Sin idea de dónde estemos

6 de febrero de 1943

Hace cuatro días perdimos Stalingrado, no dudo de que esto es el inicio para el fin del Reich. Soy el Leutnant Reinhard Schneider von Klaus la situación es desesperante, mis superiores me han informado que debo dirigirme al Bosque Hoia-Baciu, se estima que se han detectado varias anomalías y movimientos partisanos en el lugar. Ahora mismo me encuentro de camino hacia allá, con una sección de unos 8 soldados escoltados por un Opel Blitz y donde voy yo un Kubelwagen

-Herr Leutnant, está seguro de esto?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por quien iba al timón, mi segundo al mando el Stabsfeldwebel Frederich Amadeus Hoffmann un chico de unos 5 años más joven que yo, se incorporo a mi sección hace pocos meses desde ese entonces hemos entablado una muy buena amistad   

-Por que lo dices?

-Debería saber que esta misión fue asignada en realidad por orden de la Schutzstaffel

La Schutzstaffel detestada por muchos soldados del Wehrmacht, son la Guardia de Elite del Führer y también, causantes de innumerables crímenes contra la humanidad 

-Lo sé pero que podemos hacer, si nos rehusamos de seguro nos mandan a uno de esos condenados campos de concentración

-Y que se supones que encontremos en ese bosque

-Ni idea, lo único que dice aquí es que se han avistados anomalías y movimientos de los partisanos, no tenemos más información

-Es en serio, enviarnos a un bosque solo por esas estupideces, cuando en realidad deberíamos en el frente combatiendo a esos comunistas

-Bueno las ordenes son ordenes no podemos hacer nada, cumplámosla y larguémonos de aquí

Y así la pasamos el resto del viaje hasta que por fin llegamos al extenso bosque eran las 3:00 pm bajé del Kubelwagen y empecé a poner al pelotón en fila

-Las órdenes son muy sencillas, nuestro objetivo es averiguar y encontrar el origen de las anomalías que ocurren aquí, hay algunos quienes dicen que son los partisanos mismos quienes las causan, aunque no podemos estar seguros de eso…

Muchos de los chicos tenían un rostro lleno de duda, otros no les prestaban mucha atención a lo que oían, Frederich llegó con un mapa en las manos mostrando las coordenadas que tomaremos

-Danke Frederich, estas son las coordenadas que tomaremos, nos en encontramos en la zona oeste de aquí y debemos dirigirnos al este, se que será un viaje agotador pero lo que encontremos ahí posiblemente pueda beneficiar al Reich

Con eso concluí y de inmediato nos pusimos en marcha hasta el lugar

Unas horas después…

Ya nos hemos adentrado en lo más profundo del bosque y hasta ahora no se han avistado nada, ni movimiento del enemigo pero lo que me ha atraído la atención son las formas que tenían muchos árboles, jamás en mi vida había visto uno de esa forma

-Herr Leutnant!

El granadero Enrich Fisher atrajo mi atención de repente, su rostro estaba un tanto sorprendido por lo que veía

-Ja?

-Tiene que ver esto

Me acerco y al ver era una especie de campamento improvisado, había una fogata, unos colchones en muy mal estado y una cafetera. A juzgar por el estado en el que estaba no debería tener más de unas cuatro semanas por lo menos 

-Bueno…al parecer sí que estuvieron aquí esos partisanos, pero el estado en el que está creo que se habrán ido hace mucho

Frederich vino de imprevisto y saco otra conclusión

-Oh podría ser una trampa para despistarnos esas ratas siempre planea algo

-No está mal pero fíjate bien esos partisanos no abandonarían nada así de la nada

-Bueno, sigamos avanzando este bosque me está dando mala espina

-A mí también me las está dando sabes, siento algo muy raro aquí

Continuamos el recorrido, revisé el mapa y estábamos a unos pocos metros del lugar hasta que de la nada,  todos empezamos a sentir nauseas, vi detrás mío como algunos caían inconscientes, otros  vomitaban sin parar y vi a Frederich en el mismo estado

-Herr…Leuntant

-Frederich…

Intenté tomar su mano pero no lo logre cayó de inmediato. Luego de eso ya no llegué a aguantar más y ahí termine desmayado como los otros

En algún lugar de otra dimensión

Pov Max
Dios, el pueblo está condenado, desde aquel día en el que el Reino Demonio, invadió a la humanidad todo se ha vuelto un caos ya van en total 4 pueblos y 2 ciudades completamente destruidas, y la capital el lugar más seguro se encuentra a 3 semanas de caminata, pero en las condiciones en la que todo se encontraba era imposible llegar hasta allá, el ultimo mensajero que enviamos para pedir ayuda fue encontrado por unos mercaderes locales ahorcado en un árbol

-Max!

Me encontraba preparando las cosas para evacuar en cuanto el lugar fuera atacado. Hasta que mi amigo Jacob me llamó la atención  

-Que pasa, ya están ahí!?

-Todavía no

-Y a que vienes?

-Bueno te diré de que los vigías del pueblo avistaron algo en la gran montaña hace unos momentos y el anciano del pueblo está buscando voluntarios  para investigar que es, antes de evacuar el pueblo

-No me gusta mucho como suena eso amigo

-Vamos Max quizás hallemos algo que nos pueda beneficiar

-Ya de que…adelante vamos

En eso momento decidí acompañar a Jacob, hablamos con el anciano del pueblo y nos asigno a nosotros nada más, no había más personas dispuestas a ir a averiguar que fue esa luz en la montaña. Tomamos algunos caballos y enseguida comenzamos a cabalgar hasta la montaña

Pov Reinhard 

-Herr Leutnant despierte…vamos, no puede dejarnos

Sentí como alguien me sacudía, hasta que recuperé la conciencia y desperté de un sobresalto todo agitado

-Hasta que despiertas, menos mal que sigue con nosotros

-Que…ha ocurrido?

-No lo sé pero lo que ocurrió sé que fue algo inexplicable

-A que te refieres?

Miro los alrededores y quedé impactado, no estábamos en el bosque donde deberíamos estar, todo era distinto incluso los arboles eran muy grandes no se parecían en nada a lo que vimos ahorita mismo

-Ya entiendes verdad

-…Cual es el estado de todos

-La mayoría está igual que usted, Marcus, Leonard y Fritz son los que estamos en buenas condiciones

-Vale, han hecho algún reconocimiento de la zona

-Si sígame, hay algo que también debo mostrarle

Frederich me guió hasta una especie de acantilado y me ofrece unos binoculares

-Mírelo usted mismo

Tomé los binoculares y se podría decir que estábamos de suerte, a unos 1500 metros de distancia se encontraba un pequeño pueblo

-Gut, Frederich prepara a los muchachos, partiremos hasta allá cuanto antes

-Por qué tanta prisa mein Herr, debería usted al igual que los demás descansar

-No, no podemos, descansaremos en cuanto lleguemos al pueblo, no sabemos dónde estamos y no tenemos información acerca de este lugar, necesitamos información pero ya

-Jawhol Herr Leutnant!

Me quedé un par de minutos más observando el pueblo y sus alrededores pero no llegue a descubrir nada, cuando llegué ya todos estaban en formación y listo para acatar mis órdenes

-Se que todos estamos muy confusos con lo que acaba de ocurrir, algunos otros también sintamos miedo, pero yo el Leutnant Reinhard Schneider von Klaus, parte del Wehrmacht al igual que todos ustedes, tengan por seguro de que todos saldremos con vida de aquí

En ese momento varios chicos empezaron a alzar la mano

-Tú, Oberschütze Sebastian Richter cuál es tu duda?

-Herr, iremos al pueblo?

-La respuesta a tu pregunta es si, iremos al pueblo y averiguaremos donde estamos exactamente

Pude ver bien que algunos bajaron la mano y continúe con el siguiente

-Su duda Karl Lidemann?

-Em…Herr Leuntant hace poco vi algo extraño volando por la zona y brillaba bastante

-Seguro que pudo ser una luciérnaga o algo así, no nos preocupemos con esas cosas de acurdo

-Vale, entendido Herr Leutnant 

La moral por lo que veía estaba estable así que sin más empezamos a descender de la montaña. El terreno era algo rocoso, tuvimos varias dificultades para empezar a descender, pero lo hemos logrado con un poco de esfuerzo. En cuanto descendimos gran parte de la montaña, empezamos a escuchar gritos a lo que de inmediato nos dirigimos de donde provenían

Pov Max
La cabalgata ha durado un poco más de lo que creí, ya estábamos al pie de la montaña y comenzamos a seguir el camino que conducía a la sima. Hasta que fuimos emboscados por un grupo de soldados del reino

-Detenedles de inmediato!

Se abalanzaron contra nosotros, mi caballo por la conmoción se asustó tanto que caí de espaldas contra el suelo, vi a Jacob  que intentaba luchar contra ellos pero le fue inútil ya que ambos íbamos desarmados y en el preciso momento en el que me iba a levantar para ayudarle  uno de los soldados me pone una espada en el cuello. Yo sin más no pude reaccionar y me quedé quieto, quien suponía que era el jefe que empezó a hablar

-Pero miren que tenemos aquí, unos jóvenes campesinos sin rumbo a donde ir

En el momento en el que le iba a hablar, Jacob se me adelantó

-Déjenos en paz malditos bastardos, el ejército demonio se acerca a estas tierras y ustedes se ponen a detener a los que pasan por ahí

-Oh, parece que tenemos un bocazas

Los hombres a su alrededor comenzaron a reír

-Te diré una cosa chico, el ejercito demonio no es problema para nosotros, hemos hecho un trato con ellos para venderles como esclavos a quienes capturemos a cambio de que nos dejen en paz

Jacob quedó sorprendido por la respuesta que recibió y decidí en ese momento hablar

-Ustedes sí que son unos cobardes, traicionando a la humanidad, de seguro si la guardia real se entera de esto os van a decapitar

-Oh, qué miedo la guardia real, mira como tiemblo. Para tu información, quien les va a decir a la guardia real lo que está ocurriendo.

Quedé resentido por su respuesta que era muy obvia, no había nadie quien pudiera informar de lo que estaba pasando aquí. Cuando nos empezaron a atar las manos alguien gritó desde la sima algo que dejó confundido a todos.

-Hände hoch! (Manos arriba!) 

Aquella persona iba acompañada con 8 hombres más detrás de él y todos al igual que él vestían con un uniforme gris que nunca había visto y sostenían en sus manos una especie de vara de hierro con madera y otros de hierro completa. Los soldados se prepararon para enfrentarlos

-Quienes sois vosotros!? Acaso queréis probar mi acero!?

La respuesta del desconocido fue inentendible

-Legt eure Waffen sofort nieder oder wir eröffnen das Feuer! (Dejen sus armas inmediatamente o abriremos fuego!)

Nadie entendía lo que decía. Hasta que el jefe de los soldados se hartó y fueron con todo hacia ellos. De la nada oí unas explosiones, pensé que me iban sangrar los oídos, pero en un abrir y cerrar de ojos todos los soldados incluso el jefe, yacían muertos en el suelo con muchos agujeros en sus armaduras. Quedé impactado de lo que estaban viendo mis ojos al igual que mi amigo Jacob e intentaba razonar quienes eran estas personas y que tenían en mente. Estábamos completamente horrorizados por la escena que teníamos de frente.

Pov Reinhard
Llegamos a tiempo de donde provenían los gritos nos quedamos ocultos detrás de los arboles observando todo lo que estaba pasando. Aunque no llegamos entender nada de lo que decían pude deducir lo que estaba pasando. Al parecer los tipos con armaduras son los causantes de todo este rollo. En el mismo momento que les empezaban a ponerles las ataduras a sus prisioneros decidimos intervenir y decirles claras advertencias, pero al parecer quien los lideraba era un bruto cualquiera que decidió enfrentarnos, que lo único que hizo fue firmar su sentencia de muerte y de quienes le acompañaban. Abrimos fuego sobre los atacantes hasta que no quedó nadie en pie. Vi a los chicos que tenían capturados y me les acerqué.

-Están bien?

La respuesta de los chicos fue inentendible

CONTINUARÁ…

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top