74 - ¿Quejidos o gemidos?
BangChan
Sunno se pegó a Jeongin y no lo soltó ni cuando se sentaron en el sofá, cerré la puerta y tenía ganas de reír al ver que Félix estaba nuevamente celoso por lo meloso que estaba siendo el pelirrojo con su amigo.
— ¿Estás bien? ¿Te escapaste? Si es así yo te escondo aquí con mucho gusto y... — Sunno no termino de hablar porque Jeongin lo interrumpio.
— No me escape, estoy bien bueno al menos estoy mejorando poco a poco — hizo una pausa y nos miró, parecía incómodo y lo entiendo porque no es cómodo hablar delante de desconocido sobre tus problemas — Estoy aquí porque entre las pruebas que utilizaron para meter en la cárcel a Sangha están prueban de que el tipo me hacía bullying y demás... Entonces voy a meter una denuncia en su contra también, no es un tema fácil, pero mi mamá me está apoyando mucho en esto y necesitaba verte aprovechando que estos dos días estaré fuera del hospital — aclaro brevemente.
Si no supiera la amistad que tienen estos dos también me sentiría celoso como Félix, le pegue al recién nombrado en mi cabeza.
— Vamos a cocinar, ellos necesitan hablar a solas — me levanté del sofá.
Pero Félix no quería hacer lo mismo.
— Yo... — lo interrumpí.
— Deja ser chismoso vamos — lo arrastré hacia la cocina ganándome varios golpes.
Félix me miró molesto y me empujó.
— Hey bájale a tu enojo — le pedí — Y deja tus celos con todos los que tocar a Sunno que un día de estos tu novicito se va a dar cuenta y te va a terminar — me pegó nuevamente.
Me acaricié mi cabeza, eso sí que dolió.
— No seas pendejo no estoy celoso... Bueno si lo estoy no lo niego, sin embargo, es porque me da miedo que Sunno consiga más amigos y se olvide de mí — murmuró colocando sus manos en su cara para tapar su vergüenza — Si tuve confusión con mis sentimientos hacia Sunno, sin embargo, ya todo está claro en mi cabeza y ahora solo tengo sentimientos por Hyunjin — me aclaro.
Me reí ¿Me crees pendejo?
— Bueno si no te gusta ahora ¿Me vas a negar que te lo quieres coger? — me acerqué a este levantando las cejas.
Félix me agarró de la barbilla con fuerza.
— ¿Creés que en mí funcionan estos juegos? Mírame BangChan no soy el mismo de antes, cuando digo que Sunno es mi amigo y nada más lo digo en serio, y no te atrevas a volver a mencionar esto más porque... — lo detuve.
— Si sigues así te besaré — bromeé.
Este se alejó corriendo y lo seguí, se había escondido detrás de Sunno.
— Sunno míralo — dijo Félix de forma infantil.
El pelirrojo me miró y luego miro a Félix.
— Chan deja de molestar a Félix — me pidió Jacob.
¿Molestarlo? Solo estaba bromeando un poco para que me diga la verdad, pero él nunca suelta La sopa.
— Sí... — Sunno no me dejó terminar y me volvió a regañar.
***
Félix cocino sopa para el pelirrojo que estaba enfermo, empero feliz por tener a su amigo cerca, desde que llegó Jeongin no ha dejado de hablar con él mientras Félix y yo no la pasábamos peleando por pendejadas.
— Ya Hyunjin llegó por mí, ahí está tus medicamentos organizados para que los tomes como debe ser, toma este té para que te ayude con la tos y cualquier cosa si sientes fiebre o algo más este chico será tu enfermera, está maluco, pero no había presupuesto para más — se burló Félix mientras me señalaba.
Si señores resultó que el vuelo Seonghwa presento problemas así que llegará mañana y yo me ofrecí a quedarme porque aun cuando está Jeongin con él, me preocupa verlo tan casando y con tanto moco.
— Me amas lo sé — le respondí.
Quién diría que el Félix que me seguía a todos lados sin queja alguna, que era tímido y sumiso se convirtió en... Una versión tan empoderada me gusta.
— En tus sueños, sin bromas Sunno espero que te mejores y me alegro conocerte Jeongin espero que toda salga bien con tu juicio — dijo Félix con calma luego de que se dio cuenta qué Jeongin es un amor.
Yo lo supe desde qué lo vi de lejos con Sunno, siempre me pareció alguien tierno y amable.
— ¿Y de mí no te vas a despedir? Ven y dame un besito — me burlé.
A lo que Félix saco su dedo medio.
— En tus sueños — dijo antes de irse.
Si supieras que en mi sueño no estarías con Hyunjin.
— Ahora volviendo a la realidad, ven Sunno vamos a acostarte que necesitas descansar que mañana vendrá Seonghwa — trate de animarlo con esto último.
Lo lleve a su cuarto, le di su medicamento, lo arrope y le pagué las luces.
— Gracias por ser buen amigo — agradeció.
Abrí la puerta y me voltee para mirarlo.
— No es nada, ahora duerme y cualquier cosa estoy en el sofá de la sala por si necesitas algo — le recordé.
Salí del cuarto y me encontré en el camino a Jeongin que llevaba su pijama puesta porque al parecer él tenía ropa aquí porque antes vivía con Sunno y Seonghwa.
— Oye — me llamo, lo miré de inmediato — Este una pregunta... ¿Te gusta Sunno o algo así? Digo es que pareces muy atento y amable, perdón si soy entrometido o algo así — pregunto jugando con las mangas de su pijama.
Nunca he visto a Sunno así, pero suelen confundir mi forma de tratar a mis amigos con coqueteo porque soy muy cariñoso y... bueno muchas cosas más, pero en definitiva no lo hago intensionalmente solo soy juguetón.
— No para nada, ese pelirrojo que está dormido lleno de mocos es mi amigo y no lo veo como algo más, únicamente soy un poco cariñoso y coqueto, sin embargo, de manera amistosa créeme respeto su relación con Seonghwa — le aclare.
Aun cuando Seonghwa a veces sienta celos de mí o este Hyunjin, e incluso Minho yo he aprendido que no es correcto ni saludable meterse en relaciones ajenas.
— Bueno... Gracias — dijo antes de irse corriendo.
¿Gracias por? Me pareció tierno y gracioso eso porque no entendí.
***
Me levanté a media noche a darle el medicamento al pelirrojo que parecía que estaba mejor, su fiebre bajó y su tos había disminuído. Fui al baño y cuando iba de regreso a la sala escuché unos sonidos raros de la habitación donde se estaba quedando Jeongin ¿Estará bien? Sin pensarlo me apresuré a abrir la puerta asustado de que le pasará algo.
— ¡Mierda! Perdón yo — grité sorprendido cuando vi que lo que yo pensé que eran
quejidos de dolor en realidad eran gemidos.
Ahí estaba Jeongin con su camisa levantada mientras con una mano brindaba placer a su miembro mientras con la otra jugaba con su trasero que estaba a la vista total de mis ojos porque este no llevaba pantalones.
Este al verme se apresuro a taparse con la sábana.
— Lo siento, mejor me voy y... — me interrumpio.
— Soy un enfermo y me voy a morir en el infierno ¿Verdad? — pregunto.
Lo miré tenía los ojos cristalizados y se estaba cubriendo su cuerpo como si hubiese ello lo peor del mundo. Me acerqué a él asustado al ver que las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.
— No eres un enfermo ¿Por qué lo serías? — cuestione.
Este me miró y pude apreciar que sus ojos estaban rojos.
— Nunca me había tocado en mi vida, pero desde que entré al centro psiquiátrico he tratado de descubrir muchas cosas de mí, me comencé a masturbar y al principio se sentía genial, pero luego ya no me funcionaba y leí en un libro que la estimulación de la protesta ayuda a la eyaculación y... ahora soy adicto a esto soy un enfermo ¿Sabes no puedo dormirme sin hacerlo? — dijo frustrado.
Me senté en la cama justo a él y lo miré con atención, me dio ternura porque está confundiendo muchas cosas.
— No eres un enfermo, solo eres alguien que tardo en descubrir cosas en su cuerpo y ahora que las probó te sientes atrapado por la sensación placentera que te da, es normal créeme cuando yo tenía 14 años me masturbaba como cinco veces al día, sin embargo, con el tiempo te vas controlando lo que sientes ahora es mera curiosidad — me explique para tratar de calmarlo.
Está pasando por una etapa que te puedes volver adicto al placer, pero luego vas aprendiendo a controlar las hormonas.
— ¿Es normal que me guste meterme dedos? ¿Eso me hace gay? — pregunto preocupado.
Es inocente, diablos tengo debilidad por los inocentes.
— No necesariamente, pues todos los hombres tenemos un punto sensible así que es normal que te guste ese tipo de estimulación y no por eso eres gay, puedes ser heterosexual o bisexual o lo que sea, no obstante, ese tipo de cosas no son las que definen a ciencia cierta tu orientación — expuse.
Tengo conocidos hombres que son heterosexuales, empero en ocasiones sus novias le hace sexo anal a ellos.
— Yo creo que soy bisexual, creo no estoy seguro nunca he estado con un chico, pero imaginarlo no me molesta — admitió.
Como dice Barbie puedes ser lo que quieras ser, tú solo sé feliz y ya.
— Lo descubrirás poco a poco, no te apresures no todo debe ser una etiqueta, trata de llevar todo a tu tiempo porque a veces no es fácil entender muchas cosas — le pedí.
Este asintio mientras limpiaba las lágrimas de sus mejillas, de forma inconsciente acerqué mi mano a su mejilla para ayudarlo, pero de inmediato la aparte al darme cuenta.
— Perdón — me disculpé.
Este agarro mi mano y la acercó a su rostro.
— Me gusta tu toque, tus manos se siente frías, me gusta el frío — murmuró.
Trague saliva cuando recordé que debajo de la sábana este no llevaba nada, sin querer baje mi mano desde su mejilla a su cuello.
— ¿Quieres que toque otro lado? — cuestione comenzando a sentirme caliente.
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