nosotros mismos por nuestros intereses y por nuestra fachada sin proliferar que unirnos y compartir conocimientos, culturas, ideales, para así evolucionar como especie.
La humanidad ha llegado a un punto de no retorno, y solo un mínimo de personas que llevan el control, y por ende, la responsabilidad del todo y que aparentemente no tienen una buena salud mental, son los elegidos para decidir el futuro de cualquier astigmatismo de vida que ha pisado el planeta terrestre, desde ARMAN, hasta Armillaria ostoyae.
Por cierto, una curiosidad no del todo conocida, según un libro de un tal Joel (el destino está lleno de coincidencias) ARMAN tiene un tercio del tamaño de una bacteria común, es decir, un organismo insignificante, igual que nuestra existencia, igual que nosotros.
Me voy a cenar, si me encuentro con fuerzas de seguir, vuelvo (estoy en una constante lucha de mi yo interior para mantenerme pleno.)
21:35
No pretendía escribir nada más, de echo mi intención con las palabras anteriores era despedirme de alguna manera filosófica para dejaros pensando un rato, pero lo que me acaba de pasar no puede quedarse en nada, necesito hablar.
Mi padre es un troglodita. Simplemente, papá, si estás leyendo esto, me da absolutamente igual. Nunca he tenido una buena relación con mi padre, y lo que me acaba de pasar ya es el colmo.
Me acaba de gritar como si no hubiera un mañana, haciendo que toda la rabia que tenía en su interior contenida y reprimida estallase incontroladamente hacia mi cara, oyendo palabras de desprecio, de ira, de asco, de pena. En ese momento en sus en sus ojos pude captar la maldad en persona. Lo peor es que, cuando una persona con una capacidad tan reducida de intelecto te dedica unas palabras tan cariñosas o más como estas, sientes cómo parece que esa misma persona no sabe que le está hablando a un ser vivo, con la misma complejidad que él (me arriesgaría a decir que más). En el ambiente puedes notar ese sentimiento de agonía y de superioridad, que te hace sentir incompetente, insignificante, como si no valieses nada, como si tu existencia quedase reducida a un simple papel que puedes romper si no te gusta el resultado. Esa es la manera en la que te percibe él, la presa.
En la sociedad existe un esquema simplista (que comúnmente crea una competencia desmesurada) y dicta lo siguiente:
en la vida hay dos tipos de personas: el cazador y la presa. Esta alegoría me viene precisamente perfecta para describir la situación que estoy experimentando, ya que mi padre, curiosamente, es cazador (de ello puede venir su manera de tratar a las personas como simples objetos de consumo).
Es muy gracioso ver, que en la vida, a veces el cazador realmente es la presa, y es bastante contradictorio ver que la misma sociedad que asigna una connotación tan negativa a esta expresión en cambio consigue otro tan opuesto a una contrariedad.
Opuesto, esa era la palabra. Me costó ni mas ni menos que dos días encontrar la palabra (y no por google, si no que por mera coincidencia). A veces el ser humano supera a la realidad opuesta al mismo (la inteligencia artificial) que a su vez supera a la ficción. Una frase que podría crear una paradoja interminable si la replanteas, al menos, durante 30 segundos. A no ser que seas una conciencia programada de a saber que milenio que dispone a su voluntad absolutamente toda la información conocida y por conocer en el cosmos (humano), claro.
Volviendo al tema de mi padre, ya que últimamente me voy demasiado por las ramas y no me concentro lo suficiente, él es un claro ejemplo de presa: necesita asustar a los demás para reforzar su falsa imagen (no es la palabra más adecuada, pero igualmente sirve para describir la realidad de este tipo de personalidades). Y esque todo a su alrededor está construido por la mala educación que lleva acumulando durante años. "El entorno de una persona determina el resto de su vida" escuché un día. Sin duda será una frase que me llevaré hasta que el transcurso de mis días finalice.
Si tu entorno te deja: expresarte, ser libre, lucirte, vivir y experimentar, tendrás una vida próspera y no dañarás a los demás para sentir una pequeña parte de la felicidad que envidian.
En cambio, si tu entorno es: dañino, perjudicial para tu salud mental y además te machaca en irrepetibles ocasiones, acabarás siendo lo que nunca desees ser, una persona malévola, una copia de lo que ellos fueron.
Muchas veces te tocarán personas así en tu vida, pero tu eliges si convivir con ellas o escapar de tu abismo (en mi caso lo tengo más difícil, ya que es mi padre y todavía soy menor de edad, por ende interdependiente... como para independizarme de él). Mi hermano era una de esas personas, pero sé que el abismo no le había consumido del todo, y ese pequeño fragmento de él que todavía queda en lo más profundo de su alma luchará por recuperar su puesto, y lo logrará (espero). Kevin es una persona fuerte, aunque muchas veces lo exteriorice demasiado. Desde que ha emprendido su viaje a la gran ciudad, por fin ha decidido rozar esa libertad, y por ello, es necesario dejarlo ir para sanar.
Mi padre, al que no voy a personificar para así no darle el reconocimiento que desearía atribuirse (sé jugar mis cartas) cree que los demás le pertenecen, en específico su familia. No es la primera vez que se califica a él mismo como "macho dominante" haciendo bromas sobre ello. A veces yo le sigo el juego para ver hasta donde puede llegar, pero evidentemente si tuviese la oportunidad me daría el lujo de no tener que dirigirle la palabra en lo que me queda de vida.
Él es una persona caracterizada por vivir por etapas, por épocas (carácter de la personalidad que está bastante asociado con las personas que abusan de su poder, o del poder que creen tener).
En un período de tiempo puede ser la persona más amable del mundo: es feliz, se ríe contigo (o de tí), te gasta bromas (comúnmente ataques personales a aspectos de tu persona, personales o físicos), pero solo hace falta un mínimo detonante , tan insignificante como una camiseta que tu hermano posiblemente haya llevado por error a la gran cuidad con él, para hacer estallar su bomba interior, y con ella, la exterior.
Muchos os estaréis preguntando el porqué de que os cuente esto (frase en la que su utilización está frecuentemente frecuentada por escritores influyentes, que curiosamente van cogidos de la mano mucho más de lo que aparentan, llegando incluso a existir escritores influyentes de escritores influyentes, ¿sorprendente verdad?) El motivo está en que necesito que quede de alguna manera grabado para siempre, para que alguien pueda sentirse identificado con mi situación y así poder tener un medio de ayuda si la situación se complica, antes de que sea demasiado tarde.
En mi caso no lo es y espero que el tuyo tampoco lo sea.
Créeme, si yo puedo (Joel Lorenzo Alonso, persona que ha cometido muchas imprudencias en lo que lleva de vida), tú también, y vamos que si puedes.
Para despedirme hoy de vosotros, me gustaría dedicaros unas palabras muy sabias, que encontré hace unos meses en las profundidades de Instagram (si buscas bien se pueden sacar cosas muy útiles).
En realidad era una imagen (muy evidente si recuerdas que el resumen de esta aplicación se basa en explotar el sentido ocular) que describe la siguiente situación: Una persona grita a la otra. En la imagen se podía apreciar como en la conciencia de la persona que alzaba la voz se encontraban pensamientos negativos, mientras que en la que estaba inmóvil y oía la situación, estaba en completa paz y armonía consigo misma, sin escuchar lo que decía la otra. De esta imagen (que espero que estéis recreando con vuestra amplia imaginación de lectores) se pueden sacar muchas conclusiones, pero la que considero más importante es esta: Nunca dejes que los demás interfieran en tu paz mental, aférrate a ella y no la dejes ir fácilmente , ya que ahí es donde reside la verdadera felicidad.
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