Capitulo 11 (Huir)

Mis terrones de azúcar, yo aquí publicando a esta hora, pues tuve un buen de cosas que hacer, ya que ando en un curso, jajajajaja como que hago miles de cosas y bueno, me salen bien la mayoría.

Pero ese no es el tema aquí, si no que a un terrón de azúcar esta cumpliendo años.

Feliciten al terrón de azúcar WiliamGSanchez, que hoy esta de cumpleaños, así que espero te agrade tu regalo, que lo veras mas de rato, puede que como a las ocho de la noche si no es ahorita.

En fin, disfruten la lectura.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-Eso no te incumbe- La respuesta tajante, sin siquiera ver a su invitado no deseado.

-¡¡¡CLARO QUE ME INCUMBE!!!- Cruza sus brazos, frunciendo el ceño -¡¡¡NI CREAS QUE TE ESCAPARAS DEL CASTIGO!!! ¡¡¡¿POR QUÉ DEBES IR AHORA MISMO!!!?-

-El patriarca necesita que alguien vaya a Asgard de forma inmediata, por un tema relacionado que Atena desea formar una benéfica alianza con el Dios Odín- Su respuesta es tranquila aunque oculta más verdad.

-Entonces, ¿Por qué no va Death Mask?- Su duda existente por cierta situación –Después de todo, la novia de ese cangrejo vive allí- Alza los brazos.

-No tengo por qué cuestionar las decisiones del patriarca, me lo ordeno y ya- Para este punto, gira el cuerpo en su totalidad, para enfrentarse a los ojos turquesas que lo aprecia con detenimiento.

-¿Acaso iras a ver a tu amigo ese, por el cual nos traicionaste?- Para este punto se nota el resentimiento que aún le tiene el peli cerúleo al de cabellos rojizos, demostrándolo en el ceño fruncido.

-¿Y sigues con eso?- La cara de Acuario se denota molesta, frunciendo el ceño, molestándole tanto esa maldita palabra con la cual siempre se refieren a él.

-Bueno, tú preferiste irte con él, diciendo que es tu amigo, lo de su hermana y por eso se lo debías- Típicos celos de un amigo que no le gusta compartir a sus allegados con otras personas que les caen mal –Yo también soy tu amigo y te dio igual-

-No empezaremos con esta discusión ahora- Toma su maleta, sin siquiera ver la Pandora box a un lado de su habitación –Debo irme ahora mismo- Su semblante puede lucir igual para todos, pero existen pequeñas diferencias en sí, su cara se nota más de angustia que de enfado o frialdad.

-¿No te llevaras tu armadura?- Confundido, pues era sin duda una obligación llevarla consigo en las misiones que se realicen. Esto ya está alarmando al peli cerúleo.

-Para establecer una posible alianza, debo ir sin la armadura- Suspira, sin siquiera preocuparse por este punto, ya que confía en que sin ella bien pude pelear, y si la necesita puede llamarla sin importar la lejanía.

-Esto es muy extraño- Se cuestiona para sí mismo –Además...- Mira detenidamente a su amigo parado delante de él –Tu luces también algo... Diferente, preocupado...- Se acerca para invadir el espacio personal del peliaguamarino, apreciándolo mucho mejor.

Levemente se siente atrapado, pues de todos en el mundo, es mucho más difícil ocultarle algo a Escorpio su mejor amigo, que desde siempre han estado juntos con una amistad tan estrecha que es difícil destruir.

-No tengo tiempo para tus tonterías- Da unos pasos al frente, empujando con brusquedad al octavo guardián –Ya cumpliré mi castigo después...- No se detiene, desea ponerse en camino lo antes posible.

Sale de su habitación, dándole igual que Milo se quede allí, total sabe que saldrá para seguirlo y continuar molestándolo, hasta que le diga algo más.

-¡¡¡OYE!!!- Y dicho y hecho, apenas reacciona a que ha sido empujado, y que su amigo se está yendo ya, sus pies se mueven para seguirlo e intentar interceptarlo en el pasillo o sala del templo -¡¡¡CAMUS!!! ¡¡¡¿QUÉ TE ESTÁ PASANDO?!!!-

No responde, no quiere hacer caso temiendo que cada segundo que tarde, dará solo la confrontación de él con su amado discípulo, sabiendo que contra esa mirada azul y cabellos como el sol que se ve cada cierto tiempo en el frio, es una de sus debilidades y no puede hacer mucho.

Claramente Escorpio no cuestionaría una orden del patriarca y más si viene desde la misma Atena, pero, le toma muy de raro que Camus este tan extraño, mostrándose más indiferente de lo usual.

Al menos habría dicho algo más, sabe que siempre han tenido la confianza de hablar un poco antes de la misión, si es buena, agradable o rápida, algo que tenían solo por costumbre y hacían ya por inercia, pero ni siquiera lo ha pensado el peliaguamarino cuando tiene otras preocupaciones más serias en mente.

Sin más y ya dándose una idea al momento de volver a pensar en los sentimientos del onceavo guardián.

Cree saber que sucede más allá de solo una misión, que parece ser una gran oportunidad para alejarse de algo que no quiere enfrentar.

Antes de siquiera salga de Acuario, Milo se pone ante él, con la mirada seria y curiosidad que el peli cerúleo posee, analizándolo de arriba abajo al otro.

-Bien, hielera con patas, algo tienes, y me lo vas a contar ahora- Sonríe triunfante, es un don natural el lograr reconocer los estados de ánimo de este hombre, cosa que es difícil para casi todos.

El que se interpusiera no lo inmuto, ya lo esperaba, conociendo lo imprudente que es este caballero, pero un tanto las palabras dedicadas a su persona.

-¿De que estas hablando?- Le cuestiona sin rodeos, apenas si prestándole atención, para alzar una de sus cejas y querer reanudar su andar.

-A no- Apenas si ve que lo quieren rodear, se vuelva a poner en medio de la salida y su amigo –Creo que esta misión es sospechosa, pero... No soy quién para cuestionar las ordenes de nuestra Diosa y del patriarca, pero... Esta demasiado conveniente para ti a mi parecer-

-¿Disculpa?- Mira atento al otro, ya con algo de molestia.

¿Tan evidente es cuando le pasa algo?

-Tu preocupación tiene pies, manos, nombre y cabellos rubios, además de tener dieciséis años- Ladea su cabeza, sonriente, habiendo dado según él en el clavo -¿Me equivoco acaso?-

Apenas frunce el ceño levemente, clara señal que está dando en el blanco, pero no va a decir nada.

-Para de decir eso- Le ordena el escorpión con su voz más gélida y tranquiliza posible, queriendo de nuevo apartarlo de una maldita vez.

-No es bueno huir de tus problemas, solo los hará más grande- Se coloca de nueva cuenta de frente, para sujetarlo de los brazos -¿Hablaste con él acaso?- Intenta darle concejos a su amigo, pues no le agrada verlo sufrir tanto.

-Eso no te incumbe- Ya cansado, sus ojos violetas se notan fastidiados, al igual que su cosmos gélido que bajo sus pies está congelando levemente el suelo –Ya decide que esos sentimientos no van a suceder-

-Oye, oye, oye- Llama con cierta cautela, pues sabe que esto ya podría ponerse peligroso –Tampoco te cierres así, solo inténtalo...- Puede sentir como el frio está recorriendo cerca de sus pies –Te digo que puedes llegar a tener una oportunidad, o puede que no...- Baja la cabeza, angustiado levemente, pensando en que más decir –Sé que es complicado, y algo difícil...-

Sujeta ambas muñecas del escorpión, ya habiendo dejado su maleta a un lado en el suelo, para con toda la fuerza posible sin romperle ningún hueso, alejarlas de su persona es solo su meta.

-¡¡¡YA, DÉJAME TRANQUILO!!! ¡¡¡Y OLVIDA LO QUE HE DICHO ANTES!!!- Sus ojos proyectan una enorme furia en su ser, pues la desesperación la angustia, la maldita culpa por haber besado los labios de su inocente alumno, haberlo tocado de formas imprudentes, es toda la furia que lleva en su ser contra el mismo -¡¡¡ESO JAMÁS OCURRIRÁ!!!-

Demasiado evidente, por más que alguien calmado, frio y calculador trate de ocultar lo que realmente le ocurre, existe un punto en donde explota, y claro que Camus lo está haciendo más seguido, pues ha cometido error, tras error... Solo quiere una rápida salida, para despejar su mente.

-¿Por qué no?- Le pregunta, ya curioso.

Solo se fija detenidamente en el contrario, para fruncir el ceño y no responder, no quiere seguir en ese lugar, así que prefiere mantener silencio y querer volver a tomar su maleta.

-¿Cómo lo sabes?- Cuestiona con cierta rapidez, para sorprenderse de golpe -¿Acaso algo ha pasado?-

Apenas tomar el sujetador por donde levanta la maleta de tonalidad gris la aprieta, al igual que su mandíbula de igual forma, es demasiado que procesar y aceptar en menos de veinticuatro horas.

Ver esta reacción en Acuario solo le conforma sus sospechas, pero lejos de molestarse por la diferencia de edades y que se trata de un maestro y alumno, siempre ha dado el apoyo al otro de manera sincera, dedicándole una sonrisa, emocionado, pero con cierta duda.

-Oye, eso es bueno... O... ¿Acaso te rechazo?- Su mente es dispersa, puede primero pensar en algo y después su pensar ir a otro punto de forma repentina.

-Eso habría querido...- Murmura esto, apenas si siendo audible, pues la culpa de casi haber profanado a su alumno, aunque lo toco de más... Beso de más, no puede aceptar que casi se volviera un maldito animal por sus propis instintos.

-¿Cómo?- Paras los finos oídos del peli ciruelo, se logró entender lo que Camus menciono, no entiendo a qué se refiere, poniendo una cara de curiosidad y molestia a la misma vez -¿Paso algo malo?- Se acerca con mayor cuidado, pues el frio se incrementa y esta es otra señal de que es un tema más complicado que antes –Camus, ¿Qué ocurrió?-

La voz de Milo fue directamente a una más gruesa, y un rostro de preocupación, no sabiendo descifrar si es para Acuario o Hyoga.

Ver esa expresión en Milo, esa misma que denota algo de malestar ante sus ojos, como si estuviera viendo a alguien diferente a quién es Camus.

La interpretación de cada quien es subjetiva, a veces no quiere decir lo mismo que el otro proyecta, por eso... Cree que la mirada del peli cerúleo significa que lo ve como un monstruo, uno que está haciendo cosas profanas, malas contra aún menor.

Y de hecho, lo hizo en cierta forma, aunque Hyoga consintiera... No debió haber hecho siquiera caso, bajo la influencia del alcohol la gente hace cosas tontas, estúpidas, creyendo que no tendrá consecuencias al día siguiente.

No quería ser visto de esa forma, ya suficiente tiene con que aún lo tachen de traidor con los años pasados, sin tomar en cuenta que otros también participaron, además... Como para que lo vean como un monstruo lujurioso por desear de esa forma a su alumno...

Miedo también a que cuando se topara con Hyoga, este le digiera que lo de anoche fue solo un erro, que en verdad no siente nada de eso... Sería normal, después de todo, el rubio estaba ebrio, claramente diría estupideces que no sintiera, pero Camus estaba sobrio, así que sus palabas eran consientas y sinceras.

No soportaría un rechazo del ruso, por eso huía, aunque fuera un poco retrasar lo que creé inevitable.

-Nada- Responde ya con desesperación, ahora si exteriorizándola, apretando su mandíbula, para volver a irse.

-¡¡¡¿CÓMO QUE NADA?!!!- Corta el camino, para sujetar de nueva cuenta los hombros del otro, pero con un empujón fuerte -¡¡¡¿DIME QUE PASO?!!! ¡¡¡HYOGA ACEPTO TUS SENTIMIENTOS!!!- No sabe cómo reaccionar en sí, pues el rostro del otro solo le demuestra malas noticias –Si es así, no deberías irte, al contrario quedarte y hacer que su relación funcione-

-Basta...- Le responde con cierta molestia contenida.

-No, hablo en serio... No te vayas, si quieres puedo ir en tu lugar- Pensativo –Obviamente mi gatito no iría, pues allí esta esa tal Lyfia y no la quiero cerca de él- Recuerda brevemente que la peli azul sin duda se interesó en el León dorado.

Y bueno si Milo es celoso con sus amigos, uno se debe imaginar cómo será con su pareja.

Baja la mirada, su templo se está congelando rápidamente, su corazón esta agobiado, su mente revuelta por el recordatorio de su mayor estupidez, y ahora con este que no lo deja solo.

No está pensando con tranquilidad, no está estable ahora... Su condición es sin duda mala para mantener la calma.

-Si la persona que amas, te ha dicho que te corresponde, pues es la única manera que dijeras, "Hubierais querido que te rechazara", pero...- Confundido nuevamente, mirando hacia arriba como si encontrará la respuesta -¿Por qué sería malo? Solo ignoren lo que digan los demás, sabes que tienes mi apoyo y Aioria igual apoyara, claro cuando le cuente- Asume de inmediato que puede ser la falta de confianza y demostración de afecto que hace que Acuario huya.

Pues para Milo, Camus puede ser alguien serio, amargado y frio a su consideración, pero que tiene un enorme corazón que demuestra cariño y amor a su estilo, es respetuoso y jamás haría una tontería... Por lo cual, no se imagina que su amigo ha hecho más de lo que debería.

-Sabes, te debe dar igual lo que digan los demás- Sonríe con mayor confianza y solidaridad –Si te corresponde no lo tomes como algo malo, sino que es una gran fortuna- Palmea el hombro derecho de Acuario –No todos logran eso, así que...-

-Cállate...- Habla con su respiración ya agitada, apretando su mandíbula, con la mirada baja.

-¿Eh?- Confundido por el tono, le dicta que algo malo significa -¿Por qué? Solo te estoy dando mi apoyo, sabes que...-

-¡¡¡NO CONTARÍA CON TU APOYO SI SUPIERAS LO QUE LE HICE!!!!- Ya no ha aguantado más, un desastre sin duda en estos tiempos en el Acuariano, por todo lo contendió por estos años.

Levanta su cabeza, mostrando la furia de sus ojos, o mejor dicho culpa, ya ni él mismo se entiende.

-¿Qué?- Confuso por lo que escucha, no comprende que significa en si -¿Qué hiciste?- Da un paso hacia atrás, sorprendido por ese actuar.

-Anoche casi cometo una estupidez... Por eso debo irme, para que nada de eso ocurra- Solo dirá esto, ya ha hablado de más y se siente como un imbécil.

Le toma unos segundos al peli cerúleo procesar esto -¿Cometer... Una estupidez?- Esto solo le hace pensar que debe ser una broma, o una equivocación de sus propios oídos.

-Déjame ir... Es mejor para todos, y la seguridad de Hyoga- Avergonzado por no ser capaz de guardar silencio, pero es complicado ya a este punto.

-¡¡¡¿QUÉ LE HICISTE?!!!- Mira atento al otro, no creyendo lo que ha escuchado, pero frunciendo el ceño.

-No debes saberlo, pero... Déjame...- Aprovecha esta cercanía, para seguir yéndose, pero para este punto, el otro ya se siente con un gran enojo.

Pues una cosa es confesar sentimientos, y tal vez esperar a que él otro sea un adulto y puedan hacer lo que quieran, aunque sea un calenturiento piensa que no está bien hacer algo así.

Después de todo, tiene ahora un alumno, claramente jamás se enamoraría de él, es algo inevitable verlo como un hermano menor o alguien a quien cuidar, si Acuario ya ve diferente a Hyoga, no es algo que debe tomar a mal, pero si no esperar y dañarlo.

Sin pensarlo derriba al peliaguamarino, después de todo los dos tienen esa fuerza, Milo no puede comprender como es que este hombre ha hecho algo tan dañino, dando por hecho que fue eso que piensa.

-¡¡¡¿CÓMO PUDISTE?!!! ¡¡¡ES UN NIÑO!!!!- Sujeta por el cuello de la ropa al otro, estando sobre él, demostrándole desconformidad absoluta -¡¡¡CAMUS, NO DEBISTE HABERLO LASTIMADO!!! ¡¡¡¿QUÉ LE HICISTE?!!!-

Había dicho que lo apoyaría, y es verdad pero... No a que tomará al menor así como así, como un salvaje animal, eso no era digno, ni prudente.

-¡¡¡NO TE DIRÉ!!!- Sujeta con sus manos las muñecas del otro, mirándolo enfurecido, pero concuerda la culpa por sus acciones -¡¡¡POR ESO ME VOY, PARA NO SEGUIR COMETIENDO ESTUPIDECES!!!-

-¡¡¡NO!!! ¡¡¡AHORA HAZTE RESPONSABLE DE TUS ACTOS Y SENTIMIENTOS!!! ¡¡¡NO PERMITIRÉ QUE TE LARGUES!!!- Se encuentran ambos en una disputa verbal, que sin duda va a escalar a golpes.

Bueno lo seria, si no fuera...

Porque al estar de esta manera, denotando que sus cosmos se enfurecieron, llegando a ser percibido por algunos compañeros.

Sobre todo uno que ha estado buscando al Escorpio y justamente ha llegado a este punto.

Acompañado del alumno de este.

Ambos se quedan mirando estupefactos, aunque una mirada verde oscura se queda impresionado, logro escuchar las ultimas oraciones de cada uno, algo que no revelaría los sentimientos por el Cisne, pero si se puede mal interpretar.

El más joven solo se queda mudo ante lo que aprecia, también para él esto se puede decir de otras formas.

Pero rápidamente alguien carraspea para llamar la atención de los dos que están discutiendo en el suelo.

Por lo cual llama la atención de ambos y de paso del aprendiz del escorpión.

-Veo que estas muy ocupado Milo- Habla con un gran nivel de enojo, no solo en su rostro se demuestra.

-¿Gatito?- El enfado se le baja un tanto, pues al ver a su amado con esa expresión no le agrada en lo más mínimo.

-Sigue con lo que haces, no me interesa- Se da media vuelta, cerrando sus ojos, con una clara señal de enojo, su cosmos también lo demuestra, para acto seguido ir bajando los templos de la forma más rápida posible.

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡No!!! ¡¡¡Espera!!!- Sin importarle nada, se da cuenta que esto se puede malinterpretar se levanta de arriba del otro, para ir directamente a buscar a Aioria -¡¡¡GATITO!!! ¡¡¡NO ES LO QUE CREES!!!-

Jabu ve esto, y se queda algo consternado, pues conoce la relación de su maestro con el León dorado, pero... No se imaginaba algo así.

Mas por su naturaleza servicial, se acerca un poco al decimoprimero caballero -¿Necesita ayuda?-

Pero apenas si pronuncia estas palabras, ni tuvo tiempo de reaccionar, cuando siente como alguien lo sujeta fuertemente del cuello de su playera, para llevarlo a rastras –Van aquí, tú no te vas a quedar...- Se muerde la lengua, pues en cierta forma comprende que está siendo injusto con su amigo, pero... Su imprudencia gano.

-Pero... Maestro...- Intenta protestar, pero ni tiempo tiene, sigue siendo arrasado por Milo.

Pues ya tiene su plan, primero dejara a su alumno en escorpio y luego ira a arreglarse con Aioria, por eso se va a gran velocidad, sin duda su capacidad de alcanzar gran rapidez en pocos minutos ayuda a ambos, cuando quieren alejarse de alguien o encontrarlo.

Al final Camus se queda de nueva cuenta solo en su tempo, incorporándose levemente del suelo, dejando escapar un suspiro, aun sin perder el enojo en su rostro, para no dar mayor importancia y mejor tomar sus cosas.

No deberá perder más tiempo ahora.

Un instante solo mira el suelo, como lo ha congelado por su enfado, recodando los tiempos en Siberia, a lado de ambos niños... Y cuando se quedaron solo Hyoga y él...

Se pregunta ¿Cuándo cambiaron las cosas?

Dejando de verlo como su aprendiz y mirándolo como hombre.

La culpa recae, el enojo igual y la decisión ya tomada ahora.

-Es mejor así-

---Unas horas después---

El disculpó de Acuario ha vuelto, notando los leves rastros del hielo derretido en el templo, pareciéndole algo raro.

Pero no le interesa tanto ahora, estuvo pensando seriamente en sus sentimientos en lo ocurrido y con los concejos del peliverde, ha tomado la decisión de ser valiente.

Encarar a su maestro y confesarse apropiadamente, ayer... Lo recuerda vagamente, pero no olvida los besos, las caricias y ese rostro de Camus, por lo cual... Debe afrontar todo para que sean felices sin importa nada.

Dar opciones, quiere que funcione.

Sin embargo, por más que busca, intentando localizar el cosmos de su maestro, no lo logra hacer...

Al estar pasando tiempo en el bosque cercano al santuario, logro sentir el preciado cosmos del peliaguamarino, dándose cuenta que estaba en Acuario, pero aun temiendo en ir para confrontarlo.

Es normal que a veces los caballeros de cualquier rango oculten su cosmos, no es agradable que todos sepan donde se encuentran las veinticuatro horas del día.

Aun así, es confuso no verlo... Y claramente no se daría cuenta si se va.

Busca en los lugares de siempre, cocina, sala, el jardín trasero de entrenamiento privado, pero... Nada... No hay nadie...

El último lugar, el cual quiso evitar y donde al final no tuvo opción, el cuarto del mayor que tenía la puerta abierta, no lo pensó más y pidiendo permiso a viva voz, creyendo que lo encontraría dormido ya o algo así...

Se topa con la sorpresa primero de un ramo de flores en un estante, algo que no se esperaba y lo confundió, luego... Ver a la armadura en su pandora box, y por ultimo una nota dejada sobre la cama.

La tomo en ese instante sin pensarlo, para leerla rápidamente, pues ya le tomaba de raro.

Pero apenas, la leyó, comprendiendo las pocas palabras, se dejó caer de rodillas al suelo, con sus ojos azules como el mar abiertos como platos, derramando lágrimas, negando con su cabeza con pesadez.

-¿Por qué...? ¿Por qué hace esto?- No comprende del todo las acciones de su maestro, pero le da una idea...

Se ha derrumbado con poco, pero duele como si fuera uno de los peores golpes de la vida...

Ha perdido a muchas personas significativas en su vida, no puede seguir perdiendo a más.

"Si me alejo de ti, lograras aclarar tus dudas"

---Asgard----

El viento helado, la tormenta de nieve sin duda es algo que en estas tierras se están acostumbrado, el pan de cada día y la gente de aquí no le es un gran inconveniente... A veces...

Los pasos de un extranjero se marcan en la nieve, su semblante es tan frio como el lugar en cuestión, sin expresión, creyendo que está haciendo lo correcto.

A pocos metros de llegar a su destino.

Se encuentra a alguien conocido, que igual que él había muerto, pero volvió a revivir por caprichoso del Dios que sirve...

Una sonrisa le dedica, demostrando de ante mano sus intenciones, por ver a quien añoraba desde hace tiempo.

-Bienvenido, Camus.- Le sonríe, mostrándose ansioso a su manera por verlo –Me alegra volver a verte- Habla con un tono seductor, clara señal que sus intenciones no son de una amistad genuina. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro muy bien, aquí publicando el capitulo de este fic, que sin duda se ha puesto muy bueno, kiaaaaa...

El cabellos de menstruación ya tiene a Camus cerca con él, y Hyoga esta muy solito y triste por la notita que le dejaron... Dioses y que demonios hará Milo para arreglarse con Aioria.

Que de hecho si se paso, mal pensó, pero sabrán por que.

Jajajajaja sin mas vamos a cantarle la canción oficial al terrón de azúcar que hoy esta de cumpleaños.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades WiliamGSanchez tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades WiliamGSanchez tu cumpleaños si que si. 

Les agradezco tanto que me apoyen, comenten, den sus votos y sigan aquí haciendo a la familia terrón de azúcar mas grande.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top