Capítulo 6: Libertad

Narra As

A la pelirroja parece que le gusto el apellido que le di, ya que está sonriendo, pero esa sonrisa ya la he visto en algún lado. Ahora que recuerdo viví una situación similar hace muchísimos años.

Inicio Flashback

No me espere esto, tanta tristeza e ira almacenada en un solo lugar, esto es problemático, si llega a empeorar esto llamará la atención de varios demonios, y los humanos no están preparados para enfrentarse a ellos.

Me acerque a la pared del lado sur del castillo, y convirtiéndome en sombras la atravesé y pude entrar. Comencé a seguir el rastro de energía negativa, estuve andando por varios minutos hasta llegar a una especie de calabozo.

As: Eres tú la responsable. Dije acercándome a una celda en específico.

Mujer: ¿Quién eres, y qué haces aquí?, pregunto con un poco de ira, una mujer de cabello largo color escaleta, ojos marrones, su piel es clara pero se está convirtiendo en escamas, a la vez que tiene un par de alas en su espalda de color rojo.

As: ¿Por qué estás aquí?, la verdad es que no me interese tanto, pero aunque vengan demonios de bajo rango no quiero pelear.

Mujer: ¿Acaso te estas burlando de mí?, dijo molesta.

As: ¿Tengo un tono de burla para ti?, dije calmado.

Mujer: Pues entonces eres ciego, que acaso no vez mi condición. Dijo seria.

As: Solo por eso, hay cosas o seres peores en las noches. Dije quitándome mi capucha.

Mujer: Eres el demonio de las leyendas. Dijo sorprendida.

Yo me acerque a los barrotes y los arranque uno por uno hasta dejar vía libre. Me pare al frente de la pelirroja y me dispuse a destruir sus cadenas, algo que la dejo desconcertada, ya que un demonio la está liberando.

Mujer: ¿Por qué me ayudas?

As: El encerrarte por tu apariencia es algo absurdo. Dije sin mucha importancia.

De un momento a otro un grupo de caballeros nos rodearon, la pelirroja se tensó ya que quien lidera al grupo parece ser un conocido. El grupo nos apuntó con sus armas, yo solo me pare en frente de la mujer, algo que no vio venir.

Hombre: Parece que entre monstruos se llevan bien. Dijo serio.

As: El encarcelar y torturar a una mujer embarazada deja mucho que desear. Dije aburrido.

As: Y se supone que el demonio soy yo, hay veces que los humanos me sorprenden. Mencione en un tono carente de cualquier emoción.

Hombre: Te eliminaremos maldito demonio.

La mujer desprende un fuerte instinto asesino, parece lista para pelear, pero yo no tengo ese deseo. Tome del antebrazo izquierdo a la pelirroja, a los pocos segundos fuimos rodeados por mis llamas azules y nos retiramos del lugar.

Parece que nos alejamos mucho del castillo, es una buena noticia, cuando estuve dispuesto a retirarme, me sujetaron de la mano. Al voltear vi a la pelirroja con un rostro de determinación a pesar de su condición.

Mujer: ¿Por qué me ayudaste?

As: Creí haberte lo dicho. Dijo suspirando.

Mujer: No me refiero a eso dime la verdadera razón. Dijo decidida.

As: No lo sé, solo quise hacerlo. Dijo mirando al cielo, que lentamente comienza a oscurecer.

Me quede con ella hablando durante casi tres horas, me conto sobre todo el porqué de su condición, aunque sé que se trata de una maldición tan solo al verla, sus amigos, la guerra, y la traición de aquellos a que se sacrificó por proteger.

As: Hemos hablado por horas pero no nos presentamos formalmente. Dije mirándole a los ojos.

As: Soy As.

Mujer: Mi nombre es Irene. Dijo con una pequeña sonrisa, ya que parece que hace mucho que no habla con alguien de sus problemas.

As: ¿No tienes apellido?

Irene: ¿Eso es algo muy importante?, dijo curiosa.

As: La verdad no lo sé, pero casi todos los humanos tienen uno.

Irene: ¿Y qué apellido debería tener?

As: Por lo que me contaste, ese dragón Belserion, era un gran amigo tuyo, creo que se me ocurrió una forma de que siempre lo recuerdes. Dije cruzado de brazos.

Irene: ¿Cómo?

As: Qué te parece que a partir de ahora te llamen como Irene Belserion. Dije sin mucha importancia.

Irene: Me encanta. Dijo con una cálida sonrisa.

Fin Flashback

Erza: Me encanta. Dijo con una tierna sonrisa.

As: Ya veo. Dije con una pequeña sonrisa.

Erza: ¿Qué ocurre, te de ves distraído?, dijo curiosa.

As: Es solo que me recordaste a una vieja conocida.

As: Pero ahora tenemos que sacarte de aquí, junto al resto. Dije calmado.

Erza: ¿Lo dices en serio?

As: No te había dicho que esa es mi misión.

La niña tomo mi mano, con mucho sigilo y precaución nos dirigimos a las celdas, tardamos alrededor de unos veinticinco minutos en llegar a las celdas. En el camino tuve que encargarme de algunos encapuchados, ya que el sigilo no parece ser el fuerte de la niña.

As: ¿Aquí están tus amigos?, dije tranquilo.

Erza: Si.

Me acerque a la puerta de la celda y la arranque, haciendo el menor ruido posible. Una vez dentro de la misma la gente comenzó a alejarse de mí, una reacción muy normal, mientras que la niña se reúne con sus amigos.

Erza les hablo sobre mí a los prisioneros, les dijo que soy un agente del consejo y que vine para sacarlos de aquí. Me cuesta creer que una simple niña pueda transformar la desesperación de estas personas en radiante esperanza. Pero las alarmas de la torre comenzaron a sonar, parece que ya me descubrieron, esto aunque no lo parezca me facilita mucho más las cosas.

As: Es por salir el sol, yo distraeré a los hombres encapuchados, ustedes aprovechen para escapar. Dije aburrido.

Erza: Pero tú solo no pu...

En la celda entraron tres hombres con túnicas, con armas mágicas a su disposición, siendo totalmente sinceros, espero que sirvan para estirar los músculos. Invoque mis dos armas, con la de mi mano derecha, le dispare al encapuchado de la izquierda en la cabeza, mientras que con la otra le di un disparo en ambas piernas al de la derecha, para que en menos de un segundo apareciera frente al hombre del medio y lo decapitara.

As: No te preocupes niña, yo me encargo. Dije retirandome de la celda.

Narra Autor

Los prisioneros comenzaron a salir de sus celdas y comenzaron a recorrer un camino de cadáveres, ya que nuestro protagonista tal como dijo distraerá a los encapuchados para que todos puedan escapar.

Piso por piso todos fueron liberados, tomaron las armas y salieron en busca de su libertad, una batalla entre opresores y esclavos estalló. Una gran explosión de llamas azules se hizo presente en la batalla, de ella salió As con una cara que solo expresa aburrimiento.

As: Parece que me equivoque. Dijo saltando a la masacre.

El agente del consejo no muestra y una pizca de piedad o misericordia con los hombres con túnicas negras. As dispara a los que pueden ser una molestia para que los prisioneros escapen debido a sus armas de larga distancia.

Pero nuestro protagonista no solo demuestra una magnífica destreza con las armas de fuego, sino que también posee un excelente dominio del arte de la espada, al utilizar sus armas como espadas dobles, desmembrando a todo aquel que tenga el deseo de morir por sus manos.

As: Parece que la niña necesita una mano. Dijo esquivando una estocada de un encapuchado, para al instante volarle la cabeza de un disparo.

El demonio se dirigió rápidamente a la otra punta de la isla en donde, vio a un anciano que con todas su fuerzas está dispuesto a recibir múltiples ataques, con el fin de proteger a Erza, quien no sabe qué hacer.

As presencio como el anciano murió protegiendo a la niña, a la vez de ver como Erza despertó su magia, algo que intrigo a nuestro protagonista ya que no es algo normal que una niña posea tanto poder mágico a esa edad.

As: Al igual que Ultear, eres sorprendente. Dijo apareciendo de la nada frente a ella.

Erza: E-El a-a-abuelo Rob. Dijo llorando.

As: Yo me encargo, no llores. Mencionó acariciando la cabeza de la niña para luego acercarse al cadáver del anciano.

El agente del consejo se arrodilló e invoco un pequeño frasco, del tamaño de su dedo meñique, que contiene una extraña sustancia blanca. As abre el frasco, y deja caer una pequeña gota en la boca del anciano.

Erza se sorprendió al ver el cuerpo de Rob, brillar para que luego se levante del suelo como si nada. El anciano está sorprendido, normal, ya que tendría que estar muerto, As solo se pone de pie y se trata de retirarse pero la niña lo detiene.

Erza: ¿Qué fue eso que le diste al abuelo Rob?, preguntó tratando de obtener información.

As: Sangre de Diosa. Dijo sin mucha importancia.

As: Oye anciano, llévate a Erza fuera de la isla. Mencionó volteando.

Erza: Aun no podemos irnos, tienen a Jellal, además no te dejare. Tomo la palabra con un tono que muestra lo decidida que se encuentra.

As: No te preocupes por mi niña, buscare a tu amigo. Dijo tranquilo.

Erza: Pero tienes que volver con nosotros. Mencionó sujetando la mano de nuestro protagonista quien solo suspira.

As: Cuando salve a tu amigo, regresare con ustedes. Dijo retirándose e ingresando nuevamente en la torre.

En otra zona de la torre, se puede ver a un niño de cabellera azul, con una extraña marca que pasa sobre su ojo. El niño se encuentra encadenado a un pilar, en frente suya, hay dos encapuchados, sus torturadores.

Jellal: "¿Dios quien lo necesita si nosotros estamos sufriendo por él?", dice en su cabeza.

Jellal: "No necesito un miserable Dios, lo odio, los odio, odio este maldito lugar".

???: "Vaya, pero que hermosas emociones negativas". Dijo una macabra y siniestra voz en su cabeza.

De un momento a otro, el niño de pelo azul, apareció en un paisaje completamente negro, delante de él, una masa de energía rojiza apareció de la nada y comenzó a tomar una silueta humanoide con un par de cuernos.

???: Vamos niño deléitame un poco más.

Jellal: ¿Quién eres?, preguntó temeroso a la silueta irreconocible.

???: Yo solo soy alguien que incluso los mismos Dioses temen. Dijo comenzando a reír a carcajadas.

Jellal: ¿Qué haces aquí?, dijo serio, aunque muy asustado.

???: Tu odio hacia esas personas, esa torre, si fue tu profundo odio lo que me permitió aparecer frente a ti. Al finalizar la frase tentáculos de energía rojiza comenzaron a sujetar al niño.

Jellal: ¿Qué haces suéltame?, suplicó.

???: Tu eres nuestro boleto de salida, siéntete halagado niño servirás a una gran causa, serás aquel que se encargue de liberar a todo el mundo. El niño lentamente comenzó a ser absorbido por la energía rojiza.

Jellal: Detente, por favor. Dijo luchando por liberarse.

???: No tengo el poder para estar en tu mundo gracias a él, pero eres mis nuevos ojos y oídos, vamos déjate llevar por la oscuridad, déjate controlar y dominar. Dijo con una gran sonrisa dentuda.

Jellal: Yo seré aquel, que traiga la verdadera libertad al mundo. Mencionó con una siniestra sonrisa.

???: Jejeje, los humanos son tan fáciles de controlar, tan sencillos de romper. Desapareció del oscuro lugar dejando solo al niño.

Jellal, al ver que se encuentra otra vez en este mundo podrido se enfureció, pero una temible sonrisa apareció en su rostro al ver a sus torturadores distraídos. Mientras que en la sombra del niño ya no se encuentra él, sino un ser humanoide con cuernos y que posee una gran sonrisa.

Regresando con nuestro protagonista, este está corriendo por la torre hasta que se detiene de golpe, algo muy inusual en él. El rostro de As por primera vez en muchos años demuestra suma seriedad, debido a que sintió la presencia de alguien que nunca espero que se manifestara nuevamente.

As: Esto es malo. Dijo comenzando a correr de nuevo en la dirección de donde sintió la presencia.

As: No puedo dejar que regresen, o será el fin de todo.

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Espero que les haya gustado el capitulo, si les gusto los invito a que voten y comenten.

Ayer subí el primer cap de una nueva historia, en conjunto de algunos miembros de la Demons Crew, en el universo de DxD.

Unos memes de la Crew:

(Este me duele y me quema PERDÓN :( Mew ) 

El link del Discord de la Demons Crew esta en mi perfil.

Gracias por darle una oportunidad a esta historia.

Se despide vuestro Dios Demonio.

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