Capituló smut

Lee saco la camisa del menor, bajo su inocente vista, sonrió al verlo, Jisung ya tenía la respiración acelerada y aún no lo había tocado.

— Hyung — le llamo soltando un jadeo cuando el peliazul le tomó del cuello,haciendo que lo viese.

El rostro del mayor era serio, pero podía ver una pizca de lujuria en la sonrisa que soltó una vez paso su dedo por los labios del menor.

Minho actuaba por instinto, nunca había estado con un chico pero de eso se preocupara su lobo, el lo hará todo. Sin embargo no quería hacerle daño a Jisung, él más que nadie sabía que los alfas en celo pueden ser rudos y también sabia que su lobo por naturaleza era así.

— Quiero decirle algo — Jisung le vio a los ojos — Nunca he echo esto, hyung..

— ¿Eres virgen? — Han asintió.

Sintió a su lobo querer tomar al menor ahora mismo, callarlo en un beso, pero sin embargo, fue bajando su agarre y tomar las manos del menor, llevándolas a las piernas del peliazul.

Para Han la textura era robusta por el pantalón, podía ver a Minho sobre él y aunque era nueva la manera en la que el mayor lo veía, le gustaba demasiado sentir cuanto lo desea.

— Seré suave, ¿Sí? — se inclinó para dejar un beso fugaz en sus labios.

— El dolor no es algo que me importa — confesó el omega, dejando que su instinto guíe sus manos a los botones del pantalón del mayor, desabotonando este.

Minho canturreo cerca del cuello del pecas, sonriendo suave al sentir las pequeñas manos de Han allí abajo.

— Te importara mañana, bonito...

— No tienes por que frenarte. — Han le tomó su rostro para verlo a los ojos. — Quiero una marca en mi cuello, ser tuyo por siempre.

Unos segundos hubo en silencio, donde solo se escuchaba las respiraciones de ambos. Minho sentía como de su pantalón palpitaba su erección, quería ser él mientras tomaba la pureza del menor, no su lobo. Pero Jisung parecía querer lo contrario.

— Alfa... — habló suave, sumiso. — Por favor.

Jisung tal vez si se arrepentirá luego. Solo quería hacerle caso a su lobo, que gritaba ser tomado con rudeza por el mayor.

El se acercó, dejando un beso suave en su mejilla, bajando con pequeños roces en su piel. Minho cerró sus ojos, disfrutando de aquello, soltó un suspiro pesado cuando las manos del menor entraron en su pantalón, sobando su miembro.

— Sung...

El menor no respondió, no creyó sentir tal necesidad pero el aroma del peliazul era muy fuerte, ya le nublaba su mente. Minho saco la mano del menor, colocando estas sobre su cabeza, el castaño se movió bajo el ansioso.

Volvió a besarlo, dejando así el control a su instinto. Quería darle lo que pedía su omega y no pensaba hacerlo mal.

En un momento fugaz, bajo los pantalones del menor, con él, su bóxer. El pecas sintió sus mejillas enrojecerse viendo como el mayor le veía de cuerpo completo.

Bajo de la cama, quitándose su ropa sin quitar su mirada del menor, y el tampoco la quitaba del peliazul, viendo detalladamente como quitaba cada prenda. Una vez quedo desnudo se subió a la cama, tomando de los pies al menor y jalarlo a él, posicionando las piernas del castaño sobre las suyas.

Sus manos viajaron por toda la piel expuesta, recordando cada curva. Han mantenía sus ojos cerrados mientras mordía sus labios para no soltar un ruido.

Se inclinó, tomando en sus largas manos, el miembro del contrario y comenzar a bombear de éste.

— ¡Mierda! — el menor intento moverse para sentir más, pero fue frenado por el agarre del mayor.

— ¿Te gusta decir groserías ahora, uh? — Pregunto coqueto, su voz era más profunda de lo normal. Excitando al menor. — Suenas muy lindo cuando las dices, pecas. Me encanta.

El castaño tenía su cabeza pegada a la cama, sintiendo escalofríos en su cuerpo una vez la mano de su hyung iba más rápido. Tapó su boca para callarse, pero el mayor la quitó al instante, tomando de su mentón.

— Bebé quiero escucharte. — beso sus labios, siendo correspondido por el contrario.

Jisung sintió una corriente bajar hasta su espalda baja, haciendo que se separará del beso, colocando su mano sobre la del mayor, queriendo detenerlo pero no fue logrado.

— Hyung... creo que..

— Pecas tendrás tu primer orgasmo, ¿acaso no quieres correrte para mí? — Susurro su oreja, besándolo esta suave.

— S-si.. — para el pequeño era mucho, Minho no dejaba de tocarlo y hablarle al oído que cuando menos lo espero, se corrió en las manos del mayor, manchado el abdomen de ambos. Su vista era nublada, y su cuerpo sensible.

Minho sonrió y subió su mano, viendo como el liquido bajaba por su palma, sabía que Jisung lo veía, por lo que se llevó un dedo a su boca, dejándolo limpio una vez salió.

El pequeño omega se estremeció al ver eso, calentando nuevamente su cuerpo.

— Sabes muy bien, pecas — se inclinó para pegarse al omega, rosando sus labios — ¿Me tomaras igual de bien?

El omega asintió excitado. El mayor bajo su mano hasta su entrada, introduciendo poco a poco un dedo, el menor ya estaba húmedo, goteando lubricante pero quería acostumbrarlo a sentir algo adentro.

El omega quedo quieto, cerrando sus ojos por la nueva sensación, se sentía muy bien y sabía que apenas empezaba.

— No quiero que me prepares — dijo en jadeos, Lee lo vio — ¿Puede hacerlo ya?

— Pequeño, no traigo un condón, no puedo hacerlo — habló suave, aún así su voz era áspera, comenzó a mover sus dedos, ya teniendo tres dentro.

— ¡Mierda, eso no importa! — exclamó soltando un gemido ante el movimiento. — ¡Puede llenarme de su semilla, solo lo quiero adentro!

Tal vez lo dos estaban muy nublados, pero Minho obedeció, complaciendo al omega, saco sus dedos. Tomó su miembro y lo alineó, introduciendo poco a poco la punta, ambos compartieron un gemido de placer.

Esto era mejor de lo que pensó el alfa, una vez todo adentro, comenzó a moverse acostumbrando al menor.

No ocurrió mucho cuando Minho aceleró sus movimientos, subiendo las piernas del menor sobre sus hombros para llegar más profundo.

Por la piel de ambos corría sudor, el cabello de ambos era un desastre, pero ante la vista del menor, Minho se veía jodidamente caliente, su cabello estaba húmedo, cayendo gotas de él y su cadena golpeaba el mentón del castaño con cada estocada.

Jisung soltaba un gemido con cada estocada, una más profunda qué la otra. Sus manos rodeaban la gran espalda del peliazul, rasguñando de ella para sujetarse.

Una vez Jisung sintió su segundo orgasmo llegar, beso al alfa desesperado, siendo correspondido con rudeza.

— H-hyung... me correré — confesó entrecortado. Minho sonrió.

Paro sus movimientos por un minuto, donde bajo las piernas del menor, moviendo a Jisung como tal muñeco y subirlo sobre su erección, Jisung ayudo, colocando este suavemente, comenzando a bajar.

— Uhm... se siente muy bien hyung — confesó apoyando la frente el el hombro del peliazul.

— Muévete para mi, omega — ordenó, y el menor obedeció comenzando a moverse, saltando sobre las piernas de Lee.

El sonido era aún más obsceno, pero eso excitaba más a ambos chicos, Minho se inclinó para besar la piel blanquisina del menor, dejando rosadas las zonas. Le dio una lamida a una de sus pesones, introduciendo uno de ellos a su boca. Jisung gimió en alto ante la sensación nueva.

Se inclinó hacia atrás, arqueando su espalda. Minho para no parar el momento, lo tomó de las caderas, ayudándolo con más rapidez. El menor tenia su cabeza para atrás descubriendo su cuello palpitante, su lobo moría por marcarlo.

— Alfa, puede hacerlo — habló con si leyera la mente del mayor. — Deje su marca en mi cuello, muéstrele a todos que soy suyo.

Minho gruñó, sintiendo que acabaría pronto, Jisung también por lo que comenzó a saltar por si solo, sintiendo como Minho llevaba las manos a sus muslos, sujetando a estos con fuerza. Sabía que eso dejaría marca.

Finalmente, Minho se corrio dentro del castaño, clavando sus dientes en el cuello del menor, comenzando a sentir el lazo unirlos, Jisung por tanto se corrió después, dejando de moverse, totalmente sumiso ante el alfa.

Una vez fue suficiente, Minho se alejó, lamiendo la zona, limpiando un poco de sangre qué salía. Jisung le dejo un beso cansado. Podía sentirse completamente lleno con la semilla del mayor dentro de él, se sentía un buen omega ahora.

Minho lo acomodó en la cama, saliendo de Jisung. Lo arropo y se acostó a su lado, atrayendo a este una vez estaban los dos juntos.

Jisung se acomodó, viendo la cara del mayor, estaba cansado pero alegre. Su lobo estaba feliz, por fin tenía un dueño.

— Jisung — Llamo el mayor, acomodando del cabello castaño.

— ¿Si?

— Me alegra que seas mi omega. — confesó suave, su tono era muy diferente al que uso antes, este era dulce y tierno. Jisung sonrió, pegando más su cuerpo al de él, Lee lo rodeó, besando su frente. — Aunque para la próxima si usaré condón.

— ¿Próxima? — alzó la vista a él, confundido

— Claro, no creas que el celo dura solo un día — río un poco al ver la reacción del menor. Beso sus labios, contento de sentir su olor mezclado con el castaño.