Capítulo 3 (Carácter Fuerte)

Día 3.- Carácter fuerte:

Una persona de carácter fuerte es aquella que tiene una gran fortaleza para afrontar la adversidad, es firme en sus propósitos y tiene claro sus límites.

Espero que les guste el capítulo del día de hoy.

A leer se ha dicho.

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Aquella fiesta de máscaras esta transcurriendo sin ningún problema, grandes políticos presentes, familias nobles y militares se encentran reunidas, hablando con calma, disfrutando del baile, la comida, la alegría y una buena platica.

A pesar de estar en un ambiente festivo, se mantiene el enorme respeto a los de mayor rango, y como costumbre tratando de manera desposta a los sirvientes, pero eso en realidad a la mayoría le tiene sin cuidado, para ellos la servidumbre solo esta para servirles a ellos y no más.

Fuera de ese tema, no existen mayores complicaciones, todo es hermoso, elegante, bien decorado de tonos tradicionales en esta dinastía, rojo, amarillo y jade, aquella sala del palacio imperial se encuentra tan precios que pareciera un sueño de fantasía.

La emoción que se desenfreno justo cuando el futuro emperador se mostró delante de los invitados, claro que después de la presentación, el actual regente, se mantuvo sentado en su trono imperial, con sus túnicas oscuras, estando completamente imperturbable, y solo halando con sus más cercanos concejeros, pues esta fiesta es una situación bastante imprescindible para que su heredero encuentre a una persona adecuada para un futuro compromiso.

Por eso, solo lo observa con sumo cuidado los intentos de coqueteo que los hijo casaderos de aquella familias importantes tienen con Dohko. Cada uno intenta demostrar que pueden tener su atención, pero aunque ofrezcan sus manos para bailar con él, este solo se excusa con algunas palabras, seguía la conversación amablemente, pues solo desea un objetivo precioso y este se encuentra en una mesa baja, a la orilla derecha del recinto; sentado junto a sus padres, observando la decoración y disfrutando un poco de la música tradicional.

Quiere solo pasar un buen rato con sus padres, realmente no le interesa trabar amistad con la mayoría de los allí presentes, aunque no faltaba que alguno amigos y conocidos se le acercaran, para conversar y tener su atención, pues claramente ese bello doncel deslumbra con su sola presencia a pesar de llevar mascara.

El castaño se da cuenta de esto y le parece curioso como él no se interesa en lo más mínimo por acercarse a él. A pesar de a ver sido anunciada su presencia, este peliverde a lo mucho solo aplaudió por mero respeto, sin embargo al acabarse las fanfarrias se volvió a girar de nuevo hacia sus padres para seguir la conversación.

Con cada momento que lo veía, que lo notaba sonreír y arrugar esa nariz al reír, le terminaba pareciendo aún más interesante su manera de ser. Pero ese doncel esta tan imperturbable ante su presencia. Como deseaba que Shion se peleara por su atención, como lo hacían los demás.

El joven doncel, realmente solo está allí por norma imperial, por meros protocolos antiguos, no desobedecería a sus padres. Sin embargo eso no le quita que se sienta realmente aburrido, deseando y prefiriendo mil veces estar en su hogar, en su entrenamiento secreto y seguir practicando un arte en donde sus delicadas manos se han vuelto menos suaves.

Pero no puede demostrar su amargura y descontento por el evento, ni el lugar, así que decidió seguir conversar con otro doncel que conoce muy bien y que de hecho apreciaba mucho. De los pocos que logra llamar amigo, y que desde hace poco tiempo ya forma parte de su familia.

-Me alegra tanto que vinieras a divertirte un rato, te vez muy bien con ese antifaz, Shion- Una pequeña risa se desprende de los rosados labio de un joven hombre peli celeste.

-Ja, ja, ja, que gracioso eres Albafica- Una risa fingida y adecuada da conformé su protocolo -¿Cómo estás? Hace mucho que no te he visto- Esos ojos fiushas observan con atención la presencia deslumbrante de aquel doncel que posee un brillo muy hermoso en su mirada.

Este solo asiente, mientras esa delicada mano con un anillo de jade, baja a su vientre abultado. Su ropa también con túnicas alrededor de su cuerpo, pero mucho más sueltas por su estado, y una máscara de colibrí, adornado en rosas coloridas –No he podido salir mucho de casa, mi embarazo ha sido algo complicado- Gira sus ojos incriminadores hacia su izquierda –Y Manigoldo me tiene súper vigilado, que si no es con él o con algún sirviente de confianza no puedo salir mucho, pues cree que soy de cristal- Sonríe pues aunque este molesto, siente un enorme alivio de poder decir lo siguiente –Y como apenas acaba de regresar de una batalla que me tuvo al borde del colapso, quiere estar a mi lado todo el tiempo- Acusa rápidamente a su esposo, el cual se encuentra saludando a su tío Hakurei y claro que escuchó todo lo que el peli celeste ha dicho.

Se encogió de brazos y prosiguió a salvarse –Es mi deber cuidarte y protegerte, ustedes dos son lo más importante que tengo y debo mantenerlos bajo vigilancia constante- Rápido se defiende, brindándole unos ojos coquetos a quien lleva el mismo anillo que él –Además luego te vas al invernadero de rosas que tenemos en la casa y no te despegas de allí- Le señala con la mano extendido su punto -Y sabes que debes tener un reposo constante- Se cruzas de brazos –Si no fuera porque me insististe tanto, créanme que no hubiéramos venido- Sonríe orgulloso –La verdad prefiero mil veces quedarme en nuestro hogar, descansando, pasar tiempo con mi rosita que venir a una fiesta- Mira al pelilila con canas –Sabemos muy bien que eso es lo mejor para uno cuando llega a la batalla-

El hombre mayor asiente solemnemente y toma la mano del peliblanco moreno –En efecto, volver con tu familia sano y salvo, verlos tan felices te llena de una paz y alegría única- Acaricia esa suave mano que mil veces ha besado.

Esa muestra de afecto claro que enternece a Avenir, se siente muy mimado en todo momento por su esposo.

Aunque es muy lindo ese gesto, Albafica no está muy conforme aun -Manigoldo, tengo que salir un poco, tenerme encerrado me aburre demasiado- Le recrimina enojado, sin duda es una manera muy poco cotidiana de actuar de un doncel, pero... Para Manigoldo, el hecho de que su amado peli celeste, se quede y le frunza el ceño, solo provoca que su corazón lata emocionado y suspire, deseando consentirlo a más no poder.

No es que desee mantenerlo encerrado por celos o falta de confianza, sino que teme tanto que algo malo le pueda pasar a su esposo y bebé que necesita tenerlo siempre protegido.

Son un matrimonio joven, no tienen más de dos año casados y el pronto nacimiento de su primogénito es lo más enternecedor e importante para ambos, por eso las enormes medidas de seguridad.

Albafica, puede actuar como desee, ante los ojos de su esposo y familia y en realidad él tiene un carácter muy amigable y educado, solo que siempre ha tenido que defenderse por sí solo, por ende nunca se ha dejado pisotear por nadie.

Shion se ríe, pues siempre ha existido esa manera de ser entre ambos primo. Siendo Manigoldo el mayor de los dos, a veces trata como un bebé al peliverde.

Ambos jóvenes al pertenecer a una familia militar, y al ser niño se ponían en batallas de entrenamiento, queriendo superarse uno al otro. Claro que el peli azul de ojos afilados y fulminantes ganaba por su edad y experiencia más rigurosa que Shion, pero este nunca se dio por vencido, y a pesar de que no hace mucho se dieron una muestra de fuerza, el mayor tuvo que admitir que su pequeño primo jamás sería una presa fácil para nadie.

Los dos son primos por la familia paterna del peliverde, hijos de dos hermanos gemelos, pero el hecho de que Shion tenga que renunciar al título que ha estado por generaciones con ellos, solo por ser doncel le genera cierta envida y enojo contra su primo, aunque este no tenga la culpa de esas arcaicas tradiciones.

Ambas pequeñas familias se reían y conversaban amenamente, mientras recuerdan ciertas historias de Sage, el hermano menor de Hakurei quien ya no está con ellos, siendo este el padre de Manigoldo, quien heredo su puesto y sigue sus pasos, ahora mismo también desea pedir un concejo a su tío.

Son una familia unificada y agradable, pero las diferencias marcadas por el exterior lamentablemente.

No paso mucho tiempo para que el joven y futuro emperador, se comience a abrir paso para ir justamente hacia donde el peliverde se encuentra, su presencia obviamente toma desprevenido a los de mayor edad, los cuales se inclinan para hacer una reverencia con la cabeza, al igual Manigoldo y Albafica les siguen, aunque Shion lo hace con una tranquilidad y gracia reservada.

-Buenas noches, espero que estén disfrutando de esta pequeña fiesta- La voz de Dohko se nota calmada y serena, fijando su mirada verde en los cuarzos rosas que lo observan con cierta curiosidad.

-Claro que sí, es un aventó muy agradable y con una decoración maravillosa- Hakurei siendo el de mayor edad y estatus de los presentes, es el único que tiene permitido hablar en sí.

El castaño sonríe gustoso, pues quiere encantar a esta familia -Me alegra escuchar eso, es un gusto saber que mis invitados están disfrutándolo- Su mirada no deja de inspeccionar ni un poco al doncel más joven de la mesa, el cual se ha comenzado a sentir un tanto incomodo –Si mal no recuerdo, ustedes es el señor Hakurei, uno de los generales más fuertes, poderosos y estrategas de mi padre - Aclara de inmediato esa información, pues claro que no está dejando nada en el aire.

El pelilila mayor con ciertas canas, que ya posee una mirada fiusha cansada, asiente gustoso y orgulloso por ese reconociendo –Agradezco tanto sus palabras, joven futuro emperador, Dohko- Se inclina levemente la cabeza hacia el frente en señal de gratitud.

-Al contrario- Devuelve aquel gesto con una muy pequeña reverencia -Sé muy bien sus hazañas, y agradezco que dedicara gran parte de su vida a proteger y defender nuestro imperio- A pesar de su treta no niega que siente un enorme respeto por este hombre y sus combates legendarios.

Con eso solo se muestra la importancia de la familia, que se tiene en este mundo, aquellos militares que se vuelven significativos, son siempre respetados y conversados como poderosas armas y ganan mayor prestigio si sus decadencia son capaces de las mismas maravillas.

Aun así, Dohko, sabe jugar sus cartas, y reconoce que el hecho de tener al jefe de esta familia en su bolsa, le dará la oportunidad de impresionar al peliverde.

Sonríe con una brillo indecoroso en sus ojos, poco admirable para los presentes -Espero que perdone mi atrevimiento, general Hakurei, pero... ¿Me permitiría tener el primer baile con su único hijo?- Su mano derecha señala con la palma extendida en dirección del peliverde.

Esto sorprende de gran medida al joven doncel, que si bien se siente orgulloso y feliz de que su padre sea tan reconocido por sus enormes hazañas de antaño, pero el hecho de ser pedido como el primer baile del futuro emperador es una situación que nunca se imaginó.

Pero no solo a él, sino que igual a su primo, al esposo de este y a sus padres también.

Sin embargo, no pueden decirle que no al futuro emperador y menos después de tan apreciables cumplidos.

El pelilila se gira hacia su hijo, sonriéndole con respeto –Si Shion está de acuerdo, a mí me parecería bien- No importa ser el que mande en esta familia, toma muy en cuenta la palabra de su primogénito, aunque es evidente que negarse ante el pedido del castaño no es opción alguna.

Dohko murmura ese cortito y sonoro nombre, para grabarlo en su memoria –Shion, Que precioso nombre- Parecía suspirar, queriendo solo conocer aquella respuesta deseada.

Los cuarzos brillantes y desconcertados, miran a sus padres que parecen alentarlo, pero después de ver esos profundos ojos verdes que parecen necesitar su consentimiento, observa la mano extendía hacia él para pedir la suya.

Asiente, dejando escapar un suspiro regocijante, acepta una propuesta que en primera instancia no le desagrada, pero tampoco es lo que más deseaba que ocurriera –Está bien, solo un baile... Por qué no soy bueno en ello- Revela el por qué no intenta si quiera esa actividad que muchos disfrutan.

Se levanta de su asiento con ayuda del castaño, quien no puede ocultar su enorme felicidad –Esta bien, yo soy muy bueno bailando, solo sígueme, bonito- Le da un cumplido al oído, mientras se dirigen al centro del lugar, donde todos miran sorprendidos, de por qué el futuro emperador ha escogido a alguien que ni siquiera tomo su turno para hablar con él.

Es completamente diferente a lo normal, que el joven Dohko tenga que ir hasta la mesa para sacar a bailar a alguien. Usualmente se le forman para eso.

Aun así su comportamiento no es para nada del del otro mundo, pero eso no impide que los celos se apoderen de varios donceles y doncellas, que indiferentes ven el evento desde las sombras.

Una música clásica china, suave, instrumental de flautas y citara que se identifica como una preciosa pieza de danza romántica para una pareja de enamorados.

Shion de inmediato se siente abrumado e incómodo, pero al sentir que las manos del futuro emperador toman las suyas para guiarlo en dar los primeros pasos, uno hacia delante, dos hacia atrás, un suave movimiento de sus pies en un giro, rápido logra obtener el ritmo de la música.

El peliverde se siente fuera de su elemento, pero la manera en que Dohko lo sujeta le brinda cierta seguridad, que provoca que su miedo por pisar el pie del castaño se vaya esfumando –No eres tan malo en esto- Su coqueteo ha inicia de una manera activa.

Esas palabras capta la atención del doncel -Solo porque usted me está guiando- Le habla con vergüenza –En realidad, intentó no pisarle los pies- Contesta derrotado intentando dejar de ver hacia abajo.

Pero en eso el castaño, le da un pequeño giro para sujetarlo con mayor fuerza por la estrecha cintura y con el dedo índice toca su mentón para levantar su mirada –No bajes tu mirada, que es tan hermosa- Le habla con un susurro apenas audible para que Shion escuche.

Lo cual desconcierta al doncel, pero ya no tanto le parece incomodar –Gracias, joven Dohko- Para el doncel, es la primera vez que unas palabas tan atrevidas y cliché, le provocan un palpitar extraño en su pecho.

Esos ojos confiados verdes, admiran con calidez al doncel que cautiva su ser -Podría preguntar... ¿Por qué nunca te había visto antes?- Le cuestiona mientras sigue el baile aunque ya ha comenzado desde hace unos segundos la preciosa pieza, y sin importar que incluso el emperador, este viendo con buenos ojos a este par de jóvenes.

Esto desde lego deja paspado al doncel, pero no puede negarse al futuro emperador –Pues... al ser un doncel, sabe que no puedo acompañar a mi padre a reuniones militares o salir mucho de mi hogar sin ser excesivamente cuidado, además... Estoy con mis estudios de futuro funcionario- Admite su realidad, que no es por su gusto, si no lo que su estirpe le indica.

Alza una ceja, curioso y más interesado en él ahora-¿Así que te interesa ser un futuro ministro?- Le parece bastante atrayente. Usualmente los donceles que llego a conocer, siempre estaban más dispuestas a ser solo la pareja de alguien sumamente poderoso, con buena posición social y dinero.

Pero, el conocer a este peliverde le esta demostrando otra cara de la moneda y una que le fascina para seducir -¿Te gustaría ser mi futura mano derecha cuando ascienda al imperio?- Le pregunta con sumo atrevimiento, pues su mano termina acariciando con sutileza esa espalda baja.

Aquel toque lo estremece, como la pregunta que nunca espero-¿Qué?- Los nervios lo invaden rápidamente –Pe... Pe-Pero, de seguro existen personas más... Calificadas que yo- Su boca se abre en señal de vergüenza -Por ejemplo, los concejeros reales y...-

Pero Dohko lo interrumpe –Lo sé, pero me gustaría ver a alguien tan hermoso como tú a diario- Le insinúa de a poco sus deseos –Es más, no te gustaría después del baile, ir a dar un paseo por el jardín trasero, parara poder seguir platicando en privado y quien sabe...- Su tono de voz se vuelve más ronca y susurrante -Hacernos más íntimos-

Va directo al grano, Shion es su objetivo más grande para tenerlo a su lado, pero ¿Cómo una aventura nada más o para algo mucho más profundo e importante?

Para el doncel esto ya no es para nada agradable, y simplemente su rostro se vuelve serio, sin dejar de lado su educación –Me temo que debo rechazar su propuesta- Lo encara con la mirada a pesar de llevar la máscara puesta y oculta parte de su rostro -Debo acompañar a mis padres en todo momento. Un doncel decente, no debe aceptar una invitación de esa índole- Le recalca rápidamente, y su baile poco a poco se hace más distante, por parte del peliverde de esta manera.

Sin embargo... Alguien no quiere que se interrumpa.

Rápido el castaño intenta arreglar su error –No, no me malinterpretes, no es para nada malo, solo deseo conocerte un poco más, lindo...- Intenta que su presa no se le vaya viva, sin embargo parece difícil ahora, pero no se dará por vencido -Es que, me parece inconcebible la idea de nunca a ver visto a un doncel tan hermoso como tú y...- Su mano en aquella pequeña cintura se aferra aún más -No quiero perder tiempo- Habla tal cual sus pensamientos se le escapan, con los cuales ha logrado convencer a más de uno que se le complico.

Pero con el peliverde, parece que se topó con una pared impenetrable.

Su cabeza niega y con un sonrisa fingida -Aun así, me temo que no puedo aceptar, y también no deseo por el momento conocerlo más allá de su estatus- Quiere dejar todo en claro, y directo pero tampoco ser considerado falto de respeto a la familia imperial –Aun así, agradezco tanto sus atenciones y los halagos a mi padre y a mi persona, pero creo que después de este baile me gustaría regresar a con ellos- Declara tal cual su sentir, cerrando sus ojos por un segundo, mientras frunce el ceño, aunque este oculto.

Es allí que Dohko se da cuenta que su jugada maestra no le resultado como siempre ha sucedido y claramente rogar no es algo que haga, ni hará a su parecer. Pero eso no impide tener varios ases bajo la manga aun.

Ya que si las palabras no funcionan, tal vez las acciones logren surtir mayor efecto en este precioso doncel.

-Está bien, perdona mi atrevimiento, solo quería saber más de ti, pero si quieres... Podemos entablar una reunión después, donde tu desees, para ser más cercanos- El baile termina al fin, y castaño da algunas vueltas más al peliverde, para desconcertarlo y mantenerlo entre sus brazos por unos segundos más, mientras este esta hacia atrás solo siendo sujetado por las fuertes manos del castaño, se atreve a algo que no debería –No quiero escuchar un "No" por respuesta, admirable Shion- Un beso le deposita en los labios en medio de todos, ante las miradas asombradas.

El doncel se queda desarmado ante el castaño, pues se supone que no podría negarse a algo como esto pero la vergüenza y el orgullo lo comienza a invadir sin aviso previo.

Después de todo, ¿Qué más halago y felicidad puede ser para los donceles y doncellas, que el futuro emperador se fije en ellos?

Claro que es lo que muchos desean.

En cuando se separó de esos dulces labios color duraznos y que la mirada fiusha se queda desconcertada. Pero rapdiamente el doncel frunce el ceño tan rápido que su cara enfureció de inmediato, al igual que comienza a sentir su cuerpo arder, y sin importarle donde está, en qué lugar, ni el estatus, o posición de ambos, frunce el ceño y con la cara enfurecida. Su mano derecha de inmediato se eleva por sobre su cabeza y solo se alcanza a escuchar un fuerte golpe seco en la mejilla de quien se atrevió a faltarle el respeto.

Nadie podría creer lo que acaba de ocurrir, alguien se atrevió a darle un golpe al fututo emperador, y ni siquiera pertenece a la familia principal, sino a una miliar que está por debajo de ellos.

Incluso el emperador se queda atento, y tanto las demás familias poderosas, como criados, no logra salir de su asombroso y terror.

Hakurei y Avenir, no demuestran mayor sorpresa, pero si preocupación por como esto podría repercutir en su hijo. Manigoldo se aguanta las risas, su primito es alguien que no le agradaría que un patán como consideran al futuro emperador lo besara, y Albafica, solo negaba con desaprobación la actitud que de inmediato advirtió del castaño que no le agrada tampoco.

Firmemente bien plantando en el piso, lo mira enfurecido y sin más le grita sin decoro alguno -¡¡¡¿CÓMO TE ATREVES A BESARME SIN MI PERMISO?!!! ¡¡¡ENTIENDE QUE NO PUEDES TENER TODO LO QUE DESEES DE ESTA MANERA!!!- Lee grita con todas sus fuerzas, sin medir palabra alguna, pero su furia es mayor al darse cuenta que su primer beso fue robado por alguien que apenas conoce más allá de su estatus y ni siquiera fue con alguien que le gustará, aunque el sentimiento del amor nunca lo ha experimentado.

Dohko se queda con los ojos bien abiertos, observando al doncel, sintiendo el ardor de su mejilla.

Shion no dice más y se dirige hacia la salida, enfadado, sintiendo una enorme cólera por este hombre que se cree capaz de tenerlo a la fuerza.

Nadie sabe si es prudente pronunciar palabra alguna, al final la música ya ni suena.

Pero lejos de mostrarse enojado o sintiendo una falta de respeto hacia su persona, solo está sorprendido y sus labios forman una sonrisa.

Ese carácter tan fuerte que posee el doncel, sorprende de una manera tan grata al castaño, provocando que entienda que él es lo que ha estado buscando, conocer a alguien que de verdad lo desafié, le haga el juego difícil, que no tenga todo tan fácil para lograr cortejar a alguien.

Es su deseo encontrar a alguien con quien decir que podría divertirse a gran medida y tal vez pensar en que si lo obtiene, será el mejor trofeo que podría tener la fortuna de volverse el emperador consorte a su lado.

Puede sentir como la sangre en su boca, le reventó el interior de la mejilla con esa bofetada, pero no está para nada enfadado por eso. Lo único que hace es sentir el sabor del hierro y su mirada verde perderse en la dirección que se fue, para sonreír embobado –Eres perfecto Shion- Si, al parecer se ha encaprichado del doncel que le ha dado un estate quieto por sus indecorosas insinuaciones, y claro que una persona como lo es el castaño debe domarlo para hacerlo suyo.

Aunque sin duda eso será muy difícil, pues el carácter tan fuerte y aguerrido como testarudo del peliverde no será para nada fácil de dominar, y esto le fascina aún más para aceptar el enorme desafío, que está muy seguro que ganara.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Qué hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Cómo están mis terrones de azúcar?

Espero que disfruten el capítulo del día de hoy.

Me despido súper rápido, para que lean de una vez.

Los quiero mucho.

Nos leeremos a la próxima.

Ammu se va.

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