0 6

El bip repetido vuelve a sonar en toda la habitación como se esperaba de alguien vivo.

— Ei-ji-ro — aquel llamado se escucha de eco en toda la habitación paralizando a todos

Rápidamente Kirishima se pone de pie corriendo a donde su senpai, agarrando su cara entre sus manos apretujándola en su pecho.

— Así es Bakugou, por favor resiste — pronunció antes de ser separado por los enfermeros

— Esto es increíble, es un milagro, hay que operarlo enseguida — daba órdenes la especialista Recovery Girl, viendo a la familia Bakugou y Kirishima con una mirada tranquilizadora — Todo estará bien, se los aseguro

Se llevaron al rubio del cuarto -blanco con toques naranjos- a el área especializada para cirugías, todo iba más lento; los padres de Katsuki convencieron a Eijiro de volver a la academia tan siquiera para arreglarse y asearse, el al principio no quería pero debía admitir que si olía un poco mal. Por lo que regreso a la residencia siendo interceptado por su profesor a cargo, y vaya que se llevó un regaño.

Sin embargo eso no detuvo a Kirishima de regresar al hospital para ver que tal iba su senpai; ahora sí pidió permiso a su sensei para ir de visita, este conociendo la relación tan íntima kohai-senpai entre ambos aceptó, con la condición de que pasase un castigo por sus actos imprudentes. Más que contento regresó ya listo y limpio al hospital encontrándose a la señora Bakugou en el cuarto donde anteriormente se encontraba su hijo; saludó sentándose al otro extremo de la habitación, aguardando, esperando alguna noticia de su senpai.

Luego de un rato, ya siendo de noche, el pelirrojo se encontraba observando como Mitsuki balanceaba la cabeza de un lado a otro, cerrando los ojos, muriéndose del sueño que tenía.

— Amm, señora Bakugou — llamó Kirishima a la rubia — Si quiere puedo quedarme mientras usted va a descansar

— Ni hablar, quiero ver a ese bastardo cuando llegue

El menor resignado se acomodó en mejor posición viendo hacia el exterior por el gran ventanal, pasaron horas y horas hasta que Mitsuki se dio por vencida; despidiéndose del muchacho no sin antes decirle que si tenía alguna información la contactara pasándole el número de su oficina. Transcurrió la noche esperando los resultados de la operación.

Sin embargo el cansancio ha hecho presa de suya obligándolo a sentarse en la silla donde había hablado con Bakugou ese mismo día, cayendo en un profundo sueño.

— Pelos de mierda, oye, hey pelos de mierda, despierta, despierta — escucha en su sueño como un maldito despertador

Con el ceño fruncido por su sueño interrumpido abre los ojos adaptándose a la luz, al parecer ya había amanecido; se estiró en su asiento tronando su espalda adolorida por la incómoda posición que optó para dormir, miró a todos lados analizando la habitación encontrándose con la maravillosa imagen de su senpai siendo golpeado por los rayos del sol desde el ventanal.

No dudó en abalanzarse encima suyo apretujándolo.

— ¡Bakugou! — no quería soltarlo

— Buenos días, ya estoy aquí, pero si me sigues aplastando creo que me iré otra vez

— No digas eso — le dio un zape en la nuca

— Ya ya, era una broma

Acaricia suavemente su cabeza, se le nota aún débil pero eso no impide que se den un casto beso en los labios, finalizándolo con una sonrisa boba.

— Ja, pues vaya que esté chico es testarudo, luchó más que cualquiera, pero va a necesitar un tiempo de cuidados 24/7 y creo que ya tiene a la persona que hará ese trabajo — pasó a la habitación Recovery Girl golpeando el suelo con su bastón viendo a la pareja con una sonrisa

Eijiro no pudo más que agradecer a la anciana -con reverencias exageradas- por su ayuda en la recuperación de su amor, la doctora le contestó con risas inocentes aceptando sus agradecimientos; cuando ésta se va vuelve la mirada a su rubio que le mira con unos ojos que no había visto antes, la misma mirada pero diferente.

— Gracias por venir a verme — fue lo primero que dijo — Por no perder la fe en que estaría bien, por llorar por mí, por amarme tanto

— Katsuki haría eso y más por ti — respondió con una enorme sonrisa

— Bueno a lo que iba es que — se empezó a poner nervioso — Para mí ya lo eres pero, nunca tuve el valor de preguntártelo de forma correcta, y es increíble que una experiencia de este estilo donde literalmente estuve muerto por unos segundos, me orille a hacer esto pero-

— ¿Bakugou? ¿Qué quieres decir con exactitud?

— Lo que quiero decir, es que si tú quieres, estar conmigo, como mi pareja — mientras más avanzaba más nervioso se ponía bajando el volumen de su voz, pero para Kirishima se le hizo más que claro lo que quería decir llegando a sonrojarse a niveles extremos

— Y-yo p-pues — no se lo podía creer — Es extraño pedirme salir en un hospital pero acepto

— Pelos de mierda te dije que recordé eso cuando estaba muerto, no podía esperar a despertar y decírtelo lo más pronto posible

— Si si, lo entiendo, descansa Baks, iré a lavarme la cara — pasó de largo al baño privado de la habitación

Después del susto que te pego Bakugou -al morir por unos segundos-; comenzó a recuperarse lentamente pera las cosas resultaron un tanto complicadas en el hospital, mas especifico, con el paciente Katsuki.

— ¿Por qué son tan incompetentes? ¡Puedo hacerlo por mí mismo! Solo tengo que levantarme de está maldita cama e ir al maldito baño, ¡Demonios! No me traten como si fuera un puto bebé

Kirishima se fue a la cafetería por un cappuccino dulce, su favorito, después regresó al pasillo de cuidados intensivos viendo como aún la señora de cabello verde seguía observando el cristal pero mucho más calmada que el día anterior; se acercó para conversar un poco acerca de cómo se encontraba su hijo y por suerte estaba estable. Siguieron con su amena platica hasta que una enfermera salió corriendo de la habitación final buscando ayuda urgente para controlar al paciente asignado, al dar con el pelirrojo se acercó rogando por su ayuda.

El menor ya sabía que era lo que pasaba por lo que con paciencia se levanta de la silla despidiéndose de la señora Midoriya dándole una cálida sonrisa, para después acompañar a la atemorizada enfermera por tal chico explosivo.

— ¡Ya dije que no! ¡Que yo puedo solo! MUERANSE — discutía con los demás enfermeros queriendo lanzar explosiones de sus lastimadas manos, ve a Kirishima pasar a la habitación con una sonrisa saludándolo en silencio — ¿Y ahora qué? ¿Me traerán a mi niñera? Ja, creen que solo me puedo controlar ante su presencia o que insinúan

— ¿Qué pasa? — preguntó el pelirrojo, su senpai se enojaba por todo pero siempre había una razón, y si quería salvar a todos de una explosión segura tenía que saber la causa de su furia

— Estos imbéciles, que creen que soy débil y que no puedo ir al puto baño por mi cuenta, ¡Quieren que haga en una tina! O que alguien me lleve ¡Pero-!

Interrumpió su grito con un dulce y delicado beso en su frente vendada, logrando al menos que se calme un poco -por ahora-; informó a las enfermeras que se podían retirar, ya que él cuidaría de su Bakugou, corriéndolas lo mas rápido posible antes de que el rubio recobre su furia desquitándose con lo que tuviese frente suyo.

— Pelos de mierda, enserio, enserio no planeo orinar en esa tina — fue lo primero que dijo el mayor al ya estar solos — Llevo tirado en esta cama semanas, y no planeo dejar que me acompañes y que me veas orinando ¡Ni loco!

— ¿Entonces qué haremos? Porque yo tampoco planeo que las enfermeras te vean meando — contestó un tanto celoso

— Jaja, ¿Te dan celos que las enfermeras me vean orinar?

— Me dan celos que vean tu mastodonte

— JAJA, ¡Jodido pelos de mierda! — rió un poco antes de proseguir — Eso es, adorable y raro, ¿Y que más te da celos? Cuéntame — se puso en una posición más cómoda poniendo atención total a lo que diría su ahora pareja

— Emmm, no gracias, tal vez a la próxima

— En mi momento más vulnerable te dije cosas muy vergonzosas, me las tengo que cobrar de alguna manera ¿No lo crees pelos de mierda? — enojado se sienta en la camilla — Además, amo esa expresión que haces cuando te digo algo que te avergüenza, mi Eijiro hermoso

En imprevisto jala de la camiseta roja de Kirishima acercando sus labios a él y besándolo. Un beso francés muy efusivo; Eijiro recordó como el día anterior rogaba porque su senpai estuviese estable y le diera un beso afectivo, demostrando amor y preocupación que se tenía, deseando que esos dulces labios no se congelaran y siguieran insultándole aunque sabía que era con la intención de adularlo y quererlo. Al terminar se separaron poco a poco, juntando sus frentes viéndose a los ojos; perdiéndose en los hipnóticos orbes color carmín del contrario, expresando su sentir sin necesidad de palabras.

Su enfrentamiento de miradas culminó al Bakugou abrir su boca.

— Te propongo algo — susurró ya que por la distancia no podía hablar normal, y si lo hacia creía que le rompería un tímpano a su amado puesto que para él, hablar normal, era a base de gritos — Si y solo si, te vistes con lo que está en esa bolsa de allá — apuntó a la esquina donde se encontraba una bolsa de papel envuelta como si fuera el desayuno que te entregaba tu mama antes de ir a tu escuela — Haré todo lo que tú me digas y seré un buen paciente, te doy mi palabra

Lo piensa por un momento y después suspira, al menos así podría controlarlo un poco y que no proteste a sus órdenes.

— Esta bien, pero debes cumplir con el trato — amenazó con un dedo acercándose a la misteriosa prenda yendo al baño a cambiarse

Al estar ahí, rompió la bolsa desesperadamente, quería saber qué fue lo que se tendría que poner, seguramente sería algo embarazoso conociendo a su senpai. Extendió el conjunto entre sus manos soltando un no muy masculino grito al ver de qué se trataba.

— ¡No Bakugou Katsuki! ¡Me niego a usar esto! — gritó desde el otro lado de la puerta, denegando la propuesta de su pervertido novio; si, tal vez podría controlar al rubio pero su dignidad era más importante

— ¡Oh vamos pelos de mierda! ¡Me tendrás bajo tu sumisión, hare todo lo que quieras! ¡Todo! — garantizó

Tentador.

Minutos después sale un Kirishima sonrojado hasta el tope, usando un traje de enfermera color blanco pulcro con encajes y holanes rojos, bastante corto para su gusto ya que dejaba casi al descubierto su trasero y el corte el V dejaba expuestos sus pechos apretados por el látex con el que estaba creado el vestuario, unos guantes de tul dejando ver sus humectadas manos, unas medias de rejillas blancas que le quedaban por debajo de los muslos, y para terminar, teniendo el conjunto completo, un gorrito blanco en su cabeza con una cruz roja bordada en este; cabe destacar que el pelirrojo ahora tenía su cabello hacia abajo gracias al ajustado traje que casi lo ahoga.

Para Bakugou era la vista más exquisita que pudo ver en toda su maldita vida, era bastante sexy, de eso no hay duda, sin embargo su calentura se terminó al divisar el bóxer negro de Eijiro sobresaliendo de la falda, como un jodido intruso.

— Eijiro... — reclamó ante tal falta de interés por tener su control total, pues había comprado además una tanga de hilo con elástico donde solo quedaba guardado su miembro.

— ¿No crees que esto ya es mucho? — intentó persuadirlo

— ¿Quieres que te haga caso o no?

— Agh, está bien — a regañadientes regresó al baño donde se encontraba su ropa doblada junto a esa pequeña prenda, se quitó su bóxer cambiando su lugar por aquella tanga, al ponérsela el hilo de la parte trasera se adentró en sus nalga dando en su entrada rojiza.

Regresa a donde su novio con la cabeza baja por la vergüenza y reza por All Migth porqué no entre nadie en ese momento.

— Que sexy te ves, mi Eijiro

— ¿Y si alguien me ve? — murmuró, tenía miedo, sus piernas flaqueaban por la adrenalina y terror de que alguien abriese esa puerta y los rumores de que era un travesti -aunque no era así- volaran tal y como lo hizo la noticia de su relación con Bakugou

— Ja, por mi mejor, que el mundo vea lo sexy que se ve mi novio con su disfraz de enfermera que le compré, además, eres de mi propiedad, y más le vale al mundo entero saber eso porque de lo contrario se las verán conmigo

— ¿Cuándo tuviste tiempo de comprarlo? — según él todo el tiempo estuvo en el hospital hasta ahora — No importa, ahora me tienes que obedecer a todo lo que yo diga

— No te emociones pelos de mierda, ¿Qué acaso se te olvido quien es tu paciente?

A Eijiro le enoja que Bakugou no estuviera dispuesto a cumplir el trato cuando él claramente se tuvo que humillar de tal manera ¿Solo y para que dijera que de vez en cuando lo obedecería? Que se joda.

— Veo que estás enojado, ¿Y bien? ¿Qué hará mi enfermera personal al respecto? ¿Me va a castigar?

Furioso por el comportamiento hostil de su novio rebelde jaló de su oreja como lección y castigo.

— ¡Au! Agh, ¡Oye no hagas eso! ¡Se supone que deberías mimarme! ¡Ay!

— Yo ya cumplí mi parte del trato — habló con seriedad, su mirada intensa llegaba a quemar la del otro, sentía que si seguían así le penetraría el alma descubriendo sus más profundos secretos — Ahora tu cumple la tuya o me largo y de paso les digo a todos tus compañeros que te vengan a visitar porque los amas — soltó la oreja del rubio

A Bakugou le dieron escalofríos del solo pensar en la idea de todos aquellos extras siendo cariñosos con él, abrazándolo sin intenciones de soltarlo. Y aun mas escalofriante fue la mirada que Eijiro le dio hace un momento.

— ¿Aun quieres ir al baño? — consultó Kirishima desde la punta de la camilla

— ¿Qué? Ah sí, pero, oye, no te importa llevarme ¿O sí? Sé que eres lo suficientemente fuerte o... ¿Prefieres que haga en esa tina aquí en la cama? Y si me ensució tendrías que darme un baño con espuma, creo que en ese caso prefiero la tina ¿Que opinas?

— Opino que soy tu enfermero, no tu esclavo, si es que te ensucias solo te llevaré a bañar, nada de espuma — se acercó hasta su novio acariciando sus brazos — Los pacientes rebeldes no merecen privilegios — agarró su brazo levantándolo

Bakugou se permitió reír un poco —Bueno para mí era una buena opción — sintió como su brazo era jalado y apoyado en el hombro de su pelirrojo enamorado — ¿En verdad me vas a llevar al baño?

— ¿Dudas de mis capacidades? — cuestionó haciendo esfuerzo por parar a Katsuki de la camilla — Además sigues débil

— Espera — con ayuda lograron levantarse ambos — Wow wow — tambaleó un poco pues apenas se levantaba después de tantas horas de estar postrado — Deja me acostumbro a esto, maldita sea por esto no me gusta estar tanto tiempo sin hacer nada como estúpido

Se dirigen al baño a tropezones, al estar parados frente al retrete Kirishima se coloca detrás de su senpai abrazando su abdomen ofreciendo su cuerpo como apoyo; Katsuki se levanta la bata blanca con bordados azules sacando su miembro del bóxer.

— Aún no me puedo acostumbrar a su tamaño — susurro Eijiro para sí mismo, sin embargo el paciente lo escuchó

— Pues deberías, con esto te cojo y cogeré siempre — respondió empezando a orinar — No veas

Habían pasado ya al menos un minuto y su novio seguía orinando, ¿Qué acaso no ha hecho desde el año pasado o qué? ¿O su vejiga es igual de grande que su pene? Porque de ser así su senpai era un tanto peculiar en sus partes bajas, necesita un urólogo. Se estaba cansando, sostener a alguien más grande que tú y más musculoso era pesado, intentó sostenerlo de otra manera apoyando sus manos en sus hombros para que fueran usadas de posadera, empero, por un descuido suyo alcanzó a ver cómo es que la polla de su senpai liberaba sus aguas menores, se sonrojada por tal imagen ya que nunca pensó ver a su chico hacer eso, se preguntaba si así mismo liberaba el semen que descargaba en su interior.

Bakugou al notar su mirada puesta en su pene se contuvo de explotarle la cara de la vergüenza, tragando fuerte para poder hablar.

— Oye pelos de mierda ¿Por qué esa cara? Si sigues viendo de esa manera mi verga voy a pensar que la quieres más a ella que a mí — el pelirrojo avergonzado retiro la mirada siguiendo empujando a su senpai lo suficiente como para que siguiera, al ya no escuchar más sonido observó a su mayor levantándose su bóxer y bajando la bata — Listo — suspiró aliviado de al fin poder liberar todo aquello que llevaba dentro

Intenta acomodarlo en su hombro de nuevo para llevarlo de nuevo a la cama, no obstante, por un descuido suyo acabaron resbalándose en el frio suelo de mármol, en un intento desesperado por impedir que su senpai se lastimase de nuevo lo agarró del pecho intercambiando lugares siendo él el que acabara abajo con Bakugou arriba sosteniéndose de sus brazos para no recargar todo su peso en el menor. Antes de poder hacer algo, el rubio deja un compendioso beso en sus carnosos labios.

— Créeme que me gustaría follarte en el baño del hospital, pero no es el momento — murmuró con rabia en su oído, mordiéndole el lóbulo antes de separarse — Ahora regrésame a mi cama que no quiero que caigas intentando cargarme

Regresan a su cama y lo acuesta cuidadosamente para que descanse un poco.

— Bien, quiero que peles esa manzana para mí, y me la des en la boca, tengo hambre

— Te repito, soy tu enfermero, no tu esclavo — fatigado observo el canasto en el suelo

Se agacha dándole la espalda a Katsuki levantando el trasero intentando encontrar la manzana perfecta para su senpai, estaba por agarrar la que creía era la mejor de todas cuando recibe un golpe en el trasero por parte del rubio. El pelirrojo apenado se levantó rápidamente fulminando a su amado con la mirada cruzando los brazos sobre su pecho.

— Que esté en esta cama no significa que no me pueda divertir haciendo eso — eso no transforma para nada la cara de Eijiro, bueno, solo ocasiona que frunza más el ceño — Lo siento es que te ves tan apetecible que mi hambre de manzanas se está transformando en hambre de tiburón

— ¿Enserio? — puso una mano en su cadera viendo con decepción al postrado

— Oye, no te pongas así, ya sé que no puedo hacer esfuerzos ahora pero ¡Oye! no me culpes, me acabas de mostrar hasta el acta de nacimiento agachándote así enfrente a mí, ven aquí

Lo toma del trasero frotando sus dedos en su entrada sobre la delgada y estrecha tela de la tanga haciendo que esta palpite por atención, le besa en los labios fogosamente; beso que se convirtió en apasionado y caliente, al separarse dejaron un fino hilo de baba uniendo sus bocas.

— Eijiro — susurró su nombre de pila — Podré no hacer esfuerzo con mi cuerpo pero, aún tengo manos ¿Sabes?

— Bakugou, no deberíamos hacer esto — susurró de vuelta el menor siendo consentido por los sutiles besos y caricias en la extensión de su cuerpo

Repentinamente se abre la puerta, entrando en la habitación Midoriya y Todoroki con la intención de visitar a Bakugou. Asustado se separa de inmediato, sin embargo su amante lo sienta en la cama haciendo que sus dedos aún sigan explorando su interior pero que las visitas no noten que le estaba haciendo.

— ¡¿Que no saben llamar a la puerta inútiles?!

— Ah lo siento Kacchan pero en cuanto supimos que eras el peor de todos nosotros quisimos venir y ver como estabas — dijo de inmediato Izuku tratando de calmar a su "amigo" de la infancia; Kirishima reconoció esa cabellera verde, era el hijo de la señora Inko, su nueva amiga

— Yo no quería verte, fui arrastrado por Midoriya — corrigió Todoroki las declaraciones de su mejor amigo y crush — ¿Quién es ella? — apuntó a Eijiro sonrojado, ¿Le había llamado por ella? ¿Enserio se veía como chica con el cabello hacia abajo? — Se me hace familiar — trató de acercarse para inspeccionar mejor las facciones del chico

— Quieto mitad-mitad — se interpuso entre ambos antes de que descubrieran de quien se tratara e hicieran un escándalo — ¿Y bien? ¿Ya me vieron, qué más quieren?

— Ah, nada más veníamos a visitarte — aclaró el peli-verde siendo otra vez corregido por el heterocroma tico con un "Yo solo vine porque tú me arrastraste, literalmente" — Me da mucho gusto que estés bien y estés siendo cuidado por esta linda enfermera, sí que nos pegaste un buen susto, pero por lo visto... — siguió hablando

— Oye, ¿Estás bien? — de nueva cuenta Todoroki trato de acercarse a Kirishima ahora rojo porque Bakugou sigue haciendo embestidas en su interior estando frente a sus amigos, si es que se les podía llamar así a aquel par — No deberías cuidar de los demás si tu estas enferma, podrías contagiarle a alguien y en vez de ser una ayuda serias un problema

— Mj, pelos de mierda está más que bien, ¿Verdad?

Intento afirmar pero en cuanto abrió la boca un jadeo salió de esta, por lo que se la cubrió rápidamente asintiendo frenética la cabeza.

— No lo sé Kacchan, se ve, que está caliente — analizó Midoriya — ¡Ah! ¡En el buen sentido!

— ¿Que dijiste Deku?

— ¡Nada, nada! Ya nos vamos, volveremos en otro momento y viendo esto, nos preocuparemos menos y tocaremos a la puerta — salió el peli-verde despavorido de la habitación — Todoroki — llamó al bicolor que aún seguía analizando a la "chica"

— ¿Se te perdió algo? — cuestionó enojado el rubio

— Mi celular — respondió borde y directo sin entender la referencia — Te recomiendo que dejes de cuidar a la gritona, lo puedes contagiar — recomendó a Kirishima el cual asintió — Espera Midoriya

— Adiós extras, tsk — chasqueó la lengua — Estoy así — juntó sus dedos pulgar e índice sin tocarlos — De matarlos uno de estos días — volteó hacia el pelirrojo que seguía rojo y con la boca atrapada entre sus manos, como si esta fuera a volar en cuanto se la descubriera — ¿Qué? Eso fue excitante ¿No crees? Algo muy erótico, y por supuesto no se dieron cuenta, ¿O qué?, ¿Te hubiera gustado que se dieran cuenta de lo que te estaba haciendo? — Kirishima rápidamente negó — Amo como te avergüenzas cuando hacemos cosas pervertidas Eijiro, bésame

Se destapa la boca con cuidado atacando con nervios la boca del contrario, esperando que con su boca acallara los gemidos y jadeos que soltaba al tener tres dedos explorando su cavidad anal.

— Senpai — formuló cuando sintió cuatro dedos, uno más y le estaría metiendo la mano entera

Bakugou seguía en su mundo, donde empotraba a su querido ahí mismo en la camilla, en el ventanal, el pasillo para que los demás vieran que ese hermoso pelirrojo era suyo ahora, o en el baño donde le daría contra la ducha mientras agua mojaba sus cuerpos, también había la posibilidad de hacerlo en el retrete donde pondría a Kirishima como su retrete de semen. Oh de solo imaginarlo se le subía la sangre a su cabeza, y no exactamente a la de arriba.

— Ei — lo llamó por un apodo corto — He sido un buen paciente ¿No crees?

— Tengo que estar en desacuerdo contigo — apenas lograba hablar con una lengua en su boca paseándose por todas las paredes de ésta

— Oh vamos — amenazó con meter un quinto y último dedo si se oponía a sus deseos — Estoy cansado, he estado en esta puta camilla todo el día, y lo único que quiero es que mi hermoso novio me consienta, ¿Es eso mucho pedir?

Kirishima viró los ojos ante la petición de su senpai, supuso que si necesitaba algunos mimos, estaba molido y tal vez lo último que necesitaba era a alguien que no lo cuidara ni mostrara cuanto lo quisiese.

— Supongo que puedo consentirte en algo — mostró su linda sonrisa

— ¿Y qué me dices si me consientes aquí? — sostuvo los cabellos pelirrojos del menor haciendo que su mirada bajara hasta su pene excitado

— Bakugou — declinó su oferta de inmediato, no se la chuparía en ese lugar cuando en cualquier momento alguien podría pasar como sucedió hace unos momentos

— Por favor~ — se le notaba lo desesperado que estaba con ese por favor, el nunca pediría algo de tal manera

Convencido sube la bata hasta el pecho del rubio y baja solo la parte de enfrente del bóxer dejando libre la enorme polla de su novio, se tomó un momento aguantando la risa al pensar el título de una película que se había estrenado hace algunos días "El retorno de la anaconda", quedaba bien para esta situación; dejando eso de lado comenzó a lamer el gran pene por la impaciencia de su senpai que empujaba su cara hasta el falo que tenía enfrente.

— Vamos, lámelo como cuando en el salón

Recordó eso vez, esa escena tan vergonzosa, para ser sinceros Kirishima nunca pensó que le había gustado a su mayor la forma en la que le hizo esa mamada ya que no pensaba que de esa forma se podía dar placer con todos aquellos movimientos raros, pero al parecer le había fascinado que hasta pedía por más.

— Más, quiero más — empujó su cabeza aún más profundo dando embestidas a su boca, utilizándola como agujero para satisfacer sus necesidades

"¡Espera Bakugou!" Quería decir pero el pene estaba tan profundo casi topando su garganta que se le fue imposible, necesitaba respirar, si no seguro se desmayaría. Golpeó los muslos del mayor dándole a entender que necesitaban separarse, necesitaba oxigenó.

— Yo sé que tú quieres mi leche — pronunció enrollando sus piernas en la cabeza de Eijiro impidiendo que este sacara su pene de su boca

Empezó a dar arcadas, ya no podía, estaba a nada de quedar inconsciente mientras seguía el pene de su senpai en su boca. Hasta que ya no sintió las piernas en su cabeza logrando separarse de manera brusca del miembro, respirando dificultosamente agarrando tanto aire como podía, estaba por desmayarse otra vez por lo mismo -pues en el salón tenebroso había ocurrido lo igual-; estaba a punto de replicar su comportamiento hostil cuando unos labios atacaron los suyos.

— Lo siento pelos de mierda, me emocioné — acarició sus labios — Quiero que me la mames como el otro día porque esa fue la mejor mamada que nunca me han dado

¿Qué nunca le habían dado? ¿Eso significaba que ya más personas vieron su pene? Entonces si era así, ¿Con cuántas personas habrá salido o acostado? Él era virgen hasta que su senpai llegó a su vida.

Cegado por sus celos empezó a lamer más fuerte y rápido el miembro viril de su novio, le haría saber a quién pertenecía ahora su pene, y que no podía usarlo para follar a alguien más que no fuera él. Gruñidos y gemidos salían de la boca de Katsuki, nunca antes habían salido aquellos sonidos vergonzosos de su boca; pero ¡Dios! Esa jodida boca de su kohai lo estaba llevando a las nubes, con su técnica magistral que desconocía donde la había aprendido, ¿Es que acaso ya había hecho algo así con alguien más? De solo pensarlo el enojo invadió su mente, la boca de Eijiro solo podía ser usada por él para una buena mamada.

— Tu pene me pertenece senpai — indicó entre lamidas

— Oh si Eijiro, recuérdame a quien le pertenezco — el éxtasis lo cegó haciéndole decir cosas oprobiosas

Con tanto placer era difícil de contenerse para Bakugou, que se corrió en la boca de su amado logrando que trague su leche.

— Tu cara dice que amas mi leche — se burló de la cara fascinada del pelirrojo por el dulce sabor del semen de su senpai — Y tú que no querías tragarla el otro día

Se limpia la boca con el dorso de la mano y le besa la frente al hospitalizado.

— Porque esa vez me trataste como a tu perro, Katsuki, no soy un perro — se levantó de la camilla yendo al baño por papel y limpiar su desastre — Ya te mimé, ¿Ya estas satisfecho?

— Está bien, con esto ya me estaré en paz por un rato

— Katsuki — lo fulminó con su mirada

— Está bien, está bien, ya estaré en paz, pero oye, ¿Hoy te quedas conmigo no? Sino, ¿Quién me va a llevar al baño?

Bonus:

Kirishima se encontraba limpiando las sabanas del semen de su novio antes de que se seque y endurezca, porque después le sería imposible de quitar.

— Oye por cierto, ya conocí a mis suegros — presumió desde el baño

— Ugh, ¿Y qué te dijo la vieja bruja?

— Tu madre es un amor, al igual que tu padre, hasta me dio su numero

— ¡Ja! ¿Mi madre amable? — rió irónico — Esa bruja es de todo menos amable, y ¿Cómo que te dio su número? Bórralo — ordenó de inmediato

— ¿Qué acaso no quieres que sepan de mí? — al no recibir respuesta sacó su cabeza por la puerta observando a su novio que estaba con la mirada baja — ¿Katsuki?

— No he salido del closet con mis padres — lo había intentado lanzando indirectas, muy directas a su parecer y no habían pillado ninguna — Pero cuando sea el momento te presentaré ante ellos, aunque no quiera

— Esta bien, te estaré apoyando — le regaló una de sus cálidas sonrisas regresando al baño y seguir tallando la sabana

6to capitulo recién salido del horno.

Como habrán visto tal vez haya TodoDeku pero no estoy segura si lo implementaré a la historia.

No sé ustedes pero yo quiero un Fan Art de Kiribb con traje de enfermera. Bendita imagen.

Intente subir el capítulo más temprano pero se me fue el internet así que F.

Y como siempre espero que estén disfrutando la lectura, si hay faltas de ortografía corríjanme, no me enojo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top