Capítulo 3: Lo que es irresistible.
✨️🌼✨️
Zoro no entendía... Este tipo.... ¿Siempre había sido de su clase? No no no, conocía a cada uno de sus compañeros desde hace 4 años porque ninguno se había cambiado dr escuela y no recordaba ni una sola vez a este tipo exponiendo nada, ni leyendo, ni tampoco haciendo grupo con nadie pero... ¿Será entonces que nunca lo había visto? Ahg ¿¡por que estaba dudando si tampoco se conocían!?.
¿Qué rayos? Sentía como si su cerebro hubiese sido revuelto cada vez que pensaba en ese rubio, y aparentemente no era el único.
Cuando pregunto por Sanji a sus compañeros, todos tenían la misma reacción que él y volteaban a ver a ese humano excesivamente pálido en la esquina del salón de clase, que supuestamente estaba tomando apuntes de cada cosa que el profesor explicaba... Raro era muy raro, porque estaba casi seguro de que en esa esquina nunca se sentaba nadie.
Frunció el seño mirandole por sobre su hombro, sin poder entender la existencia de ese chico molesto tan parecido al de ese sueño especial que tuvo. Había algo raro en ese chico, algo que no le hacía click en su mente y se sintió infinitamente más lejos de hacerlo cuando esos ojos azules captaron su mirada sobre él.
Lo sabía porque el compañero con el que estaba hablando sobre él ya había llevado la vista al frente subiendo sus hombros, y no había otra cosa que mirar detrás de él.
Sanji por otro lado, había dejado de escribir con ese estúpido (segun zoro) porte elegante y relajado de piernas cruzadas que tenía cuando capto los ojos de zoro en él, en su lugar lo miró seriamente por un par de segundo y después le sonrió con curiosidad. Claramente preguntándole que estaba viendo y regocijandose levemente cuando el peliverde se vio avergonzado y miró hacia el frente.
El rubio se aguanto internamente la risa de nerviosismo y picaría.
¡Sabía que estaba pensando exactamente y no porque lo leyera de su mente! No era ichiji para gastar tanta energía cuando no tenía, lo sabía porque lo que hizo era obvio que seria inconsistente para las mentes humanas pero no había de otra: ¡Esto es lo que pasaba cuando con poca energía decidía lavar más de un cerebro al mismo tiempo!
Al inició sanji pensó en simular ser alguien cercano para el atleta de cabellos verdes para conocer mejor sus gustos y demás para poder llevar el plan acabo bien, pero cuando llegó a la escuela no espero ver una horda de chicas enamoradizas correr hacia él, algunas con ese distintivo olor a lujuria y otras con un olor más dulce y amistoso pero todas querían lo que él estaba intentando cosechar.
¡NINGUNA DE ELLAS LE IBA A ROBAR ESA LUJURIA QUE SE ACUMULARIA DURANTE EL DIA A MENOS DE QUE FUERA LA INDICADA QUE PIDIÓ EL GRUPO QUE LO INVOCÓ!
¿Saben cuanta necesidad acumulan los atletas a lo largo del día? POR ALGO SIEMPRE QUE HACÍAN LOS JUEGOS OLÍMPICOS SE VENDÍA CONDONES COMO PAN CALIENTE. ¿Creían que era idiota? ¡Pues claro que no! ¡Era un demonio incubo de alta categoría que podía distinguir fácilmente esas miradas de deseo para el deportista en la flor de la juventud! Sabía que esas chicas se tirarían sobre zoro en cuanto fuera a entrenar y empezará a sudar porque al fin y al cabo ¡¿A QUIEN NO LE GUSTABA UN ATLETA MARCADO SUDADO?!
¡¡No podía permitirlo y sobretodo cuando tenía tanta hambre!!
Usar tanta magia para implantar recuerdos y borrar otros era relativamente fácil de hacer en una persona, pero en varias... Solo la más alta categoría podía hacerlo, y esta categoría era obviamente el rey demonio de todos los anillos y sus 2 hijos, no él, él apenas se "acercaba" a ese dicho trono. Por esto y más estaba tan cansado y pretendía pasar por sobre medio mundo para absorber la lujuria de ese joven; En cuanto la cosecha estuviera lista, tomaría la apariencia de aquella que le hacía despertar, jugaría con su mente un poco y se quedaría con ese poder ¡Era un plan sencillo, perfecto! Nada podría salir mal, solo tenía que estar atento a esa chica que hacía a zoro suspirar.
Aquella cuyo nombre respondía a Tashigui... Según lo que sabía hasta ahora, ella era la ex de zoro y vino después o quizás durante el suceso con su mejor amiga ¿podría ser que esta los hubiese separado? Después de lo que esa chica le dijo cuando lo invocó no dudaba que fuera posible pero tenía que investigar más... Bajo entonces la mirada hacia su cuaderno, ahí había echo un esquema de lo que llevaba de la investigación hasta ahora con su letra demoníaca y un par de dibujos representativos qué parecían hechos por un niño de 6 años.
Si alguien viera "sus notas de la clase" seguro se burlaría de él.
Menos mal que implantarle al profesor la necesidad de preguntarle a otro alumno que no fuera él aunque pasará y viera su cuaderno, era tan fácil como respirar apesar de su absurda hambre. Así pasaron las horas hasta que llego la tan esperada hora libre, donde los alumnos podrían irse a sus clubes y demás, sanji se emocionó al ver a zoro ser el primero en levantarse y prepararse para salir del salón.
Estaba más que claro que iría a entrenar, pero no sólo estaba claro para él, las chicas también se levantadoron felizmente y un grande grupo que no dudo en seguir se fue detrás del peliverde.
Vaya, parecían una pandilla solo que estaba conformada por un montón de chicas y su único líder, casi hacia sentir a sanji mal por estar entre ellas pero justo después de pensarlo se rió un poco y continúo siguiendo al atleta hasta llegar al club de esgrima. El club principal a donde pertenecía el chico que entró dejando callados a sus demás compañeros casi como en señal de respeto, pero solo sanji que leía mentes pudo notar el ambiente y decir que definitivamente simplemente estaban tensos.
La razón era por esa chica que se estaba preparando con el uniforme del club que a diferencia de sus compañeros no llevo la vista hacia zoro, quien si la miraba fijamente sin aliento y palabras: Estaba frente a la famosa Tashigui.
Zoro entonces camino roboticamente hasta la zona de vestidores mientras las chicas se ubicaban en la gradas, y sanji... por chismoseria se colo en los vestidores. Quería saber muchas cosas acerca de esas reacciones pero se encontró con un grupo de esgrima similar al el peliverde en corte y físico, aunque tenían tonos de pieles y colores de pelo diferentes.
Casi se perdía entre ellos vistiéndose y hablandose por todos lados de no ser porque sabía cual era el aroma específico de zoro y lo siguió con dificultad pasando entre ellos... El aroma de una lujuria creciente como adolescente deportista de buena salud que era.., aunque claramente no era el único que olía así.
Demonios, si tuviera poder volaría hacia él y haría que todos lo ignoraran para saber todo lo que quería en segundos, pero tenía que estar aquí entre cuerpos con pensamientos qué le daban tanta hambre... ¡CARAJO! ¡ya empezaba a quemarle la marca en su vientre pero tenia que respirar y resistir!
Caminando sosteniendo su vientre levemente, inhaló lentamente pensando: No era hora, no era hora.
Entonces exhalo pesado solo para quedarse sin aire cuando se choco con la espalda de zoro. ¡Que roca! Pensó mirándolo al rostro cuando se volteó hacia él bastante irritado.
—¿Tu otra vez? ¿Qué quieres? ¿Acaso me estas siguiendo? —Sabía que estaba intentando amenazarlo con la mirada, por eso reprimió su risa y en su lugar puso una expresión ofendida.
—¿Por qué te seguiría? Estaba buscando al conocido que me encontré hace poco fuera, pero parece que se fue y en su lugar te encontré a ti buscando la salida.—Sanji se explicó cruzándose de brazos con la mirada de un zorro indiferente que hizo chistar a zoro antes de abrir su casillero.
—Como sea, lárgate.
—¡Que borde! ¿No te gusto el desayuno que hice? ¿Por eso estas de mal humor desde esta mañana? Tu padre me ayudó con mucho ánimo ¿sabes? —Nada como hacerse el idiota y formar conversación para llegar a donde quería.
Pero en cambio, zoro solo recibió un suspiro pesado.
—No es de tu incumbencia cejas rizadas. —Sanji sonrió en su lugar tragandose sus ganas de patearlo ahora mismo mientras lo veía vestirse con el uniforme de esgrima japones tradicional igual a los demas.— El desayuno no fue mi problema ahora lárgate antes de que-...
Aquella vestimenta tenia una especie de corset de protección que se amarraba desde la espalda, y como es usual, la mayoría buscaba ayuda para ponerse correctamente esa parte del uniforme, pero sanji fue testigo de como zoro por puro orgullo no pidió ayuda y terminó amarrando esta tan mal que dicha prenda se volvió a abrir y cayó en el suelo cortado sus palabras.
Lo vio exhalar con estrés subiendo la cabeza, sanji se aguanto su risa y tomo dicho corset para ayudarlo.
Zoro no hizo nada para detenerlo.
—¿Entonces no me dirás que sucedió? Lo ideal es que como tu roommate pueda comprenderte mejor. —Sanji lo escuchó chasquear la lengua por lo bajo mientras de igual manera llevaba su mirada al suelo ¿Quizás estaría considerando decirle? Pensó el rubio mientras hacía el último nudo antes de escuchar algunas risas y diversos sonidos de sorpresa.
—¡Zoro, viniste a entrenar! —Un grupo de chicos gritaron contentos acercándose.
—Yo siempre vengo a entrenar. —Soltó fríamente zoro rodando los ojos y alejándose de rubio en cuanto su uniforme estaba listo.
—¡Pero hoy es diferente!
—Es cierto, es diferente por que... —Todos hicieron una pausa dramática mirándose con emoción, el peliverde subió una ceja casi de forma retadora.— ¡Viniste con este chico! —Todo el grupo de los vestidores exclamó con diversión mientras apuntaban al demonio que sin entender nada también se apuntó a di mismo.
—¿Eh...y que tiene que ver-... —Sanji quiso preguntar pero fue callado rápidamente con voces más masculinas que la suya rodeandole.
— ¿Cual es tu relación con él?
—¿Eres amigo de zoro? ¿Finalmente ese tonto ha empezado a superar su duelo? —Todos hicieron preguntas animadas rodeandole, y sanji, apesar de que era un hombre relativamente alto, se sintió pequeño alrededor de tantos cuerpos fornidos hasta en las voces.
¡Incluso hasta sus aromas lo hacían querer mirar al suelo para esperar ayuda! Pero armandose de valor llevo sus manos en frente para tratar de conseguir espacio personal, calma y sobre todo voz y fuerzas para no hechizar a todos esos hombres necesitados para recuperar energía.
—Okey okey, esperen todos, denme un respiró... —Sanji Susurró con una sonrisa nerviosa con el calor subiendo a sus mejillas levemente, y por esa reacción todo el grupo soltó una fuerte exclamación.
—¡Oh, que cara! ¡¿Acaso tu y zoro son eso, hermano?! —Todos hicieron preguntas similares muy emocionados para su sorpresa, y con todas esas emociones reflejadas en sus aromas cada uno levemente excitados, sanji temía que su naturaleza hambrienta saliera a flote mientras se preguntaba cual era el fin exacto de esa pregunta.
—Oh, parece que es tímido por que se ha puesto rojo~
Por esa razón su risa nerviosa se hizo más evidente mientras retrocedía y bajaba la mirada ahora con una creciente necesidad de correr. Ni si quiera pensó en responder las dudas de los demás o como se vería que no dijera nada justo ahora, por suerte para salvar su reputación estaba zoro quien se abrió paso para sacarlo de alrededor de todos esos tipos con una actitud de los mil demonios.
Sanji casi sintió lastima de haberse ido, pero le fue más interesante la forma en la que zoro lo tomaba de la muñeca.
Relativamente fuerte.
—Él y yo no somos más que roommates y apenas nos conocemos, dejen de sacar conclusiones raras y de acosarlo. —Zoro se aseguró de que todos escucharan sus palabras con un tono pesado como el ambiente en el que se expresó.
Para el demonio esto no era muy diferente de las escenas de novelas humanas donde la relación de los protagonistas se mantenía en secreto y cuando uno era acosado, el de más poder llegaba a ayudarlo, callando rumores y dejando en claro su poderío incluso en su relación para dar lugar al cliché de grande de la historia, sin embargo, para su sorpresa, había algo que difería en esta supuesta escena cliché.
Y era el rostro frío y amenazante que zoro mostraba a sus camaradas, como un tigre advirtiendo que destrozaría todo de la ira si no lo dejaban.
—Pónganse a trabajar.
Con esas palabras todos se alejaron sin decir palabra alguna, solo soltando un suspiro de decepción y visiblemente incómodos. Al mismo tiempo el que había echo que esto pasara se llevó al demonio hasta la salida de los vestidores de forma algo brusca y lo empujó fuera.
—No vengas a molestarme ahora. No me siento bien y cuando eso pasa me dan ganas de golpear algo, no quiero terminar en dirección por golpearte. —Dijo tomando sus hombros en un tono que pretendía ser amenazante pero a ojos de sanji solo fue desesperado ¿él sería capaz de hacer eso? No lo creía posible.
Además lo mataría antes de recibir un golpe, pero de igual forma hizo caso con un suspiró y se alejo a las gradas rodando los ojos. Era un idiota difícil de emparejar, pensó sentándose detrás del grupo de chicas que había venido para apoyar a zoro en su entrenamiento pero a diferencia de ellas, sanji se quedó mirando a la única chica del club que vestida igual que sus compañeros estaba entrenando sola... Los movimientos de Tashigui eran limpios y precisos, se veía tan admirable como una joven de escrituras de cultivacion china de la que una vez escucho hablar.
¿Ella era la ex de zoro? Pero por más que la veía no podía encontrar la razón por al cual él dejaría una mujer tan buena, al menos no físicamente.
Se convenció de que quizás había algo mucho más en el fondo del corazón del atleta peliverde cuando ella empezó a entrenar con sus demás compañeros, riendo entre consejos cada que ella ganaba, que era en cada ronda, pero tratándose de forma común cariñosa como si fueran amigos de toda la vida.., y terminó por confirmar esas sospechas cuando el chico salió de los vestidores sin decir una palabra, solo parandose frente a ella con seriedad mientras le apuntaba con su espada.
Sanji sonrió interesado cuando vio caer el buen ambiente de golpe; Todos abrieron paso en la arena rápidamente y rodearon tensos las entradas de las barras donde las chicas proclamadas como fan del cabeza de musgo estaban susurrando con emoción. Trato de escuchar de que hablaban y terminó por sorprenderse mientras veía a ambos tomar una posición de batalla mirándose con ira en sus pupilas.
—No puedo creer que enserió hayan terminado, eran el uno para el otro...
—Pero escuche que en realidad él solo salía con ella porque le recordaba a otra mujer con la que salía antes de ella.
—¿Qué, enserió?
—Zoro no es de ese tipo de persona...
—Pero piénsalo ¿Por qué razón entonces se mirarían con tanto odio, si antes de terminar ellos estaban tan felices juntos? Se les veía de la mano por todos lados, uno que otro beso por aquí y allá, y de la nada ¡Pum! ¡Odio!
—¿Será que la habrán engañado? ¿O que ella lo engaño a él?
—Siento que el primer rumor es más creíble... —Mientras las chicas opinaban, la pareja ya había empezado a entrenar.
Sus ataques llenos de ira le dieron la impresión a sanji de que si esas espadas fueran reales, estarían apuñalando al otro repetidamente en su corazón gracias a esas miradas enojadas pero al mismo tiempo... Lastimeras. Noto la duda en los ataques de zoro y el enojo pero debilidad creciente en las de Tashigui.
¿Entonces eran parte de una historia de amor trágico? Le harían llorar, pensó sanji con un suspiró pensando como podría hacer para juntarlos otra vez o... ¿No seria mejor juntarlo con alguien más? Empezó a buscar entre las chicas una que considerará adecuada para zoro, pero un fuerte golpe lo saco de su entonación.
—Punto para zoro. — Escuchó decir a uno de los chicos del club dudoso, al mirar sanji contuvo la respiración sorprendido.
En un movimiento rápido y quizás demasiado agresivo, zoro había dejado a Tashigui en el suelo tratando de recuperar el aliento perdido.
—¿E-eso no es fuera de lugar? —Estaba completamente seguro de que la esgrima no era tan agresiva, por eso se levantó frunciendo en ceño pero una chica le respondió.
—Si, pero... Por alguna razón ellos practican así cada que ella llega y no hay quien los detengan una vez empiezan, de lunes a miércoles, siempre lo mismo. —Sanji llevo la mirada hacia la chica que le respondió: una hermosa y dotada joven de cabellos menta y labios rojos estaba bajando las gradas de arriba para sentarse a su lado.— Asique no te sorprendas si hay moretones, han habido cosas peores y aun faltan un par de rondas más.
El demonio tenso la mandíbula: Las mujeres humanas siempre le habían agradado, no solo porque fue una mujer humana quien lo dio a luz en el infierno, si porque cuando ellas lo invocaban era porque ¡Tenían deseos tan puros a diferencia de los hombres! Usualmente eran deseos como tener un cuerpo más bonito, liberarse de algún familiar que le estaba haciendo daño o vengarse de la mujer que les robo el novio ¡Cosas todas pequeñas! Mientras que los deseos de los hombres eran asesinar, tener sexo, tener poder y todo lo que pudieras calificar como malo según el mundo humano... Y por supuesto que él podía cumplir con sus deseos casi sin ningún remordimiento porque según el infierno muchas de las cosas que hacían no eran realmente malas, pero en algún punto, terminó queriendo atender más mujeres humanas.
¿Quizás por la facilidad de sus tratos? También podría tratarse de lo agradecidas que ellas eran solo por él haber respondido el llamado, por eso recuerda que muchas veces se hizo amigo de sus clientas.
Y al parecer, por culpa de esas interacciones en algún punto él empezó a estimar las mujeres humanas. De ahí la razón de su creciente enojo hacia zoro, quien había golpeado con su espada a una aunque esta claramente no representaba ningún peligro y ahora con nuevo aire en sus pulmones se encontraba levantándose con los ojos bañados en molestia.
—... Te dije que usaras lentes de contacto para este tipo de actividades, por eso logré darte. —La voz del atleta peliverde resonó en el lugar con un tono algo demandante, las chicas que susurraban chismes se callaron para poder escucharlo con nitidez, eso permitió a sanji escuchar el resoplido y leve risa de Tashigui.
—Y yo te dije la última vez, que no volvería a usar algo tuyo aunque lo necesitará. —De la misma forma en la que zoro le hablo, ella respondió poniéndose en guardia según el canto del árbitro y justo después atacandole sin piedad o pausas hasta que pudo hacerle al chico lo mismo que ella había sufrido hace un segundo.
Nadie dijo nada pero estaba claro que todos estaban conmocionados al respecto, sobretodo sanji que había visto en los ojos de zoro la duda y la tristeza atravesarlo después de las palabras de la chica, intentando cubrir esos sentimientos con la ira de hace un rato pero había terminado en este resultado... Entonces sanji noto a la chica de cabello menta a su lado hacerle señas para que se sentará ¿en que momento había sido el único en quedar en pie? Se sentó lentamente llevando de nuevo la vista a los dueños de la arena para ver algo increíble: Parecían estar en un artístico baile en el que se interpretaba tantas cosas en medio de una guerra.
Una en la que sin importar que tanto chocaran sus espadas, no había un ganador por más tiempo que pasara.
Después de un rato con el sonido de las espadas chocando y algunos bufidos por ambas partes, el demonio rubio pudo apreciar finas gotas de sudor empezando a caer de los rostro de ambos, ocultando algunas pequeñas lágrimas que con sus ojos de águila sabía que estaban amenazando con caer, sin embargo ellos solo dejaron toda esta actuación cuando ambas espadas se resbalaron de sus manos en un mal movimiento y terminaron excesivamente cerca.
Algunas exclamaciones salieron de los espectadores y se multiplicaron cuando Tashigui fue la primera en apartar la mirada empujando a zoro por el cuello con su antebrazo para poder tomar su espada en el suelo y retirarse de la batalla.
¿Eso era un empate?
Nadie lo supo, todos observaron a la fémina irse en silenció hacia los vestidores de damas mientras zoro se quedaba ahí viéndola alejarse... Como esperando algo antes de que desapareciera de su vista y terminara por alejarse a los vestidores masculinos sin siquiera mirar la espada en el suelo que no se molesto en recoger.
Fue entonces que mientras todos empezaban a opinar de los puntos fuertes de ambos con resignación, sanji solo se dedicó a suspirar negando: Estaba 99% seguro de que la forma en la que se fue zoro significaba demasiado y todo estaba ligado a esa mujer, pero como no era psicólogo lo mejor seria no opinar sin saber. Maldijo entonces ¡Carajo, si tan solo tuviera el poder para leer la mente de zoro! Ya había hurgado un poco de ella cuando llegó ¿que mas daba un poco mas? Y justo ahora tenía una muy buena oportunidad en frente para lavarle el cerebro y saber que era lo que tanto los había distanciado pero tenía que quedarse con las ganas de saber y hacer algo porque estaba hambriento.
Y ahora si era enserió, incluso su figura humana podía sentir como estaba cerca a fallar.
Así que sin esperar mucho más se puso de pie para salir del gimnasio: Lo mejor seria salir de la escuela y buscar en un bar club la energía que necesitaba porque a esos no los tendría que hechizar para alimentarse y después borrar sus recuerdos. Con esa idea en mente salio de dicho lugar chasqueado su lengua... No podía dejar de pensar en esa problemática situación en la que tendría que meterse y tomar una decisión porque zoro no podía hacerlo.
Tendría que estar recargando bastante su energía porque sospechaba que tendría que lavar su cerebro muy amenudo... Quiso golpearlo por eso, y quizás por esa razón fue que la presencia del chico apareció siguiéndole a sus espaldas. ¡Gracias a satan!.
Detuvo sus pasos en aquel pasillo sorpresivamente vacío y se giro a verlo curioso, apretando el puño de su diestra un poco con muchas ganas de golpearlo por su estupidez ¡El creía en el primer rumor por lo poco que sabía! Pero se contuvo ya que llamo mas su atención el echo de que él empezará a caminar a su lado levando sus cosas en su espalda con un silenció sepulcral solo rotó por el muy bajo "vamos" que salio de sus labios.
Sanji sólo lo miró confuso antes de caminar lentamente, él enserió le estaba siguiendo...
—¿A dónde?... ¿Qué pasó con tu séquito de fans?.
—Me deshice de ellas, como sea ¿A donde vas tu?... —Un pequeño silenció tuvo lugar entre ellos.— ¿A la cafetería? O ¿A la enfermería? Porque te vez tan malditamente pálido justo ahora...
Zoro estaba lejos de ser detallista en el sentido de que... notará cada pequeño detalle de una persona, y mucho más cuando no le importaba ni un poco, pero después de haberlo visto tanto esta mañana estaba claro que ahora mismo algo estaba mal. ¿Una persona podía ser tan pálida si quiera? Sentía que si tocaba su brazo lo atravesaria cual fantasma justo ahora, y aunque no lo demostrara mucho, ciertamente se preocupaba por las personas a su alrededor.
Con ese pequeño dato ahora en mente de sanji, se giró extrañado dejando de caminar. Zoro, por su parte se quedó viendo los labios del rubio ya que ese era el lugar más fácil para saber si una persona estaba pálida o no.
—... Soy naturalmente pálido, estoy bien. —Sanji respondió para mirarle fijamente, cada uno extrañado por la actitud del otro.— No tienes que preocuparte por mi.
—Mira, no quiero sonar como un depravado o algo así: pero esta mañana cuando me hiciste el desayuno con Mihawk estabas con mucho más color que ahora ¿Te has visto al espejo? El rosa de tus labios ha desaparecido casi por completo. —Sanji abrió los ojos justo después de esas palabras y llevo su diestra a cubrir sus labios mientras bajaba la mirada, el nerviosismo rápidamente se apoderó de él porque esto solo podía significar que estaba cerca de perder su forma humana.
Por eso empezó a caminar rápidamente buscando una salida de la escuela ¡Tenía que recargar ya, y lo mejor seria ignorar a ese extrañamente detallista atleta! En cuanto empezó a caminar rápidamente, instintivamente zoro le siguió captando justo después que quizás decir aquello había sido muy incomodo para este chico como hombre que era, después de todo ¿en que se diferenciaba esa frase con un "He estado observando tu figura aunque apenas nos conocemos, y probablemente es porque me atraes"? Pensándo que había causado un mal entendido rápidamente se apresuró a explicar.
—¿S-si sabes a lo que me refiero, verdad? No lo tomes a mal, solo que me acordé de su cara esta mañana porque era la primera persona tan pálida que conozco ¿Tu estas bien de salud?-... Ehh... ¿A donde vas? Ni la enfermería ni la cafetería están por allá... —Zoro no era muy bueno orientandose en la escuela y lo reconocía con la excusa de que era demasiado grande, pero estaba completamente seguro de que cerca de la cancha de fútbol rara ves concurrida en el almuerzo, estuviera alguno de esos dos lugares que había sugerido.
—Tengo cosas que hacer aquí. Deberías dejar de seguirme e ir con tus compañeros, marimo. —Sanji respondió sin ganas, recordando como lo había echado de los vestidores mientras se abría camino por la cancha ¡Como le gustaría sacar a zoro a patadas de la cancha como lo hizo con él! Pero ya no le quedaba mucho tiempo...
—¡Tks! Pues no me iré hasta ver que se supone que tienes que hacer en una cancha vacía, aunque aparentemente ese no es tu objetivo... —Zoro se expresó con fastidió en su voz por sus palabras anteriores, rodando los ojos antes de entrecerrarlos.— estas caminando hacia aquel muro junto a ese árbol ¿Piensas fugarte? —Tras esa insinuación sanji se quedó paralizado en su lugar, lo había atrapado, solo esperaba que no le estorbara ahora...— Y supongo que eso explica porque no te reconocía aunque llevo años en el mismo salón: Siempre has de fugarte por aquí. Y pensar que mi padre te estima tanto~
Bueno, descubrió américa el tipo... Sanji rodó los ojos con ese pensamiento y volvió a avanzar ¿y que? ¿Planeaba usar eso en su contra? Una vez que recuperará energía simplemente tendría que corregir un poco los recuerdos de este idiota su padre, nada de que temer si se ponía a pensar asique no le dio importancia a que el peliverde lo siguiera con el afán de molestarlo.
Llegando a una zona llena a de arbustos y un gran árbol cerca del muro, sanji empezo a mirar como haría para salir de la escuela, notando eso, el zoro que le seguía se calló unos segundos antes de decir en un tono algo sorprendido.
—De verdad te vas a fugar, eh...
—¿Qué? ¿me delatarás? —El demonio soltó burlón y empezó a escalar el árbol bajo la atenta mirada de zoro, quien bajo al suelo su mochila pare empezar a caminar.— No se que pasa contigo, quieres que no me junte contigo y cuando lo hago me sigues así.
—Para nada. —Aclaro seriamente y continúo.— Es tu problema si te escapas o no de aquí, al igual que todo lo que hagas, no me importa, es solo que... no creo que sea buena idea dejarte solo luciendo tan débil. —Sanji le miro con una ceja levantada, considerablemente alto en el árbol pero aun no estaba ni cerca del límite del muro. Desde su lugar en el suelo, zoro le miró algo preocupado y ahora que lo notaba... estaba siguiendo su sombra algo tenso.— Por ejemplo, si te resbalas ahora no creo que quedes consciente si pensamos en la altura en la que estás ahora y lo débil que te vez.
—...¿Y por eso estas debajo mío? —Sanji se echó a reír com un poco de fastidió negando.—¿Me atraparas si caigo? Que considerado~ —Rodó los ojos burlándose de los ojos preocupados del humano al verlo escalar aun más alto, si tan solo si le fuera a pasar algo si cayera desde esta altura... Casi se echa a reír fuertemente recordando el día en el que cayó desde la cima de la torre eiffel durante uno de sus trabajos, apenas había quedado aturdido ¡Se necesitaba mucho más que eso para dañar a un demonio!-...
Pero aun así se asustó cuando por un descuidó se resbaló cuando estuvo por llegar al muro... Y quizás estaba más débil de lo que pensó, porque no solo se asustó por la caída, si no que también se aturdió cuando zoro lo atrapó justo como pensó que lo haria hace poco aunque a duras penas; Sus cabezas chocaron y no sólo se aturdió por ello...
Al parecer ambos terminaron inconsistente por un rato entre los arbustos, y solo lo notó cuando despertó sobre el estúpido atleta de pelos verdes con el sol muy arriba de ellos: seguro habían pasado como 30 minutos y ahora era medio día porque el sol se había movido bastante, pensó sentándose a duras penas, allí notando que su forma humana no había resistido mucho: Ya estaba en su forma demonio de cuernos, alas y cola oscura junto a un vientre semitransparente, revelando el hambre abismal que le consumía rápidamente.
Su apariencia realmente similar a la de su hermano en su fase demoníaca había tomado el lugar de su disfraz humano para permitirle el rastreo de energía cercana y hechizos de poca energía para alimentarse fácilmente, sin embargo sentía sus fuerzas escaparse ¡Ni levantarse podía! y un único olor a lujuria llenaba todo el lugar casi como si quieran torturarlo.
La necesidad de zoro no era alta, no había estímulos después de todo, pero para un incubo hambriento como él cuyo cuerpo empezaba a temblar con intensidad esto era mejor que nada, asique casi arrastrándose se acercó a él ¡Al menos estaba feliz de que nadie los hubiera ni pudiera ver gracias a esta vegetación poco regulada! Y más ahora que apenas despertar el hambre le había invadido tanto que se retorció un poco sobre el suelo en el que ahora rodaba tratando de regular su deseó salvaje de tomar sadicamente el aromático peliverde inconsciente a su lado solo porque estaba desesperado por placer.
Placer, placer, placer...
¡Cada celula de su cuerpo pedía con locura eso! Y ya sin poder retenerlo por el gran dolor de cabeza que el grito que daba su interior le causaba, se posiciono rápidamente hacia zoro para dar lugar a un beso intenso entre ambos en el que por lógica solo él participaba, buscando que el peliverde tuviera aquella reacción que tuvo cuando se conocieron.
—Despierta... —Susurró antes de besarlo otra vez: Sentía su cabeza cerca de perderse.— Despierta idiota... —volvió a expresar con un quejido molestó llevando su mano hacia la entrepierna del chico.
Carajo, sentía tanto frío pero estaba más que seguro de que estaba hirviendo como animal en celo bajo el sol... ¡¿Qué esperaba este idiota para despertar por su calor?! ¡Su cuerpo le estaba torturando tanto que ya lo estaba amenazando con perder la consciencia! ¡Ya ni si quiera estaba pudiendo controlar su propia saliva, ni respiración!
Tratado de estimularlo durante unos largos minutos en los que incluso empezó a masturbar al peliverde en busca de una reacción fuerte, obteniendo solo muy pequeñas brechas de lujuria que le hacían sentir en la peor tortura medieval existente. Resignado dejo los labios de ese idiota y entre maldiciones para él también dejo su toque.
Hiperventiló entonces acurrucandose un poco en su pecho como ultimo recurso, sin notar que un poco de saliva empezó a acumularse en la comisura de su labio mientras respiraba con leves quejidos saliendo de él al ritmo de la punta de su cola... Quien los viera desde cualquier ángulo estaría encantando en segundos por el poder natural de atracción de un incubo, pero para su desgracia estaban solos y el único que lo podía ayudar estaba inconsciente, y por más que lo intentaba no podía hacerlo despertar de ninguna forma.
Jadeo con la vista borrosa.
Joder esto era lo que temía ¿Moriría aquí? ¿Cuando el fuego de su lujuria le quemará desde dentro? Maldita sea, tanto que law y ichiji le habían advertido sobre reservar energía para no llegar nunca a este punto de hambre... Aquel punto donde acercando su mano podía notar unas pequeñas manchas de ceniza empezar a formarse cuando a su vez su conciencia empezaba a alejarse.
.... Al menos se quedaría inconsciente antes de sentir el horrible dolor de transformarse en arena....
¿Eh? ¿Espera y ese fresco repentino recorriendo por todas partes su parte inferior?
No, espera, no era fresco... ¿Era humedad? Estaba húmedo por todos lados pero mojado de su cintura para abajo y había algo extrañó en su-... ¡¿Eso era un miembro, no?! Despertó casi de golpe cuando este se movió pero apenas pudo analizar donde estaba, pues su mente aun estaba perdía.
Con la vista apenas enfocándo y los sentidos volviendo, noto que estaba desnudo en un baño de azulejos blancos y azules iguales a la bañera donde estaba con la regadera abierta, siendo embestido con impaciencia por alguien cuyo aroma conocía muy bien y era sorpresivamente lujurioso.
El aroma de un animal en celo se le asemejaba.
¿No estaba este tipo desmayado hace un rato? Espera ¿Él no estaba muriendo? ¿Como llegó aquí? ¿Como era que zoro de la nada le estaba dándole justo lo que necesitaba como si no hubiera un mañana y sobretodo ahora que detallaba que su aspecto no había cambiado a uno femenino? Un escalofrío de placer interrumpió sus pensamientos, empezando a duplicarse por cada embestida y terminando por hacer que comenzará a gemiría suavemente por más que trato de reprimirlo.
Esta vez aturdido por el placer ofrecido, sanji se aferró al peliverde con uñas en su espalda. Su cola de demonio alzandose para agitarse levemente y aferrarse en el brazo diestro del adolescente que sostenía sus glúteos con ambas manos para marcar un ritmo mientras suspiraba en su oído.
Fue allí que finalmente recupero sus sentidos y comenzó a temblar intensamente, aferrándose más fuerte mientras su voz se entrecortaba por culpa de su hipersensibilidad. En ese momento escuchó a su amante hablar.
—Al fin estas despierto... —Dijo con al respiración tan acelerada que su voz sonó con un tono especial contra la piel de su hombro. Sanji juro que electricidad le había recorrido, pero se esforzó por entender lo que trataba de decirle.—Maldito seas... Liberame de una vez...
¿Liberar? ¿Acaso no era él quien estaba moviendo su trasero con tanto fervor para estrellar su entrada contra la base de su miembro? Lento y jadeante se tomó el tiempo para pensar unos segundos, notando entonces aquel extraño tatuaje que como un grillete con inscripciones demoníacas relucia en su cuello. Oh, ya entendió: Esos grilletes parecidos a un tatuaje que zoro traía en muñecas, cuello y tobillos ahora que lo notaba significaban que lo había hechizado.
Bajo su mirada borrosa hacia su vientre, encontrándose con su marca de incubo que no era otra más que un reloj cuyas manecillas se movían rápidamente como si el tiempo estuviera siendo acelerado solo que... En dirección contraria. Sip, definitivamente era eso: la maldición que su padre había puesto sobre sus hijos para que no murieran tan fácil.., aquella que como un salvavidas hechizaba a cualquier persona estuviera consciente o no para alimentar al demonio necesitado.
Por eso es que zoro le estaba follando con tanta pasión y necesidad, sanji se rió un poco, agitado mientras trataba de moverse a su ritmo también aunque el humano le mirara suplicante de ayuda. Zoro frunció el ceño ahora enojado tras notarlo.
—Lo siento, pero no puedo hacerlo. No mientras me estas recargando... De verdad necesito esto~ —Su tono seductor entre suaves jadeos, hizo que zoro (para se fastidió) creciera más entre sus piernas.., Maldita sea, este demonio molesto le estaba excitanto tanto que ya le dolía el placer que estaba obteniendo pero aun así no podía detenerse. Sanji lo noto contento y rendido al placer empezó a moverse mucho mas mientras él hacía un esfuerzo por mirar a otro lado.
—¿Recargando? Maldita se-ah.., joder... Sabía que no debí haberte recogido cuando desperté aunque te estuvieras convirtiendo en quien sabe qué... —Zoro jadeo sintiendo todo escapar de si: El aire, la coordura y hasta el placer, incapaz de acumularlo todo para liberarse. Sintiéndose como una taza rota sin fondo, jadeo temblando cada que se veía atrapado por completo entro de sanji, su corazón apunto de estallar por el poco oxígeno mientras mandaba descargas de placer lo dejaba claro.— De verdad eres un demonio... eres con el que soñé esa noche...
Sanji sonrió más ampliamente sabiendo de que ocasión hablába, aunque ciertamente estaba avergonzado y preferiría que no se hablara mas del tema aunque ya no tenía casó seguir ocultandolo ahora que le tenía jadeando cerca de los labios, de cualquier forma llevo lejos su vista y justos después su rostro, escondiéndolo en su hombro.
Zoro solo lo miró algo expectante sin saber exactamente como sentirse ¿como podría asimilar algo así cuando sentía su vida escapando tan placenteramente? Pues esta vez, a diferencia de aquel "sueño" sanji no estaba desmoronado llorando de placer mientras convulsionaba, este sanji estaba moviéndose consigo aunque su interior temblaba como loco de placer tanto como su cuerpo, ya casi rozando las convulsiones y siendo esa razón por la cual se aferraba tanto a él, haciendole sentir que quería más y más... De verdad sentía que se había vuelto una especie de esclavo, en realista esclavo sexual...
Al asimilar todo esto casi se queda sin aire.
—¿Sentiste... lastima por mi... y me ayudaste? —Sanji jadeo desde su lugar llamando la atención del chico— Que lindo~ —Más rojo de lo que ya estaba fue puesto en el rostro de zoro al basicamente confirmar su duda, mientras veía a sanji expresarse con el rostro igualmente rojo hasta sus orejas y hombros, escondido mientras jadeaba con una suave risa.
Maldición, más necesidad.
Terminó entonces por embestirle con más ganas mientras llevaba la cabeza hacia atrás queriendo escapar tras ver al demonio temblar y gemir muchísimo más por ello.
Ni en sus sueños se había imaginado cogiendo con un hombre pero esto se sentía tan bien.., y estaba avergonzado al pensar en eso ¿como podía gustarle la sensación de ser apretado tanto cada que tocaba ese punto dulce en el demonio? Ni si quiera era amante de esta posición, la soportaba porque usualmente podía recostarse un poco en el pecho de su amante y entretenerse con eso ¿Pero como era posible el echo de que se estaba entreteniendo con el rostro de un hombre extrañamente atractivo que saltaba sobre su miembro? ¡ESO NO ERA NORMAL!
Aunque bueno... que este hombre sea un demonio ya es algo nada normal.
—¡Ah, espera-AH! ¡es demasiado-...hm!~
¡¡AHH, IDIOTA MARIMO!!~ —¡El excitarse por sus gemidos y la forma en la que respiraba en su hombro no era normal! ¡De verdad estaba maldecido!.
—¡No me llames así! — Gruñó.
—¡Pu-es... no pienso-llamarte-...! ¡por tu nombre! —Bueno, tenía un punto. Gritar su nombre seria tan vergonzoso que nunca más volvería a llamarlo durante todo el plan.
—Solo... ¡Quitame esta maldición! —se pego a él mucho más queriendo gritarle en el ido pero en su lugar terminó con un poco del cabello del rubio en su boca, quiso alejarse pero cuando por culpa de su respiración a ahí sanji le apretó más, terminó por tratar de encogerse mas por puro instinto.
Joder, estaba seguro de que parecían una pasional pareja de adolescentes gays en lo suyo ¡¡Y ni si quiera sabian que pensar al respecto!!
—Joder, joder... ¡Joder! —Zoro maldijo en su lugar al sentir el aire marchandose de sus pulmones por culpa de las oleadas de placer que le recorrían.— Esta mañana... en ese momento al despertar en el que... me di cuenta de que estabas excesivamente caliente y parecías sufriendo...! ¡Debía haberte dejado allí!
—¡Así es-...! ¡Hmm-ah~! ¡Instinto de supervivencia: cero! —Sanji se burló justo después de sus palabras siendo ahora él quien llevará la cabeza hacia atrás y se apoyara en los alrededores de la bañera, zoro, volviendo a ver su rostro, trago en secó notando aquellas pupilas azul glaciar brillantes y feroces adornando la vista de un demonio desaliñado pero tan... ni si quiera tenía palabras para describirlo, solo supo que entre más veía su cara, más cerca estaba de liberarse.— Tengo-cuernos-y-cola-Ah!~ ¿como-fue-que... no pudiste diferenciarme entre un humano-ohm~?
—Maldito... ¿¡Quieres callarte!? ¡No volveré a ayudar a nadie! —Explotó sintiéndose un poco humillado finalmente consiguiendo un poco de fuerzas para tratar de levantarse y alejarse del demonio, pero por alguna razón terminaron haciendo misionero en el suelo del baño, y él, terminó cadí grabando con sus ojos la felicidad del demonio al sentir golpes más profundos y fuertes en su punto. Maldijo de nuevo.— ¡Solo cuando te cubrí bien y salí de la escuela para llevarte a urgencias con el auto-... ahH! ¡Del tonto mi padre fue que note esos cuernos y esa cola...! Estaban tan bien escondidos en tu pelo y la ropa-... pero en cuanto lo note se activó algo raro y ahora estoy así!! ¡Ni si quiera soy gay!! —Sanji soltó una risa entre sus gemidos temblorosos, dejando de moverse junto a las continúas y emocionadas embestidas del peliverde en la que justo después le obligó a participar una vez más, usando sus manos para marcar el ritmo de sanji como antes mientras usaba su parte baja para el propio.
—¡¡Te pasa por verme por tanto tiempo en ese estado!! — Sanji jadeo con una sonrisa cerrando los ojos ahora con lagrimas mientras empezaba a tensarse más de la cuenta en algunas zonas, ahí zoro se dio cuenta que pronto perdería la conciencia del placer, cuando lo vio gemir casi sin sentido pero viéndose tan...
La necesidad se acercarse más le obligó a casi juntar la frente con el rubio mientras ponía su zurda sobre su vientre para presionarlo levemente, por esta acción sanji dejo escapar un gemido agudo mientras tensaba las piernas alrededor de zoro y busca de que aferrarse... Al final termino aferrándose del cuello y cabellos del atleta que sin palabras o aire soltó una muy leve risita casi confusa por ello, llevando la mano que alguna vez estuvo sosteniendo el muslo ajeno a descansar y darle apoyó cerca de la cabeza del demonio.
Cuando los espasmos comenzaron a venir uno tras otro zoro apreció tragando en secó como sanji empezaba a balbucear torpemente la palabra "mucho" con un significado desconocido pero brindándole una particular vista qué podría ser calificada como hermosa en la que con una expresión llena de lujuria pérdida sanji perdía la consciencia para empezar a convulsionar tanto en sus adentros donde aceptó la llegada del semen ajeno, como en sus afueras, donde un algo preocupado chicos de cabellos verdes se aferró a él para que no se golpeara mientras soltaba una risa nerviosa y cansada seguido de largos gruñidos por su propio placer...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top