C10: ¿Estás listo...?

Octubre, un mes donde el otoño estaba marcado, la llegada de festivales orientales y occidentales. Halloween, coloridos desfiles y...

29 semanas. 29 semanas y absolutamente nada.

La panza del omega para Katsuki era una obra de arte. Tan suave, redonda, y... baja, moldeada perfectamente con su cachorro.

Para Izuku... era un martirio.

Chocaba con puertas, no podía dormir como lo hacía antes, se le perdía la mayoría de las cosas en el suelo, incluído sus pies, y, ¡Oh, vaya! Lo único bueno de una panza de embarazo, lo cual es ocuparla de posavasos, no puede por lo baja que estaba.

—¡Katsuki!— El rubio corrió lo más rápido que pudo. Tenía los nervios de punta desde la primera contracción de Braxton Hicks. Fue en la cama, y quedó pegado al techo al escuchar la incomodidad del pecoso.

—¡Izuku! Corazón, prendo el auto, nos vamos y...

—No es eso, tarado. Tenemos que ir con la doctora y no tengo ropa...— El pecoso lo miró con un puchero. Su obstinado y trabajólico omega... ropa...— ¡No me queda nada!

—Ay, mi vida... ponte una camisa mía y... ¿Qué pantalones te quedan?— El peliverde dio un puchero apenado. Agarró una sudadera y unos pantalones de deporte de Katsuki.

—Mi fecha estimada fue hace cuatro días, ¿¡Por qué no quieres nacer?!— El alfa observó la inquietud e impaciencia de su pareja. Suspiró y se acercó suavemente por la espalda, sujetando la panza.

Al empujarla hacia arriba tomó todo el peso del cachorro, aliviando por unos minutos la molestia de su pareja. Lo acunó suavemente, meciéndolo con su cuerpo.

—Gracias, mi amor...— El rubio besó la sien del pecoso, y lentamente bajó la panza— Te tuviste que morir el día que...

—¡Izuku! No puedo sostenerlo todo el día.

—Oh, si, verdad, lo siento... solo que no pensé... que, ¡Lo estoy haciendo desde hace 6 meses!

Izuku se encontraba con un carácter que... era el karma de Katsuki Bakugo.

* * *

—Bien, todo está bien y... ese cachorro se encuentra muy cómodo ahí— La cara de Izuku era una obra de arte, que representaba todo el odio y cansancio de esas palabras.

El rubio se encontraba sentado en el escritorio, con un puchero. Era un pequeño cachorro, esperando a que el pecoso bajara de esa camilla.

—¿Entonces? ¿No hay problema que su fecha límite estimada fuera hace cuatro días...?— preguntó suavemente el alfa, con ojos de huevito estrellado.

—No, para nada... Es más, yo creo que aguanta una semana más.

La mechita de Izuku había explotado. Su paciencia se había acabado e iba a ocupar sus dos cartas comodines.

—Quíteme... este bebé... ¡AHORA!

La doctora se quedó mirando perpleja al pequeño omega que la mataba con la mirada. Miró de reojo a Katsuki, que asentía lentamente.

—...Podemos inducir el parto...—la doctora río nerviosa— Es habitual que muchos omegas, sobre todo embarazos primerizos, vean pasar su fecha probable de parto sin tener ni una sola contracción...

La pareja asintió lentamente, tomó la decisión correcta.

La inducción del trabajo de parto, también conocida como parto inducido, provoca que el útero se contraiga durante el embarazo antes de que el parto comience por sí solo.

—¿Es sano... que Izuku lo haga?

—Hay muchos factores para inducirlo, entre ellos, la salud de Izuku y el estado del cuello del útero. También se incluye la salud del bebé, su edad gestacional, peso, tamaño y posición... Uno de ellos es el embarazo prolongado, que sería cuando ya es 1 o 2 semanas más de la fecha estimada...

Izuku la interrumpió, levantando su mano para preguntar algo:

—¿No se puede hacer antes...?

—Es que la diferencia en omegas es que como dije puede el bebé ya estar completamente desarrollado en el sexto mes, entonces es seguro hacerlo... Miren, ¿Por qué no les doy un día para pensar en inducirlo? mañana lo hablan, lo discuten... tienen un día de descanso, y en la tarde tomamos la decisión si lo inducimos, o no. ¿Les parece?

—...— el pecoso la miró de brazos cruzados, giró para ver a su pareja. Su mirada era preocupada, esperando a que Izuku aceptara esa decisión —...Bien. Nos vemos...

Katsuki se levantó de su silla, despidiéndose de la doctora. El rubio besó su sien, cuidando de su pareja, rodeándolo con su brazo.

—Hablamos en la casa, Katsuki...

El karma es absolutamente su novio...

* * *

Ese día Katsuki hizo el mejor día que pudo para su omega embarazado. Gran comida, un gran baño, grandes mimos...

—¿Estás cómodo, Izu?

—Sí, Katsuki. Sí y todas las otras veces que me preguntaste... Voy a ordenar la habitación, ¿Vas a hacer la cena?— El rubio asintió, levantándose y ayudando al peliverde a hacerlo.

Katsuki tenía un sentimiento agridulce. Quería hablar de "la decisión" para... bueno, decidir. Sin embargo, no quería discutir con su omega, sabría que lo llevaría a tener opiniones distintas. Pero Izuku va a tomar la última palabra.

—¡Kacchan!— El rubio caminó rápidamente, entrando a la habitación. Sonrió cálidamente al ver a su pareja acostado en el suelo.—¿Me ayudas a pararme? Quería levantar un calcetín...

—¿Por qué no me llamaste?— El rubio ayudó a que se parara, abrazándolo suavemente. Levantó el pequeño calcetín que le caía en la palma de su manito.

Sostuvo su rostro entre sus manos, acariciando con sus pulgares las mejillas decoradas con pecas suavemente.

—...¿Estabas llorando?— Izuku negó, intentando ignorar la mirada del rubio.— Ven, a la sala... hay que decidir.

* * *

Izuku agarraba por comodidad el brazo de Katsuki, quien buscaba por internet artículos sobre porqué inducir el parto.

—Izuku, tú quieres inducirlo... yo creo que no deberías. Si lo induces, mi amor, va a ser más doloroso y durará más el proceso.

—Son las mismas 12 horas que pasaríamos en casa con las contracciones. La diferencia es que será en el hospital, ahí dice que puedo moverme, comer, puede estar la familia, ir al baño...

—¿Por qué quieres hacerlo, Izuku...?— Katsuki preguntó, acariciando suavemente las mejillas de Izuku con una mano, y con la otra acariciaba su vientre.

—...¡¿Tú no tienes ganas de tener al cachorro entre tus manos?! Mira, he estado con todos los síntomas, hormonas, peso de mi barriga pensando que hace cuatro días ya lo hubiera tenido en mis brazos...

Katsuki cerró la laptop, girando completamente para ver a su pareja. Acunó su rostro con sus dos manos.

—Estoy cansado, y no quiero hacer absolutamente nada, porque tampoco puedo hacer nada de lo que hacía antes, ¿Verdad?... Quiero que todo mi cariño y atención vaya a esa criatura... ¡El tiempo pasa muy lento! Me siento cargando este cachorro como 2 años ya... Entiendes lo que siento, ¿Verdad?

—Sí...— El rubio asintió, abrazando suavemente al omega. —... ¿Para ti fue muy lento? Para mí fue extremadamente rápido... Recuerdo que hace unos meses, estábamos completamente apurados para ordenar la habitación. Estábamos... tan nerviosos. El tiempo para mí fue muy rápido, pero te entiendo completamente... y respeto tu decisión.

Izuku sonrió y se acercó, acariciándole el rostro, suavemente, acercando sus labios y uniendolos en un suave beso. Fue largo y dulce, y los hizo sentir cómo si fueran la única pareja en el mundo. Se separaron, mirándose a los ojos enamorados.

—¿Estás listo...?

—Sí...

* * *

Una enfermera entra a su primer turno en la clínica, caminando alegremente hacia la sala de recién nacidos. Detuvo su marcha al observar la sala de espera, llena de héroes reconocidos.

—Que en paz descanse, la vida del agresivo e irascible Sr. Bakugo...— Red Riot, Chargebolt y Pinky, riéndose, mientras que Shoto sonreía debido al "pequeño funeral" de ellos.

La matrona con su uniforme rojo, entró a la habitación, mirando a la pareja de padres en la puerta. Esos héroes, reconocidos mundialmente, ahora están ahí en la habitación, una pareja común y corriente admirando a su bebé recién nacido. La matrona entra en la habitación y saluda a la pareja con cordialidad.

—Es igual a ti, Izu...— Katsuki susurraba, sonriendo algo orgulloso.—

—Que mentiroso, es rubio... y duerme igual que tú.— La pareja río, no despegando su mirada. —Mi pequeño héroe...

La matrona movió la cuna, donde pudo leer la identificación del cachorro.

Acta de Nacimiento

Nombre: Hiro Bakugo

Fecha y Hora de nacimiento: 19 de octubre ; 07:48

Lugar de nacimiento: Musutafu, Japón 

* * *

¡Hola, hola! 

Este no es el final, perdón por tardar mucho... Ojalá les haya gustado, no salió tan bien como esperaba, pero bueno...

Quiero contar que a finales de este mes, ¡voy a hacer una pasantía estudiantil como matrona! Estoy muy emocionada, así que quizás haya un capítulo sobre cómo será. 

Ojalá que les haya gustado aunque sea un poquito. No la he pasado tan bien, pero quería ya hacer el final. Me encantan sus comentarios, por si acaso...

Si hay algún error, duda o idea; o cualquier comentario, ¡no duden en escribirlo! Y eso, 

Adieu!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top