57 - Lárgate ahora
James
— Abre los ojos, narizón que cualquier idea rara en tu cabeza es una locura no voy a cambiar a mi novio por ti, ubícate — aclaro Sunno colocado mi cinturón de seguridad el cual había olvidado.
Había abierto los ojos y me está muriendo del enojo ¿Quién se cree? Ni que tuviera gustos tan horribles.
— Imbécil ¿Quién dijo que soy homosexual? Además si lo fuera no me fijaría en niños
horribles como tú — que se baje de esa nube.
El chico zanahoria comenzó a reírse de mí mientras se estacionaba.
— No jodas, eres de lo que andan por ahí afirmando "me gusta solo él, pero no soy gay"— comenzó a reírse como si eso tuviera alguna gracia — Pobre de Mingyu, ahora sal del auto — me ordenó.
Lo odio, no lo soporto, salí del auto caminando lo más rápido posible para llegar a la cancha, cuando llegue a ese punto me abrume un poco porque había muchas personas en las gradas... nunca había estado en un lugar con tanta gente.
— Es por acá — Me arrastro Sunno hasta los asientos VIP.
El juego no había empezado sin embargo la emoción se sentía alrededor, sentí que mi corazón quería salirse del pecho cuando los jugadores de los dos equipos comenzaron a salir.
— ¿Quieres algo de comer? — me preguntó el chico zanahoria.
Asentí tenía sed.
— Bueno dame plata y voy por algo — dijo Sunno.
Rodé los ojos y le pasé mi billetera, me da igual eso.
— Ahora regreso — mencionó antes de irse con mi dinero.
El juego comenzó y mis manos sudaban y mis pies se movían con ansiedad y nerviosismo, ver el partido por televisión nunca, pero nunca será igual a ver esto en vivo. La forma en la los jugadores se movían, rebotaban la pelota y la pasaban parecía un sueño sobre todo cuando Mingyu hacías sus movimientos.
Era mi sueño observarlo mientras jugaba en vivo y nunca pensé que lo lograría, una lágrima se escapó de mis ojos cuando me levanté para celebrar que Mingyu había logrado un punto para su equipo.
— ¿Estás llorando? — pregunto el chico zanahoria dispuesto a burlarse de mí.
Le quité la bebida con las papas que tenía en la mano y negué.
— ¿Llorar yo? Buen chiste zanahoria — traté de disimular mis emociones.
Sunno iba a decir algo no obstante en ese momento el equipo contrario al de Mingyu
logro un punto y la decepción del público no se hizo esperar.
***
— ¡Vamos Mingyu! — gritamos el chico zanahoria y yo con fuerza.
No sé en qué momentos nos unimos a gritar, pero estaban en los últimos minutos del juego el cual había estado muy reñido y ahora todo dependía si Mingyu lograba este punto.
— Tú puedes — susurré tratando de transmitirle energías positivas aun cuando sabía que no me podía ver ni escuchar.
Y lo hizo, era tanta la emoción que Sunno y yo nos abrazamos por emoción porque había ganado el equipo de Mingyu.
— Bueno... ya esto es incómodo — expuso Sunno separándose de mí al darse cuenta.
Lo mire mal y me limpie el cuerpo como si este me hubiese a pegar alguna peste.
— Esto no paso — dije con seguridad.
Nadie tiene que saber que me abrace con este tipo.
— Nunca, narizón — manifestó esto con burla.
No soy narizón, lo mire mal ¿Quién se cree al declararme así? Mi nariz es perfecta.
— Zanahoria — lo apodé con enojo.
Me acerqué a él para desafiarlo.
— Daltónico — me devolvió el insulto con aún más enojo.
Parecía que quería golpearme.
— Flacucho — no me calle, me acerqué más.
Este levanto una ceja y negó de inmediato.
— Enano — se burló.
¿Enano? Mido 1, 68 no es mi culpa que él sea un poco más alto.
— Ehhh... — me quedé sin que formular.
Este se burló como si hubiese ganado.
— Gane — expuso con superioridad.
Lo detesto, iba a decirle algo más para defenderme, pero Mingyu se acercó a nosotros.
— Sunno y... conejito — expresó esto último al verme.
Sonreí y lo saludé con la mano con timidez ¿Qué menciono? No se me ocurre nada.
— ¿Conejito? Más bien es como un pez borrón — se burló Sunno de mi.
Lo miré mal con ganas de matarlo al contemplar que Mingyu se reía de su comentario ¿Así él me observa también? Eso me hizo sentir desanimado.
— Me tengo que ir, salí de cancha sin mis guardias y ya se están acercando fans y luego me regañara por formar desorden, ahora regreso — aviso Mingyu al sentir que las personas se querían acercar a pedirle autógrafos y demás.
***
— Deja esa cara como si me quisieras matarme... recuerda que yo te puedo ayudar a que tú Mingyu te quiera — me recordó Sunno con tono amenazante.
Lo detesto, ya pensé las mil formas de quitarle la sonrisa de sus labios.
— Por cierto, Chan me escribió para ir a una fiesta y le voy a decir a Mingyu para ir ¿Quieres? — me preguntó.
No voy mucho a fiesta porque Sangha no me deja ir, él puede ir con su novia a este tipo de lugares, pero si yo voy me castiga, nunca he intentado desobedecer su orden porque me aterra lo que hace conmigo... pero él no está aquí ahora, así que puedo ¿No? Me pasó un escalofrío por todo mi cuerpo al reflexionar en la posibilidad de que este de cuenta.
— Perdón chico, tuve que pasar por una conferencia después de la ducha ¿Todo bien? — pregunto Mingyu acercándose a nosotros.
Estábamos en el estacionamiento porque las gradas estaban hechas un caos.
— Excelente le estaba mencionando al narizón este, para ir a una fiesta de un amigo ¿Vienes verdad? — pregunto Sunno a Mingyu.
Odio ese apodo.
— Obvio tú sabes que nunca digo no a una fiesta ¿Vienes, conejito? — pregunto esto
último mirándome con tranquilidad.
Asentí inconscientemente ¡Mierda! No me puedo resistir a él.
— Entonces, nosotros nos vamos en mi auto y tú en el tuyo, ya te pasé la dirección de la fiesta — expresó Sunno decidido.
Pero... yo quiero ir con Mingyu, no tuve tiempo de reprochar porque este ya se había ido a buscar su auto así que no me quedo de otra que subirme con el chico zanahoria.
— ¿Sabes que me desagrada? Ósea ahora yo quería ir en el auto con Mingyu y tú... — me interrumpió.
— ¿Y yo que? Deberías agradecer te estoy ayudando, conozco a los tipos como Mingyu lo tiene todo fácil por el dinero y fama que tienes ¿Crees que eres el único detrás de él?
— Si crees eso te equivocas — dijo esto sin siquiera mirarme porque estaba concentrado en manejar — James, si te quieres tener a Mingyu en tus manos trátalo como si fuera alguien normal porque si le das demasiada importancia serás un chico de una noche y ya — expuso Sunno con seguridad.
Él se ve que tiene experiencia y yo... no tengo ni idea de que hacer.
— ¿Entonces que hago? — pregunté.
Sunno suspiró y bajo la ventana del auto para que el aire fresco entrara al auto.
— Hoy estoy de humor así que te ayudaré, el primer paso es que cuando lleguemos a la fiesta pégate a Chan no le des importancia a Mingyu, trata de parecer que diviertes y demás — me aconsejo el chico zanahoria.
¿Y por qué tengo que pasar tiempo con Chan? Digo no me interesa, es un amigo de mi hermana y... yo quiero pasar tiempo con Mingyu no con él.
— Si hago eso Mingyu se irá con otro chico lo sé — expresé deprimido.
No quiero que haga eso.
— No hagas puchero, levanta la cabeza y has lo que te mencioné — formuló con seguridad.
Sunno detuvo el auto y lo estacionó con agilidad.
— Si te equivocas te mato — lo amenacé bajándome del auto.
Espero que este chico tenga razón porque si se equivoca no dudaré en hacer su vida un infierno.
El ruido de esa casa es impresionante la música se podía escuchar desde lejos, era bastante grande, pero la mía lo es mucho más. Entramos al lugar y al parecer la fiesta ya estaba en su punto, la gente estaba bailando como loca, tomando y metiéndose mano sin control.
— Fue un caos estacionar, que buena música expuso Mingyu detrás de nosotros.
¿En qué momentos llegó? Lo miré y sonríe sin querer a lo que Sunno me dio un golpe en el hombro. Iba a golpearlo sin embargo entendí por qué lo hizo, mire a mi alrededor en buscar de mi objetivo.
— Voy a ir a hablar con Chan, disfruten — dije tratando de fingir emoción.
Aunque por dentro me desanimaba pasar mi noche con un amigo de mi hermana que probablemente se acuesta.
— ¡James! Viniste no pensé que era verdad cuando Sunno me escribió que venías ¿Cómo sigues? — pregunto Chan cuando toque su hombro.
Tenía una camisa negra con los primeros botones desabotonada, pero lo que le daba un toque atractivo era la cadena corporal porque lo hacía detallar sus músculos, quería una así, pero no sabía dónde comprarla.
— Perfecto... no sé que mencionar — admití con vergüenza.
Soy malo hablando con personas que no conozco.
— Tu hermana siempre menciona que no eres bueno socializando, tranquilo no te molestaré por eso — expuso Chan con amabilidad.
Su sonrisa es muy radiante... no me molesta solo no estoy acostumbrado y mi cabeza está queriendo dejar el plan en el suelo e ir a buscar a Mingyu.
— ¿Wonyoung habla de mí? — pregunté curiosidad.
Nunca he podido hablar con sus amigos, de hecho... la mayoría no me soporta no obstante Chan es diferente de las pocas veces que ha ido a la casa siempre es muy amable conmigo.
— Mucho.. no todo es bueno ni malo, punto intermedio, pero si te puedo decir que te quiere a su manera rara — dijo Chan con sinceridad.
Sonreí en verdad sus palabras me hicieron sentir muy bien.
— Gracias eso significa mucho para mí — admití acercándome para que únicamente me escuchará él.
Chan coloco su mano en mi hombro dando unos golpes sutiles como de apoyo.
— Son hermanos, sé que la quieres así que no te rindas ella es complicada y bueno tus padres le hacen las cosas difíciles, no obstante en el fondo no es tan mala — admitió BangChan.
No niego eso, creo que el favoritismo hacia mí es demasiado.
— Lo sé... ¿Por cierto ella está aquí? — pregunté.
Chan asintió y señaló hacia un lugar, me volteé y me sorprendí al ver que Wonyoung estaba con Sunno y Mingyu, el pelirrojo se veía incómodo porque mi hermana no dejaba de insistir que bebiera. Por otro lado la mirada de Mingyu se cruzó con la mía y la evité de inmediato porque si lo seguía mirando de seguro iría detrás de él.
— Vamos a saludar — me animo Chan agarrándome del brazo.
No me dejó quejarme del asunto solo me llevo a dónde estaba la persona que debía evitar.
— Hola chicos ¿Cómo la están pasando? — pregunto Chan con tono alto emocionado.
Chan aún sostenía mi brazo lo cual llamo la atención de Wonyoung y Mingyu, iba a alejarlo por incomodidad, pero Chan entrelazó nuestros dedos.
— Muy bien... sin embargo no también como tú — expuso Sunno con un tono malicioso.
Mi hermana me estaba ignorando, trate de llamar su atención no obstante está seguía ofreciéndole bebidas a Sunno el cual siempre rechazaba el trago.
— Estoy más que bien — expuso soltándome la mano para sonreírme con amabilidad — ¿Quieres ir a tomar algo? — me preguntó.
Asentí tratando de mirar atrás, quiero verlo... no quiero que piense que no me interesa cuando si me interesa.
Fuimos a la cocina y Chan abrió la nevera y me pasó jugo mientras él cogía cerveza.
— ¿Por qué no me das cerveza? — cuestione.
No soy un niño.
— Solo... creí que no querías ¿Quieres? — pregunto mientras abría su cerveza.
Le quité la suya de mano y la tomé demasiado rápido tratando de demostrar que no era un nino.
— Hey tranquilo... más suave no es agua — dijo Chan preocupado.
Me sentí un poco mareado así que le hice caso.
— No me trates como un niño — exclamé molesto tratando de quitarle mi cerveza de la mano.
Pero me comencé a marear y terminé agarrando su cadera para no caerme, este me agarró de la cintura para asegurarse que no cayera y me miró con nerviosismo.
— Con una sola cerveza ya estés de esta manera — expresó preocupado.
Coloque mis manos alrededor de su cuello.
— Tranquilo estoy bien solo es mareo no me voy a morir — traté de calmarlo.
Chan acarició mi mejilla y sentía que su toque me hacía sentir nervioso.
— Estás rojo, estás borracho e indefenso claro que me preocupo si tú hermana se entera... — lo interrumpí.
— No te hará nada ella nunca se preocupa por mí... si yo no existiera ella estaría feliz — admití dejando escapar las lágrimas.
Chan me atrajo más a su cuerpo y trato de secar mis lágrimas con sus manos.
— No digas eso ella te quiere solamente... — Está vez no fui yo quien lo interrumpí.
— Quita tus manos de él — exigió Mingyu molesto separándome de Chan.
Me atrajo hacia él y no tenía fuerzas para negarme ni ganas para explicar que era lo que pasaba.
— Vete de aquí — exclamó Mingyu enojado.
Chan trato de negarse y acercarse a mí, pero Mingyu lo empujó.
— Lo tocas y no me detendré hasta verte caer, lárgate ahora — esto último lo expresó con un tono que hasta yo sentí miedo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top