Capitulo II
-Señoritas quiero que me expliquen otra vez que pasó en la cafetería para que pasara esto- exigió la directora mientras miraba a 4 jóvenes las cuales estaban cubiertas de comida y algún que otro moretón.
-Pues….
40 minutos antes en la cafetería.
Hace rato había tocado el timbre indicando el descanso, los alumnos salieron corriendo de sus salones como animales mientras los profesores los veían decepcionados.
Entre esos alumnos Low era la más apurada, quería comprar todo lo que pudiera solamente para ella, odia compartir comida con otros y si alguien intenta quitarle algo digamos que queda con una cicatriz o con algo peor.
-Haber si me compro esta torta, estas galletas, esta malteada, este panqueque y este.. - y así siguió por 10 minutos hasta que terminó de comprar y se fue a sentar en una mesa vacía, nadie se juntaba con ella por ser "rara".
-Oye pecas muévete que me quiero sentar.
-¿Quién dijo que te podías sentar aquí?
-La mesa no tiene tu nombre- dijo una segunda voz.
-Además de que las demás mesas están llenas.
-¿Ustedes qué hacen aquí?
-No lo se, tu dime.
-ni idea- respondió sincera.
Ante esa respuesta dos se palmearon la frente y la otra se río como foca retrasada.
-JA y dicen que yo soy estúpida.
-Es que lo eres, solo que no te das cuenta- respondió Cliria neutral mientras comía una manzana.
-Estoy de acuerdo con ella, incluso creo que ustedes dos tienen el mismo retraso mental- respondió Conde mientras tomaba café negro.
-¿Y ustedes qué? Tampoco son unas santas- contraataco Low mientras comía una torta de chocolate y pateaba a Salame por intentar robarsela.
-Nosotras por lo menos somos maduras, no como ustedes que se distraen con una mosca. Admitanlo son inútiles para el país.
Y esa fue la gota que derramó el vaso, Low agarró una torta y se la lanzó a Cliria quien estaba distraída y le dio de lleno en la cara.
Salame al ver eso estalló de la risa pero se callo al sentir que le tiraron una bebida, Cliria fué quien le lanzó su batido de vainilla.
-¡Estúpida mi pelo idiota!- se quejó para tirarle gelatina pero fallo y le dio a Conde.
Todo quedó en silencio por un minuto hasta que alguien de otro curso gritó:
-PELEA DE INVÁLIDOS
-Pendejo eso no está en el guión.
-Perdón carnal es la costumbre.
TOMA 2.
-GUERRA DE COMIDA.
Y como si ese grito fuera una orden todos los de la cafetería obedecieron e hicieron un desmadre en ella, comida y bebidas volaban en el aire con tal de que le diera a alguien.
Las más alocadas heran Low y Salame que se tiraban comida entre ellas como si se quisieran matar, literalmente.
Los chef no hacían nada por miedo a salir perjudicados de esta guerra, además de que no podían lastimar a los alumnos.
Para milagro de estos los profesores llegaron y los alumnos se detuvieron de inmediato, preguntaron quién había empezado este desastre y señalaron a Conde, Salame, Low y Cliria.
-Bien entiendo lo de la guerra de comida pero y los moretones?- pregunto preocupada por sus estudiantes.
-Fue por culpa de esas dos- dijo Conde señalando a Low y Salame matarse con la mirada ignorandola olímpicamente.
-Bueno lo lamento por ustedes 4 pero no tendré más opción que dejarlas castigadas por el resto del día haciendo ejercicios de matemáticas- sentenció la directora mientras veía como las chicas se quejaban.
-Pero nosotras no hicimos nada malo, fue culpa de esas alimañas- señaló Cliria a las otras que fingieron dolor.
-¿Cómo te atreves a decirnos eso? Además también tienes la culpa de esto.
-Empezabas a caerme bien, pero con eso que dijiste se fue por el caño.
-De que se quejan si es verdad
-Silencio ustedes cuatro, no me importa de quien fue la culpa ahora váyanse de mi Oficina y llevense bien de una buena vez.
Sentenció la directora para luego ordenar a los profesores que las llevarán al Salón correspondiente para luego cerrar con llave en caso de que escaparan.
Así se la pasaron toda la tarde no sólo discutiendo sino también haciendo los ejercicios, aunque esto solo dos lo hacían.
Sería una tarde aburrida pensaron las cuatro, pero de un momento a otro escucharon gritos por los pasillos, pensaron que sería una clase en tiempo libre así que no le tomaron importancia.
-¡Habrán la puerta, por favor!- grito una chica que Conde reconoció.
-Nel carnal.
-No podemos estamos castigadas y además no queremos meternos en más problemas. Así que buscate otro salón al cual joder.
Pasaron los minutos y los gritos cesaron, pero quisieron ver que desastre hicieron pero lo que vieron era peor, estaban en shock y algo asustadas por la escena.
-Esto tiene que ser una broma.
-Esto se va a poner feo.
-Dejen las estupideces para después, ¿qué no ven que hay zombies en los pasillos?
-Lo vemos pero que quieres que hagamos, estamos encerradas aquí además es seguro que puedan en..
Se calló al escuchar como golpeaban la puerta, giraron sus cabezas y vieron que eran 10 zombies que intentaban entrar, al parecer sus gritos los atrayeron.
-¿Cagamos verdad?
-No lo se, tu dime.
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