Capitulo 14 (Quitar Para Quitar)

-Surf- Llama tranquilo al otro, mirándolo a los ojos con un semblante serio y hostil a la vez.

-¿Dime?- Sonríe, pues al parecer el peliaguamarino no se aleja de su dulce muestra de atención.

-¿Por qué enromarte de alguien... Debe ser... Tan doloroso?- Pregunta, entrecerrando sus ojos, sintiendo una punzada en su pecho, por recordar ese rostro inocente que estuvo a poco de lastimar, pero sus deseos aún no se van.

Al escuchar esto, su mirada se endureció, su meuca se muestra con firmeza, es evidente desde luego esto... Pero no quiere dar muchas alertas de que esa pregunta causa también un terrible malestar en su ser.

-¿Amor no correspondido?- Le hace aquella pegunta, con sorna, intentando evitar mostrar que su sangre hierve, aun estando en tierras tan heladas, sin dejar de atraer al otro a su cuerpo.

-No sé si llamarlo amor sería correcto- Contesta, lanzando un suspiro, y al fin apartándose de ese agarre que tiene el pelirrojo con él. Su mano es libre, para cerrar sus ojos, abrirlos rápidamente y apreciar solo el ambiente gélido que se cuela por la venta cerrada.

-¿Por qué?- Ladea la cabeza, su sonrisa se nota como de enfado, celoso por esta conversión y curiosidad plena -¿Quién tiene a mi gran amigo, Camus... En esas condiciones?-

Aprieta su mandíbula, no quiere tener esta conversación con esta persona, a la cual se le nota a leguas que está interesado en él, es bastante obvio, como para que incluso Camus no lo note, pero... ¿Qué puede hacer ahora?

-Es un tema, que no me gustaría expresar...- Su diplomacia y serenidad se nota, mas por que debe ser cauteloso, no le gustaría terminar siendo objeto de burla o desprecio de parte de nadie.

Ya suficiente tiene con que su mejor amigo, tenga un horrible concepto de él...

-¿Por qué no?- Cuestiona nuevamente el otro, no se dará por vencido, hasta conocer la verdadera identidad de quien le está robando el amor de su vida.

No responde, por su mutismo selectivo, que solo usa cuando los temas le parecen poco interesantes o que no le beneficiarían en nada si dice una palabra, cruzado de brazos, dando la espalda al contrario.

Esto claramente no lo toma como una buena señal el Asgardiano, su ceño fruncido, la rabia de que alguien tenga así el corazón del mago de agua y hielo, no le parece correcto, se supone que solo él debería tener ese privilegio de amarse... Pero ya alguien se lo arrebató sin siquiera terminar de jugar.

Tiene una idea de quién puede ser el atrevido hombre que ronde la mente del peliaguamarino, si está en lo correcto, puede hacer que olvide a cualquier costo a ese sujeto, con sus besos, abrazos y mucho más...

Una mente retorcía, para una persona que confunde el amor con satisfacción propia y posesión.

-¿Qué fue lo que hizo ese estúpido de Milo?- Pregunta con un tono hostil manteniendo una postura imponente, sus ojo denotan furia, pero aún se controla de hacer una locura por sus celos ciegos.

Las violetas orbes, se abren de par en par, es una sorpresa furica, pues...

Odiaba en cierta forma, que solo intuyeran que porque Milo y él, fueran amigos de hace tiempo, que a fuerza deberían estar juntos...

Por lo menos en este mundo, ellos no estarían en pareja jamás...

El corazón del escorpión es del león dorado y el de Acuario, le pertenece a alguien que no debería ser.

-No hizo nada- Responde seco, sin dirigir la mirada penetrante que tiene en sus ojos, tragando saliva por la molestia ocasionada por este hecho.

- Entonces, ¿De quién se trata?- Sus pasos lo dirigen directamente hacia el Acuario, quiere saber todo ahora mismo, para destruirlo, no permitirá que nadie más aleje a quien ama.

-Surf- Al girarse se encuentra con la mirada fucsia oscuro, con una expresión encamarando el enojo evidente.

Aunque claramente esto no va a intimidar a Camus, solo lo logra incomodar levemente.

-Si no es Milo, ¿Quién?- Vuelve a repetir lo que desea ser respondido, acorralando al Acuario, contra esa ventana, y la pared contigua –Solo dime, quien es... Y puedo hacer que desparezca- Le propone con un coqueteo salvaje, sujetando ese mentón de forma descarada, demostrando sus intenciones evidentes.

Esas palabras de repente salieron, sin tener motivo o tal vez si...

No las va a tolerar... Reacciona mal, estaría fuera de su naturaleza, pero... El simple hecho de una amenaza de esa índole este planteada de por medio, contra su alumno...

Esa persona que no deberá estar en su mente, pero lo mantiene en su corazón.

No sería dañada en lo más mínimo, incluso si es una tortura para él, porque teme hacerle daño, profanar a alguien que debe proteger.

Con la cercanía de Surt, esto se le está volviendo complicado.

Aceptó esta misión para alejarse de ese terrible sentimiento, y aun así... No lo logra, pues este imbécil, esta desde luego cortejándolo, diciéndole cumplidos que no quiere, ni necesita.

-No es importante quien sea- Responde gélido en su tono, para de un empujón, abrirse paso, alejándose de ese acorralamiento...

Aunque no hubiera llevado su armadura, tiene la capacidad de ser fuerte por su cuenta, su apariencia gentil y civilizada, no significa que no sepa cómo defenderse de cualquier obstáculo que le estorbe.

Sonríe, conoce este jugueteó, la presa se hace la difícil, le gusta si es así... Pero igual no bajará la guardia, sin embargo no va a dejarlo tan tranquilo en esta estadía, solo que esta noche le daría espacio.

-Si no fuera importante, no actuarias de esa forma ¿No crees?- Habla de forma sínica, cruzado de brazos, mirando al otro, que da pasos suaves y elegantes hacia la salida de aquella habitación.

-Mi forma de actuar es la de siempre- Responde, deteniéndose a pocos centímetros de tocar el pomo de la puerta, su tono de voz es calmado y serio, decidido en sus convicciones –Surt, te voy a advertir algo-

-Mmh, ¿Qué cosa?- Le divierte esta forma de actuar, le agrada sin duda, pues es como Camus siempre ha sido al sentirse acorralado, no ha cambiado mucho.

-Independientemente que seamos amigos y de tus sentimientos... No pienso decirte nada de lo que me ocurre, eso solo corresponde a mí, y a nadie más- Habla apretando la mandíbula, furioso por las amenazas y su propia jaula mental –Desiste de preguntarme de cosas, de las cuales no te gustaría la respuesta- Sin más y con la advertencia hecha, que sin duda debe ser cordial aun, está en territorio enemigo, por un tratado de paz que se supone serviría para ambos ejércitos a fututo.

Abre aquella parte.

Entrecierra sus ojos el Asgardiano, mirando atento cada acción del peliaguamarino -¿A dónde vas?-

-Daré un paseo- Responde sin más, para cerrar detrás de él la puerta de la habitación que tendrá por su estadía en esas tierras.

Reconoce que Camus sigue siendo exactamente igual, cuando algo le molesta, tienden a huir... Su sonrisa maliciosa se vuelve a presentar, entiende que nada de esto será fácil.

Pero aun con eso, le agrada esa parte del peliaguamarino, esa actitud, esa forma de ser tan fría y distante que lo logro enamorar desde muchos años atrás... Nunca olvidó que podrían haber estado juntos...

Disfrutar de muchas cosas... No olvida que fue el mismo Acuario quién por un incidente le arrebató la vida a su hermana menor, pero... Eso no influenciaba a sus sentimientos...

No lo odia por eso... Aunque si le tuvo resentimiento por irse al ejecito de Atena, y aun así... Al verlo y aceptar formar parte del de él... Le dio a entender que su amistad podría continuar y algo más...

Sin embargo se fue abajo, cuando se dio cuenta que la invasión de escorpio fue demasiado fuerte... Para que la lealtad del peliaguamarino volviera a cambiar.

Le dolió que se volviera a ese ejército que los alejo...

Pero la vida le sonreía con una nueva oportunidad de estar juntos y a la vez se la arrebata, con que realmente alguien diferente este ocupando el lugar que cree suyo por derecho de antigüedad en el corazón de Acuario.

-Camus, no pienses que te alejaran de mi- Da unos cuantos pasos, justamente hacia lo que el acuario trajo consigo, para pasar estos días, al estar abierta aquella maleta... No fue muy difícil encontrar alguna prenda que le gustara, para de forma descarada olerla, deseando sentir el sutil aroma del frio dulce que despide quien ama –Si no es ese imbécil, descubriré quien es... Y lo quitaré de nuestro camino.

Sentencia su plan, de una u otra forma, descubrirá la menara de que Acuario le pertenezca... Puede ser por sentimientos que logro desarrollar por él, o porque no quiere que nadie más logre acercase.

Al fin de cuentas, le debe la muerte de alguien preciado.

---Sala patriarcal---

Tocándose las cienes, sentado en el trono del patriarca, sintiendo que de plano existe algo muy difícil de entender de los Acuarios.

Pues, justamente delante de su vista está el alumno de Camus, con algunos golpes y heridas sangrentes, que ya están secas.

Haciendo la típica reverencia que todo caballero sin importar el rango debe hacer ante la imponente presencia del peliverde, de una mirada rosada.

Sin contar que a lado de este rubio, se encuentra la armadura de Acuario, guardada en la pandora Box.

Evidente es el hecho de este cosmos inquietante que despide el cisne en estos momentos, que no puede levantar siquiera la mirada desafiante que lo caracteriza.

Usualmente el patriarca no se mete en dar regaños a los alumnos de los dorados, ya que sus maestro deben ocuparse de eso, pero... Al no estar el de este, habiendo ocasionado un buen espectáculo al momento del entrenamiento vespertino.

Lanza un suspiro cansado, mirando al niño delante -¿Tienes algo que decir?- Su tono serio, impone el gran respeto que se le intuye.

Sigue sin levantar la mirada, esta adolorido, tanto fisca, como emocionalmente y lo que menos quería, era estar ante una audiencia de castigo ante el patriarca.

Avergonzado por su comportamiento pero no arrepentido... No dice nada, solo sigue con la mirada abajo.

-Hyoga- Llama nuevamente con firmeza, para ponerse de pie –De los caballeros de bronce, tu junto con Shiryu, son de los más sensatos o eso creí, ¿Qué está sucediéndote?- Le habla serio, quiere repuesta del por qué ahora los Acuarios, que siempre tenían una forma de actuar un poco más seria y prudente en comparación a otros, están actuando tan diferente –Primero, estuviste en un bar hace unas noches, cuando sabes que aun eres menor de edad y no tolero esos comportamientos ni siquiera de los mayores, en segundo, tu cosmos está demasiado alterado también, ¿Qué es lo que está pasándote?- Alza el tono, sin gritar, pero si demostrando su firmeza y enojo en esto.

-Lo lamento- Es lo único que alcanza a decir, sin levantar su vista, apenado por encontrarse en esta situación.

-¿Crees que con un "Lo siento" pasare esto?- No se acerca, pero si mantiene su contacto visual con el ruso –Fuera de lo que mencione, cosas de las que tu maestro debería ocuparse, pero ahora cuando no está. Decides que en el entrenamiento, ¡¡¡QUE SOLO DEBIERAS HACERLO DE FORMA ADECUADA, NO AL GRADO DE CASI MATARSE!!!- Alza la voz en esta, pues el Cisne, tuvo la imprudencia de con quienes entrenaba, a Jabu le congelo sus extremidades, una clara señal de descontrol en su cosmos por los sentimientos a flor de piel.

Aprieta sus labios, sabe que no tiene perdón de lo que hizo, Jabu no tiene la culpa de sus males, pero si... Alguien más.

-¡¡¡POR POCO TU COSMOS Y TUS ATAQUES FUERA DE CONTROL, OCASIONA QUE VARIOS ASPIRANTES A APRENDICES, TERMINARAN GRAVEMENTE HERIDOS, POR NO DECIR MUERTOS!!!- Cruzado de brazos, imponiendo su enojo desde el principio.

Quiere entender desde luego que ocurre con Hyoga y con Camus, pero no puede dejar pasar esta forma tan descuidada de ser, cuando... Se supone que ellos ya están en un nivel diferente de responsabilidad, que no tendrían problemas de esa índole, tal vez algunas rebeldías, pero... Un descontrol de ataques es un tema aparte...

-No fue mi intención.- Habla firme, apretando los puños, ver el rostro de esos niños asustados por su culpa, sí que no le agrado nada... Cuando al fin dejo de estar furioso, al ver lo que provoco, no se lo ha perdonado...

-¡¡¡SIN CONTAR QUE ENCERRASTE A MILO EN UN ATAÚD DE HIELO!!! ¡¡¡Y QUE CUANDO LOGRO SALIR, LO SEGUÍAS ATACANDO SIN IMPORTANTE QUE OTROS TE INTENTARAN DE DETENER!!!- La reprimenda va por varias cosas, no dejara ir a Hyoga tan fácilmente -¡¡¡¿ME PUEDES EXPLICAR POR QUÉ LO ATACASTE CON TANTA SAÑA?!!!-

El nombre que no desea escuchar, el odio y la sangre hirviendo, fuera de control se podría poner...

No va a derramar lágrimas de impotencia ante el patriarca, pero... Desearía haber acabado con Escorpio, cuando tuvo la oportunidad, aunque si lo hubiera hecho, el castigo habría sido peor.

No pensaba con claridad, estaba enojado, celoso, molesto, por las palabras que Jabu dedico, por que este le arrebato el amor de alguien...

Creerse utilizado, cuando su amor es sinceró, cuando solo quería ser visto por Camus como hombre y no como un alumno, que ya perdió ese respeto de solo ver al peliaguamarino ya no como una figura de autoridad simplemente.

-Fue un accidente- Lo que dice, cuando es claramente mentira.

-¡¡¡NO, NO LO FUE!!! ¡¡¡Y TÚ LO SABES PERFECTAMENTE!!!- Le recalca al Cisne, mostrándose imponente en sus palabras -¿Qué es lo que te sucede?- Le pregunta con su mayor autoridad –Y no te iras de aquí hasta que me lo digas- Sentencia sin más, por ahora no puede hacerle la pregunta al Acuario, pero si se lo hará al rubio que está delante, necesita una pista.

Esto no es normal en ninguno de los dos.

No levanta aun su mirada, sin embargo su tono comienza a cambiar, un poco firme en cuestión de intentar hablar delante de la máxima autoridad del santuario.

-No sucede nada- Replica, aunque su corazón le duele al decir algo referente a su padecimiento.

-No me engañas, se nota que algo muy complicado está pasando- Relaja su semblante, sabe que con estos niños de ahora es difícil mantenerse firme, cuando les da algo de nostalgia, que así debió haber sido cuando los dorados fueron adolecentes.

En cierta forma, debía verse como el abuelo regañón sin duda ante los de bronce, pero... Su autoridad no se debe faltarse nunca.

De nuevo no responde, solo se mantiene con la reverencia, rodillas flexionadas, una de apoyo y otra en el suelo, sin levantar la vista por nada del mundo.

-Escucha, no está tu maestro para ayudarte en lo que sea que te pase, pero... Estoy yo- Un poco de compasión no está de más a veces –Si algo que te está pasando, puedes confiar en mí. Te escucharé y te ayudaré a encontrar una solución, solo... Deja de hacer tonterías, y hablemos como adultos ¿Si?- No se librará del castigo el Ruso, pero... Quiere ayudar, hacer algo para que no sufra más de la cuenta, por lo que sea que está pasándole.

Emocionalmente, Hyoga no está bien... No puede aceptar ayuda de nadie cuando siente que sus sentimientos son atroces también...

Meter en problemas a su maestro... Es lo único que lograría, piensa detenidamente cada palabra del pontífice.

Llega de inmediato a la conclusión que eso no pasara, decirle lo que sucede, el ¿Por qué hizo lo que ha hecho?, ¿El por qué ataco a Milo?, ¿El por qué sus emociones están tan alteradas...?

Cada cosa que piensa, solo lo lleva a recordar esa noche que debió continuar, pero... Que no fue así, ya que su maestro, está interesado en alguien más... Sin importar que haga lo que se diga, es lo que el rubio Ruso cree.

Su mirada se oculta detrás de su cabello que caer por su rostro, con una voz desquebrajada, para decir lo siguiente –Nadie puede ayudarme...-

-Hyoga, eso no es verdad...- Quiere acercarse, darle un poco de ayuda al cisne, pues le da mucha pena ese semblante tan triste y desolado, notando solo sufrimiento que ocasionó acciones negativas.

Y aun con buenas intenciones, no siquiera será reciprocó.

-¡¡¡NADIE LO PUEDE HACER!!!- Levanta la voz de golpe, una falta de respeto ante el peliverde, y las al levantarse de golpe de la reverencia, para dejar ver sus lágrimas cayendo y su expresión de rabia en esos ojos azules, tan dolidos.

Los rosas se abren de par en par, confusos por esta reacción de golpe, notando como el frio del cosmos característico de quienes están destinados a Acuario se presenta.

-Hyoga, cálmate- Le habla firme, sin dejar ese rostro imponente, levantando su mano derecha, para intentar tranquilizar el Cisne.

Sabe lo que ha hecho, está reaccionando mal ante esto, nunca debió hacerlo...

Está cometiendo error, tras error, tras error... Y es algo que no puede hacer, se evidencia el mismo.

¿Cómo se va a controlar cuando todo su mundo se ha venido abajo?

Un sentimiento inocente y puro, se volvió un caos, por el hecho de que su maestro se fue, y cree que ha sido traicionado por este, al momento de no corresponderle como debió.

Su rostro descompuesto en dolor y tristeza, sus pasos se dirigen hacia atrás, mirando algo temeroso al patriarca...

No le da miedo por el castigo que reciba, sino por lo que llegara hacer para saber la verdad y con ellos, hacerle algún daño a su maestro.

Es un lio su mente, como lo es su estado físico...

La respiración agitada, las lágrimas brotando, temiendo haber cometido una peor estupidez...

Decide irse, no enfrentarse con el patriarca, pues con él no tendría de otra.

-¡¡¡ESPERA!!! ¡¡¡NO TIENES PERMITIDO SALIR!!!- Estando a nada de hacer un muro de cristal para justamente detener al rubio alguien o mejor dicho algo detiene la peliverde.

Poniéndose delante, pero no de forma de Pandora Box, sino que la misma armadura de Acuario se presenta en su forma compactada.

Sorprendiendo al anterior Aries, para que no realizará dicho ataque defensivo y así saber que está pasando con los acuarianos esta vez.

Lamentablemente se le fue su oportunidad esta vez.

Hyoga se fue, aludiendo las órdenes del pontífice.

El cual, mira atentó a la armadura que varias veces reparo, la que siempre se mantenía fría, pero hermosa...

Esa mirada rosa, no comprende por qué actúa así tan repentinamente.

-¿Qué sucede?- Con su habilidad para relacionarse con las armaduras, para entenderlas a otro nivel, y dirigirse a ella.

Un sonido sordo, como un tintineo... Solo se escucha para los ajenos a esa conversación, sin embargo, el patriarca logra entender lo que dice.

-¿Por qué lo dejas ir? Si sabes que algo tiene- Al parecer, la armadura solo le pide que no molesté al Cisne, pues esta con ciertos conflictos.

-Acuario, en ese caso, ¿Tú me dirás que les está pasando a tu portado y quien será su sucesor?- Se acerca a dicho material, indagando con la mirada rosa a cada detalle de la armadura, pues reconoce que también ella está siendo tocada por la perturbación de la constelación, como de Camus y Hyoga.

Solo desea conocer la verdad y ayudar a quiénes considera parte de su familia de corazón. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien, aquí algo adolorida... Es que retome algo el ejercicio, jajajajaja estoy cansada, pero hoy toma clases.

Wow... Aun no les tengo noticias sobre algo... Pero, puede que mañana o el viernes les cuenta algo terrones, que puede ser, que nos les guste mucho...

Jajjajajaja bueno, primero que nada.

La pregunta del día de hoy es...

¿Alguna vez han emparejado a los de bronce con algún dorado?

Yo... Pues con teste fanfic... Se nota que si, pero no es por voluntad propia, jajajaja ¿Verdad terrón de azúcar?

Es cuando un terrón quiere un regalo para su cumple y si su pareja no rompe mi ShaMu y DohIon... No ahí purrion jajajaja

Yo he empajolado a Aioria y Seiya, kiaaaaa... Pero diferencias de edades mínimos de dos años o que el pony este a poco de ser mayor de edad...

La neta, de trece no.

Muchas gracias mis terrones de azúcar por su apoyo, sus votos, comentarios y que sigan estando conmigo, se los agradezco tanto, jamas sabre como pagárselos, bueno con fanfic's ¿Que les parece?

Por favor terrones de azúcar, sigan cuidándose, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Los quiero mucho.

Ammu se va.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top