52 - Duro y sucio

Sunno

La idea de hacerlo en su oficina era algo que me había imaginado más de una vez, pero ahora entramos y me di cuenta de que aún hay gente en los alrededores me da miedo de que nos descubran.

A veces siento que solo pienso con el pene, obvio es un hospital, claro que hay gente 24/7.

— ¿Ya no quieres? — pregunto Seonghwa mientras abría su oficina y me dejaba pasar.

Claro que quiero, pero no quiero dañar su carrera ¿Y si se mete en problemas por mi culpa?

— Quiero y mucho — admití mientras cerraba la puerta con seguro — Sin embargo no quiere que tengas problemas si nos descubren — confesé.

Ser caliente es mi especialidad, pero no puedo ser tan pendejo.

— Creo que el hecho de que nos descubran es algo emocionante así que tranquilo no nos van a descubrir — trato de calmarme.

Espera... no me digas que, era de esperarse, pero me molesta un poco.

— ¿Ya lo has hecho aquí? — pregunté.

Este se puso nervioso ante mi pregunta, suspiro y asintió.

— No te voy a mentir, si lo he hecho, sabes que no soy una santa paloma... la verdad no sé que decir para que no te enojes — confesó nervioso.

Suspiré y me acerqué a él, agarre el cuello de su camisa y lo jale para que estuviera más cerca de mí.

— No estoy enojado porque te hallas cogido a otras personas en el pasado, yo también lo hice... bueno tú eres mi primer chico, pero lo que quiero decir es que eso no me inquieta lo que me molesta es coger en el mismo lugar que lo hiciste con otra persona — le aclare.

De solo pensar en él con alguien más en este mismo lugar... no me gusta.

Seonghwa coloco sus manos en mi pecho y lo apretó antes de acercar su rostro a mi cuello y comenzar a besar a su antojo.

— Trato de resistirme, pero tenerte aquí me descontrola quiero hacerlo no dejo de pensar en esto desde que lo mencionaste en el auto, pero si no quieres podemos ir a la casa y... — lo interrumpí.

— Olvida eso, quiero hacerlo aquí y no voy a dejar que unos estúpidos celos me impidan vivir momentos contigo — admití pegando su cuerpo más al mío.

De solo sentir su toque, algo entre mis piernas se emociona cada vez más.

— Me encanta — susurro antes de jalarme hasta la silla donde se sentaba a atender a sus pacientes.

Se sentó en ella y me pidió que me sentará encima de él, obedecí, este coloco sus manos en mi cintura antes de pegar sus labios con los míos, su lengua esta vez no tenía delicadeza tocaba mi boca y jugaba con mi lengua de una forma sucia y candente mientras sus manos no dejaban de manosear mi trasero.

Yo inconscientemente comencé a restregar mi creciente erección en su abdomen
buscando placer.

— No sabes las ganas que tengo de cogerte y volverte mi desastre — susurro en mi oído antes de morder mi lóbulo.

De mi boca se escapó un jadeo ante esas palabras tan provocadoras.

— Doctor Park ¿Puedo pasar? — pregunto de repente una voz detrás de la puerta que nos hizo detenernos.

Me miré con Seonghwa, si saber qué hacer.

— Es mi secretaria tal vez sé algo urgente mejor arréglate para qué... — lo interrumpí.

— Tengo una mejor idea... ¿Podemos jugar? Claro solo so tú quieres — sugerí mientras me escondía en su escritorio.

Este sonrió con malicia y se acercó a mí labios y los mordió de forma brusca
haciéndome gemir.

— Me volverás loco — admitió antes ir a abrir la puerta.

No podía ver qué pasaba, pero si podía escuchar el ruido del tacón de una mujer acercándose, si nos descubren esto será un problema pero quiero intentarlo.

Seonghwa se sentó y acercó la silla más al escritorio para volver el espacio entre nosotros más corto.

— Doctor Park disculpe que lo moleste es que necesito preguntarle sobre algunas citas que no están agendas — dijo una mujer que tenía voz como de una señora ya de edad.

En mi campo de visión solo estaba de su cintura para abajo así que con cuidado desabroché su cinturón antes de apretar con mi mano el bulto de su pantalón haciendo que Seonghwa se sobresaltara.

— Tranquila Rose, dale dime la información y organizamos todo de rapidez — dijo Seonghwa con un tono sereno.

Saque su miembro de su bóxer y antes de comenzar a tocarlo escupí en mi mano para que los movimientos se dieran de forma fluida, subía y bajaba sintiendo como su miembro crecía en mi mano.

— Doctor se ve rojo ¿Está bien? — pregunto la mujer preocupada.

Lo quiero hacer sufrir más así que detuve mis movimientos y pase mi lengua por toda su longitud antes de meterla toda en boca haciendo que este gimiera.

— ¡Ahhh! Perdón es... que me emociona trabajar con usted Rose, es-s... usted muy buena-aa trabajadora — trato de explicar Seonghwa tratando de contener sus jadeos.

No podía con todo eso en mi boca trataba de meter todo lo que podía y de no lastimarlo con mis dientes, pero a veces los nervios me ganaban, estaba a punto de detenerme al sentir que lo estaba haciendo mal, pero la mano de Seonghwa hizo que me tragara más de él logrando sentir ganas de vomitar ante el repentino movimiento.

— Entonces Lisa para el martes y Jungsu para el jueves eso sería todo gracias Doctor, me retiro disculpé las molestias — expuso la mujer mientras se levantaba.

No sabía que habían dicho antes de eso porque estaba concentrado en no ahogarme con su miembro en mi boca.

— Rose cierre la puerta con seguro — le ordenó Seonghwa a la mujer antes de que está saliera.

Cuando escuché que la puerta se cerró, Seonghwa retrocedió un poco la silla para verme mejor, su mirada en mí me hizo sentir más excitado, lo saqué de mi boca y lo mire a los ojos sintiendo aún la sensación de él en mi boca.

— ¿Quién te dijo que te detuvieras? — expuso con tono demándate.

Ese tono me hizo sentir más que caliente, este movió su pierna a mi entrepierna y presiono mi erección con fuerza haciéndome gemir.

— Responde — Ordenó.

Me volví a meter su miembro en mi boca, este seguía presionando su pierna en mi miembro haciéndome difícil la tarea de moverme con tranquilidad.

Nunca imaginé que esto se sintiera tan... bien.

Este se quitó el cinturón por completo y lo coloco por encima de mi cuello para ejercer más presión entre su miembro y mi boca, subía y bajaba casi al ritmo que él imponía con su cinturón, mi mandíbula dolía pero la excitación era mayor, incluso cuando esté pisoteaba mi miembro.

Sus testículos se colocaron duros y su cuerpo se estremeció, ahí fue el preciso momento dónde se corrió en boca y rostro.

Inconscientemente me lo tragué, aun cuando esté no tenía el mejor sabor del mundo hacerlo me hacía sentir aún más excitado, Seonghwa me miró como si fuera una comida recién salida del horno y me levanto del suelo y me coloco contra su escritorio.

Bajo mis pantalones junto con mi bóxer con rapidez antes de golpear mi trasero un par de veces haciéndome gemir, se alejó por unos momentos de mí para ir en busca de condones y lubricantes.

— Fóllame duro — le pedí cuando esté intento meter sus dedos — No quiero tus dedos hoy, te quiero a ti — le exigí.

Seonghwa paso su brazo por mi pecho para sostener esta área.

— Pero igual te voy a lubricar porque no quiero lastimarte — me advirtió antes de colocar un condón en mi miembro expuesto haciendo que jadeara ante su toque.

Aplicó algo frío dentro de mí que supuse que era lubricante y abrió un condón para él
pero yo se lo arrebate.

— No lo uses quiero sentir como te corres dentro de mí — le pedí.

Sé que pareceré un pervertido pero lo quiero así.

— Estoy loco por ti demonios — susurro antes de introducirse lentamente en mí.

Mi espalda estaba pegada a su pecho gracias a qué sus manos sostenía mi cuerpo, dolía cada que entraba más en mí pero eso me hacía sentir más placer.

— Vuélveme tu desastre, que en mi cuerpo solo quede rastro de ti — le pedí.

Este entraba y salía dentro de mí rápidamente tocando puntos dentro de mí que me volvían loco, dejo de sostener mi pecho y ahí fue donde mis manos se apoyaron del escritorio para mover mis caderas sorprendiendo a este, nuestras voces no eran nada silenciosas, gemíamos y jadeábamos como si nadie nos pudiera escuchar.

En esta posición era yo el que estaba tomando el control de las embestidas, yo movía mis caderas y apretaba su miembro tan rápido como podía. Necesitaba más quería más así que me apoye con una sola mano en el escritorio mientras con la otra apretaba su nalga para acercarlo más a mí.

Este pego mi cuerpo al escritorio haciendo que mi mejilla tocará el frío material de este, comenzó a entrar y salir con violencia mientras azotaba mi trasero no podía evitar soltar sonidos de mi boca al igual que él. El escritorio se movía al compás de nuestras embestidas volviendo escena más morbosa.

Seonghwa coloco una de sus piernas encima del escritorio y me penetro más profundo y rápido, mis paredes internas se contrajeron al ritmo de sus embestidas, duro y sucio fueron las palabras que me vinieron a la mente antes de correrme en su escritorio.

Este salió de mí y se siguió masturbando hasta correrse en mi espalda.

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