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Habían pasado dos años desde aquella noche en la que un caótico amor se desbordó a la luz de la luna en el parque central. Dos años desde la petición de Kirishima por posponer la boda; tiempo suficiente, y muy bien aprovechado por Bakugou, para recuperar la confianza perdida. Aunque no era el único que se estaba esforzando por restaurar la relación, visto que Eijiro intentaba llegar temprano todos los días, aunque su trabajo no le diera tanta libertad.

El mes después del acontecimiento, toda actividad del rubio giraba en torno a Kirishima

–obviamente sin dejar de lado su trabajo–, pidiendo que le suspendiesen las misiones a larga distancia y plazo, tres horas menos en el horario laboral y la revocación de misiones clasificación A o B. Claro, llevándose una advertencia de Endeavor sobre un posible retraso en su camino a ser el héroe número uno, pues con lo que pedía, básicamente estaba renunciando al trono. Pero a Bakugou le importó un comino, algo sorprendente en él, pero era culpa de su corazón, por enamorarse con locura.

La boda tiene fecha oficial, será el 13 de noviembre –el cual se presentaba en una semana–, ya que la temporada otoñal era la favorita de Katsuki, por razones que ni el mismo Eijiro conocía, pero no sería capaz de quitarle la ilusión a su prometido de casarse en aquella estación por un simple capricho de contraer matrimonio en primavera para presenciar el florecimiento de los cerezos.

Era un lunes por la noche y de milagro ambos coincidieron en sus horarios, estando los dos solos en el departamento.

Bakugou estaba cocinando la cena de ese día, dos platos de Udon, mientras Kirishima, quien se encontraba apoyado en la encimera que dividía la cocina del comedor, visitaba páginas web con el fin de encontrar el lugar perfecto para pasar su luna de miel con su futuro esposo.

Ya todo estaba planificado por Mina y las chicas, el lugar, las invitaciones, la comida –la cual fue catada por la pareja–, el padre; los trajes fueron confeccionados por Mitsuki y Masaru, cosa que al principio no fue del agrado de Bakugou, pero los atuendos estaban casi finalizados, por lo que no se pudo retractar. El único pendiente que tenía la pareja de resolver, era reservar un sitio para la luna de miel, pues Mina creyó correcto que ellos decidieran donde pasarían la próxima semana después de la boda para comodidad de ambos.

— La cena está lista — avisó llevando los tazones a la mesa, teniendo cuidado de no derramar ni una gota en su perfecto suelo caoba — La cena está lista — repitió al darse cuenta que Kirishima no caminaba hacia el comedor, o siquiera se movía de su posición — ¡Pelos de mierda!

Gritó aventando una servilleta que tenía a la mano, con dirección de impacto en la cabeza del pelirrojo, que al sentir el suave golpe dejó el celular de lado, dando media vuelta y caminando a la mesa donde su tazón lo esperaba frente a la silla, humeando, seduciendo al paladar de Eijiro.

— Itadakimasu — pronunciaron juntando sus palmas y empezando a devorar el platillo

Comieron en silencio, pues ninguno de los dos se atrevía a iniciar una conversación. Kirishima jugaba con su tazón, haciendo uso de la cuchara para remover los fideos, simulando los tentáculos de un pulpo a punto de hundir los pedacitos de tofu que flotaban como naves en el naufragio. Y Bakugou, él solo se dedicaba a observar de lejos a su prometido, analizando sus movimientos y tratando de leer sus pensamientos.

— ¿Qué mierda piensas? — El rubio, harto de la falta de atención que recibía, se atrevió a invadir la burbuja del pelirrojo

— Nada

— No te hagas el tonto, has estado pegado al celular todo el maldito día, no me haces caso y estás pensando demasiado, y eso no es normal en ti — culminó dejando de lado el tazón ya vacío, reflexionó el comportamiento del menor, uniendo cabos hasta llegar a una conclusión que no le gustó para nada y lo dejó sin aliento — Acaso... ¡¿Me estas engañando?!

— ¡No! — Grito alzando sus manos y sacudiéndolas, esfumando cualquier mal pensamiento de Bakugou

— Más te vale, porque si te encuentro con alguien más te corto el pito ¿Entendiste?

— Si amor — suspiró calmando los nervios que sentía después de aquella suposición, Katsuki pensando que lo está engañando, que tonterías podría llegar a figurar — Solo estaba buscando un lugar para la luna de miel, las chicas nos lo dejaron a nuestro cargo

— ¿Para qué se necesita encontrar un lugar para la luna de miel? — Cuestionó — ¿No podemos quedarnos en casa y disfrutarlo los dos solos?

— Claro que podemos, pero, no sé, quisiera que nos fuéramos de vacaciones a una playa — recogió ambos tazones yéndose con ellos al fregadero — Pasar juntos el día explorando un nuevo lugar, tu sabes, una anécdota que contar — empezó a lavar el primer plato, sintiendo una agridulce sensación — Pero si tú quieres pasarlo aquí no hay problema, entiendo que no te gusta la gente y creo que es mejor pasarla solo nosotros dos

— No digas estupideces, te llevaré al mejor puto lugar que puedas imaginar, déjame la luna de miel a mí, tu solo espera — habló arrogante acomodando un poco la mesa, planeando la exitosa luna de miel que él y su pelos de mierda tendrían

— Esta bien, solo que no se te vaya a olvidar, últimamente estas olvidando cosas importantes

— ¡¿Ah?! ¡Dime solo una cosa "importante" que se me haya olvidado!

— El cumpleaños de tu madre — contestó con simpleza

— ¡Eso fue porque estaba en una misión en Estados Unidos! — se excusó

— Pero al menos debiste enviarle una carta, un mensaje, grabarle un video, enviarle flores, ¡O yo que sé! — Terminó su labor secándose sus manos escandalosamente en el aire, producto de la exasperación del momento — Pobre Mitsuki-san, Masaru y yo la tuvimos que consolar toda la noche hasta que se quedara dormida en sus lágrimas

— Idiota ya me disculpe, ¿Qué más quieres que haga? — Sus ojos se aguadaron, no le gustaba recordar el rostro de su madre aquel día que llegó a su casa de infancia con un ramo de grandes dimensiones –ni siquiera fue recibido con un regaño o un golpe de parte de su madre– pues éste solo demostraba tristeza

Y si bien Bakugou era un bruto con los sentimientos, y tal vez nunca le tomaba importancia a las opiniones ajenas respecto a su temperamento; pero el ver la cara de su progenitora, su madre, su corazón se rompió. Se hincó al instante, implorando el perdón de la mujer más importante en su vida.

Ese día la pasó como mugre en la uña de la rubia mujer, no se separó ni un instante de ella. La llevó de paseo, le compró ropa, le invitó a una cena en uno de los restaurantes con cinco estrellas Michelin; todo con tal de complacerla y hacerle saber que aunque no lo demostrara, la amaba con todo su corazón.

— Lo siento bebé — Kirishima rápidamente se acercó a consolar a su amado — Fue demasiado, ¿Vamos a la cama?

El mayor no dijo nada, solo alzó al pelirrojo en sus brazos se lo llevó a la habitación, donde se aventó a la cama junto al cuerpo de Eijiro, aplastándolo como consecuencia.

— Pesas

— Cállate

Se quitó de encima acomodándose en su lado de la cama.

— Oye — le llamó Bakugou desde su lugar, captando la mirada de Kirishima al otro lado de la cama quitándose la ropa — La boda será en una semana, ¿Harás despedida de soltero?

— Pues los chicos no me han dicho nada y no creo que se pueda hacer una despedida de soltero de una sola persona — se acostó quedando cara a cara con el rubio — ¿Y tú?

— Probablemente la rata eléctrica quiera planear algo, la verdad es una pérdida de tiempo, yo solo quiero casarme contigo, la fiesta de despedida es simplemente algo absurdo — decía balbuceando con la mejilla contra la almohada — Pero, ¿Qué te parece si mejor hablamos sobre más cosas divertidas?

— ¿Ah sí? ¿Cómo qué?

— La luna de miel, por ejemplo

— Ya quedamos en que tú te harías cargo

— No me refiero a eso

Bakugou se pone sobre él, restregando su trasero contra la entrepierna del contrario. Kirishima, por su parte, lo toma de la cintura y baja hasta sus glúteos, acariciándolo en círculos, aumentando la fricción de ambos cuerpos.

— ¿Te gusta la idea? Eijiro — susurró sensualmente a oídos ajenos — ¿Qué te parece si tenemos un adelanto de lo que puede pasar ahí?

Da un pequeño beso en los labios de Kirishima, continuando con su movimiento de caderas, logrando a lo poco endurecer el pene del pelirrojo, y de paso el suyo.

— Espera Bakugou — intentó hablar pero más besos lo atacaron, acallándolo — Bakugou alto, detente por favor

— ¿Qué pasa? ¿Hay algo que te molesta? — se detuvo abruptamente, con el tiempo había aprendido que un alto era una señal de incomodidad, y no una para seguir haciendo lo que él quisiera como lo habría hecho antes

— No, todo está perfecto — regaló una sonrisa tranquilizando al rubio — Es solo que mañana Eri tiene su primera misión clase B, y no quiero perdérmelo, como su superior a cargo sería un orgullo verla patear algunos villanos

— Entiendo — bajo del regazo de Eijiro, acomodándose en la posición más cómoda que pudiese optar para dormir

— ¿Y tu amiguito?

— Tus malditas cursilerías lo bajaron

— Pero aun así me amas — Bakugou rodó los ojos con una sonrisa divertida en sus labios, antes de que una almohada impactara en su cabeza

— Idiota, luego no te quejes de que no lo hemos hecho, porque esta vez no fue culpa mía, aunque, tal vez te amo un poquito y yo- — hablaba vacilante, producto del sueño, mientras poco a poco caía rendido dejándose llevar por Morfeo a lo que sería su próximo sueño lívido con la persona que estaba a su costado

— Descansa Blasty — plantó un dulce y corto beso en su frente antes de apagar la luz y quedarse dormido

Los rayos del sol entrando por la ventana lograron despertarlo.

Dándose cuenta que era momento de levantarse para salir a salvar ciudadanos y encerrar villanos en el Tártaro. Bakugou, como de costumbre, no se encontraba en la cama; pues salía todas las mañanas –antes de que siquiera Kirishima pudiese darse cuenta de su ausencia– a trotar. Más a estas horas ya debería estar en la cocina o bañándose.

Y casi como si lo hubiera predicho, su pareja se encontraba preparando el desayuno con movimientos rápidos y bruscos; danzando por la extensión de la cocina, procurando que el platillo en punto de cocción quedara perfecto.

— Buenos días Blasty — anunció su presencia dando un casto beso en las mejillas del nombrado — ¿Qué cocinas?

— Huevo ranchero

— Dios, un día de estos me mataras de gastritis

— Calla y ayúdame a poner la mesa

— Sobre eso... — tenía miedo de decir lo siguiente por la mirada acusadora que le estaba dando Katsuki — No podré desayunar contigo esta vez, necesito apurarme o me dejarán atrás, lo siento, enserio, lo siento

Un suspiro salió de la boca del alto — Está bien, lo entiendo, pero cuando vuelvas me lo tendrás que recompensar — dijo con una sonrisa pícara, aventando un paño que encontró cerca hacia el pecho del pelirrojo — ¡Ve a por ellos Red Riot!

— Suerte en el trabajo DynaMight — se despidió agitando la mano con una sonrisa ensanchada, más que extrañado por la actitud paciente de su Bakugou, casi pareciera que fue remplazado con un robot más amable y comprensivo

La misión había culminado con éxito, los villanos fueron capturados, nadie salió herido –a excepción de un héroe, el cual obtuvo una contusión cerebral, no tan grave afortunadamente, aun así fue acompañado por Tamaki al hospital–; pero más importante, Eri no resultó lastimada, al menos no de gravedad. Y eso le resultaba reconfortante pues fue amenazado con anterioridad sobre la seguridad de la peli azul, por el mismísimo Aizawa.

Ahora se encontraba en su oficina llenando el papeleo correspondiente, más preciso, el expediente de su pequeña subalterna en batalla, centrándose en su desempeño y labor durante la pelea. Estaba muy concentrado intentando encontrar las palabras correctas para redactar las observaciones y recomendaciones que le daba a Eri sin sonar brusco e insensible tal como lo hacía Bakugou algunas veces con su subalterna.

— Toc, toc — decía un rubio pasando a la oficina de Kirishima — ¿Cómo va todo?

— Bien, ya casi acabo con el expediente de Eri, solo tengo una pregunta — aclaro ya que era su primer expediente hacia la joven y no sabía que procedía — ¿Se lo voy a entregar?

— Eso ya es decisión tuya, en lo personal no me gusta darlos por las palabras duras que pongo, suelo ser muy honesto en esas cosas — relataba sentándose en el sillón — Prefiero hacer mis recomendaciones en persona

— Ya veo — decidido a ser lo más profesional posible, empezó a escribir

— Oye, hace poco nos contactaron unos amigos tuyos, Tetsutetsu parece que se llamaba — al escuchar el nombre de su amigo dejó el bolígrafo a un lado, poniendo máxima atención a lo que Mirio decía, preguntándose a su vez como es que obtuvieron el número de Togata-san — Dijo que nos quería invitar a organizar tu fiesta de despedida, porque la boda ya se acerca, y aunque me parece divertido, Tamaki y yo estuvimos de acuerdo en consultarlo primero contigo, si es que quieres una fiesta

— Yo estoy encantado, solo debo avisarle a Bakugou

— Genial, le diré a ese Tetsutetsu que siga con la preparación — se disponía a salir cuando la voz de Kirishima lo detuvo

— Gracias por pensar en mí Mirio-san, agradezca a Tamaki-san de mi parte

— Eres tan adorable Kirishima — admitió sonriendo

Llegó a casa siendo recibido por un cojín impactando en su cara. Tal parece que Bakugou ya estaba en casa.

— ¿Cómo te fue?

— De maravilla — respondió con simpleza encaminándose a donde su novio — Ya no estoy en riesgo de morir en manos de Aizawa

— ¿El viejo te tenía amenazado? — se burló acogiendo al pelirrojo en sus brazos

— Mjm — asintió — Mirio-san me dijo que me harían una despedida de soltero

— Que casualidad, Denki me invitó a mi propia despedida de soltero

— ¿Entonces no hay problema si voy? — preguntó ilusionado

— Dios, no, ve y diviértete — revolvió los pelos flácidos de Kirishima — Ahora te pregunto yo, ¿No hay problema si yo voy?

— No — negó con un puchero algo emocionado por su primera fiesta con amigos

— Solo tengo una petición — habló Katsuki — Nada de strippers, si me llego a enterar que los malditos de tus amigos contratan a uno los mato

La petición de Bakugou se le hizo un poco extraña a Eijiro, pero estuvo de acuerdo que él tampoco quería que alguien se le acercase a su prometido de manera sexual.

— Tampoco tú

— ¿Crees que siendo como soy me contraten un stripper? — Pregunto con ironía — Esas cosas no van conmigo, además, los strippers no me calientan — sinceró con una sonrisa socarrona

— ¿Cómo?

— Me parece una estupidez ponerte duro por un hombre moviendo el culo o restregándote la verga, lo único capaz de darme una erección para morir es esto de aquí — golpeó el culo de Kirishima haciéndolo resonar en toda la pieza

— ¡No hagas eso! — Reprochó avergonzado el menor, parándose al instante del sillón — V-voy al baño

— ¡Regresa aquí pelos de mierda! ¡Que no te haré nada!

— ¡Solo me vas a follar hasta el amanecer! — Respondió de regreso encerrándose en el baño mientras marcaba al número de su mejor amigo, en cuanto respondió la llamada dijo enseguida — Quiero hacer una petición para mi despedida

El fin de semana llegó, y con ello, la despedida de ambos chicos. En el caso de Kirishima, sus amigos llegaron hace unos momentos y se lo llevaron a una enorme limosina. Mientras Bakugou esperaba y rogaba a Dios que a sus amigos se les hubiese olvidado la tan "grandiosa" despedida de soltero. Sonreía al ver como el reloj marcaba las 11:00 p.m., lo cual significaba que a los idiotas se les pasó el tiempo y todo estaba cancelado.

Cuál fue su desagrado al escuchar como la puerta era tocada, lo cual solo significaba una cosa, la caballería había llegado.

— ¡Kacchan! ¡Sabemos que estás ahí! — Era la voz de Kaminari — Vimos las luces desde hace un par de calles

Ni aunque apagara las luces de nueva cuenta le creerían su ausencia, no tenía más que abrir la puerta y dejar que ese grupo de monos entrara a su impecable departamento.

— ¿Qué mierda quieren? — preguntó abriendo la puerta de mala gana, llevándose una sorpresa al ver a Mina luciendo un vestido de tirantes color ciruela y bajo éste una blusa de cuello de tortuga negra, con accesorios en color plateado, junto al cuarteto de idiotas, que se veían aún más idiotas con lo que traían puesto

— ¿Acaso lo olvidaste? ¡Es tu despedida viejo! Anda, ve a cambiarte con lo que hay aquí — le hizo entrega de una bolsa blanca, empujándolo al baño logró encerrarlo en éste

— ¡¿Qué es esto?! — reclamó con un grito al ver las prendas que yacían al fondo de la bolsa

— Es solo un conjunto que conseguí por ahí — respondió Mina hurgando en los estantes de comida, a ver que snack podría comer — Solo póntelo, no le serás infiel a Kirishima-kun por ponerte una chaqueta de cuero — siguió con la búsqueda, más se detuvo al ver una fotografía al lado de un jarrón — ¡Ay mira! Es Kiri de bebé

— ¡Deja esa foto en su lugar, ojos de mapache!

Luego de que Katsuki acabara de cambiarse, se dirigieron a un club muy concurrido "Zeus Night-club" donde la música estaba al tope a punto de reventarle los tímpanos, y las luces que se movían de un lado a otro daba un ambiente sicotrópico; sumado a la gente que estaba en todos lados y convertía el lugar en algo asfixiante, resultando ser la peor pesadilla de Bakugou.

— Mierda — murmuró evadiendo a tantas personas como pudiese

Midoriya dándose cuenta de la incomodidad por la que pasaba su mejor amigo, decidió llevarlo al lugar en la barra más solitario.

— ¿Kacchan, estas bien? Podemos ir a un lugar más calmado si quieres — susurró pidiéndole un vaso de agua al bar tender

— Estoy bien Deku — aceptó el agua acabándosela en un santiamén

— Señor deme dos tragos de su mejor licor — ordenó Denki

— Me sirve una Margarita — dijo por su lado Todoroki

— Dos mojitos — pidió el azabache por él y su novia

— Aquí tienes Bakubro, el mejor trago para iniciar la noche — decía el rubio con un mechón negro pasándole un vaso al susodicho con una mezcla de dudosos componentes

La noche se pasó en tragos y baile, pues Mina había sacado a bailar a la fuerza al comprometido, quien no pudo negarse al estar un poco pasado de alcohol, y disfrutaba de las canciones pegadizas y repetitivas que ponía el DJ, todas siempre hablaban del mismo tema, mujeres, dinero, culo, tetas y sexo; pareciera que los compositores se quedaban sin ideas.

— ¿Ese es Kirishima? — apuntó desvariado hacía un tipo que tenía el mismo color de melena que su novio

— Vamos Bakugou, no me dejes bailando sola — reclamó la peli rosa siguiendo con los movimientos de sus caderas, llamando la atención de su novio Sero que se acercó de inmediato

— ¿No te importa si te la robo? — se llevó a la chica de ahí sin dejarla protestar, a otro lado de la pista donde pudieran bailar cómodamente

Katsuki regresó a donde se encontraban sus amigos, sintiendo una gratificante sensación al hundirse en el sillón de cuero, siendo absorbido por el colchón.

— Te rentamos un cuarto privado para que puedas tener tu espacio — le dijo Denki a Bakugou llevándoselo a rastras hasta un cuarto algo alejado de la pista principal

Al abrir la puerta de la habitación los colores subieron a su rostro, más por enojo que por otra cosa, pues en medio de ésta se encontraba un tubo metálico extendido desde el suelo al techo con un sillón negro rodeando el tubo con tal de no perderse ningún detalle del espectáculo.

— ¡Dijimos que sin strippers! ¡Idiota! — volteó hacía atrás queriendo encarar al tipo que lo había conducido al cuarto, topándose con la puerta ya cerrada

Intentó abrir la chapa de la puerta, sin éxito a causa del pestillo colocado en ésta.

— ¡Hijos de puta! ¡Los mataré!

De pronto los focos amarillas que iluminaban la habitación se apagaron, y en su lugar se encendieron una serie de luces de manguera color azul, las cuales adornaban tenuemente las esquinas del cuarto y el perímetro de los sillones. Una segunda puerta se abre, de ella sale una silueta que no se alcanza a distinguir por la oscuridad de la habitación, acercándose peligrosamente a Bakugou.

— Ni te acerques — advirtió con rabia en su voz, desesperado por la cercanía entre ambos, empezó a golpear la puerta

— No huyas bonito — habló la persona ya estando lo suficientemente cerca del rubio hasta chocar cuerpos

— Alto ahí — Bakugou se alejaba cada vez más, con el propósito de evadir al stripper — No lo tomes personal pero los strippers no me parecen atractivos, no me pongo duro con ellos — decía por el efecto del alcohol, de estar sobrio se ahorraría las excusas e iría al grano — Además, soy casado, ¿Ves? Mira la sortija, hazte un favor y vete con alguien que si requiera de tus servicios — en eso se tropezó con el sillón cayendo sentado en éste, se quiso levantar pero un cuerpo se trepó arriba del suyo, impidiéndole el movimiento

— ¿Tan pronto nos casamos? — murmuró el desconocido cerca del oído ajeno, provocando una corriente eléctrica en el cuerpo de Bakugou — ¿Y no me invitaste a la boda?

— ¡¿Pelos de mierda?! — reconocería esa voz donde fuese, por más erótica que suene, la dulce melodía del pelirrojo se podía distinguir donde fuera

— Sorpresa — alejó su rostro de la cara del rubio para que lo viese

Los latidos desenfrenados de Katsuki se calmaron, ya no habría de quien escapar.

— ¿Qué mierda haces aquí?

— Solo trabajo — sacó la lengua, divertido de la situación

— ¿Trabajo dices? No me digas que...

— ¡Soy un stripper!

— Ay eres un maldito stripper — puso atención a la vestimenta de Kirishima que se alcanzaba a ver con la poca luz

Su vestuario constaba de un corsé de látex, medias ligueras, una diadema con un par de orejas de conejo, un pequeño moño rojo en su laringe y la cereza del pastel: un plug anal de cola de conejo.

— ¿Por qué eres un stripper? — cuestionó con duda

— Pensé que sería divertido hacerte venir con la imagen de tu prometido de esta forma, ya sabes, como no te calientan — se dirigió al tubo empezando con algunos estiramientos, probando si es que es tan resistente como el gerente decía

— Los strippers no me calientan ¡No me refería a ti como stripper!

— No te pongas así — ya había probado la utilería suficiente para saber que el tubo no se caería en la primera vuelta que diera — Mejor empecemos con el show

Se dirige a una pequeña bocina y la enciende, comienza a escucharse "I See Red" a través de los altavoces de la habitación, regresa al tubo agarrándolo con fiereza para después mover su trasero de un lado a otro, rosando sus nalgas con el gélido metal. Una imagen finamente exquisita para Katsuki.

Kirishima empieza a rodear el tubo con su caminar, lentamente, mirando al rubio de forma retadora, como una presa traviesa provocando a su atacante; burlándose del depredador, insinuándole su ineptitud.

— ¿Qué pretendes moviéndote de esa manera? — No lo confesaría –al menos no aún– pero el traje de playboy que su novio consiguió le quedaba de maravilla

— Provocarte

Se detuvo frente a Bakugou, moviendo su torso y caderas en círculos, dando varías sentadillas abruptas abriendo las piernas y dejarle saber al rubio que debajo de aquel traje de látex no había nada que impidiera la profanación hacía el miembro de Eijiro. Siguiendo el ritmo de la música, lanzó una patada en dirección a Bakugou –sin llegar a golpearle el rostro–, para posteriormente continuar con su caminata alrededor del tubo, más furiosa y vivaz que la anterior; atreviéndose a mover su cabeza como solo lo haría Gloria Trevi.

La melodía volvió a bajar de tono, ahora Kirishima daba pequeños giros en el aire con ayuda de la barra metálica; subiendo y bajando en algunas ocasiones, y en otras, se acercaba demasiado a Bakugou como para que éste se pusiera nervioso. De un momento a otro, se subió lo más que pudo por el cilindro y se puso de cabeza, ambas manos en el tubo, dándole la espalda a su "cliente" y con una pierna a cada lado del tubo; con esa misma posición fue bajando lentamente hasta que su cabeza topó con el alfombrado suelo.

Subiendo de nueva cuenta hasta donde le fuese posible, optando una difícil posición de plancha lateral con una pierna sostenida para dejar a la vista su verga para satisfacción del rubio. El pelirrojo giro lentamente manteniendo con esfuerzo esa posición, escuchando atentamente la canción, debido a que en el estribillo, se dejó caer por el tubo sin llegar a chocar con el suelo, ya que su fuerte agarre se lo había impedido.

Y mientras todo esto ocurría, Bakugou solo se preguntaba. ¿Dónde carajo el pelos de mierda había aprendido a hacer pole dance?

El show visual continuo, hasta que a Eijiro le fue por sentarse de improvisto a la entrepierna del espectador, llevándose la sorpresa que el miembro de éste ya estaba erecta. Dejó salir un jadeo al sentir las manos de Katsuki en su cintura. El pelirrojo inició con un movimiento de caderas en círculos encima del pene del contrario, endureciéndolo más.

Se levantó del regazo de Bakugou, dejándolo con una calentura de los mil infiernos. Pero el menor solo se concentró en quitar lentamente el corsé de látex, dejando desnudo su torso; y Katsuki pudo observar algo peculiar en los pezones de Kirishima, pues estos contaban con un piercing atravesándolos.

— ¿Qué tenemos aquí? — dijo rosando las yemas de sus dedos en los pezones

— Blasty no, es muy delicada esa zona ahora, tarda dos meses en cicatrizar — advirtió el pelirrojo apartando la mano de su prometido

— ¿O sea que no puedo hacer esto? — estiró un poco el piercing causando un gran dolor y placer en el menor

— ¡Mierda, no!

— Está bien, no te voy a torturar con esas cosas — dejó en paz los botones de su novio regresando a su cadera

Kirishima movió su pelvis de adelante hacía atrás, acercando su pene a la cara de Bakugou, casi rogando porque lo chupase.

— Bien, suficiente juego — acercó el cuerpo del pelirrojo a su pecho con una nalgada y lo tumbó al sillón, quitando su remera roja de un movimiento, empezó a besar con fiereza a la persona debajo suyo

Kirishima solo era capaz de jadear entre el beso, visto que sus nalgas eras masajeadas en ese instante. Pronto el rubio recorrió el cuerpo ajeno con besos y lamidas, mordiendo los ya conocidos puntos débiles de su prometido, exceptuando sus delicados pezones.

— Katsuki — pronunció con tono desesperado, cosa que el nombrado captó al instante

Y destrozando las bonitas medias de Eijiro, y quitarle el plug de conejo, entró de una sola estocada. Ocasionando un chillido de parte del pasivo y que éste se removiera con su falo palpitante adentro.

— ¿Te gusta mi verga pequeña putita? — No espero siquiera que Kirishima se acostumbrara, arremetió contra su ano

— Me encanta — dijo como pudo recibiendo las embestidas furiosas del hombre dentro suyo

Las embestidas siguieron, pero el aguante de Eijiro en ese momento era poco, por lo que no faltó mucho para que se corriera. Y sorprendentemente, Bakugou lo hizo minutos después de él.

— ¿No que los strippers no te calentaban? — Preguntó con sorna aún con la respiración agitada

— Dije que los strippers no me calentaban, pero dije que esto si — acarició los glúteos del pelirrojo, avergonzando al menor — Agh, me duele la maldita cabeza — refunfuño dejándose caer en el respaldo del sillón

— ¿Cuánto bebiste?

— No lo sé, cinco tragos, tal vez diez — Kirishima de inmediato se paró al escuchar tal cantidad — Es culpa de ese maldito Denki, él y sus mojitos — se quejó cerrando los ojos

— Espera, no te puedes quedar dormido aquí — decía algo nervioso puesto que en poco tiempo la habitación seria reclamada por el personal

— Demasiado tarde — pronunció Bakugou cayendo ante el sueño que le había causado el alcohol

Bonus:

Kirishima estaba desesperado, y es que Bakugou no se lograba despertar con nada, parecía estar en un coma etílico.

— ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago? — repetía una y otra vez dando vueltas por la habitación hasta que una idea vino a su mente

Tomó el celular de su novio, desbloqueándolo y buscando entre sus contactos a Denki Kaminari, encontrándolo como "Denkibro" seguramente agendado por el mismo chico de quirk eléctrico y Katsuki no se lo quiso cambiar.

Marcó al número, siendo correspondido a los cinco tonos.

Hey Bakubro ¿Te divertiste con el stripper? ¿Me llamas para hacer un trio? — se escuchaba pasado de copas, pero era su única opción

— No, Denki-san, soy yo, Kirishima — del otro lado de la línea se escuchó un silencio, solo se podía oír la música estruendosa de la discoteca — Necesito su ayuda

Dime, ¿Qué pasa Kirishima?

— Es Bakugou, se durmió en el sillón y no despierta con nada, no nos podemos quedar aquí

Oh mierda, la bebida le pegó fuerte — se escuchó la voz de Midoriya formulando una serie de preguntas sin respuesta — Bien, deja voy con la tropa, nos vemos

El pelirrojo aliviado suspiro, ya venía la ayuda; sin embargo al instante se preocupó, pues estaba desnudo en medio de la habitación, y Bakugou no contaba con camisa y tenía el pene de fuera. Así que presuroso, se arregló con el traje de látex, desasiéndose de las medias rotas y la diadema, y con el rubio, solo le acomodó la ropa.

— ¡Ya estamos aquí! — la puerta fue abierta con fuerza, estampándola contra la pared

El grupo de amigos de Bakugou se encontraba al otro lado de la puerta, observando a un Kirishima con nada más que un corsé de látex y un par de tenis Converse.

— ¿Qué esperan chicos? Ayúdenlo por el amor de Dios — habló Mina trayendo de vuelta a los chicos

— Hay que llevarlo a un hotel cercano — pidió el menor cubriéndose con las manos

— Toma Kirishima — Todoroki le hizo entrega de un largo abrigo, con el cual se cubrió perfectamente, ya que este le quedaba como vestido de noche

— Eijiro, Eijiro, me gustas mucho — empezó a balbucear entre sueños el rubio siendo cargado por Sero, Denki y Midoriya — Me sigues gustando como el primer día en el que te vi — el pequeño héroe se avergonzó al saber que demás escuchaban la confesión de su prometido — Y probé tu delicioso cuerpo

— Suficiente — le tapó la boca a Bakugou logrando que dejara de habla

Me pareció un detalle hermoso poner a Bakugou como alguien obstinado pero sensible y atento en algunos temas, como por ejemplo sus padres, el perder a la persona que ama, sus amigos –porque el Bakugou de esta historia quiere mucho a sus mejores amigos aunque no lo demuestre–; he ahí el porqué de su "renuncia" a ser el héroe numero uno con tal de salvar su relación, o lo afectado que se ve por la cuestión de su madre.

Este capítulo lo hice con muchos golpes por parte de Bakugou hacia Kirishima, pero con cosas livianas que Bakugou está seguro no le causaran daño a su prometido. Es una forma indirecta de decir que tal vez Katsuki es más abierto hacia su pareja pero sigue manteniendo ese lado "tsundere" como se le suele llamar.

Itadakimasu (いただきます): Expresión japonesa que se usa al empezar a comer. Es una forma de agradecer por la comida, y no tiene traducción al español. Es muy importante para los japoneses esta expresión.

Tengo un grandísimo headcanon de que Bakugou odia a la gente, o sea, no le gustan los lugares con demasiadas personas y prefiere su espacio personal. Como fue en el caso de la discoteca, donde se sentía ahogado por el exceso de gente y el poco espacio que sentía. Algo así como la claustrofobia pero no siendo una fobia en sí.

Realmente no entiendo como el quirk de Eri podría funcionar en batalla, al menos en ofensiva, pero la nena ya creció así que algo a de haber desarrollado.

El "Zeus Night-club" es un club real localizado en Akasaka, Roppongi.

Ok, para el momento "horny" me centré más en el pole dance, o strippdance, como quieran llamarle, que en el mero sexo. Porque la simple imagen de Kirishima como stripper me prende, ok no.

En este capítulo parece que me obsesioné tanto con los strippers, y es que sí, me gustan, lo admito. 

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