1 0
Al fin, después de tanto tiempo, de tres años en los que derramó sangre, lágrimas y sudor; en los que consiguió tanto amistades como rivalidades -siendo el último lo más obtenido-; arriesgando su vida para salvar la de otros, ganando varias cicatrices que lo acompañarían por el resto de su vida como el jovial recuerdo de las personas que ha sacado de las garras de la muerte.
Empero, lo más sustancial; después de tres años de entrenamiento continuo e intenso, con el fin de mejorar su quirk y con ello lograr convertirse en el héroe que siempre aspiró a ser, uno que no demuestre miedo al peligro, que sin pensarlo dos veces se enfrentara contra la amenaza con tal de salvar a los desprotegidos, un héroe "masculino", querido y admirado por todos, que actuara sin arrepentimientos.
Al fin ha llegado el día, la graduación de un peculiar pelirrojo de ahora 18 años, de Kirishima Eijiro.
Quien ahora se encontraba en la única habitación del departamento de Bakugou, frente al espejo atando su corbata rojo vino, misión que se le hacía irrealizable con las manos de gelatina que se cargaba en ese momento; los nervios lo estaban consumiendo, tanto así que se olvidó completamente de arreglar su cabello el cual requería una atención mínima de 20 minutos para dejar sus pelos de punta, literalmente.
— Oye pelos de mierda, a este paso llegaremos tarde — escuchó el grito de su novio desde la planta baja, suspiró, no era momento para ponerse a dudar
Dejando la labor de su infeliz corbata a un lado, para así concentrarse en su pelo flácido. Estaba a punto de hacer su típico peinado en punta -en el cual se gastaba casi un bote de gel de 250g- cuando alejó el recipiente de su mano, este era un día especial, lo que ameritaba un peinado especial; así que se puso manos a la obra buscando el mejor estilo que le quedara y gustara.
— ¡Oh, vamos! ¡¿Qué es lo que haces que te estas tardando una maldita hora?! — el rubio estaba impaciente, Kirishima estaba encerrado en ese cuarto desde las 8:00 de la mañana arreglándose, y ya llevaba tres malditas horas en ello; entendía que las chicas pudieran tardar hasta 5 por lo inconformes que eran a la hora de un evento importante, pero estaba hablando de Eijiro, un chico que siempre usaba sus crocs rojas a donde fuera y se bañaba solo cuando ya ni él mismo soportaba su propio olor — ¡Si no bajas ahora, voy a subir y te bajaré yo mismo! ¡No me importa si no estás arreglado! ¡Estas peor que mi vieja, maldita sea! — refunfuñó
Estaba por subir el primer escalón, listo para patear la puerta y llevarse al pelirrojo de los pelos si hacia falta, cuando oyó la puerta abrirse, levantó la vista solo para encontrarse con un ángel caído del cielo a palabra del mismo Katsuki.
Y es que Kirishima podía ser guapo aun cuando usa sus horribles pantalones cortos y holgados y esos detestables crocs que parecía les hacía tributo. Pero cuando se arreglaba su nivel de guapura trascendía a Dios griego. Y era justificable esta etiqueta pues en ese momento lucía un hermoso traje azul Prusia estilo americano con una camisa de vestir negra de cuello italiano por debajo de éste, un pañuelo rojo sobresaliendo de su bolsillo al costado izquierdo del traje, justo por encima del corazón; y unos zapatos wingtip de punta chata color sepia. Y su cabello, ¡Oh mierda! Ese cabello, ya no era tan mierdoso, no cuando este estaba peinado hacia atrás con unos cuantos mechones rebeldes pendiendo en su frente dándole un aire galante. Bakugou juraría estar babeando en ese momento de no ser por la corbata desatada que colgaba del cuello del menor y rompía el porte de impoluto de Eijiro.
— ¿Cómo me veo? — preguntó tartamudeando ya que tenía clavada la mirada del mayor, lo que lo ponía de los nervios pues creía que lo estaba juzgando — Seguro me veo horrible, ¿Es mi cabello? ¿O el traje? Es mi cabello, deja lo peino en punta y nos vamos
Estaba a punto de retroceder y salir corriendo cuando fue tomado por los extremos de su corbata y jalado hacia enfrente para impactar en los labios de Bakugou.
— Déjate de estupideces, te ves decente — pronunció con su voz ronca atando la corbata — Además no planeo esperarte ni un minuto más, ya vámonos — demandó soltando el accesorio ya arreglado
— Tú tampoco te ves nada mal
Alagó al observar como su pareja llevaba un conjunto que consistía en una camisa de vestir rojo escarlata, por encima un chaleco de una fila color berenjena, y a sus costados contrastaba un tono azul Oxford con rosas blancas imbuidas en la tela; con un pantalón azul oscuro siendo sostenido por un cinturón de hebilla dorada y para completar el atuendo, zapatos Derby color chocolate y una corbata negra bien ligada sobre su pecho.
Ambos atuendos combinaban y se complementaban a la perfección.
— Yo siempre me veo bien pelos de mierda — le dio una mirada socarrona recibiendo un leve golpe en el brazo
— A veces eres tan arrogante — suspiró el pelirrojo caminando hacia la puerta principal
— Pero te encanta este arrogante — lo siguió por detrás viendo como las caderas de Eijiro se movían de un lado para otro en cada paso que daba — Ese pantalón se ajusta muy bien a tus glúteos — soltó un suspiro — No sé si pueda resistirme a cogerte en medio de la pista si te vistes así yo- — está a punto de darle una nalgada sonora al menor, pero su mano fue sostenida antes de que llegara a impactar con el acolchonado trasero de Kirishima
— Quieto — pronunció soltando la mano de Bakugou para voltearse y darle un beso de piquito al más alto — Es hora de irnos
— Ahh — reprochó como niño a quien le denegaban un helado — Está bien, pero tengo que quitarte eso cuando acabe tu graduación, y con los dientes — escuchó una risita por parte del contrario — Lo digo en serio, no te rías
Salen a la acera donde el potente sol les pega en los ojos cegando a ambos oji rubí. En la calle, se encuentra esperándolos la motocicleta de Bakugou con dos cascos en el asiento, una BMW 18 reluciendo aún más por los efectos del sol al pegarle en el deposito; Kirishima se sorprende al ver la moto fuera de la cochera, pues el rubio solo la sacaba para ocasiones especiales y en ninguna de estas había subido a Eijiro con él.
— No te sorprendas — llegó a su lado Bakugou con las llaves en mano — Esta es una ocasión especial, lo único malo es que no voy a poder beber tanto para traerte en una sola pieza — le tendió uno de los cascos a su pareja — Pero eso no significa que tú puedas emborracharte hasta medir la calle — le dio un pequeño golpe con delicadeza — Hoy tú eres lo más importante, también pedí este día libre en el trabajo y mañana, para poder estar juntos
A Kirishima se le descoloca el corazón, enternecido por las acciones de Bakugou, se lanza a abrazarlo y plantarle un efusivo beso.
— Bueno ya, ya — se separó el rubio dejando un último beso antes de montarse en el vehículo — Andando, agárrate bien si no quieres caer
Con el regocijo por montar por primera vez una motocicleta, pasó su pierna con cuidado de no trozar su traje, entrelazando sus dedos por encima del pecho del conductor, apoyando su cabeza en la espalda del anterior mencionado; fue entonces que el rubio prendió el motor, provocando una sensación de adrenalina en ambos, y arrancó rumbo a las instalaciones de la U.A. -no sin antes asegurarse que Kirishima trajera el casco puesto- donde se llevaría a cabo la graduación.
— Bien — escuchó la voz del mayor retumbar al interior del casco — No te asustes, los cascos tienen micrófono y audífonos incluidos, para mejor comunicación — explicó fanfarrón — Primero es la ceremonia ¿Cierto?
— Si — contestó el menor sin escrúpulos
— Sobre las fotos que me pediste que tomara...
— No tienes que tomarlas si no quieres — habló calmadamente con una sonrisa — Mis madres también estarán y seguro van a tomar fotos de todo lo que se mueva
— Quisiera tener mi propia colección — el pelirrojo sonrió conmovido — Espero y nadie me reconozca o me pida una foto, no quiero dar autógrafos o tomarme fotografías con alguien que no seas tú — suspiró amacizando el agarre en las manijas para acelerar
Llegan al jardín donde todos los estudiantes están reunidos para saludarse antes de que la ceremonia diera inicio. Eijiro al divisar a lo lejos a sus dos mejores amigos, avienta el casco descuidadamente y sale corriendo a abrazarlos.
— ¡Tetsutetsu! ¡Tomo! — grita agitando los brazos alocadamente
Al llegar donde sus amigos se abalanza provocando que estos caigan al suelo con el pelirrojo encima aplastándolos.
— Me rindo, me rindo — palmeó el castaño la espalda de Kirishima rogando por un poco de aire — Eres demasiado fuerte héroe profesional Red Riot — fingió su muerte de la manera más dramática posible
— Oh vamos — se burló el peli plateado pateando levemente las costillas del echado
— ¡Tomo! — escucharon el grito femenil a lo lejos — ¡Levántate! ¡Vas a ensuciar la túnica! — regaño aproximándose a donde los chicos — Tienes que verte bien amor, es tu gran día
— Kiri, ella es Dai — presentó a la chica pelinegra de ojos celeste, parecía una modelo sacada de revista, con su estatura de no más 160 centímetros y esas curvas no tan marcadas que le daban un aspecto dulce — Mi novia
— ¡Ah! — saludó el pelirrojo de inmediato con un apretón de manos — Hola, soy Kirishima Eijiro, un gusto, Tomo me ha hablado mucho sobre ti
— Así que tú eres Kirishima — correspondió el saludo gustosa — Te imaginaba un poco más alto, Tomo también me ha contado mucho de ti, el año pasado te vi en televisión, ganaste el torneo con el primer lugar ¿No es así?
— Claro que sí — se inmiscuyó el héroe profesional en la conversación — Mi pelos de mierda es el más fuerte de su generación — presumió con orgullo
— ¡Oh por dios, pero si es DynaMight en persona! — chilló la chica en su lugar dando saltos entusiasmada — ¿Entonces ustedes dos de verdad son pareja? — apuntó al pelirrojo y rubio consecutivamente — ¡Se ven tan tiernos juntos!
— Es una fujoshi — explicó el castaño avergonzado
— No sé qué es eso pero está bien — levantó el pulgar en señal de aprobación
— ¡Eijiro! — escucharon otros gritos por detrás, el pelirrojo fue el primero en voltear encontrándose con sus dos madres dirigiéndose hacia él
— ¡Mamá! ¡Mamá! — corrió a estrujarlas entre sus brazos, ya se cumplían casi dos meses que no las veía y eso lo abrumaba de sobre manera
— ¡Hola mi niño! — su afecto fue recibido y transmitido por ambas féminas en un cálido abrazo
— ¿Estás listo?
— ¿Te lavaste los dientes?
— ¿Te bañaste?
— ¿Estas con ropa debajo de la túnica cierto?
Fue bombardeado por miles de preguntas de las dos que se le hizo agobiante; tantas interrogantes sin respuesta lo estaban mareando, hasta que para salvar el día llegó Katsuki tal caballero de brillante armadura.
— Señoras Kirishima — saludó cordialmente el rubio pasando una mano por la espalda de su pareja — Que gusto verlas
— ¡Oh! Katsuki ¿Te tomaste el día en el trabajo? — cuestionó la más bajita de las dos, tal era su altura que hasta Kirishima le ganaba con una cabeza; una señora con cabello negro de corte 'Bob' largo y ojos rubí como los de su hijo
— Así es, no me perdería la graduación de Eijiro por nada — revolvió un poco los cabellos de su pareja con una sonrisa coqueta
— Pero mira que hombre encontraste — dijo altanera su otra madre, mujer morena, con pelo castaño corte pixie y ojos ámbar, un poco más alta que la pelinegra y su propio hijo — No lo pierdas
No era sorpresa para ambas damas el amorío entre Eijiro y Katsuki, alegrándose de sobre manera el que su hijo haya encontrado pareja, sin embargo, todavía desconocían el compromiso que se traían los chicos, pues según estos -más bien el pelirrojo- aun no era el momento de confesarles.
— Más bien soy yo quien no debe perder a Eiji
{— Atención a todos los presentes, la ceremonia está a punto de comenzar, favor de ir a sus lugares correspondientes — se escuchó a través de los altavoces distribuidos por todo el campus — Atención a todos los presentes, la ceremonia está a punto de comenzar, favor de ir a sus lugares correspondientes}
— Nos vemos Ei — se despidieron las mujeres yendo a donde los invitados
— No te pongas nervioso y no dudes en ir por tu certificado — Bakugou se acercó haciendo un arreglo rápido al porte del pelirrojo — Es tuyo, te lo mereces — antes de irse plantó un beso en la mejilla del menor haciéndolo sonrojar
— Vamos Kiri — lo llamaron sus amigos dirigiéndose al escenario donde se llevaría a cabo el gran acto
Se encontraba en la silla asignada para él, la cual estaba colocada entre los escalones del centro arriba del escenario, por encima de sus compañeros. El montaje era exageradamente largo y muy laborioso, pues bien, ese año se graduaban más de 300 estudiantes en busca de lograr sus sueños y llegar a convertirse en el héroe a los cuales aspiran a ser.
Kirishima escucha su nombre salir de los labios de su profesor a cargo de llevar la ceremonia, e inmediatamente se levanta tembloroso, pasando por las demás sillas antes de llegar al centro de las gradas y bajar hasta el pódium para recibir su certificado en el cual se dictaminaba que a partir de ese momento era un héroe profesional que podía luchar contra el mal sin las restricciones de la academia. Al momento de tocar el papel enrollado con un moño azul escucha los gritos y alabaciones de sus madres, además de los flashes de las cámaras que traían consigo; se le escapó una pequeña risita al imaginar cómo estaría Bakugou en ese momento, ya que, por lo elevado que se encontraba el escenario del suelo, no lo alcanzaba a ver con claridad.
Volvió en sus pasos, regresando a su asiento mientras pasaban fotos de él sacadas en la sesión de fotos programadas una semana antes.
El mismo proceso ocurrió con sus demás compañeros, algo cansado y tedioso para los jóvenes y compañía. Hasta que fue anunciado que la entrega de reconocimientos había acabado sacándoles un suspiro de alivio.
— La ceremonia de entrega a concluido — anunció Aizawa a través del micrófono — Pero antes de que se retiren, quisiera que un ex alumno, que hoy nos acompaña, suba y de unas palabras para los nuevos héroes que saldrán al mundo a salvar vidas — hubo un gran silencio en el que nadie se movía, desesperando al pelinegro — ¡Te estoy hablando a ti DynaMight!
Bakugou chasqueó la lengua encogiéndose en su asiento como niño regañado, intentando esconderse para que nadie le reconociera: — ¡No puede ser Eraser! — refunfuñaba con los brazos cruzados hasta que sintió un delicado toque en su hombro haciéndolo levantar la cabeza
— Cariño anda — le hablaba una de las madres de Eijiro — Estoy segura que a Eiji le encantaría verte allá arriba
— Pero es su momento — objetó recibiendo una negación por parte de ambas
— Que vayas y des un pequeño discurso no significa que te lleves toda la atención — le empujó un poco, animándolo a subir
— Aggg carajo, que remedio — se levantó de su asiento reflexionando sus palabras, dándose cuenta de que la había liado con sus futuras suegras — ¡Lo siento!
Se fue esfumado al pódium siendo recibido con una horda de aplausos.
— Ahora sí te pasaste — susurró con la vista puesta en el horizonte
— Me estoy cobrando todo lo que hiciste cuando eras mi alumno — sonrió socarrón
— Idiota — carraspea para acercarse al micrófono dándole unas palmaditas, examinando si es que no estaba conectado — Antes que nada quiero decirles una cosa, si no sé esfuerzan y dan su ciento diez por ciento, no van a llegar a ningún lado, lo digo por experiencia, y si no exceden su límite ni siquiera van a lograr ser héroes decentes — pensó en sus palabras, negando el usar insultos, había niños presentes, y no quería recibir miles de demandas por padres enfurecidos de que sus pequeños angelitos aprendieran groserías de su héroe favorito — Así que, den lo mejor que tienen y más o les van a patear el trasero, ¡Plus ultra!
— ¿A quién se le ocurrió invitarlo a dar el discurso? — resoplaron los maestros cansados de esa actitud tan... explosiva
El rubio baja del podio siendo alabado y aplaudido, era uno de los pocos con suerte de ser conocido a tan poco avance en su labor. Minutos después, se retiran todos los egresados yendo con familias y amigos a reunirse para el gran festín que estaría ofreciendo la academia como disculpa por la ausencia de entretenimiento en la ceremonia como se era los años anteriores.
— ¡Eijiro! — gritaron ambas mujeres y su novio al estar a dos metros de distancia, corriendo hacia él para abrazarle
Siguen así hasta que el abrazo se vuelve asfixiante para el -ahora- héroe.
— Muchas felicidades — Bakugou sigue en el abrazo sin importarles las suplicas del pelirrojo — Todo el entrenamiento valió la pena, tu esfuerzo dio frutos, eres de los mejores en tu clase — se apartó con una sonrisa orgullosa, complacido de ver a su pareja triunfar — ¡Ahora ve y restriégales eso a los idiotas que se burlaron de ti!
— Eijiro, nos iremos adelantando al banquete, los esperamos — se despidieron las mujeres siguiendo a los demás padres
— Lo hiciste muy bien allá arriba — alagó al rubio
— Cállate, claro que lo hice bien, soy yo de quién estamos hablando
— Idiota
— ¿A quién le dices idiota? Tu hijo de-
Esta por golpear sutilmente la cabeza del menor, cuando notan que se acercan varias personas con sus teléfonos en la mano, sus rostros representan la viva imagen de admiración, pidiendo fotos con el gran héroe DynaMight.
— ¡Esto es precisamente lo que no quería! — gritó refugiándose atrás de Kirishima — ¡Atrás! ¡Bestias inmundas! ¡Atrás! — apuntaba despectivamente a todos — Ei, ¿Quieres alguna foto con tus amigos? Ven, vamos a buscarlos — arrastró consigo a Kirishima, con tal de escapar de aquellos adolescentes
— Awww — escucharon los lamentos de todos, lo bastante alto como para que el pelirrojo volteara y se quedara enternecido
Sus caras de decepción es suficiente para lograr que frene y -en consecuencia- a Bakugou.
— ¿Qué estas-? — cuestionó el rubio dándose la vuelta
— Te admiran Bakugou, solo quieren una foto y un autógrafo, no seas tan desagradecido y ve — empujó un poco a su pareja hacia la horda de gente
— ¡Pero son los idiotas de tus compañeros! ¿Qué no recuerdas todo lo que te hicieron?
— No soy tan despiadado como para quitarles la oportunidad de estar con su héroe favorito
— Todo esto es culpa de Aizawa, si no me hubiera pedido ese estúpido discurso pasaría desapercibido — murmurando se va directo a la multitud dejando detrás a Kirishima que tenía una sonrisa plasmada en su rostro
Ver como Bakugou triunfaba era uno de sus mayores sueños, y ahora que lo presenciaba saltaba de alegría en sus adentros; sin embargo, algo dentro de él estaba inconforme, nunca antes había sentido aquello, un pinchazo constante en el pecho por cada toque, cada sonrisa, cada acercamiento. Agobiado prefiere apartar la vista, mirando como a lo lejos se le acercaban sus amigos con las palmas al aire, sacudiéndolas escandalosamente.
— ¡Viejo! Por fin nos graduamos — exclama Tomo pasando un brazo por encima del hombro de su amigo
— ¡Tengo hambre! — llegó Tetsutetsu con la mano en la barriga, sobándosela, dejando ver cuán moribundo se encontraba
— ¿Y si vamos al bufete?
— Ah no — replicó Dai — No me voy de aquí sin al menos tener una foto de Tomo y sus amigos en su graduación, vamos, tenemos que encontrar el sitio perfecto
Se retiraron dejando atrás todo el bullicio que se estaba armando gracias a la presencia del imponente DynaMight dando autógrafos.
— Mmm, mmm, mmm — Tomo volteaba la cabeza a todos lados, como si estuviese buscando algo, o alguien — ¿Y Bakugou? ¿No viene?
— Bro ¿No viste como toda la academia estaba alrededor de él? — preguntó el peli gris sin creer que su amigo estuviera tan ciego
— Supongo que es famoso
— Es que es guapo y fuerte, y tiene un quirk asombroso
— Blasty es impresionante
— No importa — interrumpió la chica — Ustedes en un futuro serán igual de famosos, apuesto que todos aclamarán sus nombres
— No querrás decir, clamaran
— También, este es el lugar, hagan una pose
Mientras tanto, el héroe DynaMight se encuentra dando su último autógrafo.
— Eso es todo, ya no más autógrafos ni fotografías — avisó a los demás que se marcharon desilusionados — Ya podemos tomarte las fotos Pelos de- — volteó hacia atrás esperando encontrar a su pareja, no obstante, solo veía un montón de gente tomando sus propias fotos — ¿Dónde estás?
Sacó su móvil buscando el contacto de Kirishima entre su mensajería.
{¿Dónde demonios estas?}
Mandó el mensaje junto a un emoji enojado, golpeando el suelo con su pie, impaciente por una respuesta.
{Estoy con los chicos en el bufete}
{Perdón por no decirte, pero te veías ocupado con tus fans}
{Te esperamos}
Recibió una foto de él y sus amigos en una larga mesa, sonriendo hacia la cámara con ademanes.
— Carajo — fue rápido al lugar donde se llevaría a cabo el banquete, dando pisotones, enojado por el hecho de perderse la sesión fotográfica de Eijiro y posiblemente la oportunidad de tener en su galería una foto de Kirishima con toga
— ¿Te gusta? — cuestionó el pelirrojo
— Esta decente — habló con la boca llena de devorar el tazón de Sashimi que estaba frente suyo
— Tranquilo, parece que no has comido en días — rió al ver la forma en que el rubio abría la boca con tal de que una gran cantidad de pescado entrase en su boca
— No he comido bien en días — respondió sin dejar de tragar
— ¿Eh?
— Las misiones son muy largas y complicadas, no me da tiempo ni de cagar
— Debes estar bromeando
— Sabes que no soy de los que bromea
— Te traeré más platos — se retiró preocupado de la salud de Katsuki, obviamente no lo había notado, siempre estaba en misiones y él, como el mejor estudiante a punto de graduarse, estaba también en constante observación de Aizawa, quien no lo dejaba salir del campus y lo tenía entrenando desde el amanecer hasta el atardecer, todos los días de la semana, excluyendo el domingo
Suerte que era un banquete exuberante y variado, llegando a tener comida de otras nacionalidades, con tal de que las visitas disfrutaran su estancia, típico de la U.A.
Regresaba con una gran bandeja llena de comida, un plato de cada guiso, todas las miradas iban dirigidas a él, sin creer que alguien de tal estatura y musculatura pudiera devorar tan grandes cantidades. Iba llegando a la mesa de Katsuki cuando ve como una chica se le acercaba por detrás, pasando su brazo de manera lenta por el cuello y hombro de su novio, acariciando con sus yemas su tersa nuca.
Algo dentro de Kirishima ardió.
— ¡¿Qué crees que estás haciendo?! — gruñó apartándose, el terrible escalofrío que le había hecho pasar esa chica lo estaba matando — No vuelvas a hacer eso — su frívolo mirar dejaba en claro lo furioso que estaba
— DynaMight, ¿Enserio no preferirías ser mi pareja? Solo por esta noche — se acercó de nueva cuenta, pegando sus pechos al cuerpo del rubio mientras se aferraba a su brazo procurando mantener el mayor contacto posible — Mi padre es alguien influyente en el mundo de los héroes
Kirishima apresuró su paso, dando zancadas firmes con tal de llegar a la mesa y alejar a esa chica de su hombre sin tener que tirar la comida que con tanto esmero escogió.
— Disculpa pero, vengo con mi pareja — intento zafarse del agarre, más sin embargo, ella lo tenía muy afianzado, decidida a no soltarlo
— Yo no la veo
De pronto, un fuerte golpe en la mesa, junto a comida cayendo se escucha en todo el salón, ocasionando que la chica se separara de Bakugou abruptamente. El aura del pelirrojo es tan abrumadora que hasta un demonio correría despavorido de ahí; su cabello le cubre la cara, su respiración se muestra irregular.
— Ahora la vez — la miró borde, con los brazos cruzados
— Ya, cálmate, puedo sentir tu irá y créeme que te conozco muy bien, estás que echas fuego por los ojos, cálmate pelos de mierda — le acarició su pelo tratando de controlarlo — Ya te lo he dicho antes, solo me interesas tú, no hay nadie más en este mundo que pueda hacerme feliz, nadie — las palabras de Bakugou parecían tener efecto en el contrario — Además, cuando sientas dudas solo mira tu mano izquierda, ese anillo que llevas puesto es la marca de mi compromiso contigo
— Lo siento — habló bajando la vista y agarrando su cabeza entre sus manos, despeinándose nuevamente — Por mi culpa nos echaron del bufete y no vas a poder comer más
— No te preocupes — se formó un silencio entre ambos — Aunque mira que agarrarse del cabello entre ambos no fue muy maduro de su parte
— Y en la graduación — se lamentó el pelirrojo — ¡Dios! ¡Te juro que no soy así! Solo que ver cómo te manoseaba y se acercaba a ti, me sentí extraño
— Es normal estar celoso de tu pareja
— No estaba celoso — le miró confundido por sus declaraciones
— Vamos, admite que lo estabas
— ¡No estaba celoso! — gritó intentando acallar la voz de su novio
— Cariño, era obvio que lo estabas — escucharon una voz femenina y algo ronca a sus espaldas
— Mamas — murmuró el pelirrojo fijando la vista en las personas que venían a su dirección
— Toma Katsuki, te trajimos un tazón más de comida, parecías tener hambre — la pequeña mujer le pasó un tazón grande de Sashimi que fue visto como la gloria misma por ese par de ojos rubí
— Si, parecías una aspiradora, tragabas y tragabas sin parar — recibió un codazo por parte de su esposa que casi le saca el aire
— La amo — empezó a devorar el plato
— Ei, lo que le hiciste a esa chica no fue correcto, sea cual fuese la razón, no se lastima a gente inocente, no es de héroes — regaño la castaña
— Dijo que mis dientes parecían motosierra — se excusó algo decepcionado de sí mismo, era cierto, los héroes no lastimaban gente inocente, y el acababa de convertirse en uno oficialmente
— ¡¿Dónde está esa niña?! ¡Suéltame que la mato! — vio como su mamá se retractaba de un instante a otro caminando con dirección a donde el banquete
— ¡Gema!
— Lo siento — el regaño de su querida esposa fue suficiente para que regresara con los tres algo apenada por su comportamiento dócil
— Ah — suspiró derrotada — Ya nos vamos pequeño, estaremos hospedadas en un hotel y mañana partiremos, después de ir a pasear un rato, hace mucho que no estamos en la ciudad
— Descansen, gracias por venir — las despidió con un enorme abrazo
— ¡Diviértete en la fiesta! — gritaron ambas caminando hacia la salida y dejando atrás a la joven pareja
— Terminé — anunció satisfecho dando el último sorbo al Sashimi — Ya es tarde, debemos ir a la fiesta
Kirishima solo atina a asentir con la cabeza.
Se encaminan al parking donde estaba estacionada la motocicleta.
— Ya no te preocupes por tonterías — Katsuki golpeó su hombro amistosamente — Te ves increíble y hoy es tu día, así que sonríe y al menos finge que te diviertes, de lo contrario te llevaré a casa y me aseguraré de que si lloras, sea de placer
Se sonroja y sonríe, su novio tenía razón, debía dejar de lamentarse por lo ocurrido y disfrutar de lo que restaba de la graduación.
— Está bien, está bien — su característica alegría volvió — Vamos entonces
Se ponen los cascos y arranca la moto rumbo al salón de eventos un tanto alejado de la academia, al llegar dejan el vehículo en el parking privado.
— Casi se me olvida — rápidamente se quita la bata dejando a la vista su traje, caminan hasta estar frente a la entrada, cuando siente una mano en su cintura
— Bueno, si vas a entrar luciendo así, debo marcar territorio — un escalofrió recorrió su espina dorsal
— Bakugou Katsuki ni se te ocurra morderm- ah — soltó un jadeo cuando los dientes del rubio se clavaron en su nuca, demasiado fuerte como para que chorreara un hilo de sangre
Varios flashes iluminan la noche, dando sombra a su silueta, dándose cuenta de que los estaban observando, y confirmando sus sospechas al escuchar murmullos ajenos.
— Promete que está moche te divertirás como nunca
— Lo prometo
Entran al gran salón, ya con estudiantes por doquier, se juntan a charlar con los conocidos de Kirishima, hasta que alguien se acerca por detrás de Bakugou posando su mano en el hombro ajeno intentando llamar la atención del rubio.
— ¿Qué? — volteó con desagrado de toparse con otra fanática terca de conseguir ser la pareja del héroe — Ah, Aizawa
— ¿Quisieras charlar un poco con un demacrado profesor?
— Ahora vuelvo — se acerca a susurrarle al pelirrojo que asiente regresando con sus amigos
Ambos adultos se alejan de todos, con su vaso de ponche a la mano.
— No esperaba que dieras el discurso — sinceró el mayor apenas se recostó en la pared
— Tenía que — desdeñoso le miró — Expusiste mi presencia, no iba a quedar como un malnacido frente a tanta gente
— Fue satisfactorio hacer que dieras un discurso frente a miles de fans tuyos, recuerdo que en tu graduación tu discurso fue — hizo una pausa masajeando sus sienes intentando recordar el icónico momento del rubio — Ah sí, "Púdranse todos, voy a ser el mejor"
— Estaban mis suegras, ¿Qué querías que dijera? ¿"Muéranse todos, mi pareja será el número uno"?
— Suena como algo que dirías — dio un trago a su ponche pretendiendo aligerar su comentario
— Si pero — chasqueó la lengua — Seguro se enojaría, y créeme, no es agradable tener a Kirishima enojado en casa
Observan fijamente al pelirrojo bailando entre toda la gente, cuando éste voltea al sentir la imponente mirada de ambos, sonríe nervioso dejando su baile alocado, para cambiándolo por uno robótico.
— Hmm, será un buen recurso en la plantilla de héroes — admitió Aizawa — Pero ¿Qué planeas hacer ahora Bakugou?
— Quiero vivir con Kirishima, quiero casarme con él y estar a su lado por el resto de mi vida — dijo seriamente — Pero lo que no quiero es que piense que si nos casamos, no podrá realizarse como héroe profesional, yo quiero que alcance su sueño de ser uno, porque sé que tiene mucho potencial — apretó su puño son orgullo impresionando a su acompañante — Tenia esa visión desde mucho antes de que yo llegara, no quiero arruinárselo
— Vaya que has madurado — palmeó su hombro — Me alegro por ti Bakugou
— ¿Y usted sensei? — interrumpió de repente el emotivo silencio — ¿Ya va a dejar de mentirse y va a hacerse responsable de su relación?
— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Acaso tú, sabes? — el nerviosismo de Aizawa era tan cómico para reírse
— Nunca se lo dije, pero lo sé desde antes de que saliera del instituto — rió al ver la cara de incredulidad en su ex profesor — ¡Por dios, eran demasiado obvios! Y con Mic-sensei como pareja... — hizo una pausa dándose tiempo para soltar una risa franca — Me sorprendería si toda la U.A. no lo sabe ya
— Pero al menos fuimos más discretos y no lo hicimos en los baños de la residencia — a Bakugou se le tiñeron las mejillas de un rojo carmesí, escupiendo un poco de su ponche — Aún así debo regañas a Hizashi, divulgar nuestra relación... Que descaró — el pelinegro apretó el puño listo para encarar a su amante
— Oiga — pero antes de cualquier movimiento, Katsuki lo detuvo del hombro — Si el sensei Mic es tan importante para usted, mande a todos a la mierda y haga formal su relación — alejó su mano cuando vio la seriedad de su profesor plasmada en su cara — Solo, piénselo
— Eres más molesto de lo que recordaba — masculló entre dientes dirigiéndose a donde el rubio hacía de DJ
Bakugou se acerca a Kirishima después de dar el último trago a su ponche, sorprendiéndolo por detrás con un abrazo a la altura de sus pectorales impidiéndole el movimiento y la respiración pesada cerca de su oído.
— ¿Amor, bailamos?
Baja de los hombros a la cadera ancha del menor haciéndole cosquillas en el camino, afianzando su agalle al abdomen, se lleva a Kirishima al centro de la pista donde los estudiantes pasaban de saltar al ritmo de la música, a buscar pareja de baile para la canción lenta que se predecía con la tonada.
— Escuché esta canción por el radio la otra noche que regresaba de patrullar y me recordó a un pequeño chico limón que llegó a mi vida de la forma menos esperada
Sostuvo la mano izquierda de Eijiro, mientras la suya estaba en la cadera ajena, empezaron a moverse lentamente mientras la voz del chico sonaba por todo el lugar y las parejas se juntaban a bailar en compás.
— Quiero coronar esta canción como nuestra canción
Besa su oreja mientras bailan, el pelirrojo solo sentía miles de mariposas revolotear en su estómago al poner atención en la letra.
— Oye Eiji
— Mmm — pronunció dejando saber que ponía atención
— ¿Sabes por qué me gustas tanto? ¿Por qué me gusta tanto estar a tu lado? ¿Por qué me importa más tu vida que la mía propia? ¿Qué carajos hiciste para que esté tan locamente enamorado de ti?
— Lo mismo me pregunto yo Blasty — suspiró aferrándose más a los brazos del rubio, queriendo llorar por sus palabras
Siguen bailando, dando vueltas por doquier al ritmo de la música, de repente todo desaparece para Kirishima, solo son él y Bakugou en el mundo, en el universo.
— Quiero ser tu pareja de por vida, tu persona especial, porque tú lo eres para mí, y quiero que todo el mundo lo sepa de una vez por todas
— ¿Qué quieres decir? — siente que la calidez a desaparecido, al igual que ese maravillosos universo que se había formado entre los dos, regresando a la realidad donde la canción había dejado de sonar y eran el centro de un enorme circulo en la pista de baile
— Fue difícil convencer a tus amigos de hacer esta ridiculez — resopló Bakugou mientras se alejaba un poco de su pareja
— ¿Pero qué es esto? ¿Por qué hay camarógrafos? Bakugou, no entiendo — la confusión del pelirrojo era tierna, intentando buscar una respuesta en todos los presentes, sin encontrarla
— Eijiro, eres la persona más maravillosa que he conocido en mi vida, estar contigo me ha enseñado a crecer, a vivir, a ver al mundo de una forma diferente, a ser un mejor héroe — recorriendo el perímetro del círculo, narraba su sentir hacia ese chico de dientes puntiagudos — Si no fuera por ti no estaría vivo, literalmente, por qué tu confiaste en mí y estuviste hasta el último momento conmigo, y no tengo mejor manera de agradecerte eso que ofreciéndote mi eterna compañía — se detiene en un punto metiendo las manos en sus bolsillos — Así que, Kirishima Eijiro
Se hinca frente a él, sacando del bolsillo de su pantalón una pequeña caja terciopelo color carmesí, extendiéndola en dirección al amor de su vida, quien ahora tenía las palmas en su boca, sin creer que lo que estaba presenciando fuera cierto, tenía ganas de llorar a mares, más sin embargo su orgullo le pesó; ve como la caja es abierta y de ella se luce un lindo anillo signet negro, lo cual otorga un aire de elegancia y misticismo a cualquier hombre que lo usase, con un diamante en corte esmeralda incrustado al centro; entre el acolchonado interior.
— ¿Quieres casarte conmigo? — sus ojos se le iluminaron cual estrellas, dando a entender cuan emocionado estaba de la idea
— ¡Pero se más emotivo! ¡Animal! — se escuchó a Tomo gritar a lo lejos entre la multitud
— ¡Cuando Kiri no esté viendo juro que te mato! — amenazó Bakugou buscando con la mirada al castaño
— Acepto — se escuchó levemente entre todo el griterío del rubio
— ¿Ehh? — éste regreso la vista algo confundido
— Acepto Blasty — repitió con una sonrisa de oreja a oreja
Katsuki no aguantó la emoción lanzándose a abrazar al pelirrojo, levantándolo por los aires mientras daban vueltas.
— Oye, oye — se le fueron las ganas de llorar de inmediato — No sé por qué te emocionas tanto, si ya había aceptado
— Aún así me alegra saber que no has cambiado de opinión
Se besan efusivamente, todos aplauden y los camarógrafos no pierden el tiempo para tomar la próxima fotografía que aparecería en las portadas y medios de comunicación; los amigos de Kirishima se acercan a felicitar al dichoso par.
— ¡Aizawa-sensei y Mic-sensei se están besando! — la atención a la pareja inicial se fue con aquel anuncio, dirigiéndose a los adultos que estaban detrás de la cabina devorándose tal cual animales
La fiesta aún no terminaba, sin embargo se estaba volviendo algo sosa, por lo que Tetsutetsu y Tomo decidieron irse a sus casas, siendo seguidos por Bakugou y Kirishima que se dirigían al departamento del mayor.
Llegan al departamento donde las luces están apagadas, en el momento en que ingresan estas se prenden dejando ver el angosto pero cálido interior.
— Iré a bañarme — avisó Kirishima para empezar a subir las escaleras
El agua recorriendo su piel era tan reconfortante que el solo roce de esta relajaba los nudos que se habían formado en su espalda tras el nerviosismo de ese día. Agarró el jabón observando detenidamente sus manos, más específico ese anillo que se posaba en su dedo anular, aún no creía el teatro que se había montado su novio hace unos momentos atrás; sin duda era muestra de cuanto lo amaba. Y esa bella canción, esa que ahora era SU canción, describía a la perfección su relación que era de llorar.
Cuando el jabón dejó de estar sobre su piel, apagó el agua y salió de la ducha, cubriendo sus genitales con una toalla y cepillando sus dientes antes de salir al cuarto donde estaban las luces apagadas, algo raro, pues había jurado dejarlas encendidas para ponerse la pijama y dormir.
— Que raro — ignoró la incoherencia presionando el interruptor al lado de la puerta
Cuando la luz hizo presencia, vino con ella la sorpresa de una cama con edredón blanco y sobre éste pétalos de rosa de los cuales, algunos estaban por el suelo simulando el camino amarillo del Mago de Oz, el cual conducía a un rubio en bata recostado al centro de la cama, con una sonrisa traviesa de la cual se asomaba un paquete de condón.
— Ay carajo — la escena era demasiado excitante, como de película porno, demasiado para el débil lívido del pelirrojo
— Mi Eijiro, he estado esperando tanto por este momento, ¿Por qué no vienes y nos divertimos un rato?
— Apenas me acabo de bañar, ¿No podría ser en otro momento? Estoy demasiado cansado — rodeó el hermoso escenario yendo al cajón destinado a su ropa, buscando el cómodo mameluco de tiburón que tanto le encantaba
— Me pongo romántico y te pones mamón — gruñó yendo a por el menor y agarrarlo de la cintura — Estuve leyendo "Kama Sutra" y hay algunas posiciones que me gustaría probar contigo
— Bueno, si te tomaste la molestia — se dejó hacer
Ambos van a la cama, donde Bakugou es el primero en sentarse y tiene de espaldas a Kirishima a quien se le eriza la piel con el frio del ambiente, era un inconveniente que no le gustaba del departamento de Katsuki, todas las noches se helaba hasta casi parecer un congelador, y sus pezones resultaban afectados.
— ¿Tan entusiasmado estas de esto? — masculló con burla mientras acariciaba en círculos el torso de su pareja
— Es por el frio
— Mmm, no te preocupes, pronto te calentarás
Comienza a besarle el cuello mientras que con sus manos buscaba estrujar aquel par de botones tostados suaves al tacto, masajeando y golpeando suavemente sus pectorales mientras estos por reflejo se endurecían.
— ¿Por qué los aprietas así? — se quejó por el salvajismo del contrario — Parece que me quieres ordeñar
— ¿Con esas tetas quién no creería que hay leche en ellas?
Cambian de posición, el menor acostado en la cama mirando a Bakugou arriba suyo lamiendo y chupando sus erectos pezones, provocando un par de suspiros al de abajo.
— Hoy le hice saber al mundo que te pertenezco — pronunció comenzando a dar besos por toda la cara del contrario — Pero ahora quiero hacerte saber que me perteneces, y no te librarás tan fácil de mí
Pasa a su oreja, la cual lame como si de una paleta se tratase, la piel de Eijiro se le eriza, dejando escapar un gemido apenas audible.
— Eres lo más hermoso que me pasó en la vida — los besos fueron bajando en un camino de deseo, hasta llegar a la parte baja del abdomen del chico — ¿Lo sabes cierto?
— Kats, si sigues con eso yo-
Agarra la toalla con sus dientes, teniendo cuidado de no arañar la delicada piel de Kirishima, tira de ella suavemente dejando al descubierto la erección del otro.
— ¿Ya estas así por unas simples palabras? — carcajeo secamente — Vaya que te has vuelto vulnerable
— Es tu culpa, con tanto sexo quien no lo haría
— No empecemos a culparnos entre nosotros
Le da la vuelta ferozmente, dejando expuesto el trasero de Kirishima.
— Levanta el culo, amor — ordenó formando una sonrisa ladina cuando poco a poco las nalgas de su prometido se alzaban hasta quedar a su altura
Comienza a frotar su nariz contra la intimidad ajena, sintiendo en cada roce como el ano de Eijiro se contraía, soplando entre las nalgas de pequeño se fue aventurando más y más, llegando a tocar con su lengua el esfínter carnoso. Con manía empezó a meter su lengua simulando embestidas, escurriendo baba en cualquier centímetro del interior de Kirishima, algo que le incitó éxtasis al menor, reflejando aquello en su cara.
— No juegues — exclamó lastimero arqueando su espalda — Quiero sentirte, ahora, aquí — señaló su abdomen sudoroso
— No tan deprisa — dos dedos traviesos se aventuraron a la cavidad, más estos entraron con tal facilidad impresionante — ¿Mmm? Eijiro... — siseo en el oído del pelirrojo haciéndolo estremecer — ¿Alguien estuvo jugando con mi territorio?
— P-puede — sacó la lengua burlesco, provocando a Bakugou que le sostuvo el vientre, elevando aún más los glúteos de Kirishima
— Alguien merece un castigo — se relamió los labios antes de meter de en breve su pene, deteniendo la respiración de su compañero
Empieza un vaivén de embestidas, aumentando la profundidad en cada una de ellas, sacándole al pelirrojo, sonoros gemidos y jadeos.
— Vas, demasiado rápido — gimoteo estrujando entre sus dedos la sabana debajo de él — Mas, lento — rogó, empero, el rubio estaba cegado en el placer que hizo oídos sordos las suplicas de su novio, aumentando la velocidad mientras hundía sus dedos en la piel morena, esperando dejar marca de ellos
En un instante, Eijiro tenía a Katsuki encima, con un brazo rodeando su cuello intentando con ello explorar más adentro de su uretra.
— ¿Ya te cansaste? — más que decepción sentía alivio de que se haya acabado, al ritmo al que iban terminaría con el culo destrozado
Su paz interior se acabó cuando sintió la respiración profunda del mayor cerca de su cuello, más específico, la región supraclavicular. Y de repente un dolor intenso en dicha zona.
— ¡Ick! — soltó un chillido cuando sangre empezó a brotar de la herida — ¡Eso duele! ¡Animal! ¡No soy un hueso! — golpeó con su puño la cabeza rubia del activo, que estaba atendiendo la herida con su lengua cual gato en sesión de baño
Las embestidas reanudaron su velocidad y fuerza, levantando de nueva cuenta a Kirishima que ahora estaba a gatas, recibiendo el "amor" de Bakugou.
Cambiaron de posición, ahora el pasivo de rodillas mientras tomaba por detrás todo el falo del activo, dicha posición lograba que el pene excavara hasta lo más profundo de su pareja sexual.
Una segunda mordida, ahora en el trasero de Eijiro, algo dolorosa como aguja de hospital, un nuevo jadeo de dolor.
— Se siente bien — pronunció el rubio entre jadeos — Quiero, todo mi cuerpo dentro de ti — exclamó con los ojos cerrados, concentrado en el movimiento de sus caderas
— Um — la pasión en el ambiente se esfumo con ese discordancia — Lo que acabas de decir suena, escalofriante
Cansado de la impertinencia del menor con respecto al sexo, lo agarró de ambos tríceps, elevándolo de la cama, adoptando la posición "Camino al cielo" y profundizando los empujones hacia el ardiente interior de su pelos de mierda.
El pelirrojo estaba hecho un desastre, no respiraba bien, por lo que sacó la lengua y con ello acaparar más aire fresco, aunque no hubiera frescura en el entorno.
— T-tan profundo — al parecer, aun con el pasar de los años, no había logrado acostumbrarse al monstruoso tamaño de Bakugou, ni a la hondura a la que este podría llegar dentro suyo
Una embestida en aquella posición fue suficiente para que Kirishima se corriera de una manera en la que no lo había hecho antes, logrando que su esperma alcanzara el suelo y mesa de noche.
Sorprendentemente, Eijiro estaba satisfecho con ello, había sido una experiencia nueva, algo intensa, pero era lo que le encantaba en el sexo.
...
Siguieron probando más y diversas posiciones, al parecer era verdad lo de Katsuki y el libro de Kama Sutra. Y así como las posiciones fueron aumentando, con ello nuevas mordidas se avecinaban a tal punto de tener todo el cuerpo moreno del teñido cubierto de ellas. Otra mordida en la nuca, un poco más fuerte que las anteriores, haciendo llorar al recibidor de éstas.
— ¡Basta de morder! ¡Vas a agujerearme todo el cuerpo! ¡Idiota! — ya era suficiente para él, podía soportar mucho de Katsuki, menos sus mordidas salvajes
— Te amo — dijo el mayor manteniendo la cabeza baja después de liberar su descarga en el otro — Te amo, de verdad
— Yo también, Blasty — soltó una risita tierna, encendiendo nuevamente al susodicho, comenzando una nueva ronda
Llevaban alrededor de una hora en la cama; para Kirishima era fascinante el aguante de su novio en la cama, sin embargo el suyo no era mucho, por lo que se empezó a cansar y en consecuencia, cerró sus ojos levemente, intentando mantenerse consiente en lo que su pareja hiciese con su cuerpo.
Cerró los ojos un largo momento según él, pues tan solo había pasado un minuto; minuto en el cual Katsuki había prestado atención a las finas facciones de la persona debajo suyo. Maravillándose con la imagen de su querido Eijiro descansando, emocionándole de sobre manera, que sin saber que era posible, su miembro se ensanchó más de lo que ya estaba. Algo imposible según el rubio, pues solo era algo biológico de los animales.
— ¡Ack! — la persona debajo de él se movió desesperadamente buscando zafarse, sin éxito y solo logrando que se lastimaran — ¿Qué mierda es esto?
Kirishima intentaba separarse con desespero de aquello que le dañaba, alterando más a Bakugou, pues el pelirrojo no era el único que sufría de esa situación.
— ¡No te muevas, carajo! — lo apresó entre sus brazos, manteniéndolo lo más posible cerca de sí
Cuando sienten que la verga de Bakugou se achica a su tamaño normal; rápidamente se separan, siendo el pelirrojo el más exasperado de ambos.
— ¿Qué mierda fue eso? — preguntó con enojo mientras se tapaba con las mantas
— Ni yo lo sé — respondió su novio seguido de un suspiro abochornado
— ¿Me estás diciendo que de todas las veces que lo hiciste, nunca te había pasado esto?
— ¿Me crees una prostituta? — gruño — No
— Demonios — se tapó la boca sin creerlo — Tu verga no es normal, pensé que solo era cosa mía pero veo que no es así
— Lo siento — murmuró apenado
— Mmm — reprochó — Ven, vamos a dormir, ya que alguien, me rompió el culo no puedo ni moverme
— Lo siento — repitió siguiendo las órdenes de su amado
— ¡Ay! Ya deja de lamentarte — carcajeó — Fue bueno si eso es lo que te atormenta
Estando acostados, siendo Kirishima quien estuviera arriba del pecho de Bakugou, empiezan una conversación entre susurros y pequeñas risas.
— Quisiera que el mundo entero supiera que te amo — dijo Eijiro aferrándose a Katsuki como si en cualquier momento fuera a desaparecer
— Nada te detiene
— Tienes razón, se lo gritaré al mundo entero — esbozó una sonrisa
— Adelante
El pelirrojo se acerca al oído del rubio, hasta chocar su respiración con este, entonces abre la boca, listo para pronunciar su amor eterno.
— Te amo — susurró delicadamente mientras sentía como la piel de su pareja se erizaba en un instante — ¡Jajajajajaj! — se echó a reír cuando se sentía el temblor en el cuerpo de su mayor
— Idiota — se cubrió con las mantas dándole la espalda al causante de su sonrojo
— ¡No te enojes!
Bonus:
Eran alrededor de las cuatro de la mañana cuando el celular de Kirishima empieza a sonar en una tonada que daba a conocer el precedente de tal llamada, pues tenía un tono determinado para sus madres; decidió ignorar la primera llamada, al igual que la segunda, pero ya a la tercera le parecía preocupante.
Se levantó como rayo cegándose con la luz repentina dando directamente en sus retinas, pulso el botón de contestar y al primer segundo escuchó gritos de ambas mujeres.
— ¡¿Mamá?! ¿Están bien? ¿Es un villano? — rápidamente fue en busca de su ropa para salir, si un ataque estaba ocurriendo y sus madres estaban involucradas, no dudaría en lazarse al peligro
— ¿Kirishima? — Bakugou se había despertado por tanto alboroto
— Son mis mamas, están en peligro — apenas acabo su frase, el rubio ya estaba de pie colocándose los pantalones, no dejaría que las dos mujeres más maravillosas que haya conocido salieran heridas gracias a los villanos
— Eiji, cariño, estamos bien — los chicos dejaron de vestirse para prestar atención a la conversación — Mejor dinos tú, estábamos viendo la televisión del hotel y apareció el canal de noticias
— ¿Qué?
— ¿Cómo está eso de que Katsuki te pidió matrimonio? — al otro lado de la línea se escuchó como se quebraba algo, probablemente un objeto de porcelana, y tiraban cosas
— ¿Qué fue eso?
— Ah, solo es Gema — soltó una risa nerviosa — Está enojada con Katsuki por "corromper" a su bebé, será mejor que no se vean por un tiempo
— ¡Te voy a matar Bakugou! — se escuchó de fondo
— Dígale que lo lamento
— No te perdono ni la vida cabrón — otra cosa rompiéndose se escuchó — ¡En tu perra vida me vuelvas a hablar! ¡Aunque sea la pinche pedida de mano pendejo!
— Es mejor que la detenga antes de que destruya toda la habitación y tengamos que pagar daños extra, cuídense mis amores, en especial tu Bakugou
— Dígale que lo siento — alcanzó a decir antes de que la llamada se cortara
— No te preocupes, no dejaré que mamá te asesine antes de la boda — intentó consolarlo
— Si, que reconfortante — gruñó antes de sacar su celular de su bolsillo vibrante de todos los mensajes que recibía en el grupo que mantenía con sus ex compañeros — Estos idiotas, ¿Qué no pueden esperar hasta que amanezca para fastidiar? Regresemos a la cama
— Me parece una buena idea
Una pinche cursilería que me aventé al principio, pero quería hacerlo emotivo (¿?
Creo que al inicio use demasiado la frase "Estaba a punto", pero es que no sabía otra palabra más que eso, en un párrafo lo cambie por "Estaba por" que es básicamente lo mismo.
Sobre el nuevo estilo de peinado de Kiri, la idea la saque de una publicación de instagram, más específico, un dibujo o fanart como quieran llamarlo, no encontré al autor en si por lo que no puedo dar créditos legítimos, ni siquiera los re subidores saben quién es el creador de tan magnifica pieza pero eso no me impide dárselos. Idk, acá la foto:
Los trajes son los que usan Bakugou y Kirishima en la película "Two Heroes", para que se den una idea de lo sabrosones que estaban. Cabe aclarar que sufrí en el proceso de la descripción del traje de Bakugou pues al encontrar referencias vi un arte oficial pero Bakugou miraba justo al frente y pues no sé, me sentí incomoda, como si me juzgara el que estuviera escribiendo un fanfic homosexual de él. También en el color de su camisa, sabía que no era color vino pero no me decidía entre rubí o escarlata, así que opte por el que se verá más cenizo, o sea el escarlata.
Cuando Bakugou dice: "Emborracharte hasta medir la calle", se refiere a que no puede tomar hasta quedar pedo, hasta el tope, hasta que no recuerde nada; no sé si me explico.
El nombre de Dai significa "grande" y se asocia con las mujeres poderosas y ambiciosas.
El aspecto de las madres de Kiri y sus nombres lo saque de una publicación de Facebook, el perfil o grupo se llama "El Sol de My Hero Academia"
Siento que representé a Bakugou como un egocéntrico y a Kirishima como si solo fuera alguien que alimentara ese ego... No me gusto.
Lo de Tomo y sus amigos me recordó al programa infantil "Tomas y sus amigos"
Lo de la chica que se pega al cuerpo de Bakugou, no me gusto en realidad, no me agradan las representaciones de chicas "zorras" en los libros, pero era solo para meter un poco de salseo a la historia, prometo que ya no habrá personajes de este tipo, y si es que lo hay me disculparé al final del capítulo.
La canción que le dedica Bakugou a Kiri se llama "Lemon Boy", lo pueden escuchar en Youtube. La escogí específicamente porque la canción es como una metáfora entre la relación de ambos, tanto en el anime como en mi fanfic.
En el momento setsual, uso una referencia al omega verse, lo de que se puede ensanchar el miembro masculino no sé si sea posible en humanos, pero en fanfics o historias omega verse sí.
El Bonus lo hice más corto por falta de inspiración :b.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top