Capítulo V


Leia

Nerviosa y asustada me encerré en mi habitación, podía sentir que la sangre se drenaba de mis venas y todo mi cuerpo estaba sudando frío, no podía creer todo lo que estaba sucediendo. Un extraño irrumpió en nuestro departamento alegando ser el hermano de mi mejor amiga. En definitiva aún tengo mucho que averiguar, más que nada sobre Amber. ¿Será realmente su hermano?. Hay algo en todo esto que no me da muy buena espina y no estoy segura de si quiero saber o no las respuestas a todas mis dudas.

Para sentirme segura le puse el seguro a la puerta de mi habitación y luego a la del baño. Aunque si quisiera hacerme daño ya lo habría hecho, además sé que esto era inútil si entró a nuestro departamento con mucha facilidad y sin ningún inconveniente, esta medida de seguridad que he adoptado sería realmente inútil.

Mire de nuevo la nota para corroborar que realmente era la letra de Amber y no una falsificación; en efecto era su perfecta caligrafía. Entonces decidí asegurarme y enviarle un mensaje de texto, porque si ella lo hubiera sabido me habría avisado para no terminar cagada de miedo. Con mis manos sudadas y dedos temblorosos textee el siguiente mensaje:

"Amber espero te haya ido bien en la entrevista, pero por favor vuelve pronto. Aquí está tu hermano Alek y sinceramente estoy muy asustada."

Dejé el teléfono sobre la tapa del inodoro y me metí a la ducha, mi piel se erizó al sentir el agua fría caer sobre ella y di un respingo en respuesta, pero al final fue más que reconfortante. Aún tenía sobre mí esa resaca de la noche anterior sumada a ella esta sorpresiva y aterradora situación, la ducha fría me ayudó a recomponerme física y mentalmente, realmente la necesitaba.

Salí de la ducha y me envolví en una de mis blancas toallas, me sequé las manos y tomé mi teléfono para ver si ya he tenido respuesta de Amber, tenía dos mensajes uno de Jayden y el otro era de Amber. Obviamente leí primero el de mi amiga, ya tendría tiempo para Jayden más adelante.

"Leia que cojones estás diciendo.. yo no tengo hermanos"

Apenas termine de leer su mensaje el teléfono se me resbaló de las manos, sentí como la bilis se me revolvía y un sabor amargo subió a mi garganta. Una corriente helada me recorrió la espina dorsal y los bellos de mi nuca se erizaron al igual que en todo mi cuerpo.

Al fin mi cuerpo y mi mente estaban reaccionando como debían, esto no era un maldito juego, no era una jodida broma de mal gusto. Esto iba en serio y yo estaba aquí, encerrada en el baño estática y petrificada por el miedo hasta que mi teléfono sonó notificándome la llegada de otro mensaje.

Me agaché y lo tomé del suelo con los dedo en un completo estado trémulo, estaba más que aterrada e inquieta por lo que el mensaje pudiera revelar.

"Quédate en un lugar seguro y no permitas que se te acerque. Llego en unos segundos."

Era otro mensaje de Amber pidiéndome que tomara precauciones, si ella supiera que lo tuve tan cerca hasta el punto de poder sentir la tibieza de su cuerpo envolviendo el mío, tal vez ella misma me mataría. ¿Pero porque carajos estaba pensando en eso?, negué con la cabeza para apartar ese pensamiento de mi mente y me enfoqué en lo que realmente importaba, ¿Quien rayos era él y qué demonios quería con nosotras?.

Salí del baño y me vestí lo más rápido posible, me puse unos tejanos azules bastante gastados y una camiseta de Los Beatles color negra que me quedaba bastante holgada. Me escurrí el pelo y lo peiné con los dedos para luego dejarlo suelto. Cuándo me disponía a ponerme mis crocs la voz de Amber me obligó a salir disparada de mi habitación. Y por lo que pude oír antes de llegar al living entendí que ellos realmente se conocían.

— ¡¿Que carajos haces aquí Custer?! — reclamó Amber en un tono bastante elevado pero sobre todo cargado de odio. Esa expresión iracunda y furibunda era muy nueva para mí, jamás la había visto tan molesta. Me quedé bastante sorprendida por cómo lo llamó, significa que uno de los dos me estaba mintiendo. ¿Realmente Amber no tenía hermanos? ¿O tal vez los dos estaban mintiendo?. Me quedé parada como la buena curiosa que soy en el umbral del pasillo observando cómo Amber lo fulminaba con la mirada y él permaneció impasible, callado por unos segundos bastante largos, mientras mi mejor amiga respiraba como si fuera a matarlo.

— Hola Kira.. — dijo muy tranquilo levantando la vista hacia ella, Amber abrió los ojos de par en par y desvió la vista hacia mí. Tal vez esa era una información que yo no debía saber, me quedé ahogada en mis propias dudas sin poder moverme del lugar en el que estaba parada — ¿Me extrañaste? — preguntó insidiosamente.

— ¿Porque crees que me mude a otro continente? — demandó con un tono cargado de hastío.

Una fina sonrisa se hizo notar entre esa espesa barba de aquel misterioso extraño, él se incorporó y caminó hacia Amber lenta y peligrosamente. Ella ni siquiera se inmutó, no había una sola pizca de miedo en su mirada debido a que esta estaba empañada con rencor, rabia y odio. No sé a ciencia cierta qué fue lo que le sucedió a Amber para que ella rompiera con su perpetuo estado de paz dejando que los fantasmas de su pasado atravesaran esa grieta que se había formado en aquel muro que ella misma había construido.

El sonido de mi teléfono me hizo dar un pequeño brinco y ambos voltearon a verme de manera inexpresiva. Me sentí incómoda al ser observada de esa manera, hasta desconocía por completo la mirada de quien se suponía era mi mejor amiga. Comencé a mosquear y mi subconsciente advirtió de qué tal vez estaba haciendo de mal tercio en esta conversación.

— Estaré en mi habitación, por si me necesitas.. — dije en un tono nervioso dirigiéndome a mi amiga para luego caminar rápidamente por donde había venido y así refugiarme de nuevo en mi habitación. Estaba más que claro que mi presencia no era requerida en ese preciso instante y era más que obvio que Amber llevaba la situación bastante bien.

Me encerré en mi recamara, me quité el calzado y me acosté en mi cama boca arriba. Un largo suspiro se me escapó mientras un montón de preguntas se asomaban para atormentar a mis acongojados pensamientos cuándo devuelta el tono de mi teléfono me sacó de mi ensimismado estado.

Tomé mi teléfono y lo sostuve sobre mi rostro para ver quien me había escrito. Era Jayden, había olvidado revisar su mensaje anterior, abrí su mensaje y estaba dispuesta a responderle cuándo el teléfono nuevamente se me resbaló de las manos impactando por mi rostro haciéndome lagrimear y decir palabrotas—: ¡Mierda! ¡Mierda! — me dolió hasta el alma. Solo a mi podrían pasarme estas cosas tan tontas.

[...]

Custer

No estaba sorprendido por la actitud avasalladora que había adoptado Kira, después de todo lo acontecido era comprensible que reaccionara de esta manera.

Ella caminaba de un lado a otro nerviosa pero por sobre todo molesta, su larga melena rojiza se movía al compás de sus movimientos y como siempre se llevaba una mano a la boca para morderse las uñas.

Espere a escuchar el sonido de la puerta cerrándose de la habitación de Leilani para poder hablar de lo que que realmente importaba, estaba más que claro que la amiga de Kira no sabía nada de nada, ni siquiera sabía su verdadero nombre. Si Kira hubiera podido asesinarme tan solo con la mirada lo habría hecho, de eso no me cabe ni la menor duda.

— Ahora que al fin estamos solos.. — interrumpí el silencio incómodo que se había instalado entre nosotros — Kira.. — al decir su nombre ella se detuvo en seco posando sus enormes ojos de jade sobre mi. Había despertado al monstruo que por años estuvo dormido y debía estar preparado para lo que fuera a venir con eso.

— ¿Ya vas a decirme que es lo qué haces aquí?— cuestiono con repugnancia.

— Él te quiere devuelta. — dije y ella no se sorprendió por lo que le había dicho, tal vez Kira ya esperaba que esto pasara algún día.

— ¿Él? — farfulló entre dientes — ¿Quien es él? Por lo menos ten los pantalones para pronunciar su nombre Custer. — disgustada y resoplando de rabia se dirigió hacia la cocina.

Fui tras ella manteniendo una distancia prudente porque con ella nunca se sabe. —: Tu padre, Ivan, él necesita que vuelvas a casa.. — espeté tranquilo.

— ¿En serio? ¿Y tú crees que voy a hacerle un favor a ese hombre que lo único que ha hecho bien fue arruinarme la vida? — inquirió bufando en un tono burlón.

— No es por él, más bien es por ti. Kira solo haz lo que se pide por una vez en tu vida. — resople algo enervado.

— ¿Por mi? Eso es patético, en ese lugar no hay nada bueno para mí y tú más que nadie lo sabes, es el infierno y todo allí apesta a muerte. — musitó con fastidio para luego darle un sorbo a la cerveza que sacó de la nevera, parecía un poco menos molesta que cuando llegó. — Y no vuelvas a llamarme Kira, ese ya no es mi nombre. — ordenó dándole otro trago a su cerveza para luego rodearme y pasar de mi dirigiéndose de nuevo hacia el living.

— Si, se que tu padre puede ser despiadado y autocrático, pero eres su hija y solo quiere protegerte, no seas necia. — dije siguiéndola de nuevo, en ese aspecto era igual de terca que su padre — Kira es el nombre que tú madre eligió para ti, ¿es que acaso ya la olvidaste? — cuestioné frustrado caminado de nuevo hacia su dirección para acomodarme en uno de los sillones frente a ella.

— ¿Protegerme? — rió con desdén y desprecio — Estás marcas que llevaré de por vida son la evidencia de lo mucho que intentó protegerme Custer, y a mi madre no la menciones, tú no eres digno de ella.. — dijo golpeando su pecho con el puño libre y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas no derramadas. Sentí una pequeña punzada en mi interior al escuchar cuanto desprecio sentía hacia mí diciendo que no era digno de mencionar a Lena.

Sabía que esto no sería fácil, todo el pasado se había removido generando una nube espesa de polvo hambriento por ser liberado. Tantos años dormido en lo más profundo de su mente para que ahora yo apareciera a perturbarlo todo. En vista de que seguí callado sin ningún argumento válido para convencerla ella siguió hablando —: Tengo una vida aquí, tengo una familia y no sabes lo difícil que fue dejar que ellos me amaran, permitir que ellos se acercaran a mi fue algo muy complicado para mí. Venir  aquí fue la mejor decisión que pude haber tomado y creo que tú deberías volver por donde viniste Custer, lo lamento pero no voy a ir contigo. — sentenció secamente.

Ahora que sé que no volvería por su protección entonces tal vez lo haría por la de alguien más, alguien que realmente le importara y que le ha cogido cariño por más difícil que haya sido. — Entonces hazlo por Leilani.. — solté sin más. Sabía que esto sería como una bomba que en cualquier momento estallaría destrozando todo a su paso.

— ¿Qué? ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?— pareció peculiarmente interesada, y todo ese gesto duro se ablando apenas oírlo, al fin había logrado que su actitud repelente hacia mí se difumine solo un poco. Pero sabía que si le contaba la verdad con menos razón querría volver y fue lo que le había adelantado a su padre. Pero no había otra salida.

— La van a asesinar.. — confesé sin más preámbulos mientras Kira le estaba dando un sorbo a su cerveza y al escuchar eso me lo escupe en la cara. Me quedé pasmado con el rostro empapado en una mezcla de cerveza con saliva. — ¡Mierda Kira! — bufé incorporándome para sacarme la camiseta que llevaba para secarme el rostro.

— ¿Que mierda acabas de decir? — preguntó incorporándose bruscamente sin importarle mi situación actual — ¿Porque carajos querrían asesinarla? Ella no le debe nada a nadie.. — espetó nuevamente furiosa y preocupada.

— La muerte te siguió hasta aquí y por una confusión la persigue a ella ahora.. — dije mientras me quitaba del rostro el líquido ambarino que ella me había escupido en la cara.

— ¿La confundieron conmigo? Piensan que ella soy yo.. carajo.. — empezó a balbucear para sí misma mientras me ignoraba por completo.

— Así es.. pero ahora.. — la interrumpí — Kira necesito darme una ducha, toda esta conversación es muy interesante pero en serio necesito darme una maldita ducha.. — supliqué.

Ella me miró de forma indiferente y finalmente asintió, entonces ella desvía la mirada hacia algo que apareció detrás mío, cosa que me obligó a voltear y allí me encontré con esa maraña de pelo negro y su gélida mirada observándome con asombro. Apreté los labios en una fina línea que luego pasó a ser una media sonrisa libidinosa al darme cuenta del ligero rubor que tiñó sus pecosas mejillas.

— Leia.. ¿sucedió algo? — la interrumpió Kira.

La distraída y ruborizada mujer parpadeo varias veces para escapar de su embelesado estado para luego contestar a su amiga —: ¿Hum? — se aclaró la garganta y se concentró en la pelirroja que la observaba preocupada — Si.. solo quería avisarte que saldré con Jayden y pues.. bueno solo era eso.. — informó nerviosa.

— ¿Ahora? — preguntó Kira, se que ella está pensando lo mismo que yo y en su mente rondan una infinidad de posibles escenarios catastróficos luego de la información que le di. Y se bien que estará más paranoica que nunca, lo sé, la conozco muy bien.

— En media hora estará aquí, yo solo buscaré algunas cosas, terminaré de arreglarme y lo esperaré abajo.. — dijo haciendo un montón de señas con las manos mientras explicaba todo lo que haría.

— ¿Tendrás una cita? — Kira comenzó a interrogarla y yo estaba perdiendo la paciencia, no tenía porque escuchar sobre los amoríos de su amiga.

— Voy a darme una ducha, usaré el baño de tu habitación Kira.. — anuncié rozando los hombros de la pelinegra. Jamás me acostumbraré a su nuevo nombre, aunque le moleste la seguiré llamando por su antiguo nombre.

Kira no me hizo mucho caso, pero puede ver cómo rodaba los ojos en señal de fastidio. Me adentré al pasillo y cuando entré a su habitación dejé de oírlas, entre a la ducha y dejé que el agua fría me relajara. Olvide subir mi bolso así que terminaré de vestirme en el auto. No creo que les importe.

[...]

Leia

No podía apartar su trabajada figura de mi mente, su piel parecía el lienzo de un artista porque tenía inquietantes tatuajes grabados sobre ella, unas extrañas figuras entrelazadas se extendían a lo largo de su espina dorsal y cuando se volteó pude ver un águila cuyas alas estaban desplegadas en todo lo ancho de su pecho, era un ave magnífica y el diseño me dejó más que asombrada.

Podía ver cómo los labios de Amber se movían pero no lograba oírla a causa del bullicio que se había formando en mi mente, no podía dejar de pensar en cómo cada fibra de sus músculos se movía bajo esa piel perfectamente diseñada.

— ¿Leia? ¿Me estás escuchando? — Amber me interrumpió moviendo sus manos frente a mi rostro obligándome a salir de mi estado ensimismado.

— Ah si.. claro.. ¿qué me estabas diciendo? — pregunté intentando volver a la realidad.

— Te pregunté si Jayden y tú tendrían una cita..— espetó algo divertida pero a la vez en su expresión había algo que me preocupaba.

— Si, algo así.. iremos a una exposición de arte en el Grey Art Gallery y luego pasaremos a beber algo.. — dije sin darle mucha importancia a lo que haríamos Jayden y yo. Le había dicho que si pensando en que ya era momento de iniciar de nuevo, de dejar mis recuerdos en donde perteneces, en el pasado.

— ¿No te molestará si vamos con ustedes? — preguntó y yo me quedé algo extrañada ante su inesperada petición, ¿a quien más quería invitar? — Custer aún no conoce nada por aquí y sería genial que una buena conocedora sobre el arte como tú le enseñara ese lugar, estoy segura de que le encantará.. — agregó algo nerviosa. La verdad no estaba muy segura de que una exposición de arte sería algo que llamaría su atención o deleitaría a aquel troglodita.

— Mmm.. esta bien después de todo no creo que a Jayden le importe.. — dije encogiéndome de hombros tratando de darle la menor importancia a todo esto.

— ¡Vayamos entonces! — exclamó intentando parecer entusiasmada. — Voy a cambiarme y a ponerme algo más informal.. — dijo señalando su traje sastre de color gris que llevaba puesto.

— Oye.. antes de que te vayas, ¿podrías aclararme algunas cosas? — la detuve y Amber se quedó observándome algo inquieta ante mi pregunta.

— Si, claro.. — murmuró por lo bajo.

— Son muchas las preguntas que tengo Amber, pero éste no es el momento para que me aclares cada una de ellas, solo quiero saber si Alek o Custer es realmente tu hermano.. y ¿porque te llama Kira? — cuestione frunciendo el entrecejo.

— Te entiendo y agradezco que comprendas eso, y no, no somos hermanos pero si crecimos juntos.. y nos separamos el día en que decidí mudarme aquí.. — confesó al fin, no se porque pero sentí un alivio al saber eso y en su mirada podía ver que no me estaba mintiendo, algo dentro mío se hizo más ligero, tal vez sea el hecho de que ella lo conoce y por lo tanto sabe a qué atenerse con él. Y estoy segura que jamás pondría en riesgo su vida y mucho menos la mía, bueno quiero creer eso — Y en cuánto a lo otro y a todas tus dudas.. solo dame un poco de tiempo y prometo contártelo todo ¿si? — dijo en un tono un tanto suplicante.

— Está bien, puedo ser una persona muy paciente.. — dije regalándole una media sonrisa — Solo espero que tu y Alek hayan limado asperezas, porque no quiero que se anden peleando e insultando todo el tiempo que él esté por aquí.. sería algo.. — ella terminó por mi la oración.

— Tedioso.. lo sé.. tu tranquila.. — una sonrisa amena se dibujó en sus labios.

— Solo apresúrense mientras yo terminaré de arreglarme.. — dije y ambas nos dirigimos hacia nuestras habitaciones.

— Claro.. pero cámbiate esa blusa rosa, mejor ponte algo azul.. la de tirantes te quedaría perfecta.. — sugirió guiñándome el ojo derecho antes de meterse a su habitación.

Solo negué con la cabeza algo divertida, no sería mi mejor amiga si no me cambiara el atuendo cada vez que se le antojaba.

Estaba algo nerviosa por la cita con Jayden, pero más me inquietaba saber que Alek iría con nosotros, él me ponía los nervios de punta haciéndome perder la poca cordura que me queda. Y para completar también estaba preocupada por todo lo que no sabía sobre mi mejor amiga, tenía un montón de sentimientos revueltos dentro mío y no estaba segura de como poder lidiar con ellos, hace un momento Amber y Alek estaban en una guerra campal discutiendo por cosas que sólo Dios sabrá. Pero ahora como si no hubiera sucedido nada ella quiere que yo sea su guía en la galería y siento que está ofreciéndome como un cerdo que irá a parar directo al matadero.

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