Capitulo 10 (Chismes)
Terrones de azúcar... Lo siento, estos días he estado sin luz y muy ocupada... Bueno eso me paso hoy, ademas que creo que igualmente mañana.
Por cierto, creo que no lograre publicar el One Shot, por el cumpleaños de Jabu... Por que debo cenar, y hacer mas cosas... Dormirme temprano, pues debo levantarme a una muy buena hora... Mala para mi sueño.
Sin mas... Empecemos.
Lean mis terrones de azúcar, y disfruten.
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Después de un rato en un completo silencio, los dos jóvenes de bronce, siguen en el mismo lugar, con un peliverde mirando atento al rubio Ruso que no parece estar muy dispuesto a dar su brazo a torcer.
Sin embrago debía intentar ayudarlo, tal vez tomar un enfoque diferente, pues es completamente claro para Andrómeda que el caballero dorado de Acuario corresponde a los sentimientos de su mejor amigo, pero desde luego si alguien más se enterara de este suceso, sin duda sería muy mal visto.
Sin embargo para Shun eso no debería ser un inconveniente... Y si ese era otro motivo por el cual Hyoga desea desechar todo lo que su corazón siente, debe hacerlo entender que siempre existirán personas que se opondrán a algo así, sin importar que.
-Sabes... Creo que... Sería buena idea... Que de verdad hablaras honestamente con tu maestro- Sonríe de lado, menciona lo primero que se le viene a la mente, aunque intente estar bien formulado.
El silencio sigue reinando por parte del Ruso, que solo suspira, cerrando sus ojos estando ahora en el suelo, recargando su espalda en una roca.
-Bueno, ¿Qué tiene de malo?- Una sonrisa de nuevo se presenta en el rostro del peliverde –Sea cual sea... Eso es amor, y de echo... Aunque la diferencia de edades este allí, algún día serás mayor, no existirán muchos problemas...- Su pensamiento es buscar una solución factible a este conflicto, puede que sea una de esperar, pero ayudaría.
-No es solo cuestión de edad...- Cisne habla, aun con los ojos cerrados, pero algo cabizbajo.
-¿Por lo de ser maestro y alumno?- Le cuestiona, como si no conociera la respuesta.
-Claro, se perfectamente que aquí, donde conocen nuestra relación inicial, donde me enseño todo lo que se, y prácticamente me crio una parte de mi vida- Abre sus ojos, con un destelló de tristeza –Sé que miraran mal a mi maestro, pensando que fue él quien me ha obligado a algo, o me sedujo...- Sus mejillas se tornan rojas, recodando que anoche, fue él quien lo hizo, pensando brevemente en esas caricias, provocando que el calor suba en su cuerpo –Simplemente, yo no podría dejar que algo así ocurriera, no quiero que lo tachen de algo que no es así- Sonríe algo triste, abriendo sus ojos de donde escapan unas lágrimas.
-¿Hyoga?- La pregunta de precaución, pues pasaron de estar tranquilos, intentar hablar y buscar una solución, a un leve llanto por parte del rubio.
-Fue suficiente con las falsedades que han dicho contra su nombre, jamás fue un traidor y aun en estos dos años que han pasado...- Aprieta sus puños, igual que su mandíbula, con lágrimas cayendo de manera pausada –Siguen molestándolo, creen que es gracioso... Pero le afectan, le duelen aun ser tachado así, solo atina a no decir nada o tomarlo como una estupidez-
-Bueno, algunos caballeros dorados son así, muy bromistas...- Intenta restarle importancia al asunto, sonriendo de lado, que vea que las cosas no siempre deberían tener importancia.
-Pero no es solo eso...- Niega con la cabeza, levantándose de golpe del suelo -¡¡¡NO SOLO CABALLEROS DE ELITE SE LO DICEN, SI NO A SUS ESPALDAS, YO MISMO HE ESCUCHADO COMO HABLAN DE ÉL, ESAS PALABRAS...!!! ¡¡¡MOLESTAN, DEBERÍAN TENERLE RESPETO!!! ¡¡¡MI MAESTRO SOLO HIZO LO QUE DEBÍA HACER PARA QUE ATENA LOGRARA EL TRIUNFO!!!- Sus puños solo se crispan, y el ambiente comienza a sentirse helado, incluso algunas pequeñas escarchas de hielo se presentan a su alrededor.
Shun nota esto, sabe perfectamente que los caballeros de Acuario o destinados a este rango, son muy volátiles con sus emociones y cosmos unidos de esa manera, si algún sentimiento negativo se presenta de una forma tan violenta, deja evidenciado el efecto frio en el ambiente, un claro peligro, sino se controla de forma inmediata.
-¡¡¡¿QUÉ ES LO QUE DEBERÍA HACER, PARA QUE ESAS IDIOTECES PAREN?!!!- Entre la cólera de las faltas de respeto, el dolor de saber que si sus sentimientos saliera a flote, sería solo perjudicial para quien ama, la impotencia de tener que aguantar ver mal a su maestro, es algo de lo que no está dispuesto –Lo más seguro es que... Si supiera alguien esto... Si lo dijéramos abiertamente o... No se... Lo acusarían de cosas mucho peores- Parpadea varias veces, intentando que sus lágrimas dejen de brotar.
-Ya no eres un niño- Shun aun sabiendo que tocar el hombro de su amigo podría ser peligroso por el cosmos desbocado que tiene ahora, le demostrara que esta con él –Por lo cual, que digan que sea algo impropio o pedófilo, sería incorrecto... Sí, es seis años mayor que tú, pero... Pueden solo esperar a que seas mayor y listo o bueno...- Pensativo –En algunos países, al tener dieciséis años ya eres considerado adulto, incluso aquí en Grecia hace muchos siglos atrás a los trece ya eras un adulto como tal- Los ánimos que saca para hacer referencias a viejas tradiciones, que actualmente ya no están vigentes, pero hace su esfuerzo.
Al sentir ese tacto de su mejor amigo, y escuchar sus palabras, se queda un instante en silencio, no deseaba seguir hablando de las malditas palabras que otras personas han dicho con anterioridad.
Quedándose un tanto pensativo.
Lanza varios suspiros, al parecer es capaz de entender lo que el peliverde le menciona, pero aun así es una cuestión difícil.
Pues había pasado de intentar ocultar sus sentimientos, de querer callarlos sobre todo del caballero de Acuario y había perdió todo eso.
Incluso, pudo haber hecho más de lo que hubiera sido permitido, sino fuera por la cordura de Camus y lo sabe, posiblemente hoy habría despertado en brazos del peliaguamarino, con un fuerte dolor de caderas, que al principio lo asustaría, pero después sonriera por pertenecerle a quien ama en toda la extensión de la palabra.
-Shun, solo no quiero que mi maestro se aleje, es lo que menos deseo... Aunque crea en mi mente que sea lo mejor, para evitar que algo peor ocurra... Yo...- Se sonroja, derrotado, pues está a nada de sincerarse, pensar con cautela ya no le es suficiente, pues... No tendrá otra oportunidad de desahogarse de darse ese derecho –Deseo que ocurran tantas cosas, y sé que... Aunque está mal, no puedo negar que es lo que más quiero... Ser solo de mi maestro, de Camus de acuario, que nos amemos y aunque... No podamos decirlo abiertamente, yo... No quiero que eso nos perturbé-
-Que no te importe entonces lo que digan los demás- Comprende ahora mucho más, aunque sigue estando algo contrariado por los sentimientos de su mejor amigo.
Ya que para Shun, el haber tenido un maestro que fungió como una figura que idolatraba, tal vez no como a un padre, pero si como a un amigo y mentor que lo guiaba, además de ahora tener otro que sin duda el respeto es algo que se manifiesta completamente y de manera aterradora...
Esto provoca que no logre entender del todo a su amigo, pero sí para apoyarlo, ya que el sentimiento amor es hermoso, sabiéndolo muy bien el peliverde por su actual relación con la joven caballero femenino de bronce, June de Camaleón.
-Sé que no debo hacer caso, pero...- Sin embargo no logra hablar, pues el contrario no se lo permitió, alzando levemente la voz.
-¡¡¡NO PERMITAS QUE NADIE OPINE DE ALGUNA MANERA SOBRE TU VIDA O DECISIONES!!!- Le habla serio, con una sonrisa sincera en sus labios y ojos verdes brillantes, mirándolo de frente –Si lo amas, lucha por eso... Tienes ahora la mejor oportunidad a sabiendas que él te corresponde-
Ver esa comprensión de su mejor amigo, el aliento de que siga su corazón, con sus propios sentimientos a flor de piel, con lo de anoche, tantos factores que al parecer le gritan que siga adelante, que no se detenga por nada, ni por nadie.
Todos hablan de las relación amorosa de los demás, pero en si ninguno se da cuenta de la suya o presta atención de verdad...
Si tú amas a alguien, debes luchar por ese sentimiento, claro mientras exista consentimiento por ambas partes, amor y respeto, agregando que la diferencia de edad no sea excesiva o al menos que ambos sean mayores de edad.
El último factor sería el único que bien podría evitar que Hyoga y Camus estén por completó juntos, ya que aún falta algo de tiempo para que estén en una edad adecuada, aunque... Seis años bien podría no ser muy destructivo a como diez o veinte.
Aun así, sería algo que podrían hablar.
-Tengo miedo que esto solo logre dañarlo- Sus temores siguen sufriendo, al principio era el miedo de darle asco a Camus, pero ahora está el de que el peliaguamarino sea acusado de cosas horribles, aparte de seguir siendo tachado de traidor en muchas situaciones que las bromas no alcanzan a ocultar.
-Más daño se hacen al momento de no estar juntos...- Ladea su cabeza, con una débil sonrisa en sus labios –Habla con él, inténtalo... Es mejor que expresen su sentir y estén de acuerdo en que harán, ya que es una situación de dos-
-Pero, si él no quiere nada conmigo, tendré que aceptarlo...- De la nada expresa otro temor, como si no recordará los hechos y palabras de la noche anterior, destacando de nuevo su inseguridad.
-No creo que eso pase, sin embargo... Piénsalo igualmente- Son los alientos a medias que ahora Andoromeda le dedica, al fin de cuentas también puede existir el hecho que el peliaguamarino rechacé ese evento.
-Gracias por escucharme, Shun- Cierra sus ojos, las lágrimas se han secado, sus mejillas se tiñeron levemente de rojo por los pensamientos de la noche anterior, pero su corazón late de forma apresurada nuevamente por creer que podría hacerlo.
Muchas cosas al parecer están en duda, no los sentimientos de ellos, que claramente se denotan correspondidos, de amor, deseo y codicia... Pero al final es algo de lo cual ambos deben hablar seriamente, y saber que hacer conforme a esta situación que sin duda hará cambiar su relación.
¿Estarán ambos listos para esto?
---Templo de Aries---
Ya habían pasado unas cuantas horas, el pequeño aprendiz del primer guardián, se había ido unos momentos a caminar alrededor del santuario, pensando lo que había escuchado de manera clandestina por parte de ambos chicos de bronce.
La idea de que algo así pasara le causa cierta incomodidad, pero duda de si eso era algo posible.
Ya que en toda su corta vida, ya con diez años, jamás se había planteado algo así, siempre ha visto a Mu, como su maestro o figura paterna, nada de sentimientos románticos o por el estiló.
Aunque es un niño, no está en sus pensamientos ese tipo de cosas.
Al no encontrar más respuesta en sus pensamientos y sabiendo que siempre tendrá la confianza con el pelilila de hablar de cualquier tema, decide que es mejor ir directamente con él.
A sabiendas que el primer guardián regresa en las tardes a su templo, para limpiar y ordenar un poco, y ver los deberes que le solita el patriarca, saber cuáles faltan, además de calcular la próxima ida a Jamir.
Esto le daría el tiempo y momento perfecto para preguntarle y que le resuelva sus dudas.
Ya que le daría acierta pena preguntar esto delante del caballero de Virgo, no es que le desagrade o algo así, solo que... Aun no tiene confianza con él.
No tardó mucho en hacer uso de presencia al primer templo, notando que el pelilila sonríe, sentado en el sofá, leyendo un libro, vistiendo sus ropas civiles, tomando un momento de relajación, al final ya término de hacer muchas cosas que le hacían falta.
Gran ayuda es tener poderes telequineticos y hacer que la vida sea un tanto más fácil.
Claramente Mu nota el cosmos de su pequeño, mirándolo en cuanto ingresa al templo, recibiéndolo con una gentil sonrisa.
-Qué bueno que volvieras, Kiki. ¿Qué te parece cenar Zampa?- Le pregunta dejando su libro de lado.
Es costumbre en el Lemuriano, escoger el platillo para comer con su pequeño alumno o con su pareja actual.
Sin embargo al no notar respuesta alguna, esto logra tomar de raro al ariano, pues su aprendiz no es de ser tan callado o tranquiló, lo normal es que no deja de hablar o preguntar cosas, sin contar que es de muchos movimientos con una buena cantidad de energía.
-¿Sucede algo?- Rápidamente el mayor cuestionamiento, mira atento esperando que diga algo.
-Maestro Mu...- Llama al mayor, acercándose a él para acto seguido sentarse a su lado, con su mirada confusa y contraída -¿Le puedo hacer una pregunta?- Ladea su cabeza, con esos enormes ojitos que destellan curiosidad.
-Claro que si- Asiente Mu, ahora con curiosidad plasmada en su rostro, no era común que su niño actúe así, al menos que sea algo que lo atormente de verdad. Desde luego le ayudara sin falta.
-¿Es normal que alumnos se enamoren de su maestro? Y ¿Qué los maestros besen en los labios a sus aprendices?- Posa su manita en el mentón, entrecerrando sus ojos, como si analizara lo que dice.
Al parecer algo se quebró por competo dentro del cerebro del Lemuriano, ensanchando sus ojos verdes, y sus pupilas igual, la sorpresa es completamente desagradable, provocando que su rostro se descomponga, mostrando el ceño fruncido de repente, pero el susto igualmente, sobre todo para saber de dónde vio eso su niño.
-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿DE DÓNDE SACASTE ESO?!!!- No mide sus palabras, ni tono, pues este evento es claramente algo que no debería estar su pequeño peguntándose.
Kiki incluso se hizo para atrás, asustado por la forma en que su maestro está actuando, clara muestra de un enfado repentino.
-¿Se... Enojo?- Es al fin de cuentas un niño, que no tiene maliciosa, solo dudas que requieren una respuesta, lograra entenderlas, así que como su maestro le habla, si le causa impacto.
Aries nota esto de inmediato, pues ni lo pensó y solo hablo por inercia sorpresiva.
Para él este tema es algo que no debería estar tratando con su pequeño, pues para su parecer, el hecho que un maestro se atreva estar con su alumno es algo completamente inconcebible, un pecado atroz de contaminar un corazón puro, una semilla que debería ayudar a brotar y florecer de la manera más hermosa y amena posible, no dañarlo o hacerle creer que es bueno este tipo de tratos.
Aprendió desde muy pequeño, que en los maestros puede encontrar una figura paterna o materna, sea cual sea el caso, y eso siendo a lo mucho y más en llegar, otra cosa es simplemente inconcebible.
Niega con su cabeza rápidamente, aun intentando componerse sin mucho éxito, pero si modulando su voz –No, es solo... Que tú pregunta... Kiki, ¿Por qué lo preguntas?- Necesita saber que está pasando, o quien le dijo algo así a su niño, pues lo va a matar sin duda.
Nadie se debe meter con los que quiere el carnero dorado o los acabara.
-Eh...- Duda en decirle ahora, pues sabe que Mu jamás le ha enseñado a escuchar conversaciones ajenas, pues son asuntos aparte... que no debe estar inmiscuirse, sin duda una regañada se llevara, pero... Igual desea saber este tema mejor, se arriesgará a un castigo –Bueno... ¿Recuera que rato después que Shun se fue con Hyoga, yo le pedí permiso de ir a dar una vuelta alrededor del santuario?-
Asiente con duda, creyendo que pudo ahora no ser tan buena idea.
Ya imaginando que al estar caminado por el santuario, o a sus alrededores, vio algo indecente o preocupante, que sin duda deberá informar al patriarca de manera inmediata, si es algo que atenta contra la integridad de un menor.
Igual está de acuerdo que sí son maestro y aprendiz, pero están en una edad acorde, no puede decir más, pero... Si protegería a quienes aún no tienen la posibilidad de consentir nada.
-Vera... Yo quería jugarles una broma a Shun y Hyoga, esperaría a que terminarán de hablar y los asustaría, solo que...- Juega con sus manitas, balanceando también sus piernas, sin lograr ver a su maestro hora, pues la regañada ya la vea venir por andar espiando –Escuche que Hyoga le dijo a Shun, que ama a su maestro, al señor Camus y que... Él, anoche lo beso en los labios...- Ladea su cabeza levemente hacia la dirección de su maestro -¿Por qué lo besaría en los labios? Si es su maestro, debería solo en al frente y mejilla ¿Verdad?-
Es su inocente pregunta, pues en esas zonas han sido donde Mu le ha dedicado algún beso, signo del amor paternal que el pelila le tiene a su pequeño aprendiz, y este acepta como gracias de quien concediera como papá.
Por lo cual saber de algo así, le causa cierta curiosidad y duda.
Sin embargo, Aries no responde, no dice nada... Solo se queda callado por completó, aunque eso sí, sus ojos bien abiertos, analizando lo que acaba de escuchar, entiende que esto no puede ser una mentira, Kiki no haría algo así.
Solo es capaz de negar con la cabeza, dejando que su cosmos levemente deje ver lo que ahora piensa.
En una gran perturbación se encuentra en Aries, siendo el cosmos del primer guardián evidencia de que algo lo ha impactado.
---Templo de Acuario---
El caballero de Escorpio pasa por el onceavo templo, al parecer con un ramo de flores, que al parecer pidió o robo al doceavo guardián, algo que sin duda no se sabrá, hasta escuchar los gritos del mismo o no.
Detalles y situaciones que va a soportar por su querido gatito, que en estos momentos de seguro se encuentra en Leo, supervisando el castigo que le ha dado a su aprendiz, el impetuoso Fénix.
Milo solo quería darle algún detalle a quien ama, para hacerlo olvidar los castigo por esta noche, sin duda saber que no tendrán intimidad, pero... Solo quiera sacarle una sonrisa.
Por lo cual es necesario ir bajando, después de conseguir las flores, que bien pudiera ser mejor ir a comprarlas a Rodorio, pero... A sabiendas de la mala reputación que ahora tiene por el incidente de anoche, mejor no se arriesga.
Además del toque de queda que ya se estableció, no sería bueno desafiar al patriarca, no es convienen con el enfado que se carga.
-¡¡¡PERMISO PARA PASAR POR ACUARIO!!!- Ni pregunta, solo avisa que anda por allí.
Espero la respuesta, pero ni la tuvo, lo mismo fue con la subida, aun notando el cosmos del peliaguamarino en el templo.
Al principio iba con más prisa que nada, ahora puede relajarse un poco y andar de chismoso, inmiscuyéndose.
-¡¡¡OYE, CAMUS!!! ¡¡¡¿POR QUÉ NO ME RESPONDES?!!!- Le canturrea los gritos, pues es partidario de sacar de quicio al otro.
Desde luego, no tiene respuesta alguna nuevamente.
-¡¡¡SI NO RESPONDES PRONTO, VOY A IR A TODAS LAS HABITACIONES A BUSCARTE!!!- Le advierte con una risa maliciosa -¡¡¡INCLUSO SI ESTAS EN EL BAÑO, TE VOY A ENCONTRAR!!!- Amenazas de niño pequeño, que solo al octavo guardián le causan gracia.
Pero las amenazas no parecen funcionar, así que hizo lo que prometió.
Comenzó a buscar a Camus por los alrededores cercanos en el templo, abrir algunas puertas, no encuentra nada, salvo algunos productos de limpieza, el baño limpio y algunas habitaciones vacías, se nota que no usan más de la cuenta.
Al final, directo a la habitación de su buena amigo, donde debió ir primero, pues el cosmos se siente, pero... Quería ir de espía un poco, a ver si se molestaba el otro.
Aunque lo que vio, lo deja más que confundido al peli cerúleo que nada más.
Se coloca en la puerta, la cual debió abrir previamente para ingresar, se queda estupefacto al ver como el peliaguamarino está preparando lo que parece una maleta, una muy pequeña, apenas con dos o tres cambias de ropa y no más.
Curioso, pues incluso al ir de misión, no es necesario hacer esto, aunque si bien es algo incómodo tener que usar armadura y la misma ropa todo el tiempo estando lejos de su "Hogar".
-¿Qué haces?- Le pregunta entrecerrando los ojos, mirándolo de arriba abajo.
-Iré a Asgard- Le responde rápidamente sin darle mayor importancia.
-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡PERO!!! ¡¡¡¿POR QUÉ?!!!- No deja de sujetar las flores, pero si las ladea levemente entre sus manos, pues la noticia le toma de brutal sorpresa, y más con la seriedad de su amigo plasmada en su cara.
Algo está pasando, no corresponde a lo que el patriarca les había dicho en la mañana, los castigos que los tres recibieron y de igual forma darían a sus aprendices, pero...
¿Acaso una misión se presentó de imprevisto?
Y
¿Debía ser justamente a ese lugar?
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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?
Yo me encuentro muy bien, bueno... No tanto... Por que la verdad...
Ayer no tuve luz, subí super tarde, hoy pensé que actualizar temprano, como es mi costumbre y ustedes bien sabrán...
Pues no se pudo, ya que tuve ocupaciones, que si todo sale bien, mañana o el viernes les diré, para que tomen eso en cuenta en muchos aspectos de los fic's.
Pero, bueno hoy tuve también clases, casi estuve todo el día fuera de mi casa, cosa que a mi no me agrada mucho, pero ni modo, así es la vida adulta.
En fin, disfruten la actualización del día de hoy.
Sin embargo... El regalo de Jabu lo publicare mañana, pues hoy ya no alcanzo, debo dormir temprano.
Así que mañana lo esperen sin falta.
Pero le cantaremos la canción oficial de la familia terrón de azúcar.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Jabu tu cumpleaños si que si.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Jabu tu cumpleaños si que si.
Bueno mis terrones de azúcar, debo retirarme, gracias por estar siempre a mi lado, apoyándome, deseándome cositas hermosas, son los mejores terrones de azúcar, de verdad los mega quiero a todos.
Por ahora sigan las medidas de higiene, no se expongan.
Los quiero mucho.
Ammu se va.
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