La mañana llegó desorientándome. Según el reloj en la muñeca de Dawson no eran más de las siete. Sin embargo, aun podía escuchar el leve trote de los corredores matutinos.

Corredores...

Personas...

Me levanté bruscamente al darme cuenta que aún me encontraba en un lugar público. No quería imaginar lo que pensarían si nos vieran dormir allí, seguramente que éramos personas sin hogar o...

«Whoa... el parque se ve bastante borroso»

—¿Estás bien? —Dawson rodeó mi cintura justo a tiempo antes de tocar el suelo—. ¿Tara?

—Sí, s... —mi voz sonó ronca así que lo intenté de nuevo pero no sirvió de nada—. Me... levanté muy rápido —me ayudó a volver a sentarme—. Mi voz...

Puso una mano en mi frente y su ceño se hundió en preocupación.

—Sabía que ese pequeño baño en la lluvia traería consecuencias —se levantó llevándome consigo—. Es mejor que nos vayamos.

Ni siquiera objeté cuando me arrastró hasta el auto para volver al departamento. De hecho, mi cabeza se encontraba un poco lenta con respecto a mis acciones.

Apenas noté cuando subimos por el ascensor pero en cuanto puse un pie adentro no pude recordar más.

No estaba segura si llegué a la habitación de Dawson por mi propio pie o si alguien me había llevado hasta ahí. La verdad todo el trayecto había sido nulo en mi cerebro pero desde que desperté esa mañana, a mi cerebro le estaba costando registrar lo que hacía.

Hasta ese momento pensé que estaba sola, no había sentido el peso en mi mano la cual se encontraba aplastada por la cabeza de mi hermano. Al principio creí que era Kaidan pero al ver su nariz levemente torcida noté que era Kyle.

—Ha estado ahí todo el día —miré a Kaidan entrar en la habitación con una bandeja de comida con dos platos.

—¿Qué hora es? —mi voz aun sonaba rasposa, comenzaba a preguntarme si me había hecho daño permanente a mis cuerdas vocales.

—Cinco treinta —dejó la bandeja sobre la mesa auxiliar a un lado de la cama.

Kyle se removió en la cama y levantó la cabeza. Noté manchas violáceas debajo de sus ojos al igual que en los de su gemelo. Me sentí mal por haberlo hecho mantenerse despiertos aun cuando sabían dónde y con quién me encontraba.

—Creo que ya bajó la fiebre —dijo Kyle tocando mi frente—. Pero tu voz...

—Tal vez tarde más —terminé por él incorporándome en la cama. Esto de estar en cama se me está haciendo costumbre—. Chicos, quiero hablar con ustedes...

—Ahórratelo, Tara —me interrumpió Kaidan y por primera vez deparé en el filo cortante de su voz—. Tu misma lo dijiste, no compartimos más que sangre, ¿no?

—No, Kaidan. Realmente lamento lo que pasó ayer. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal y aun así no me detuve a pensar en ustedes...

—Hemos estado por nuestra cuenta desde hace diez años —abrí la boca para responder pero él me detuvo—. Continuemos así.

Salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él. Ni siquiera fue un portazo, lo que lo hizo peor de alguna manera. Kaidan no estaba molesto, estaba decepcionado y era la peor sensación. En diez años no había tenido que preocuparme por nadie más que mí misma. El que las personas se preocuparan por mí o yo me preocupara por ellas era algo completamente nuevo y con lo que no estaba segura de cómo lidiar.

Pero algo era seguro, no quería perder a mi hermano.

—¿Qué haces? —cuestionó Kyle al intentar levantarme.

—Tengo que hablar con él...

—No, espera... —colocó una mano sobre la mía para detenerme—. Kaidan necesita tiempo.

—No quiero que vuelva a ser lo de antes...

—Lo sé. Tampoco yo —me ayudó a volver a recostarme y me cubrió con la manta. Aquello me sorprendió teniendo en cuenta que con Kyle la relación había sido aun más lenta—. Pero realmente le hiciste daño a Kaidan. Ha tratado de que seamos una familia desde hace años.

—¿Años? Pero si ustedes siempre fueron unos idiotas conmigo —me miró dejando salir un suspiro—. Lo siento, no sé qué sucede conmigo.

—Tienes razón —se sentó a mi lado—, lo fuimos. Pero para Kaidan era más fácil mientras nos mantuvieran separados por rango. Desde que llegamos aquí, hemos tenido oportunidad de unirnos —se encogió de hombros—. Supongo que ahora siente como si no vale la pena seguir intentándolo.

Suspiré. — ¿Cómo demonios jodí tanto en una noche?

—Yo acostumbro hacerlo, no es gran cosa.

Ambos soltamos carcajadas aunque la situación estaba lejos de ser propicia. Era extraño estar hablando así con Kyle cuando últimamente nuestras conversaciones siempre ameritaban a Kaidan de por medio.

Al menos algo bueno saldría de esto.

No estaba segura qué había pasado con Kaidan después de que abandonó la habitación pero Kyle salió una hora después. No vi a Dawson o a Nina en un rato pero antes de levantarme para revisar el departamento, el sonido de mi celular cambió mis planes.

—Maldición.

Llamada de emergencia.

Sabía que era Rick y no quería hablar con él. No después de lo que había pasado el viernes. Sin embargo, colgar no era una opción y el hecho de que pidiera una video-llamada en lugar de contactar con el grupo completo quería decir que esto solo tenía que ver conmigo.

—¿Estás sola? —preguntó tan pronto le di a contestar.

—En la habitación sí pero creo que Dawson y Nina están afuera.

—Cierra la puerta con llave.

Sin entender, hice lo que me pidió y pasé el seguro. Llevé el teléfono conmigo hacía la cama donde me dejé caer.

—Primero. Quería saber cómo lo están llevando tú y tus hermanos...

—Déjalo, Rick —alcé una mano, interrumpiéndolo—. Ninguno quiere hablar de ello.

—Bien —asintió sin indagar más en el asunto—. Es sobre Greg Benson.

— ¿Lograste encontrar si estaba siendo reclutado?

—Peor que eso —fruncí el ceño—. El nombre de la madre de Benson es Denisse Bowman antes conyugue de Leonard Breston.

—No entiendo.

—Leonard Breston era el jefe de seguridad para 2004. Nunca pudo comprobarse porque murió en el ataque pero creemos que fue él quien dejó entrar a los exiliados a la sede principal. Un mes antes su matrimonio terminó, su mujer se llevó al único hijo del matrimanio quitandole la custodia a Breston. Leonard estuvo extraño desde entonces.

—Y ese hijo...

—Es Greg Benson. Tomó el apellido Benson en cuanto Denisse se casó con Thomas Benson. Necesito que en cuanto vuelvas a la universidad averigües si ese chico sabe quién es su verdadero padre

Era probable que la razón por la que Greg estuviese siendo reclutado fuese por su padre. Quién sabe lo que le dirían sobre eso pero si ya Darius había visto a su hermano actuar extraño, ahora sería una modalidad completamente distinta.

¿Habría alguna oportunidad de que incluso quisiera que Darius fuera reclutado?

—Quiero volver esta semana —solté sin pensar y la verdad no tenía que hacerlo. Pasar otra semana en cama era una absoluta pérdida de tiempo.

—De ningún modo —se negó tan rápido como dejé salir mi idea—. No estás en condiciones de defenderte de necesitarlo.

—No voy a exponerme. Estaré con el equipo todo el tiempo —Rick continuaba sacudiendo la cabeza—. Escucha, mi intención únicamente es estar más cerca de Greg dentro de la universidad y quién sabe que habrá pasado con él en esta última semana. No puedo arriesgarme a perderle la pista por otra semana completa.

—Tara...

—No voy a seguirlo a un callejón oscuro y gritar: "oigan estoy indispuesta, ataquen" —mi sarcasmo lo hizo arrugar el semblante. No estaba ayudando a llegar a mi punto—. Mi rastreador seguirá indicando donde estoy, tú y yo sabremos que no permaneceré aquí.

Rick lo sabía. Me diera el permiso o no para salir, yo no me quedaría encerrada en aquel departamento después de soltarme aquella información.

—No quiero que lo sigas después de la universidad ni que estés sola en ningún momento. Mantente atenta pero que hayan personas a tu alrededor —asentí—. Quiero que hables con Harper.

—¿Por qué?

—Quiero que esté al tanto de todo. Ella será la que se encargue de terminar tu trabajo si se extiende más allá de las horas de clases —hizo una pausa pero no permitió que hablara—. Aun no estamos seguros que solo recluten hombres pero la atención está puesta en ellos. Creo que lo mejor es que ustedes sean las que investiguen.

Terminé accediendo, no solo por las razones que él daba. La pelirroja y yo no nos llevábamos precisamente bien pero era eficaz y la más próxima a ayudarme sin el factor "demasiado preocupado" que últimamente los gemelos y el mismo Dawson estaban comenzando a desarrollar.

—¿Tara?

La voz de Dawson provino detrás de la puerta cerrada. La manilla se movía por el intento de abrirla.

—En un momento voy —avisé mirando a Rick despedirse en la pantalla antes de que la llamada terminara. Dejé el teléfono sobre la mesa y me levanté para abrir la puerta—. Estaba en el baño —expliqué dejándolo pasar.

—¿Y hablabas sola? —Me encogí de hombros—. ¿Debo preocuparme porque fuera más que una fiebre?

—Hablo sola. Gran cosa, tampoco necesito un psicólogo —alzó una ceja incrédulo—. De acuerdo, tal vez lo necesite pero por otras razones.

—Tus amigos estuvieron llamándote —informó sentándose en el borde de la cama—. Quizás quieras devolverle la llama.

—Hablaré con ellos a primera hora en la universidad.

—¿Qué? A ti aun te queda una semana de reposo.

—Eso ya lo sé, doctor. Pero no la tomaré —su rostro reflejó su total desacuerdo—. Ya hablé de esto con Rick.

—¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Esto tiene que ver con el tal Greg que mencionaste ayer?

—Algo así. El asunto es que volveré mañana y no hay manera de que me hagas cambiar de idea.

—¿Te han dicho lo terca que eres?

Asentí encogiéndome de hombros. —Es mi naturaleza.

Permanecimos en silencio unos cuantos segundos. Sentía que Dawson quería decir algo pero por alguna razón seguía paseando la mirada por los objetos de su habitación en lugar de soltarlo.

—A ver, se supone que vives aquí, ¿no? —se giró para mirarme—. ¿Por qué el escaneo?

Me crucé de brazos esperando a que decidiera decir lo que tenía en mente.

—Creo que quieren reclutarme —dijo finalmente, sorprendiéndome—. Han estado siguiéndome.

—¿Está seguro? —pregunté sentándome junto a él.

—No —escondió el rostro entre sus manos—. Ese es el por qué aun no he dicho nada y la verdad está empezando a inquietarme.

—¿Te preocupa?

Se tomó su tiempo para responder pero al final su respuesta me sorprendió. —Después de lo que te ocurrió, no estoy seguro a lo que nos enfrentamos.

Deslicé mi mano por su espalda para atraerlo a mí. Que Dawson estuviese preocupado me hacía asustarme el doble, él no era de los que se dejaban llevar por sus emociones fácilmente y casi siempre analizaba el problema dejando poco margen de error. Era por eso que era un gran estratega.

Comenzaba a creer que incluso el más fuerte podría volverse el más débil.

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Hola, hola. Quería disculparme por la tardanza pero la inspiración no había estado acompañandome estos días y creo que en el capítulo se nota. En fin, sé que es un poco relleno pero necesario para que se entienda el desarrollo. Por otra parte, quería agradecer el apoyo con los comentarios y los votos que me hacen saber que realmente les gusta la historia y estoy abierta a sugerencias o críticas constructivas. He visto que muchas se debaten por los dos chicos D, como los llamo jajaja. Incluso yo me debato por ellos porque con los dos me salen formas de ser distintos pero que igual atraen. Ya veremos como evuluciona la relación con ambos. Espero sigan leyendo y gustando la historia. Un beso enorme. Saludos <3