Don't Tell Shachi
-¿Ésta está bien?.-Preguntó enseñándole una camiseta negra con rayas blancas.
-Cualquiera que me cubra el trasero esta bien.-Le dio los últimos sorbos a su taza de café y caminó hacia el fregadero.-Que sucio eres.-Le replicó viendo que él no había lavado su taza, simplemente la había dejado dentro.-Si así eres en el trabajo, no me quiero imaginar como eres en tu casa.-Tomó la esponja para comenzar a lavar.
-Mi casa es un espectáculo.-Se defendió desde los vestuarios, buscando dentro de su casillero algo decente que ponerse para la vuelta a casa, su ropa estaba completamente empapada y oliendo a pescado.-Shachi se encarga de limpiar.-Olfateó una camiseta, el hedor le hizo voltear la cara.-Adora hacer los quehaceres de la casa.-La arrojó a uno de los extremos del compartimiento y continuó en busca de algo limpio que ponerse.
-Deberías aprender de él, ¿no crees?.
Rodó los ojos mientras continuaba buscando, una bolsa de nylon fue a parar a sus manos, frunció el ceño, no la reconocía.
-¿Que es esto?.-Se preguntó mientras la daba vuelta, buscando algo que le indicase de que se trataba.
''Te tocaba ir a la lavandería, zopenco'' estaba escrito con rotulador rojo sobre el material de la bolsa, el aroma fresco a lavanda se escapada del interior. Tanteó con sus manos, dándose cuenta de que lo que había en su interior era ropa. Agradeció a Shachi por haberle salvado la vida nuevamente.
Abrió el interior de la bolsa y se encontró con unos pantalones, unos boxers y un par de medias.
-Maldita sea, sólo me hace falta una camiseta.
-¿Que haces?.-Preguntó (Tn) apareciendo por el marco de la puerta, la voz profunda y serena de la chica le hizo recorrer un escalofrío por la espalda.
-Busco con que vestirme, tengo todo menos una camiseta.
-Pues anda sin camiseta, aprovecha que tu si puedes ejercer el derecho de andar con el pecho al aire.
Él miro a su alrededor, simulando buscar a alguien con la mirada. Regresó sus ojos a ella con una sonrisa.
-Yo no veo a nadie más aquí, solo estamos tu y yo.-Devolvió la mirada a su casillero.-Y yo particularmente ya he visto lo que traes ahí.
-Eres un imbécil.-Lo empujo con el pie haciéndolo caer de costado.-No me refiero que no pueda andar en pechos aquí. Como poder puedo hacerlo donde me plazca, pero no lo hago, y no porque no quiera sino porque me es imposible hacerlo en la sociedad en la que vivimos.
-Vaya, si.-Se puso de pie cerrando su casillero, tomando entre sus manos su ropa limpia.-En eso tienes razón.-Dejó las prendas sobre uno de los banquillos del vestuario.-No debería, pero me alegra que no lo hagas.-Comenzó a desabrocharse la parte superior del uniforme.
-Eso es algo machista pero, ¿Se puede saber por qué?.-Preguntó cruzándose de brazos, intentando mirar hacia otro lado y no el torso desnudo de su ex novio.
-Porque tendría que aguantarme el ver como todos te miran sin escrúpulo alguno.-Se sentó en la banca, se quitó las botas.
-Hasta donde sé, no debería molestarte.-Replicó con una sonrisa ladina.
-Hasta donde sabes, no sabes nada.-Se puso de pie y se bajó los pantalones de un tirón. (Tn) se quedó congelada en su lugar. No pudo evitar pasear la mirada por ese cuerpo, se veía diferente a como lo recordaba, había ganado algo mas de peso y le sentaba maravilloso, su cuerpo aún se mantenía tonificado a pesar de no haber estado haciendo ejercicio, la línea del pecho entre sus pectorales, la línea en forma de ''v'' que bajaba por sus caderas, incluso sus abdominales aún se mantenían algo visibles. Las cicatrices a cada costado de su cuerpo, sus marcas sobre su brazo derecho, todo se mantenía ahí, pero algo diferente había en él y (Tn) sabia exactamente lo que era.
El cuerpo de Penguin era más suyo que de él, incluso, (Tn) lo conocía mejor que él mismo.
Como si fuera su fan número uno, ella se sabia todas y cada una de las cosas que lo componían. Sabia de todas y cada una de sus expresiones y lo que significaban. Y justamente, ese tenue brillo opaco en sus ojos, ese lenguaje corporal tímido, indicaban que algo no andaba bien con él.
Una de las cosas que Penguin hacia bastante bien, era ocultar sus verdaderos sentimientos. podía mostrarse alegre, juguetón, descarado, incluso podría darte una sonrisa de la cual no dudarías ni por un segundo, todo con el fin de ocultar la tormenta que habitaba constantemente su interior y de cual (Tn) en su momento dado, pudo tomar control de ella y calmar ese corazón atolondrado sin siquiera darse cuenta de ello.
-Podrías avisarme que te vas a desvestir, ¿no?. Digo, así me das tiempo de salir del baño.
-Creí que tal vez querías ver de lo que te estas perdiendo.
Paseó la mirada por él, observó meticulosamente cada centímetro de su piel mientras unas ganas voraces de lanzarse hacia él y abrazarlo, de sentir esa piel sobre la suya, la aturdían poco a poco.
-Se ve que me estoy perdiendo de unos buenos Viernes de Buggy's
-Ja.-Rio con ironía.-Tus sueños mas dulces los has tenido junto a este cuerpito.-Comentó intentando ocultar su orgullo quebrado.-Y estoy seguro de que has tenido otros sueños aún mas divertidos en los que estos bollitos de mazapán se ven involucrados.-Picó su barriguita con su dedo índice y se dispuso a abrir la ducha.
-Si tú lo dices guapo.-Suspiró con pesadez.-¿Yo también puedo tomar una ducha?.
-Pues.-Volteó hacia ella. La chica utilizó toda la energía que había dentro de su ser para concentrarse y no bajar la mirada hacia ese bulto entre sus piernas. Y aunque lo consiguió, no logró evitar que un sonrojo se escapara hacia sus mejillas, dándole un aspecto tierno a su supuesta "expresión normal", que más bien era una expresión de puro nerviosismo.-Si quieres si.-Sentenció con una sonrisa, notando el rubor que había provocado en ella.
-Genial, gracias.
Penguin sólo asintió con la cabeza y se quitó los boxers antes de adentrarse en la ducha, mientras ella estaba de espaldas, sentada sobre la banca, quitándose los zapatos.
Los boxers recorrieron el aire hasta aterrizar en el suelo frente a ella.
-Que asco, Pen.-Le regañó bajándose los pantalones. Los dejó a un lado, se quitó la blusa.
-¿Te cayó encima?.
-No, pero casi.
-Que lástima.
-Imbécil.
Estando ya sólo en ropa interior, encaró las duchas. Sólo habían tres y la del medio ya estaba tomada por Penguin, la de la esquina derecha tenía un cartel que indicaba que estaba fuera de servicio, sólo le quedaba la de la izquierda.
-Hey, ¿Esa ducha la puedo tomar?.
-Si, la de la aquí al lado funciona.-Un dedo señaló por encima de la cortina hacia el cubículo siguiente.
-Vale, gracias.
-Pero si quieres.-Intervino.-Podemos bañarnos juntos.-Asomó su cabeza por uno de los bordes de la cortina. Sus cabellos húmedos estaban hechos hacia atrás, su barbilla goteaba y finas hileras de agua recorrían su rostro. (Tn) sintió su estómago estrujarse de los nervios, no lo había visto en un años y de pronto se le aparecía así, completamente irresistible.
-No.-Respondió con dificultad, realmente le estaba costando mantener su dignidad al margen, si le insistía un poco mas cedería de inmediato.
-Bien, tu te lo pierdes.-Volvió a cerrar la cortina. (Tn) continuó quitándose las últimas prendas.-Por cierto, ese conjunto siempre me gustó cómo se te ve.
Ella no pudo evitar sonreír torpemente. Mordió su labio inferior intentando no soltar una risilla tonta, esas palabras de Penguin la sacaron de este mundo.
-¿Eso crees?.-Se adentró en la ducha contigua, abrió el agua.
-Si, es el que usaste en navidad, ¿Cierto?.
-Vaya, si que tienes memoria.-Abrió el grifo para que el agua comenzara a regularse. Se hizo unos cuantos pasos atrás y se quitó el sostén.
-Creo que fue una de las mejores navidades de mi vida, ¿Cómo olvidarlo?.
-Ahora que lo pienso, creo que también fue la mejor navidad de mi vida.-Confesó hundida en pensamientos sobre aquellas fechas, ese diciembre había sido el mas dulce, alegre y romántico que jamás volvería a tener.-Faltan unos meses para navidad.-Comentó ante el silencio de Penguin.-¿Que harás para esas fechas?.
-Oh pues.-Soltó en un suspiro pesado.-No lo sé.
-Sabes que mamá ama tenerte en navidad, te adora como si fueras su hijo.-Mantuvo la mirada perdida en un punto fijo del suelo antes de retirarse por completo las bragas.-Y a mi también me gusta pasar navidad contigo...
-Vaya confesión.-Habló él con un nudo en la garganta. Quiso acotar algo más pero nada salía de sus labios.
El reencuentro con ella había sido chocante, no lograba articular palabra alguna, no sabía de que hablar.
Lo único que quería en esos momentos era besarla como nunca antes lo había hecho en su vida y pedirle perdón por haber sido lo suficientemente maduro en el pasado.
Recordando esa navidad simplemente, se dio cuenta de la vida a la que había renunciado, una vida que posiblemente no podría conseguir con nadie más.
Tal vez era caprichoso, pero con la única persona con la que quería ser así de feliz era con (Tn), y estaba seguro de que no alcanzaría esa misma satisfacción amorosa con nadie mas.
La situación que estaba viviendo ahora no la había visto posible desde que terminaron.
El solo hecho de saber que detrás de esa cortina se encontraba ella le alteraba.
La tenía tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.
Si fuera algo más valiente, tal vez saldría del agua en ese mismo momento, la acollararía contra los azulejos y le confesaría todo lo que aún siente por ella previamente a besarla.
Pero, ¿y si salía mal?, es decir, hacía tiempo que no mantenía un ambiente agradable con ella, hacía rato que no se hablaban con normalidad, ¿Que tal si esto era el inicio de un nuevo comienzo para ambos y por apresurarse lo arruinaba?, ¿Que tal si (Tn) simplemente se mostraba amigable con él para no hacer el ambiente incómodo?.
Si, estaba pensando más de lo necesario, si estaba dándole más de una vuelta al asunto, pero, ¿Estaba mal?, ¿Estaba mal ser precavido, pensar en frío y no actuar por impulso?, ¿Estaba mal tenerle miedo al rechazo, a la humillación?.
Su cuerpo comenzó a temblar, no podía controlar sus manos a la hora de enjabonarse el cabello. Creyó que tal vez el agua había enfriado, y los temblores eran causados por el frío.
Pero no, los temblores eran causado por la chica que ahora ingresaba a la ducha contigua.
Estaba sufriendo un ataque de ansiedad.
''Maldita sea'' pensó ''Que patético''. Se sentía como un idiota por no poder controlar su propio cuerpo, por ser tan influenciable por ella.
-Hey, ¿Me prestas jabón?.
Esa voz resonaba en el eco de las duchas, resonó en todo el pecho del muchacho.
Tomó la barra de jabón y se la paso por encima de la ducha, ella se extraño de ver su mano temblorosa.
Las yemas de los dedos de (Tn) rozaron con la palma de él.
-Joder.-Musitó.
-¿Estas bien?.-Preguntó ella, preocupada por su actitud extraña.
-Si, solo que...m-me ha entrado shampoo en los ojos, arde como la mis-mismísima mierda.
-Oh, bien.-Continuó enjuagándose el cuerpo con la barra de jabón.-Ten mas cuidado, tonto.
Él soltó una risita nerviosa y se abrazó a si mismo dentro de la ducha. Sentía su propio esqueleto querer salirse de su carne.
-¿Te paso el jabón y me prestas el shampoo?.
-S-si, claro.
Tomó la botella y la pasó con una mano recibiendo el jabón con la otra.
-Estas temblando.-Dijo con una notable preocupación en su voz.
"Mierda" pensó "Lo que faltaba, ahora va a pensar que soy un rarito".
-Es que el agua me esta saliendo un poco fría.-Mintió.-Debe ser porque hay dos duchas encendidas al mismo tiempo.
-¿Por qué no me lo dijiste antes, tonto?.-Oyó el grifo de la ducha de la chica cerrarse.
-Oh, no, no, no hace falta que...
Antes de que pudiera terminar su frase, la cortina se abrió y por ella entró (Tn), colocándose frente a el dentro de la ducha.
-Permiso, permiso que se me va el jabón a los ojos.-Dijo abriéndose pasó debajo del agua.
Penguin se mantuvo de piedra a un lado, apretando los dientes para calmar su ataque de ansiedad.
"Me quiere dar un infarto" pensó "Me quiere matar del corazón"
Esa silueta, su espalda desnuda, las gotas de agua bajando sobre sus glúteos, redondos, como una deliciosa y fresca manzana. Su cabello húmedo acomodado hacia atrás, sus largas piernas siendo recorridas por las pompas de jabón.
"Diablos" se dijo a si mismo "¿Me desmaye mientras me bañaba?" se mantenía incrédulo ante lo que tenia en frente.
-Ahí.-Suspiró ella.-Me siento purificada.-Volteó hacia él con una sonrisa.-Me hubieras dicho que por eso sugeriste que nos bañáramos juntos, hubiera aguardado a mi turno en vez de quitarte toda el agua.
-N-no te preocupes, no sabía que esto podía pasar con el agua.
-Oh, ya veo.-Rio nerviosamente.-Supongo que entonces esto tenia que pasar.
-A-así parece.
-Ven, métete abajo del agua, estás todo tembloroso en esa esquina.
Lo tomó de los brazos y lo hizo adentrarse bajo el agua de la ducha, el espacio era muy reducido, sus cuerpo se mantenían a centímetros el uno del otro. Sin poder evitarlo, su mirada bajó a la entre pierna de Penguin. Su rostro se volvió rojo y sus ojos se abrieron con sorpresa. Él lo notó y también se mostró avergonzado de su situación.
-Lo siento.-Dijo ella, notando que se había percatado de su mirada.
-Lo siento.-Se disculpó él por su erección.
-N-No te preocupes, es normal.-Comentó intentando no mostrarse excitada por él, realmente le era muy tentador el tenerlo así tan cerca. Debido a la cercanía lo noto temblar aún.
-¿No te estoy dejando suficiente espacio bajo la ducha?.
-N-no es eso.
-¿Por que tiemblas?.
Los nervios de Penguin explotaron en ese momento, ya no podía mas con la presión, el arrepentimiento y la vergüenza que sentía en ese momento.
-Me pones nervioso.-Confesó.
-¿Qué?.
-Que me pones nervioso.
-¿Por qué?, ¿Por eso tiemblas?.
-Supongo.
-¿Cómo que supones?, ¿Que hago?.
-No sé, estaba intentando calmarme y de pronto entraste así a la ducha, ¿Acaso me quieres matar?.
-No.-Rio.-Para nada, lo siento, no debí haber entrado.-Se volteó para salir pero él la detuvo.
-No.
-¿No que?.-Él se mantuvo en silencio.-¿Me voy o no?.
Tampoco respondió.
-¿Que quieres hacer?, ¿Puedo ayudarte a calmar?.
El desvió la mirada hacia el suelo, se sentía un inútil en ese momento, sentía que estaba dando lástima con su extraña actitud y eso lo cabreaba mucho.
-No sé, haz lo que quieras.
-¿Que quieres decir con eso?.
-Que no sé exactamente lo que quiero ahora y no quiero involucrarte en mi mierda, así que haz lo que quieras, si quieres salir de la ducha hazlo, en un rato te alcanzo.
Ella lo tomó del mentón e hizo que le mirase.
-¿Que pasa, Pen?.
Sus ojos conectaron con los de ella y el corazón se le hizo añicos.
"¿Por que tiene que mirarme así?" pensó "¿Por que me mira como si fuera un animal herido?".
-No es nada.-Dijo girando la cabeza.-Supongo que son muchas emociones juntas para un día de mierda como este, me debo estar sobrecargando.-Se despegó de la pared y se enderezó, bajó la mirada a su pene.-Vaya debo tener algún tipo de fetiche oculto como para que esta situación de mierda me excite.-Rio.
-No hagas eso.-Le regaño con el ceño fruncido.
-¿Hacer que?.
-Actuar como si no pasara nada.
-No lo hago.
-Si lo haces.-Sentenció con la voz firme.-Claramente no la estás pasando bien ahora y te colocas una máscara de todo está bien, ¿Que no ves que tu cuerpo aún esta temblando?, ¿Con que vas a disfrazar eso?.
-Ya me ha sucedido antes...
-Mientes.
-...se llevar el control de la situación...
-¿De que demonios estas hablando?.
-...ya se me pasará sólo.
-¡No!.-Dijo alzando la voz.-Deja de evadirte, sé claro, día que te pasa.
-No me pasa nada.
-No has cambiado un carajo.-Empujó su pecho con impotencia.-Siempre has hecho lo mismo, nunca me dijiste que cosas no te gustaban, nunca compartiste de tus luchas internas conmigo y ¿Adivina qué?, no se siente para nada bien ver a la persona que amas sufrir sin poder hacer nada al respecto porque ella se niega a recibir ayuda.
Penguin le mantuvo la mirada fija. Unas lagrimas de rabia comenzaron a caer por los ojos de (Tn).
-No quieres contarme que es lo que te abruma, perfecto, no lo hagas, pero no pretendas que me quede con una falsa sonrisa en el rostro viendo tu ojos vacíos y tratando de convencerme a mi misma de que no te sucede nada, no puedo mentirte y tampoco puedo mentirme a mi misma.-Se talló los ojos con una mano, el agua y las lágrimas le molestaban la visión.-Te amo imbécil.-Musitó quebrando a llorar.
-(Tn)...-Intentó acercarse pero ella lo detuvo colocando una mano en su pecho.
-Pero si vas comportarte así siempre, ¿De que diablos sirve que este contigo?, ¿De que diablos sirve mi compañía si no tienes la confianza suficiente para decirme que anda mal contigo?, ¿De que carajo sirvo si no puedo estar ahí para secar tus lagrimas?, si no puedo abrazarte, para que llores, grites y maldigas sobre mi hombro.-Él se mantenía callado, con la espalda apoyada sobre la pared, con la cabeza hecha hacía atrás, mirando el vapor ascender hacía el techo.-¿Sabes lo mal que me hace verte así y no saber, no poder, hacer nada?, me esta matando por dentro Pen, me duele saber que guardas tanto dolor en tu interior y que no puedo hacer nada para aliviarlo porque ni siquiera se si soy capaz de hacer algo al respecto.
-Por eso terminamos.-Sentencio él.-Y ya te lo dije en ese entonces y te lo diré de nuevo ahora, así soy yo, si no te gusta, puedes irte.
-Eres un imbécil.-Escupió con rabia.
-Lo sé.
-Idiota.
-También lo sé.
-¿Por qué no me dejas ayudarte?.
-No quiero arrastrarte a mi sufrimiento, sé como eres.-Sonrió aún sin mirarla.-Ese corazón tan bonito que tienes.-Dejó escapar un suspiro, cerró los ojos y sintió el agua bajar por su cuerpo.-Sería una lastima abrumarlo con toda esta basura.
-No seas estúpido, dime que hacer.
-No puedes hacer nada, se me pasará solo.
-No, sabes que no es así.
-¿Entonces como?.
-Dime que quieres, dime que te sucede y haré todo lo posible por ayudarte.
-Yo estaba bien contigo, yo era feliz contigo, nunca hubo algo que me hiciera más feliz que estar a tu lado. Tal vez no te contaba mis cosas, tal vez nunca te dije que cosas me traían mal, pero siempre estuviste ahí para besarme.-Abrió los ojos, bajó la mirada y conectó visualmente con ella.-Y no hay cosa mejor que tus besos para calmar mi conciencia.
Entre lágrimas, se hizo de puntas de pie para alcanzar su rostro, sus manos se aferraron a sus hombros. Él la tomó por la cintura con sus manos, hundiendo sus dedos en su carne.
Lo primero que sintieron fue sus respiraciones chocando, y lo siguiente fue sus labios fundiéndose en un lento y necesitado beso.
Se separaron para poder recuperar aire.
-Te necesitaba.-Habló él con la voz entre cortada.-Te amo.
Se mantuvieron unos segundos la mirada, con los rostros sonrientes y los pechos subiendo y bajando en un intento desesperado por normalizar su respirar, antes de comenzar a comerse a besos nuevamente.
Penguin, manteniendo el agarre en su cintura, la movió sutilmente haciéndola chocar contra la pared a su costado izquierdo. Un gemido escapó de la boca de (Tn), sus manos subieron hasta enredarse en los cabellos del chico, este se ahogó un quejido al sentirla jalar de ellos. El agarre de la cintura pasó a bajar lentamente, contorneando su figura, rodeando sus caderas y desembocando sobre sus glúteos, cubrió la superficie de estos con sus manos y apretó de ellos con suavidad, ella le mordió el labio causándole algo de dolor, incitándolo a ser brusco con ella, por lo tanto, estrujó aún más sus carnes, bajó un poco mas sus manos y tomándola por detrás de ambas piernas la alzó. La chica entrelazó sus piernas detrás de su espalda, sintió el falo de su amante chocar contra su entrada, se encontraba apoyada sobre la pelvis del muchacho. Antes de que pudiera bajar la mirada hacia esa zona el la tomo del rostro con una mano, ahuecando sus mejillas con sus dedos, le robó un corto beso.
-Te extraño.-Susurró sobre sus labios, acto seguido, le hizo girar el rostro hacia la pared para poder atacar su cuello.
-Tam...-Dejó escapar un gemido.-También te extraño.
La mano que sujetaba su mentón bajó y apretó uno de sus pechos.
Con su otra mano se las ingenió para no hacerla perder el equilibrio y masajear su intimidad.
-Te amo.-Dejó escapar nuevamente ella antes de volver a besarlo.
Las manos curiosas y escurridizas comenzaron a tocar sin vergüenza, de sus gargantas se escapaba algún que otro gemido, de vez en cuando callado con un beso, las mordidas tampoco faltaron y en cuestión de segundos ya habían comenzado un juego del cual ninguno de los dos tenia escapatoria.
Penguin ya casi no podía soportar las ganas de meterse dentro de ella, todo en (tn) le excitaba de sobremanera en ese momento. Sentía que estaba viviendo una especie de sueño, era una fantasía.
Los cuerpos de ambos habían tomado un color rosado debido al agua caliente que bañaba sus cuerpos, sumándole a eso la calentura que manejaban ambos en esa situación tan comprometedora, el ambiente estaba en el punto justo.
El rostro sonrojado de (Tn) era un sueño para Penguin. La boca entre abierta, dejando escapar quejidos de puro placer, atraves de sus hinchados y rojos labios. Tenia sus manos aferradas a su espalda, enterrando sus uñas sobre su piel. El agua bajaba armoniosamente por su cuerpo en pequeños canales que el recorría con sus dedos.
-Pen.-Soltó en un tono casi suplicante. No hacia falta que dijera más, tanto su lenguaje corporal como el deseo atrapado en sus ojos le pedían que la tomara en ese preciso momento.
La tomó de las piernas con ambas manos, la elevó un poco y se posicionó en su entrada. Hizo la cabeza hacia adelante para poder besarla, saboreó lentamente sus labios mientras se deslizaba dentro de ella. Los cuerpos de ambos se tensaron por completo, las manos de él apretaron con fuerza sus glúteos dejando marcas blancas alrededor de donde sus dedos hacían presión sobre aquella sonrosada piel. Ella rodeó su cuello con sus brazos y lo atrajo hacia ella para abrazarlo, como intentando fundirse con él por completo.
-Ah.-Soltó rompiendo el beso.-Estas apretada.
-Ah.-Lanzó un pequeño quejido de dolor.-Me estaría costando acostumbrarme nuevamente a tu tamaño.
-¿Te duele mucho?, ¿Quieres que la quite?.-Su tono de voz era ronco pero transmitía calidez, claramente preocupado por las pequeñas lagrimas que amenazaban con escaparse por el rabillo de su ojo.
-No.-Posicionó sus brazos sobre los hombros de Penguin.-Esta bien.-Comenzó a moverse de arriba hacia abajo, utilizando al chico como soporte.-Me encanta.
-Diablos, (Tn).-Gruñó cerrando los ojos. La chica sonrió viendo su expresión, el ceño levemente fruncido y la boca entreabierta.
Continuó con sus movimiento lentos, bajando y subiendo en compas con los besos que él esparcía sobre todo su pecho, cuello y rostro.
-Te amo.-Murmuro sobre su oído.-Presionando su cuerpo sobre el de ella, empujando lo mas que podía su miembro dentro de su feminidad.
-Te amo.-Respondió ejerciendo fuerza para aprisionar su falo.
Mordió su cuello para ahogar un gemido, se salió de ella y rápidamente la dejo en el suelo, la volteó postrándola esta vez contra la pared derecha. Apoyo sus antebrazos sobre los azulejos para evitar pegar la cara a estos, arqueó la espalda y separo las piernas. Posicionó nuevamente su glande en la entrada de su cavidad la abrazo a medida que volvía a ingresarse en ella, con una mano apretaba su cadera y con la otra la tomaba por el cuello.
Los gemidos cada vez eran mas prominentes, ya ninguno de los dos ahogaba nada.
No, no les importaba si alguien entraba al baño en ese momento. Si, eran consientes de que Shachi podría entrar tranquilamente al baño y encontrar en esa situación tan bochornosa.
Si, les importaba un comino todo, lo único que querían en ese momento era saciar las malditas ganas que se traían.
-Oh rayos.-Murmuró con rabia.
-¿Que sucede?.
-No encuentro mis llaves.
-¿No te las olvidaste en el acuario?.-Sugirió.
Negó con la cabeza, se palpó los bolsillos mientras intentaba recordar todo lo que había hecho en el día. Se detuvo, echó la cabeza hacia atrás con frustración.
-¿Que?.-Insistió.
-Hoy me quedé dormido, como iba tarde no saque las llaves, pensaba regresar con shachi.
-Mierda.-Dejo reposar su espalda contra la pared.-Si que tuviste mala suerte hoy.
-No del todo.-Le dijo con una sonrisa. Ella bajo la mirada a sus pies intentando ocultar su sonrojo detrás de su cabello.
Penguin se mordió el labio enternecido por su actitud.
-Oh vamos.-Alargó su mano e hizo sus cabellos detrás de su oreja.-¿Ahora te pones vergonzosa?.
-Déjame en paz, imbécil.-Le regaño haciendo a un lado su mano con brusquedad. Evitando el contacto visual, le enseñó su celular.-¿Marco al zopenco o primero te fijas que este en casa?.-Sugirió teniendo en cuenta que el celular de Penguin se había averiado con el chapuzón que se dio en el tanque de los pingüinos.
-Iba a salir en una cita y...-Tocó el timbre del departamento, Aguardo a recibir una respuesta.-...Y si no nos abre, es porque no está en casa y eso quiere decir que tu hermano esta en un albergue transitorio ahora mismo, posiblemente, cogiendo.
-Agh.-Se quejó sacudiendo su cuerpo como si lo hubiera recorrido un escalofrío.-Que asco, pero bien por él.-Volvió a bajar el celular.-Y, ¿Como que posiblemente cogiendo?, ¿Por que otro motivo uno va a un motel?.
-Por los desayunos gratis y lso canales premium.-Se encogió de hombros con despreocupación.-Como sea, ¿Que hora es?.
-Cerca de las once.
-Maldita sea, ¿Tan tarde es?.-Ella asintió con la cabeza. El estómago del chico rugió.-Tengo un hambre de mil demonios, lo único que hubo en mi panzita en todo el día fue agua con sabor a pingüino mugroso y tu café extra quemado.
-Hey.-Le dio un golpe suave con el puño en el hombro.-En primera mi café no sabe tan mal.-Le dio un puñetazo mas fuerte.-Y en segunda, ¿Como que no has comido nada?.
-Ouch.-Se sobo el brazo.-Te dije que me quede dormido.-Metió la mano en su bolsillo y tomó su billetera.
-Vas a enfermarte, idiota.
-Soy indestructible, no te preocupes.-Comprobó cuanto dinero tenia, esbozo una sonrisa.-¿Buggy's?.-Sugirió sonriente.
-Si recuerdas que yo no traigo nada debajo de esta camiseta, ¿cierto?.-Tomó el cierre de la campera del chico y lo bajo.-Y tú no traes ni camiseta.-Bajó la mirada al suelo.-¡Y ninguno de nosotros lleva zapatos, por el amor de dios!.
-Hay un Buggys con autoservicio como a dos kilómetros de aquí.-Inclino su rostro hacia un lado ensanchando aun mas su sonrisa.-Si no quieres manejar...-Intentó quitarle las llaves.
-No dejaré que abolles la camioneta de mi madre.-Sentenció haciendo el brazo hacia atrás, volteó y comenzó a caminar hacía el ascensor.-Vamos.
-Dato curioso: ¿Sabias que te quiero?.-Dijo siguiéndole el paso.
-Dato curioso: Lo sé.
El camino hacia el restaurante de comida rápida fue agradable, Penguin como buen copiloto, insistiendo en que era innecesario utilizar el GPS ya que él sabia el camino para llegar, y aprovechando que (Tn) no llevaba sostén, la guió por las calles con mas baches e imperfecciones en la ruta solo para saciar sus pubertas ganas de ver sus pechos brincar. Hicieron la movida de pedir las hamburguesas lo mas pronto posible y buscaron un lugar donde aparcar para poder degustarlas. Era día festivo, las calles estaban colmadas, no había un solo lugar en el cual pudieran acomodarse para comer.
No les quedaba de otra, así que (Tn) sugirió que fueran a su casa.
Luego de un largo rato, Penguin logro convencerla de que lo dejase manejar. Se sentó al volante y manejo de la manera mas descuidada posible, ignorando los insultos y las quejas de una (Tn) exaltada.
De camino a la casa de (Tn) y su madre, comieron su cena de comida chatarra, rieron, cantaron y dejaron caer alguna que otra papa frita sobre el tapiz del interior del auto.
(Tn) llevaba su sombrero pirata de carton en la cabeza y obligo a Penguin a ponerse el suyo, aprovechando que el chico se encontraba distraido, le tomo fotos para conservar como recuerdo.
Había sido un día sumamente raro y aunque, ambos tenian muchas ganas de hablar sobre lo ocurrido, tenían cierto miedo a tocar el tema, a lo mejor solo habia sido cosa del momento, un permitido que se darían una vez cada tanto o incluso, quien sabe, esta podría ser la ultima vez que se vieran.
-Aguarda a que encienda la luz, esta muy oscuro y podrías tropezar.-Le dijo ingresando al recibidor. Como si fuera una broma, apenas termino la frase, Penguin chocó con el árbol de navidad que estaba de ingreso a la sala, haciendo sonar los adornos y lanzando unos cuantos al suelo.
-¿Quien arma el árbol de navidad en septiembre?.-Se quejó desenganchando su campera de una de las ramas.
-Mi madre.-Respondió ella jalándolo del brazo en dirección a la escalera, intentando evitar que hiciese mas escándalo.-Esta durmiendo ahora gracias a dios.
-Oh, entonces no hace falta ser silenciosos.
-Pero tampoco hay necesidad de ser ruidosos, son las tres de la mañana.
-Lo siento.
-Shachi deja algo de ropa cuando viene de visita.-Llego a la primera planta.-A lo mejor puedes usar algo de él.-Se adentro en la habitación de su hermano y encendió la luz.
-Vaya, esta habitación se conserva tal cual lo estaba en ese entonces.
-¿Cuando?.
-Cuando jugamos verdad o reto.-Paseo la mirada alrededor.-¿No es esa la botella?.-Dijo señalando una vieja botella de cola de vidrio en uno de los estantes de una biblioteca.
-Lo es, supongo.
-Diablos, cuantas memorias.
-Si.-Una sonrisa melancólica se asentó en sus labios.-Muchas.-Elevó la mirada y se encontró con la de él, observándola con cariño. Muy nerviosa y casi por impulso, se movió dentro de la habitación buscando la ropa de su hermano.
-No sé como lo haces, pero nunca pude reaccionar con normalidad ante una mirada tuya.-Confesó por lo bajo, revisando entre los cajones de un mueble.
-¿Lo dices en serio?.-Su rostro era de pura sorpresa.
-Si.-Volteó con una camiseta en las manos. Se la entregó.-Desde que tengo el agrado de conocerte me has parecido hermoso.-Le dedicó una mirada fugaz y bajó al suelo nuevamente.-Iré a...-Penguin la tomó de la mano y de un leve tirón la acerco a él. Le dio un beso suave sobre los labios y se separó de ella lentamente, dándose el placer de verla con los ojos aún cerrados, como aguardando mas de aquel beso.
-Vas a dormir conmigo, ¿cierto?.-Le preguntó en un tono que sonaba mas como una suplica.
-S-si, sólo déjame ir por un pijama.
El soltó su mano dedicando una sonrisa cálida, el corazón de la chica casi que revienta en ese momento.
Salió a paso normal pero tembloroso directo a su habitación. Abrió el cajón y tomo unos shorts ligeros y una camiseta. Se quito la camiseta de Penguin y la lanzo al sesto de ropa sucia, se miro el cuerpo desnudo en el espejo, tenia muecas rojas en sus caderas, producto de su encuentro con Penguin en las duchas. Miro su cuello, se podía ver a la perfección el chupón que el pelinegro le había dejado un poco mas arriba de la clavícula.
-Diablos, mamá me va a bombardear a preguntas mañana.
Se colocó los shorts y la camiseta, salió rumbo al cuarto de su hermano.
-Me dejaste toda marcada.-Le retó cerrando la puerta detrás de si.-Prepárate mentalmente para las mil preguntas que nos hará mamá en el desayuno y para la posible putiza que te de mi hermano.-Se sentó en el borde de la cama.-¿Te dormiste?.-Pregunto ante su silencio. Paso una mano por su cabello, el muchacho estaba rendido sobre el colchón, acostado a lo largo de la cama, con una pierna fuera de esta y con la cabeza hecha hacia un lado, una de sus manos descansaba sobre su vientre y la otra debajo de la almohada.
-Eres hermoso, Pen.-Susurro dejándole varios suaves y delicados beso sobre todo su rostro. Luego de un buen rato de besuquear su carita y susurrarle cursilerias, debido a que no tenia espacio donde recostarse, decidió que lo mejor seria dormir en su cama para no molestarle. Se impulso para pararse pero un brazo fuerte la tomo por la cintura y la hizo recostarse torpemente sobre su pecho.
-Creí que te habías dormido.
-Te quería responder pero no me funcionaba el cerebro.-Abrió un poco sus ojos y le dio un beso en la punta de la nariz.-Y no quería que dejaras de darme esos besitos tuyos, son hermosos.-Se hizo a un lado y la dejo recostarse sobre la cama, se pego a ella abrazándola por la espalda.
(Tn) inhalo la fragancia de Penguin, tomó sus grandes brazos con sus manos y los acarició con ternura.
¿Hacia cuanto tiempo que no dormía junto a él?, ¿Cuantas noches le hizo falta su compañía para poder conciliar el sueño?.
-Buenas no...
-Me gusta una chica.-Murmuró él, interrumpiendola. El corazón de (Tn) se detuvo por unos segundos, ¿Había oído bien?.-Es bellísima, era la mas hermosa de toda la preparatoria...
-¿De que estás...?
-...Hablábamos bastante seguido, es la hermana de mi mejor amigo.-Un alivio recorrió el cuerpo de la chica, por unos segundos su corazón amenazó con hacerse trizas.-La conozco desde que tengo memoria, me gusta desde siempre.-Bostezó.-Era un cobarde y no me anima a confrontarla, le escribía cartas de amor y se las dejaba en su casillero.-Se tallo el ojo con una mano.-Me descubrió, supo que era yo y creí que todo se terminaría ahí, había sido grato ser su amigo pero hey.-Dejó en paz su ojo y la volvió a abrazar.-Ella también gustaba de mi, así que hizo lo que yo no pude y tomo la iniciativa, me invito a salir y luego de un buen tiempo de citas a escondidas de su pesado hermano logramos concretar y fue mi novia.-(Tn) sonrió sintiendo sus mejillas arder, sentía una especie de regocijo y dolor, las palabras de Penguin sonaban como un lamento para ella.-No me lo podía creer, ¿Yo?, ¿Con una chica tan maravillosa como ella?, ¿Eso era posible?. No, no lo era, ¿Quien era yo para estar al lado de alguien como ella?, tan solo era ese don nadie que vive al final de la calle, el callado ser curso que se la pasa enfrascado con sus auriculares en vez de socializar, el jovencito raro que se la pasa todo el día enchufado al Thriller Bar, el que calienta la banca en los partidos de futbol, soy ese nadie, ese chico regular que puedes encontrar en cualquier lado, ¿Acaso estaba bien que concretara con ella?, ¿Estaba bien la suerte que me había tocado?.-Los ojos de la chica comenzaron a empañarse, así que eso era lo Penguin callaba, eso era lo que lo aterraba todo el tiempo.-Sin dudas me había sacado la lotería, pero eso premio era demasiado grande para mi, tenia miedo de romperlo, de estropearlo. Ella era tan alegre, era col, divertida, reía todo el tiempo y era sumamente inteligente, no había un momento a su lado en el que pensarás en hacer otra cosa porque estar ahí, estar con ella, estar en sus brazos era lo mejor que te podía pasar en el mundo.-Una lagrima bajo silenciosamente por la mejilla de (Tn), sentía todo su interior comprimirse, había tomado una decisión horrible en el pasado y había sido la de separarse de él.-Yo no era lo que ella necesitaba, ella debía tener alguien que fuera igual de alegre, igual de divertido, alguien que se viera bien junto a ella, que no la aburriera con inseguridades.-Rio con algo de tristeza.-Tenia tanto miedo de perderla que intente mantenerla lo mas alejada posible de todo lo que llevo dentro, y lo hice tan bien que termino dejándome por no ser sincero respecto a lo que me pasaba pero, ¿Que se supone que debía hacer?, el día estaba soleado, ¿Acaso la iba a obligar a quedarse en la cama conmigo sabiendo que ella brilla de una manera hermosa estando al sol?.
-Pen.-Sollozo, conmovida por todo lo que el chico le contaba, al fin había entendido de que se trataba todo.
-Perdón por hacerte perder el tiempo conmigo.
-Nunca perdí el tiempo contigo.-Volteo para encararlo.-Cada segundo que pase a tu lado fue hermoso y daría lo que fuera por volver a esos días.
-No se puedo volver a esos días, pero se puede comenzar unos nuevos.-Bostezo tapándose la boca con una mano.-Podemos hacer la temporada dos del show de (Tn) y Penguin.-Le limpió las lagrimas con su dedo pulgar.
-Me encantaría.-Dejo un beso corto sobre sus labios, le hubiera dado un beso de puta madre pero tenia toda la cara llorosa.-¿Por donde empezamos?.
-Podemos ir a andar en bicicleta y luego ir por unas malteadas a la tienda del centro.
-¿Podemos tener un especial de navidad?.
-Si, por supuesto que si. "El especial de navidad del show de (Tn) y Penguin".-Las manos que la sujetaban por la cintura bajaron hacia su trasero.-Si quieres incluso un Ova Hentai triple equis para mayores de dieciocho.
-Ah.-Se subió sobre su cadera.-¿Con que somos un anime?.
-Si.-Sus manos se colaron por debajo de la tela de sus shorts, abrió los ojos sorprendido.-No traes ropa interior.-Declaro como si ella no lo supiera.
-Lo sé.
-¿Por que?.
-Porque no duermo con ella.
-Suena mas creíble que es una trampa para que te haga el delicioso en la cama de tu hermano.
-Por mi esta bien.-Bajó a besar sus labios, en el proceso Penguin pudo ver sus pechos debido al escote de camiseta de tirantes.-Nunca antes lo hemos hecho aquí, es una mas para la colección.-El sueño se le fue por completo y otra parte de su cuerpo comenzó a despertarse.-Como en los viejos tiempos.-inclino su cuerpo sobre él, alargo la mano hasta el cajón de la mesa auxiliar, lo abrió y tomo un condón, lo sostuvo con la boca para poder enderezarse nuevamente. Bajo la atenta mirada del pelinegro se quito la camiseta, quedando con el torso desnudo. Arrojó la prenda hacia un lado.-Hagamos de las nuestras sin que Shachi se entere.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top