Capítulo 1: Agente del Consejo

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Se puede ver a una hermosa mujer de unos veintitrés años de edad, de piel pálida, su cabello de color marrón, su ojo izquierdo es de color azul zafiro, pero su otro ojo está tapado por su flequillo, viste una camisa ajustada mangas cortas de color negro, que marca sus grandes atributos, una pollera corta negra con estampados de color rojo, que apenas llega a la mitad de sus muslos, tiene medias largas negras translúcidas, posee unas botas negras de tacón corto y por último posee una capa que en el centro de la espalda tiene el símbolo del consejo mágico.

A su lado hay alguien con una capa negra que cubre todo su cuerpo, mientras que no se puede ver su rostro gracias a una capucha. Ambos se encuentran caminando en el sendero de un bosque en medio de la noche.

Mujer: El pueblo no debe estar muy lejos. Dijo tratando de iniciar.

Mujer: Aun no entiendo por qué quisiste venir de noche. Pero su acompañante no le respondió.

Mujer: No es muy caballeroso, el ignorar a una dama como yo. Dijo con un pequeño tic en el ojo.

Mujer: Estoy tratando de iniciar una conversación. Grito cómicamente.

Mujer: Siempre es lo mismo contigo. Dijo suspirando.

???: ¿Si te invito una cena luego de la misión te callarás?, dijo el encapuchado con una voz fría.

Mujer: ¿Me estas invitando a una cita?, dijo pícaramente.

Mujer: ¿Luego que, me tomaras?, dijo sensualmente, a la vez que hace una pose.

???: Si así te callas, tomare el riesgo.

Mujer: Es muy divertido molestarte.

???: Lo que tú digas.

La pareja continuó su camino en silencio hasta llegar a un poblado, donde en la entrada del mismo se encuentra esperando un anciano de unos sesenta años aproximadamente.

Anciano: ¿Ustedes son los enviados del consejo?, dijo mirando la mujer y al encapuchado.

Mujer: Así es. Dijo dando un paso al frente.

Mujer: Déjeme presentarme, mi nombre es Ellen. Dijo con una mano en el pecho.

Mujer: Y él es mi amante As. Dijo señalando al encapuchado.

Anciano: Son pareja. Dijo algo dudoso.

As: Está bromeando, soy su compañero. Dijo fríamente el encapuchado.

Mujer: Eres muy aburrido. Dijo suspirando.

Mujer: Pero, fuera de juegos, venimos por la misión.

Anciano: Acompáñenme a mi casa, les diré todo los detalles. Dijo para luego voltear y entrar en el pueblo.

La pareja siguió al anciano hasta su hogar, y al entrar se sentaron en la sala principal donde el anciano se dispuso a explicarle el problema.

Anciano: Para empezar, soy el alcalde de este pueblo.

Anciano: Mi nombre es Ted.

Ted: Por varios años, unas extrañas criaturas han estado atacando al pueblo.

Ted: No sabemos bien que son, pero siempre atacan en la noche.

Ted: Y con cada ataque se llevan a una mujer y hombre del pueblo.

As: ¿Se llevaron a un familiar suyo, verdad?

Ellen: As no tienes que ser tan directo. Dijo seria.

Ted: Si se llevaron a mi nieta. Dijo con lágrimas en los ojos.

Ted: Es lo único que me queda de mi familia.

As se levantó de su asiento para sorpresa del anciano, pero no de su compañera, luego de trabajar tantos años juntos te acostumbras a esa forma de actuar.

As: ¿Hay alguna cueva cerca del pueblo?

Ted: La más cercana está un kilómetro al este.

Ellen: ¿Cuadra con tus sospechas?, dijo mirando a su compañero.

As: Si, andando. Su compañera se levantó de su asiento y siguió a su compañero.

Ted: Por favor salven a mi nieta. Dijo arrodillándose frente a los dos enviados del consejo.

As: No prometo nada. Dijo retirándose de la casa, dejando al anciano llorando.

Ellen: Daremos lo mejor para traerla de regreso. Dijo saliendo de la casa.

As y Ellen salieron del pueblo, y tomaron rumbo a la cueva, que les dijo el anciano. Estuvieron en silencio por unos minutos hasta que Ellen inició una conversación.

Ellen: ¿Por qué tuviste que ser tan duro con el anciano?, dijo con un tono triste.

As: Sabes que no puedo evitarlo.

As: Además que sabes perfectamente como soy.

Ellen: Tienes razón, pero eso no quita que puedas cambiar.

Ellen: O por lo menos fingir.

As: He intentado cambiar muchas veces pero no es posible.

As: Y soy muy mal actor.

Ellen: En eso podemos estar de acuerdo. Dijo riendo.

As: ¿Para burlarte de mí no estás triste verdad?

Ellen: Si, después de todo somos mejores amigos. Dijo sonriendo.

As: Lo que digas mocosa.

Luego de unos veinte minutos llegaron a la entrada de la cueva, y al ser de noche no ayuda mucho la falta de luz.

Ellen: ¿Están dentro?

As: No, están rodeándonos. Dijo mirando a los alrededores.

Elle: ¿Cuántos?, dijo seria, preparándose para la batalla.

As: Unos diez, relájate yo me encargo.

Ellen: Si tú quieres. Dijo aburrida mientras se mira las uñas.

De entre los árboles salieron diez criaturas, con apariencia de lobos, con la diferencia de que estos son de un mayor tamaño, sus ojos brillan de un color anaranjado, y con cada vez que abren la boca y cae saliva esta al entrar en contacto con el suelo demuestra que es ácido.

As se quitó su capa, dejando ver a un joven de unos veintidós años, de piel clara, su cabello es largo y de color blanco, sus ojos son azules con una rasgadura en medio, sus orejas son puntiagudas, tiene un cuerno que sale por encima de su oreja derecha, y viste unas extrañas prendas que combinan el color negro y azul.

En su mano derecha invoco una especie de arma que combina un arma de fuego con una espada corta.

As: ¿Quién quiere ser el primero?, dijo seriamente.

Una de las criaturas salto al ataque, pero As lo apuntó con su arma y de esta salió un pequeño rayo de energía azul que al impactar en su objetivo lo hizo explotar.

As: Siguiente.

Esta vez saltaron tres lobos a la vez, el peli blanco dio un gran salto esquivando a los tres, para luego soltar tres disparos y acabar con ellos a la vez.

Al caer de nuevo en el suelo, otra de esas criaturas quiso atacar por la espalda, As con su mano libre lo sujetó del cuello en el aire. La criatura intentó escapar del agarre pero a los pocos segundos fue devorada por unas llamas azules.

Mientras tanto Ellen se encuentra recostada en un árbol, mirando a su compañero jugar un poco, una de las criaturas se percató de ella y fue a atacar. La enviada del consejo extendió su mano derecha apuntando a la criatura y esta se quedó estática en el aire a centímetros de su mano.

As: ¿Tu magia del tiempo es única Ellen? Dijo disparando a la criatura.

Ellen: No es única, solo es una magia perdida que he perfeccionado. Dijo mirando a su compañero acabando con los lobos restantes.

Ellen: ¿Dónde cenaremos?, dijo con una sonrisa.

As: Puedo permitirme uno de los mejores restaurantes en Corcus. Dijo matando a la última criatura.

Ellen: Fantástico. Dijo acercándose a su compañero.

Ellen: Queda buscar a los desaparecidos.

As: Si.

Ambos entraron en la cueva, pero gracias a las llamas azules de As, pueden ver perfectamente. La pareja camino hasta encontrarse con una horrible imagen.

Ellen: ¿Qué demonios?, dijo al ver la situación de los desaparecidos.

As: Sabuesos del infierno. Dijo acercándose.

Ellen: ¿Qué?

As: Viste que su saliva era ácida. Dijo sin voltear y volviendo a invocar su extraña arma.

As: Ellos solo se alimentan de carne podrida.

Ellen: ¿Y qué tiene que ver eso con la condición de estas personas?, dijo al ver a hombres, mujeres y niños con parte de su cuerpo negras con marcas verdes.

As: Que estas personas se están pudriendo en vida.

Ellen: ¿no hay una forma de ayudarlos?, dijo triste.

As: Los humanos no tienen el poder para enfrentar a los demonios.

As: Y solo el poder divino puede curarlos. Dijo parándose frente a una niña.

As: Tú debes ser su nieta. Dijo viendo a una niña en la misma condición que los demás.

Ellen: ¿Qué harás?

As: Los libraré de su sufrimiento. Dijo para luego dispararle a la niña.

Ellen: Que sea rápido. Dijo volteando y retirándose de la cueva, mientras escucha los disparos.

Ambos se retiran de la cueva y regresan al pueblo para informar que la misión fue completada, pero que lamentablemente no hay ningún sobreviviente. Esto dejó al anciano y alcalde del pueblo destrozado por perder a su último familiar.

As y Ellen tomaron rumbo a E.R.A una de las muchas sedes del consejo, la razón tienen que dar el informe de su misión y la descripción de las criaturas.

(Imaginen que es de noche)

Al llegar entraron en la salas de reuniones, donde los esperaban las imágenes espirituales de los miembros del consejo.

Miembro 1: Informe.

Ellen: Acabamos con las criaturas que amenazaban el pueblo. Dijo seria.

Miembro 3: ¿Hubieron bajas en el pueblo?

Ellen: Si, siete hombres, cinco mujeres y ocho niños. Dijo mirando al suelo.

Miembro 2: ¿Sabemos que eran esas criaturas?

Ellen: Son demonios de muy bajo rango.

Miembro 5: ¿Demonios?

Miembro 7: ¿De los que fueron creados por Zeref?

Ellen: No

Miembro 6: ¿Sobrevivieron muestras?

As: No, elimine cualquier rastro. Tomó la palabra para disgusto de los miembros del consejo.

Miembro 2: No debiste eliminarlos por completo.

As: Sin ofender, sé muy bien a lo que lleva la ambición humana.

As: Y esto no es con algo con lo que deban jugar. Dijo serio.

Miembro 5 ¿Nos estás desafiando?, grito.

As: Creo que saben de sobra el alcance de mis habilidades.

Miembro 3: Tranquilos, que se puede esperar de un despreciable demonio. Dijo mirando con asco a As.

Ellen: En defensa de mi compañero, es gracias a él que el consejo funciona sin problemas.

Ellen: Ya que es As, quien se encarga de hacer el trabajo sucio por ustedes. Dijo seria.

Miembro 1: Solo eres su vigilante.

Miembro 1: Tu misión solo es informarnos de sus acciones.

Líder: Ya es suficiente.

Líder: Ustedes dos pueden retirarse.

Líder: Y recuerda demonio, mantente escondido en las sombras.

Ambos amigos se retiraron de la sala, As tiene una expresión estoica mientras que Ellen parece muy molesta.

Ellen: Esos malditos ancianos. Dijo con rabia.

Ellen: Solo les preocupa tener poder.

As: Cálmate o te saldrán arrugas. Dijo con una pequeña sonrisa.

As: Ademas humanos como ellos hay en cada siglo.

Ellen: No importa. Seria.

Ellen: ¿Quién se creen esos viejos para hablarte de esa manera?

Ellen: Tú no eres como esos demonios.

As: Pero antes si lo fui. Dijo mirando al suelo.

As: Tengo tanta sangre en mis manos que, un poco mas no se notaría.

Ellen: Tú ya no eres así. Dijo seriamente mientras sujeta el rostro de su compañero.

Ellen: Y te prometí cuando nos conocimos que te ayudaría a limpiar toda esa sangre. Dijo sonriendo.

As solo se alejó de ella y le dio la espalda, para luego ponerse su capucha, así escondiendo su rostro.

As: Hay cosas que no se pueden borrar. Dijo en voz baja.

As: Te dije que iríamos a cenar.

As: Apúrate o nos quedaremos sin comer.

Ellen: Tu solo comes por gusto, ni siquiera sientes hambre. Dijo con un puchero

Ambos se retiraron de la sede con unas runas de tele transportación. Al llegar a la ciudad, tal cual como lo prometió As fueron al restaurante más lujoso que se encuentra. Cosa que sorprendió a las personas que se encuentran en el local, ya que ven a una hermosa mujer comer junto a un extraño y tenebroso encapuchado.

Al terminar su comida ambos se retiraron a las afueras de la ciudad, ya que tienen una casa por los alrededores, y el por qué viven juntos, es debido a que Ellen debe vigilar todo el tiempo a As, e informar al consejo de cualquiera de sus movimientos, aunque sea muy a su pesar.

La noche se hizo cada vez más profunda, y Ellen se encuentra dormida plácidamente en su cama mientras que As se encuentra mirando el cielo estrellado.

As: Los verdaderos pecados no se pueden expirar.

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Este es el primer capitulo, espero que les haya gustado. Pido que le den una oportunidad a esta historia, que será más profunda que las otras.

Datos a saber de la historia:

-Será un harem de máximo tres, las tres de la portada, no voy a agregar o quitar a nadie.

- Posiblemente tengan muchas preguntas con respecto a nuestro protagonista As. No se alteren ya que explicare todo su pasado, lo que es y será más adelante.

- Habrá muertes de personajes: si

- Dato para esta historia como para todas las demás, nunca, nunca, nunca, pero nunca voy a juntar a Erza y Jellal, el por qué, porque no me gusta XD.

Dejando las cosas principales en claro se despide vuestro Dios Demonio, hasta el próximo capítulo. 

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