Libertad Con Normas

"Ser libre para vivir"

   ¿Qué significa ser libre? Ser libre es actuar en consecuencia de lo que nuestros actos acarrean. ¿Las normas nos privan de nuestra libertad? Las reglas, normas o leyes son las que marcan el camino a seguir, pero caminar por el mismo o hacerlo entre zarzas y pedregales es algo que sólo uno mismo puede elegir. Las normas son una buena guía a la hora de tomar una decisión, pero... ¿Por qué es importante saber tomar una decisión? Sencillamente, porque de ello depende el que uno se quede parado ante un cruce de caminos, indeciso, sin saber qué sendero tomar y sin ser capaz de tomar una decisión, por muy acertada o errónea que esta pueda llegar a ser. Sin decisión no se puede avanzar. ¿Es más libre el que conoce y hace uso de su libertad o el que vive sumido en la ignorancia? Para poder hacer uso de nuestra libertad es necesario conocernos profundamente, porque cada persona tiene sus propios principios, sus propias bases morales y sin conocer los límites de uno mismo, actuar en "libertad" podría resultar peligroso para la persona misma. 

   Podríamos discernir entre dos tipos de libertad: la libertad interior y la exterior. ¿Cómo definiríamos la libertad interior? Como con todo sucede, nada en exceso es bueno, y es por ello que tenemos ciertos límites. Estos límites nos los imponemos nosotros mismos a base de prueba y error, comprobamos dónde tenemos nuestro tope y qué fronteras no debemos volver a traspasar, porque las consecuencias no nos favorecen. Esto que hacemos al ubicar nuestros límites, es educar nuestra conciencia y establecer nuestras bases morales, nuestros principios como personas. Muchos de estos principios vienen dados de antemano por la naturaleza humana, como bien podrían ser el no robar o matar y en general el respetar al prójimo, porque como mi madre bien dice, hay cosas que no nos gustaría sufrir en nuestras carnes, por lo que podemos deducir que a otros tampoco (lo que viene siendo, tener un poco de empatía y sentido común). Sin embargo, muchos otros principios nos los imponemos nosotros mismos voluntariamente, persiguiendo así un ideal personal y único en cada persona. Hemos de saber que dentro de nuestras libertades también entra el traicionarse a uno mismo, por lo que romper incluso con los principios escritos en la naturaleza humana es más que posible. Uno se traiciona o se es fiel haciendo uso de su libertad exterior, ahora bien, ¿a qué nos referimos por libertad exterior? La libertad exterior es la que viene regulada por las leyes o normas que nos ayudan a evitar los obstáculos materiales que nos distraen de nuestro deber o de los obstáculos que podríamos generar para con las otras personas con las que vivimos en sociedad. Bien es sabido por todos que la libertad de un hombre termina donde empieza la de otro.

   Para poder practicar el uso de nuestra libertad es importante conocer lo que uno quiere lograr, qué objetivos se quiere marcar. Lo que no debe ser confundido con lo que a uno le pueda apetecer en un determinado momento, un capricho o una decisión precipitada. Sólo entonces se podrá escoger el camino a seguir, se realizará lo posible por recorrerlo y es entonces, cuando uno puede considerarse verdaderamente libre, cuando uno entiende y lleva el cumplimiento a la perfección este procedimiento.

   Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha encontrado la esencia del vivir en la libertad, aunque muy pocos entienden lo que realmente significa ser y actuar en libertad, pues lo confunden con los caprichos del momento, sin darse cuenta de que la libertad no es asunto de un instante, un placer fugaz y efímero, sino una forma de vivir que se lleva día a día. Es posible que muchos se paren a pensar y se pregunten ¿hay que vivir con el único objetivo de ser libre? Sin duda, habrá muchos que piensen que la verdadera meta de la vida no es la libertad, y no podría negarlo, pues ni yo misma la veo como una finalidad, sino más bien como una vía para alcanzar el verdadero objetivo de la vida, que según para quienes será uno u otro. Habrá quienes digan que la meta en esta vida es alcanzar la fama y nunca ser olvidados, otras dirán que se trata de amasar la máxima riqueza posible, algunos asegurarán que el objetivo es atesorar bellos recuerdos..., pero en definitiva, todos, aunque habiendo tomado distintos caminos pretenden alcanzar en esencia lo mismo, la felicidad, el amar y ser amado.

   Llegará un día en el que dejemos de caminar, aunque sólo sea por un breve instante, y miremos hacia atrás. Ese día podremos alcanzar a ver con esa nueva perspectiva, todo lo vivido, las buenas y las malas cosas acontecidas a lo largo de ese trayecto. Tendremos la oportunidad de reflexionar y comprender, que si aquel día al tropezar con aquella misma piedra en el camino, aunque fueran unas, dos, tres veces, no importa cuantas. Si tras esos tropiezos no nos hubiéramos levantado y seguido adelante, caminando desde entonces con especial atención de por dónde pisarán nuestros pies, esquivando así nuevos obstáculos, al final no estaríamos donde hoy nos encontramos. Será solo cuando alcancemos esa capacidad, cuando nos percatemos realmente de que todo ello fue posible gracias a haber sabido vivir siendo libres.

@yepescritora_98

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