1 3

Una semana había pasado desde la partida de Bakugou, semana en la cual ni se molestó en regresar para llevarse sus ropas o pertenencias. Kirishima sospechaba que tal vez regresaría mientras él se encontraba en la agencia, pero eso nunca pasó, las cosas de Katsuki seguían en el mismo sitio en las que la había dejado Eijiro al siguiente día de la retirada de su prometido; pues no se había dado cuenta de cuan descuidado tenían el apartamento. Nunca se volvería a deprimir de esa forma, y si lo hacía, procuraría al menos limpiar el lugar mientras lloraba abrazado a la escoba.

Se encontraba yendo a su trabajo, procurando ir primero al del rubio a ver si de casualidad lo atisbaba en las oficinas o saliendo del gran edificio listo para patrullar.

Sin embargo, en su lugar se topó con Midoriya Izuku, o Deku como era conocido por lo civiles; éste le regaló una sonrisa al notar su presencia y un saludo desde el otro lado de la calle. Kirishima por cortesía le correspondió el saludo algo apenado y siguió con su transcurso hacia su agencia. Aún recordaba cómo le había llamado al peli verde para saber si tenía noticias de Bakugou, empero, le respondió que el rubio por el cual Eijiro clamaba su amor, se tomó vacaciones excusándose de una enfermedad; lo que más le dolió al pelirrojo fue que su pareja dijo, y cito "No te preocupes nerd de mierda, estaré con Eijiro". Colgó de inmediato al escuchar eso.

Intentó contactar a Katsuki por diversos medios, exceptuando a personas cercanas a él, pues ya había arruinado todo con la señora Mitsuki y con Midoriya, no quería saber las excusas que le había dicho a sus amigos, que seguro le partirían el alma.

Al doblar la esquina, varias personas se acercaron con el ahora héroe Red Riot pidiendo autógrafos y selfies con el renombrado héroe; si bien estaba al pendiente de Bakugou, no dejó de lado su trabajo, y con la reciente pelea de su equipo contra algunos Nomus que atentaban contra la ciudad, la prensa no dejó pasar de largo al hombre de llamativo quirk, haciendo entrevistas al nuevo héroe que se anunciaba ante el mundo y amenazas.

Puede que a uno de los reporteros se le haya escapado ante la televisión mundial haberlo visto con anterioridad junto al reconocido pro-hero DynaMight, fue entonces que más preguntas lo atacaron con respecto a su relación, y Lemillion haya ido en su rescate diciendo: "No más preguntas" para proceder a retirarse de la escena junto a su escuadrón.

Llegó a salvo al edificio en el cual llevaba a cabo su trabajo, con un mechón de cabello faltante arrancado por un fanática que aprovechando la conmoción se acercó al cuidado y sedoso cabello de su nuevo héroe favorito; de ahí en más, estaba bien. Le era raro recibir aquella atención por parte de civiles, dado que no hace menos de un mes era un simple subalterno, a quien todos pasaban de largo para alcanzar a los héroes Lemillion y Suneater, los cuales hacían hasta lo imposible para que notaran a Eijiro, que le dieran los créditos que merecía por la captura del villano, y aunque esto nunca sucedía, era mejor para el pelirrojo, pues aún no estaba listo para enfrentarse a la multitud de personas agobiándolo y acosándolo a donde quiera que vaya.

— Buenos días — saludaba a cualquiera que se le atravesaba por el camino con su típica sonrisa que dejaba a la vista sus afilados dientes

Al caminar un poco más fue capaz de llegar a su oficina asignada, más ésta se encontraba ocupada por otra persona, una a la cual no había visto nunca.

— Disculpa — llamó la atención de la adolescente que se vislumbraba de alrededor de 16 años de edad, piel pálida, cabello azulado casi tirando a lo blanquecino el cual sobrepasaba su cintura

La chica volteó por consecuencia dejando ver más rasgos a la vista.

Ojos anchos e inocentes, de color rojo brillante como los suyos. Y del lado derecho de su frente sobresalía un pequeño cuerno marrón.

— ¡Red Riot! — chilló sobresaltándose en su lugar — ¿Qué se le ofrece?

— Bueno, es que — no sabía que decir sin sonar grosero y sin parecer que le exigía la oficina de la cual era dueño — Esta es mi oficina — dijo rascándose la nuca, viendo con angustia a la joven

La peli azul no dijo nada, limitándose a ver al héroe que se encontraba en la puerta, al igual que el contrario a ella, quedándose en un cuarto en silencio absoluto, donde reinaba la tensión que se sentía entre ambos. Cuando Kirishima se sintió incomodo al tope se removió en su lugar, ocasionando que la adolescente reaccionara empezando a guardar todo nuevamente en la caja de cartón que tenía en el suelo.

— ¡Espera! — detuvo sus acciones el pelirrojo — Debe haber una confusión, mis cosa no están aquí, así que supongo que me equivoqué de cuarto, lamento la molestia

Cerró la puerta con desconcierto, la mirada penetrante de aquella chiquilla le había puesto los pelos de punta, revisó bien la localización de las puertas desde la entrada, haciendo un reconteo hasta llegar a la novena; se dirigió a ésta abriéndola, encontrándose nuevamente con la misma chica de hace unos minutos, pegando posters –de los pro-hero retirados Eraser Head y Present Mic– en la pared tras el escritorio. Repitió la acción un par de veces más, terminando siempre en el mismo cuarto, rendido se tiró al suelo en medio de la oficina.

— Descuide Red Riot, seguro que hay una explicación, esperemos a Mirio-sama

La oji rubí lo vio con pena, acercándose a él para darle un par de palmadas en la espalda tratando de con ello desaparecer la frustración que seguramente sentía el adulto, regresó a la caja una vez estaba segura que el teñido se había calmado, y de ella sacó figuras de acción que acomodó linealmente en el escritorio.

Kirishima al ver los personajes a los cuales pertenecían las esculturas se atrevió a preguntar.

— ¿Te gustan mucho Eraser Head y Present Mic, no es así?

— Son mis héroes favoritos — respondió con una sonrisa admirando sus posters — además de Deku y Lemillion — sacó de la caja dos figurillas caricaturescas de los hombres mencionados — Pero mis papás tendrán siempre mi favoritismo

— ¿Papás?

— ¿Lo dije en voz alta? — Eijiro asintió en respuesta, la peli azul suspiró derrotada, como si hubiera revelado algo que era sumamente secreto — Pues sí, Aizawa Shota y Hizachi Yamada son mis padres adoptivos

— Espera — Red Riot se levantó del suelo, asombrado por el descubrimiento que acababa de tener — Tu eres...

— Eri, ¿Todo bien por aquí? — la voz y cabeza de Togata se divisó por la puerta, dándose una sorpresa al ver a su nueva recluta y a su nueva mano derecha en el mismo cuarto

— Sip — respondió ella — Pero una confusión pasó aquí — se acercó a Kirishima, poniéndose al lado de éste con los brazos cruzados — Esta es la oficina de Red Riot

— Oh — se sorprendió ante la confusión — ¿Qué no Tamaki te había dicho? — le preguntó al pelirrojo obteniendo una negación — Ese Amajiki — exhaló frustrado por los olvidos repentinos que tenía su pareja — Red, tu oficina ahora se encuentra en el tercer piso, me tomé la libertad de mover tus cosas porque, ya ves, necesitábamos espació para una nueva colega

— No importa — se encaminó a la salida listo para conocer su nueva oficina — Espero y te guste — dijo dirigiéndose hacia la chica — ¡Nos vemos en el almuerzo! — no podía esconder su emoción al conocer por fin a la tan nombrada Eri, hija adoptiva por Aizawa y Present Mic

Ese día fue de lo más agotador para Kirishima, no pensó que ser héroe profesional seria tan tedioso; ahora no solo tenía que recibir órdenes de sus superiores, sino que también se le fue otorgada una parte de la agencia, quienes estarían a su cargo; tuvo que hacer parejas de patrullaje, procurando que los quirks de ambos se complementaran, organizó papeles, relleno formularios. Nunca había escuchado quejarse a Katsuki de aquello, tal vez porque al ser la agencia de Endeavor le era difícil subir de rango, o había demasiadas personas trabajando para él que no había necesidad de que los héroes se encargaran de elaborar el horario de cada subalterno que ingresaba. Mientras que su agencia apenas progresaba y se alzaba para entrar a las "agencias principales" en la cual todo aspirante a héroe quisiera acceder.

Algo que le carcomía la mente eran las palabras de Mirio, pues después de retirarse de su antigua oficina siguiendo a su superior; éste inició una conversación.

Kirishima le llamó captando su atención Quisiera que Eri fuera tu subalterna asignada

El pelirrojo estaba a punto de protestar cuando el rubio habló añadiendo.

Sé que es un poco rápido tomando en cuenta que apenas te he ascendido, y enserio quisiera ser yo quien la guiara en su camino a convertirse en la mejor heroína que el mundo pueda tener interrumpió su entusiasmo Pero tengo a cinco en mi cuidado y seis creo que ya es demasiado, y Tamaki está muy ocupado en estos momentos como para capacitar a otra persona

Mirio-san

Y no quiero dejarla en manos de otros a los que no les tengo la suficiente confianza interrumpió al pelirrojo Aizawa me confió a su pequeña y yo- las palabras no salían de su boca por el nerviosismo Enserio quiero que crezca en buenas manos

Mirio-san dijo risueño Eijiro Me convenció desde el principio aclaró con una sonrisa

Muchas gracias Kirishima, te pagaré más si es necesario recibió un abrazo del oji azul mientras las puertas del elevador se abrían

Ahora tenía a su propia subalterna, y no solo eso, ¡Ella era la hija de Aizawa-sensei! Definitivamente no dejaría que se lastimara demasiado en las misiones y la protegería con su vida, no se arriesgaría a lastimar a la sucesión de su querido maestro.

Estaba a unas cuantas cuadras de llegar al edificio en el cual pertenecía su apartamento cuando vio a lo lejos la imagen de Katsuki entrando a lo que era un hotel situado frente al parque principal de la ciudad, ¿Cómo nunca antes se había dado cuenta? Ahora eso no importaba.

A paso rápido se acercó al gran edificio, siendo lo más discreto posible, al llegar a la recepción no había pistas del rubio, por lo que se acercó al hombre del otro lado de la mesa.

— Disculpe — el joven dejó de lado la revista que en ese momento estaba leyendo para ponerle atención a un posible nuevo cliente — ¿Bakugou Katsuki? — el hombre alzó una ceja sin entender a qué se refería — ¿Se encuentra aquí?

— Se acaba de ir por ahí — señaló un ascensor del lado derecho a la entrada, al final de un pasillo

— ¿No sabe en qué cuarto se está hospedando?

— Señor, es mi trabajo hospedar a los clientes, sería mi perdición si no lo supiera — dijo obvio mientras tecleaba en su computadora — Habitación 320, tercer piso — indicó, Kirishima se fue a correr al ascensor, pero fue llamado de nueva cuenta por el joven — ¿No quiere que le brinde una llave?

— Si por favor — se regresó de inmediato yendo al tercer piso ahora con la llave de la habitación en mano

Al llegar al piso designado por el elevador, notó que estaba desolado, caminó a lo largo del pasillo revisando en cada puerta el número con el que contaban, esperando llegar hasta la que tenía la placa dorada con el número 320; estaba nervioso y sus manos temblorosas lo demostraban, sus piernas flaqueaban pero no detenía su andar, ¿Qué le diría una vez que entrara en la habitación? No lo había planeado, aunque ya no había tiempo para hacerlo, pues se encontraba frente a la placa brillante con un 320 marcado.

Dudoso, pasó la tarjeta que le habían proporcionado en recepción sosteniendo la manija cuando la luz parpadeó en verde, y jalando de ésta. La puerta se abrió, dejado libre la ventisca del aire frio que se albergaba en aquella habitación. No había luz, haciendo más escalofriante la escena, apenas entró buscando el interruptor, con ayuda de la poca luz que lograba colarse desde el pasillo. Dio un par de pasos más, cuando fue tomado por la cintura desde atrás, siendo estampado en la pared a un lado de la puerta, una mano en su cuello lo estaba asfixiando por la presión impuesta en ésta.

Su instinto solo reconocía una cosa, peligro; por lo que sin dudar activo su quirk. Ese chico de la recepción tal vez le había tendido una trampa enviándolo al cuarto de un villano que se alojaba en el mismo hotel que Bakugou. Intentó alcanzar el marco de la puerta y zafarse del brutal agarre, sin embargo la persona que lo sostenía cerró la única salida que tenía dejándolos a oscuras.

— ¿Creíste que no me daría cuenta que me seguías? Alimaña — era la voz de Bakugou, de su prometido, pero, ¿Por qué le dijo alimaña? — ¿Quién te envió? ¿Para quién trabajas? — por su tono de voz pudo averiguar que se le acababa la paciencia, lo había confundido con un villano — Dime si no quieres que explote tu culo

— Blasty, soy yo — dijo entrecortadamente por la ausencia del aire en sus pulmones

No hubo necesidad de que especificara quien era, con el apodo tenía claro a quien estaba apresando contra la pared.

— ¿Kirishima?

— Jeje, sorpresa

Rápidamente soltó al pelirrojo, permitiéndole respirar.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó el rubio caminando hacia la ventana, apreciando las vistas

— Es que no has vuelto a casa y yo- — inspeccionó el cuarto, no muy grande pero tampoco chico, el espacio perfecto para que un hombre soltero y sin hogar pasase la noche — Me preocupé mucho

— Pelos de mierda, ¿A qué estás jugando? — la pregunta lo descolocó — No entiendo — ríe amargamente para después dirigir su vista desde el exterior de la ventana hacia Eijiro — Me dices que te arrepientes de haberte comprometido conmigo y ahora vienes aquí, ¿Acaso vienes a entregarme el anillo? ¿Era eso de lo que querías hablar todo el tiempo?

— ¡No! — negó al instante — Si solo me escucharas...

— No, tu escúchame a mí — se acercó lo suficiente para mezclar aliento con el menor — Me queda muy claro que el único que aportaba a la relación fui yo, y te forcé a tener algo conmigo cuando lo único que querías de mí era volverte más fuerte

— ¡No es cierto! — cortó Kirishima todo pensamiento del rubio hacía su persona

— ¡¿Entonces qué demonios significa lo que dijiste?! — se alejó un poco para después gritar, estaba frustrado y cansado, no quería pelear más — Supongo que el único que se ilusionaba con nuestra boda era yo y tú solo jugabas conmigo dándome falsas esperanzas de una vida perfecta

Sintió su mejilla arder de pronto; y no era para menos, pues su prometido le había proporcionado una bofetada a puño cerrado que dejó su moflete rojizo por tal fuerza usada en el impacto.

— No estoy para esta mierda — dijo una vez recobró la noción

Recuperando la postura se dirigió a la puerta para después abrirla.

— No me vuelvas a buscar — le dio una última mirada — No quiero saber nada más de ti — se quitó el anillo de su dedo anular dejándolo caer al suelo — Ni de esta relación

La puerta se cierra tan fuerte que logra crear una ventisca la cual golpea el rostro de Eijiro, haciéndolo reaccionar. Se lanzó al suelo desesperado, buscando entre la oscuridad el anillo perteneciente a Bakugou, no se tomaría la molestia de buscar el interruptor de la luz para hacer más fácil la búsqueda, no había tiempo. Al momento de sentir un pequeño objeto circular entre su palma, no dudo en tomarlo y correr hacia el rubio que estaba a punto de llegar al elevador.

— ¡Bomba con patas! — logra obtener la mirada de Katsuki, lanzándose a él causando que den vueltas por el pasillo, forcejeando en el proceso

— ¿Qué mierda te pasa? — recriminó el mayor intentando ser él quien estuviera arriba, empero, Kirishima no se lo dejaría tan fácil, comenzando una nueva pelea — Déjame ir maldita sea, ya es tarde

— ¡Nunca es demasiado tarde! — Eijiro seguía aferrado al cuerpo contrario, rodando hasta que por fin logró estar arriba de Bakugou, tomó una de sus manos intentando poner el anillo nuevamente donde pertenece

— ¿Qué crees que haces? — dieron más vueltas hasta que el rubio estuviera sobre del pelirrojo, poniendo todo su peso en el estómago de éste para que ya no fuera capaz de moverse, apresando ambas manos del contrario por encima de su cabellera pelirroja — Estoy siendo paciente contigo pelos de mierda, vete o te quemaré tu horrible peinado

— ¡No! — endureció sus brazos apartando a Katsuki, aprovechó su distracción para ahora ser él quien apresaba al otro, sonriendo al ver la mueca del rubio, más se puso nervioso al ver que el de abajo sostenía sus caderas, listo para reanudar las vueltas sobre el piso — Lo siento

Dio un golpe en la cabeza de Bakugou, intentando con ello que éste se desmayara, mas calculó mal y la testa del alto sangraba, pero él no estaba inconsciente.

— ¡¿Trataste de dormirme?! — le reclamó sintiéndose insultado

Pronto el forcejeo se hizo presente, sin embargo, Kirishima haciendo uso de su peculiaridad enterró los dedos en el suelo, impidiendo que su cuerpo cayera de costado o se tambaleara. De pronto, la lucha de Bakugou por liberarse cesó.

— ¿Por qué? — susurró el mayor sin mirar hacia arriba — Dime por qué demonios viniste a perturbar mi paz de nuevo — habló más alto para que Eijiro lo escuchase — ¡Lárgate y déjame olvidarte!

Esas palabras distraen al pelirrojo, el de quirk explosivo aprovechando esto empuja al de arriba logrando liberarse, y acorrala al chico tirado con una mano arriba, muy cerca de su cara, sacando chispas.

— Por favor, vete y olvídame — evita mirar a Kirishima a los ojos, está seguro que si ve esos brillantes rubíes, se aferrará al cuerpo de su amor pidiendo disculpas por lo que restaba de noche — No quiero que vuelvas a mostrar tu cara nunca más, si me amas, entonces déjame olvidarte

— Katsuki, mírame a los ojos — pidió el menor, si aquí dejarían su relación quería al menos ver por última vez esas amenazantes, y a la vez cálidas iris

— No — formuló el nombrado

— Por favor

Ambos son un mar de lágrimas, mientras uno quería despedirse con una última mirada, el otro se negaba a ver a su amado, pues se arrepentiría de todo.

— Por favor — volvió a pronunciar el teñido tomando el rostro ajeno entre sus manos intentando alzarlo para por lo menos ver una pizca de arrepentimiento vislumbrarse por sus orbes

— No, no me hagas esto — evitó mover su cabeza, ejerciendo fuerza sobre ella para no voltear — No seas cruel, por favor, no hagas esto

Logró que el rubio levantara la vista. Sus pupilas estaban contraídas, pequeñas, perdiéndose en lo blanco de la esclerótica. Las gotas de agua salada cayendo por sus mejillas rosadas, delataban que estaban en el mismo estado. Pudo a su vez mirar cómo es que sus parpados temblaban en frenesí, sabiendo con ello que Bakugou no quería alejarse, eso sumado al hecho de que estaba aferrado a su camisa.

— Blasty — lo abraza por el cuello echándose a llorar en su hombro, empapando éste de lágrimas y mocos — Lo siento, lo siento, lo siento — se retira del hombro ajeno sorbiendo su nariz — Me iré si eso quieres, solo te pido un último beso

Katsuki se negaba a dar el primer paso, no quería besarlo, pues eso significaría un adiós, cosa que él no quería, no quería despedirse de Kirishima, aunque eso fuera lo que gritara hace unos instantes. Estaba por retractarse y pedir disculpas, mas unos labios se estamparon en los suyos, robándole un pequeño beso que no pudo seguir y profundizar.

Después vio como el pelirrojo se le escapaba de las manos, yendo al elevador para presionar el botón de la planta baja; y mientras lo veía irse, sonrió lo más grande que pudo, hasta que sus cachetes le dolieran por lo expandida que estaba. Dejando al corazón de Bakugou acelerado, definitivamente no quería que lo dejara, no quería olvidarlo.

Reaccionando, se paró de inmediato limpiando sus lágrimas de forma brusca, dejando su piel un poco rojiza por la fuerte fricción; corrió por las escaleras de emergencia, haciendo lo posible por llegar antes que el menor a la recepción; se resbaló más de una vez, pero eso no le impediría llegar hasta Eijiro y besarlo en toda su cara, pidiendo disculpas de rodillas, confesarle que lo ha estado vigilando a lo lejos porque aún lo amaba. Reír entre sus brazos, quería que todo lo que estuviese pasando fuera un maldito sueño y que cuando despertase se encontrara en brazos de ese "dientes puntiagudos".

— Señor DynaMight — el joven de recepción se sorprendió de verlo ahí tan tarde, generalmente subía a su habitación a las 8:00 p.m. y nunca más bajaba de ahí, hasta el otro día

— ¿Dónde está Kirishima? — se notaba alterado, tal vez ese pelirrojo que lo buscaba había irrumpido su siesta

— ¿Quién?

— ¡Red Riot!

— Discúlpeme señor DynaMight, pero no conozco a ningún pro-hero con tal nombre

— ¿Cómo mierda no? — agarró su cabello, estirándolo un poco, necesitaba calmarse si es que no quería asustar al pobre chico — El maldito pelo pincho con dientes de tiburón

— Ah — de pronto el hombre entendió — Se acaba de ir, me dejó la llave de su habitación, perdone si irrumpió su privacidad, me pareció que lo conocía y por eso le brinde una llave

— Mierda — salió corriendo del hotel, buscando por todas partes la sombra de su amado caminando por la brillante noche, aceleró el paso en dirección a los apartamentos en los que residían, tal vez allá se esté dirigiendo Kirishima

— ¿Hice lo correcto? — esa pequeña pregunta saliendo de una aguda voz, fue suficiente para que detuviera su andar, buscando en toda dirección del parque por el que transitaba, hasta hallar a la persona procedente de esa interrogante

Hasta que lo vio, sentado en una banca con la luz de la luna acariciando su cuerpo, y, por consecuencia, su piel se veía más brillante, casi como si fuera un vampiro de la saga de Crepúsculo; aún con sus mejillas empapadas de lágrimas se veía majestuoso, aunque los sacos morados debajo de sus parpados desalineaban su imagen divina, no hizo que Katsuki dejara de mirar el bello rostro de Kirishima.

— Más bien yo no hice lo correcto — Eijiro dio un respingo en su lugar, esa voz grave lo había tomado por sorpresa — ¿Puedo sentarme? — el otro asintió dándole un espacio demasiado grande para sí solo, pareciera que lo evitaba y por eso se había recorrido hasta la esquina del banquillo

— Lo siento — pronunciaron ambos, sonriendo ante el comentario del otro, guardaron silencio, esperando que el contrario hablara

— No era cierto lo que dije allá arriba — Bakugou fue quien tomó la palabra — Solo que me ganó el coraje y dije cosas estúpidas

— ¿Entonces no me quieres olvidar? — interpeló esperanzado

— Mierda, no, claro que no — se acercó un poco más a Kirishima, intentando tocar su mano y transmitirle su calor — Eso sería lo último que quisiera, si algún día te olvidara, te obligaría a hacer que te recuerde, porque dios, eres la última cosa que quisiera olvidar — una risita se escapó de los labios de Red Riot

— Sobre lo que dije... — jugó con sus dedos un poco antes de hablar — No me refería a eso, bueno si, pero es que tú me hiciste sentir inseguro, siempre que quería hablar de la boda decías que no había tiempo o que no era el momento, me hiciste preguntarme si es que querías que se realizara la boda o solo me mantenías ahí, con mis ilusiones a tope — mordió sus labios nervioso, al fin se había desahogado de sus pensamientos, pero era difícil frente a la persona que le creo éstos

— No niego que me dolió cuando dijiste que te habías arrepentido, principalmente porque prometí que no haría que dudaras de tu decisión, pero henos aquí — tocó la mano de su amor, notando como ésta estaba congelada, más el dueño no titiritaba — Estoy de acuerdo en que fue mi culpa por siempre aplazar el tema y te entiendo, si me hicieras lo mismo hasta yo dudaría si es que estas jugando conmigo

— Yo sé que es tu deber como héroe ir y salvar personas, así como atrapar villanos o delincuentes — agregó el de dientes puntiagudos — Pero creo que olvidaste que también tienes a alguien esperándote en casa, que tal vez no necesite ser rescatado, pero me gustaría que pasaras tiempo conmigo, aunque sea una hora, o que a la hora de irse te despidas correctamente, no solo un beso basta

Bakugou escuchaba atentamente todas las razones por la que su pelos de mierda se sentía inseguro acerca de su relación, aspectos en los que podría mejorar y tal vez cambiar, porque detestaba ver a Eijiro llorar, y más si era su culpa.

— Todos esos pequeños detalles hicieron que creyera que ya no me amabas

— ¡Yo te amo! — soltó repentinamente asustando un poco al pelirrojo — ¿Tú, me amas? — bajo el tono a uno más quedito, viendo inquieto a la persona a su lado

— ¡Claro que te amo! — abrazó al rubio apretujándolo entre sus fornidos brazos — No sabes el infierno que me hiciste pasar toda la semana, llamé a tus padres, a tu agencia, a Midoriya, Sero, Mina y Denki pero ninguno sabía nada, llamé a tu teléfono saturándolo, te mande miles de mensajes y yo enserio pensé que te perdí — pequeñas lagrimas se formaron en sus cuencas — Hasta fui a tu agencia, yo- pasé todas las mañanas por si te miraba — el corazón de Katsuki se rompió, su rencor y orgullo le causaron daño a Kirishima, justo lo que quería evitar

Correspondió el abrazo más fuerte, estrujando entre sus dedos la carne del contrario.

— Prometo nunca más hacerte llorar, y si es que lo hago golpéame hasta el cansancio, hasta que tu dolor sane, porque un sol como tú no merece ser apagado por el llanto en pena

— Solo no me hagas dudar de tu amor, es lo único que te pido

Ambos rieron, ahora agarrados de las manos, se quedaron viendo el cielo estrellado.

— Entonces tú — Bakugou rompió el silencio regresando la vista a su acompañante — ¿No has dejado de amarme? ¿No has dejado de pensar en mí? — Kirishima lo vio por un momento, negando con una sonrisa — Yo tampoco, jamás hubo un día en el que no pensara en ti, jamás ¡Renté ese maldito cuarto porque la ventana daba una vista a tu agencia! Nunca, jamás, dudes de cuanto te amo si sabes que soy capaz de cometer locuras por ti

El pelirrojo se lanza a besarlo, aunque lo anterior dicho le parecía exagerado y hasta preocupante, sabía que era la manera de Bakugou de decir que lo amaba profundamente, y que nunca se libraría de él. El rubio corresponde gustoso, gruñendo por lo bajo al sentir un vacío en sus labios, y es que su pareja se había retirado para pararse, quedando enfrente suyo.

— Bakugou Katsuki — se hincó frente al nombrado — Teniendo a la luna como testigo, quisiera que aceptaras este anillo, como forma de expresar mi amor y afecto — mostró entre su pulgar e índice el anillo que con anterioridad había dejado caer en la habitación

— Idiota — la cara de Bakugou estaba teñida de la vergüenza — Esto es vergonzoso — se tapó la cara haciéndose bolita en la banca, luego, acercó su mano derecha al anillo, viendo entre dedos a Kirishima — ¿Qué esperas? Ponme el maldito anillo y reclámame como tu prometido — dijo avergonzado

Después de asegurarse que el anillo estuviera en el lugar correcto, el más pequeño se abalanzó al mayor, besando efusivamente sus labios, no queriendo despegarse de ellos. Nunca más.

— Creo que será mejor regresar a la habitación del hotel — opinó el rubio una vez se separaron — Estas temblando del frio y no quiero que te enfermes

— Gracias por preocuparte — se levantaron, Kirishima pasando su brazo por el cuello de Bakugou, y éste posando su mano en la cadera del pelirrojo — Pero ¿Tú estas bien? — preguntó al ver la sangre seca a un costado de su rostro

— Si, no es nada comparado a lo que me han hecho en batalla — habló despreocupado — ¿Quieres ver la cicatriz resiente que tengo? — preguntó cómo niño pequeño tratando de presumir sus juguetes, en este caso, cicatrices de batalla — Es grande, te dará un infarto en cuanto la veas

— Ya lo creo Blasty

— Pero Midoriya-san se ve bien — dijo pensativo Eijiro recordando como esa misma mañana caminaba a la perfección, sin poder creer al rubio sobre una bala que le había atravesado la pierna

Se encontraba en el pequeño baño mirándose al espejo arriba del lavamanos, revisando su cara con notables ojeras y rasguños a lo largo de ésta.

— El idiota lo sobrellevó muy bien, tal parece que tantas fracturas en el pasado obligaron a su cuerpo a adaptarse para una recuperación inmediata — resopló siguiendo con lo vista en el televisor estrujando la compresa fría contra su sien derecha — Al menos está preparado, sabe de qué se trata el mundo de héroes

— Ustedes han tenido años de experiencia en ese campo — expresó obvio secando su pelo con la pequeña toalla colgada en la ducha, a punto de secarse

— Tienes razón, no como un estúpido pelo pincho que acaba de empezar su labor como pro-hero hace menos de una semana — comentó acomodándose mejor en la cama, en una posición en la que le fuera fácil contemplar la reacción de Kirishima

— ¿Tú...?

— ¿Lo sabía? Claro que sí, ¿Que acaso no escuchaste cuando te dije que renté el maldito cuarto porque daba una vista a tu agencia? Además desde esa pelea contra Nomus no has dejado de aparecer en las noticias — la cara enrojecida del chico hacia competencia con su cabello teñido — Felicidades por al fin ser un héroe de renombre pelos de mierda — hizo un hueco entre su brazo y pecho, dándole espacio a su prometido –que venía con la cara cubierta por sus manos– de acostarse

— No es tan lindo como pensaba — refunfuñó con la cara metida en el pecho del mayor, dificultando su habla

— Claro que no lo es — susurro acariciando los lacios cabellos de su pareja — ¿Acaso creías que ser un héroe profesional era poca cosa?

— Claro que no, pero apenas es mi primer día y fue demasiado agotador — suspiró acurrucándose mejor en los brazos de Bakugou — Y además con toda esa gente acosándome, y los reporteros preguntando sobre nuestra relación cada que pueden, ¡Como si eso fuera lo más interesante de mi vida! —exclamó con los brazos arriba destruyendo el abrazo que habían formado — No me lo tomes a mal pero quisiera que me reconocieran por mí mismo, no por ti

— Te entiendo, y parece que no les tomó mucho tiempo para descubrir que tú fuiste el idiota al que le pedí matrimonio en la ceremonia de la U.A.

— Odio toda esa atención — hundió su cabeza en la almohada — Y para rematar ya me asignaron una subalterna, una parte de la agencia y apenas me dan un respiro con todo el papeleo que debo llenar para aceptar solicitudes tanto de héroes recién graduados, como de residentes de primer año

— Wow, wow, wow — Katsuki paró toda la reseña ahí — Entiendo que es tu primer día como pro-hero, y que tal vez te asignen misiones más pesadas — se sentó en la cama para poder hablar mejor — ¿Pero asignarte una subalterna de inmediato? A nosotros apenas y nos dejaron tener uno a nuestro cargo y eso que primero tuvimos que pasar por un examen físico, mental y emocional, y es por eso que mitad-mitad no tiene uno

Chasqueó la lengua al recordar los resultados del examen del heterocromático, si pensaba que sus resultados eran malos, los de Todoroki eran fatales.

— ¿Y cómo está eso de asignarte una parte de la agencia? ¿Qué Tintín no tiene bien organizada su agencia? ¿O por qué anda dando tareas a los que no son?

— Estamos cortos de personal Blasty, apenas y tenemos personas de limpieza

— Como sea, ¿Y cómo es esa subalterna? ¿Es linda? ¿Me cambiarias por ella? — empezó la interrogación estando más interesado en la chica que otra cosa

— No creerás quien es — dejó en duda al rubio con una sonrisa

— ¿Tan bella está?

— No me refiero a su belleza — se incorporó en la cama con las manos en las rodillas, aguantándose a gritar el nombre de la chiquilla que vio esa mañana — Pero es alguien inesperada

— Ya déjate de juegos pelos de mierda, dime quien es

— Eri — reveló con una amplia sonrisa

— ¿Eri? ¿La misma Eri de la que tanto la urraca hablaba? ¿Esa Eri? — preguntó sorprendido por imaginarse a la chica luchando al lado de su Kirishima

— Aja, aja — asintió entusiasmado

— No

— ¡Sí!

— Rayos — se dejó caer en la almohada — ¿Cuántos años tendrá la mocosa?

— No lo sé, pero soy feliz de poder conocerla al fin

Se quedaron en silencio, viendo el techo de la habitación.

— Eijiro, sobre la boda

— Ahora no Blasty — su respuesta lo dejó helado, pensaba que ese era el tema principal que todo el tiempo quería hablar, pero recibió una respuesta totalmente diferente a la que imaginaba — Lo siento pero quiero postergar la boda, con lo que pasó últimamente creo que no estamos en condiciones de casarnos todavía, quiero recobrar la confianza que te tenía, que las inseguridades no me atormenten, además creo que estaré demasiado ocupado para planear todo — Katsuki estaba impresionado con Kirishima, él podía ser un imbécil y tarado las mayorías de las veces, pero en esta ocasión era un maldito sabio

— Sobre la planeación... — se rascó la nuca listo para soltar la bomba — Tengo a todas las chicas haciendo los preparativos, Mina está a cargo de todo y mi mamá está diseñando los trajes

La habitación se quedó en silencio hasta que el rubio recibió un golpe de la almohada en su cara; que aunque ésta estuviera hecha de plumas el golpe fue duro.

— ¡Idiota! ¡Me hubieras dicho eso desde el principio! No un "Ahora no Kirishima" "No tengo tiempo" "Hablamos luego" — reclamaba golpe tras golpe con el objeto emplumado hacia su novio — ¡¿Qué tanto que costaba decir que las chicas lo tenían todo bajo control?! ¡En cambio me hiciste sentir inseguro y mira a donde llegamos! — si bien no estaba furioso con Bakugou, si está algo molesto, pues todo el lío se podría arreglar con solo unas palabras de él y aclaraciones, pero prefería crear drama y callar

— Ya, ya, ya entendí — agarró la almohada impidiendo que la ráfaga de golpes siguiese, jalándola hacia él ocasionando que Eijiro se cayera encima suyo — Te amo Eijiro — dijo empezando a repartir besos por toda la cara del pelirrojo — Te amo, te amo, te amo

Katsuki sigue con su tarea hasta que Kirishima se empacha de tantos besos, intentando detener a su pareja, siendo apresado por el contrario, sus ósculos empezaban a dar cosquillas y eso al menor no le gustaba.

— Jaja, ya para por favor — decía entre lágrimas de risa — O-oye, a la próxima explícame bien las cosas, ya sabes para ahorrarnos el drama — seguía intentando parar las acciones del rubio — Sabes que voy a entenderte, o que al menor puedo intentarlo, no quiero volver a creer que te pierdo, porque a pesar de que te dije que me arrepentía, la verdad es que diría mil y un veces sí, con tal de estar a tu lado por la eternidad

Las cosquillas cesaron, Kirishima aliviado de esto, acarició las mejillas de Bakugou, sintiendo húmedo al instante.

— Hombre ¿Estas llorando?

— Vete a la mierda — siseo en un sollozo intentando calmarse

¡¡¡OTRO CAPITULO SIN HARD NI BONUS!!!

El primer capítulo del año, algo bien.

Antes que nada, espero y se la hayan pasado bien en ésta navidad y año nuevo. Yo la verdad la pasé relajada, y un tanto ocupada, por eso no podía actualizar rápido. Pero casi me le acerco a Lexo en cuanto a actualizaciones respecta.

Ahora sí.

Si se respetaran las leyes del tiempo, Eri tendría 11 años en la historia y no podría ser parte de la agencia de Mirio y Tamaki, PERO, como ya jugué con el tiempo y realidad de la historia, me tomé la libertad de hacer a la pequeña Eri más grande.

Las letras que están así significan FLASHBACK.

Al chile no entendí las razones de los reclamos de Bakugou en el audio, así que lo cambie a mi estilo y a la historia B).

Quisiera pedirles sus opiniones y sugerencias respecto a la estación en que se llevara la boda. Al igual que el lugar: capilla, playa, jardín, etc. Enserio me ayudarían mucho dando su opinión.

En el anterior capítulo vi que muchos prefirieron Bakushima como shipp del one-shot, sin embargo no los pude leer a tiempo e hice lo que quería. Pero neta si tenía planeado a Kirishima como Santa desde un principio porque según yo, en su etapa de héroe profesional mide como 2 metros. Así que se me hizo más fácil hacer un Kiribaku. Pido perdón a todas las personitas que querían Bakushima, si es que hago un one-shot de San Valentín, será de esa pareja. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top