5
Kiki despierta tras los barrotes de una celda y mira alrededor falto de aire. Desconoce la oscuridad de alrededor y teme la voz de un micrófono a la distancia, también escucha aplausos. Por más que mire alrededor, los humanos parecen estar en otra área. Frente a él se detiene un trapecista. Uno vestido en abalorios dorados y un taparrabos del mismo color con brazaletes en los tobillos y muñecas. Usa el estilo tradicional de Tailandia. —Hola, amigo. Tú eres nuevo. — Dice. Kiki se cubre los ojos con las orejas. Perdido e inestable. El trapecista se sorprende y ladea la cabeza. —Descuida, vendré pronto a hacerte compañía. Solo espera.
Concluye por sí solo. Sin que Kiki dijera nada. En los siguientes minutos, trajó una manta y una almohada para dormir al lado de su celda. Sonríe grato de verlo.
Kiki se mantiene tumbado sobre su pecho, con las extremidades recogidas y dibuja en la arena con la trompa.
—Siempre quise tener un elefante de mascota. Pero claro, no cabía en la casa. — Ríe el chico. —Pensándolo bien, si hubieras cabido. Mis padres me vendieron a este circo. Luego vendieron a mis hermanos -Dios quiera que estén bien- y ellos quedaron solos como querían. Para eso no debieron tenernos, ¿no crees? — Acostumbra a sonreír incluso cuando no se siente como ello. —A ti te separaron de tu familia, ¿no?
El trapecista se acerca a los barrotes de Kiki y ve el dibujo de Kiki. Es un hombre guapo. Con todo y detalle. Sombras situadas correctamente. —Guau. ¿Cómo dibujas tan bien? ¡Es increíble! — Él sonríe. Kiki lo mira y tira un barrito. —Ese es tu dueño, ¿no? Es muy guapo.
—Oye, ¿a quién llamas guapo? — Aparece un roquero de cabello picudo y ropas punk. El mismo se lanza sobre el trapecista y lo besa. Ambos yacen en la manta y el roquero lo ha trepado a horcajadas.
—Ohm, no frente al elefante. — Advierte el trapecista.
—¿Por qué no? Es un animal. No nos va a entender. Además, trajiste tu manta y almohada acá.
—Entonces hagámoslo mañana.
—¿Es una broma?
El roquero comienza abrirse los pantalones mientras que Nanon le niega el sexo entonces Kiki saca su trompa entre los barrotes para jalarlo de la chaqueta. Empujándolo fuera de Nanon.
—¡Oye! Maldito animal. — Ohm se levanta entre tropiezos y desafía al animal. Kiki se cubre con las orejas de nuevo. Desanimado.
—Ohm, lo haremos mañana. Ve a tu cama. Hablo en serio. — Nanon lo persuade, acariciando sus hombros, y el roquero se va. —Tranquilo, al comienzo es así, pero se derrite con un poco de afecto. Como un malvavisco en el fuego. O así hizo conmigo. Es algo rudo, y ya ves que terco, pero no es una mala persona. Quizás te vuelvo loco. Perdón. Siempre he sido conversador. Pero prometo que te ayudaré a encontrar a tu dueño. Aguanta, elefantito.
Nanon voltea y Kiki envuelve su brazo con su trompa. Como un pequeño abrazo. Nanon observa su brazo y sonríe. Fascinado. —Descansa. — Desea y alejándose, Kiki desenvuelve su brazo.
🐘
Gulf despierta dentro de un hospital. Intenta desviar la intensidad de las luces al parpadear y al mirar abajo encuentra a Mew sentado a su lado. —¡Gulf! — Él llama. Pero el moreno intenta sentarse y Neil no se lo permite al otro lado. —No te puedes levantar. Aún no te recuperas.
—No me digan ñoñerías. ¿Cómo están los niños? ¿Las personas del pueblo? Debo ir a salvar a Kiki. Esos malditos... — Gulf siente un terrible dolor en la espalda y en cuanto deposita los pies en el suelo, cae de lado.
—¡Gulf! — Ambos hombres llaman.
Dentro de unos minutos Gulf parece un viejo cascarrabias sentado en la cama comiendo pudín. Un oficial de policía al lateral le detalla que los niños y los pueblerinos están bien y que el fuego no llegó a más. Pero perdieron al hombre de bastón. Gulf baja la mirada. Mew se mantiene atento. —¿Entonces vigilarán el pueblo?
—Sí. Habrán dos patrullas en Godonji las veinticuatro horas. Yo seré uno de los oficiales. Actualmente ya tenemos oficiales investigando el secuestro de Kiki.
—Genial. Muchas gracias, oficial... — Mew pausa a propósito.
—Oficial Aguilar. — El hombre sonríe.
—Aguilar. Sí.
—Que se recupere pronto. — Aguilar desea antes de partir.
Gulf aprieta el envase de pudín fuertemente y el contenido se desborda.
—¡Te estás manchando! — Mew saca servilletas y a punto de limpiarlo, Gulf grita:
—¡No me ayudes! Al final del día sólo somos contenido para tu artículo, ¡¿verdad?!
—¡Ya basta! — Mew le grita para atrás. Tomándolo desprevenido. —¡Solo te quiero ayudar y tú te haces el difícil! A mí no me interesa el artículo, me interesas tú y los del pueblo. Deja de atacarme, sé muy bien que no pertenezco con ustedes, pero no soy como esos extranjeros que te atacaron. Sólo soy un periodista que se equivocó con la gente de campo. Pero ustedes son muy buenas personas. Quiero hacer todo lo que esté a mi alcance por ayudarlos. Ayudarte a ti. Pero no puedo si no me dejas.
Mew coloca su mano sobre la de Gulf y este traga grueso. Neil desvía la mirada sintiendo celos.
—De acuerdo. Perdón por gritarte. Tienes razón. Sé que no eres malo como ellos es solo que estoy desesperado. Pero gracias. A ambos. Por ayudarme.
Neil sonríe a medias, pero vuelve a voltear decepcionado y Mew se da cuenta. Era un periodista, después de todo. Nada se le escapaba.
🐘
*N/A: Capítulo extremadamente corto, pero es para que no se acabe tan rápido chicos & chicas. ¿Creen que lo de Neil sí sea amor o sólo afecto? Y, ¡nuestro Kiki dónde está! Más detalles en el siguiente cap~ Nxs leemos.
P. D: Este Gulf es durito de lidiar jeje, pero para mí es por todo lo que ha pasado y encima esos hombres terribles. Suerte que Mew y Neil están ahí para él ❤*
Hice unos memes random jeje, pero espero les guste tanto a lxs nuevxs lectores como a lxs que ya me siguen:
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top