Jungkook creía que lo más molesto sería el silencio en la camioneta pero estaba equivocado, era más molesto el silencio en un restaurante repleto de gente. Veía a Jimin manejando su celular y sonriendo a través de este, vio su plato de pasta y rodó los ojos, ni siquiera había movido algo de las albóndigas.

—¿Seguirás así todo el tiempo?—Preguntó refunfuñando.

—¿Así?—Preguntó de vuelta sin siquiera levantar la vista de su celular.

—Ignorándome.

—¿Tanto aprecias mi atención?—Sonrió de lado.

—Estamos en un lugar público.

—Lo sé, pero a nadie acá le importa lo que pase en la mesa de al lado. Vida famosa.—Se encogió de hombros.

Jungkook rodó los ojos, realmente de todos los lugares en los que podría estar el menos favorito era estar frente a Jimin en un restaurante tan romántico como en el que estaban.

Cortó el filete que tenía enfrente y se llevó los pedazos a su boca, preferiría ignorar a Jimin; pero no podía, le era muy estresante estar de esa forma.

—¿Con quien hablas?—Preguntó tomando un poco de la copa de agua.

—Con Tae.

—¿Quien es Tae?

Y fue cuando Jimin por fin levantó su mirada del celular, lo puso sobre la mesa y con el ceño tan fruncido confrontó a Jungkook.

—¿No lo sabes?

—¿Debería?

—Se supone que somos novios.

—Jimin, te dije, que no es relevante que me sepa cada centímetro de tu vida.

—¡Pero si sobre las cosas anotadas en el informe! ¡Se supone que tienes que saber las cosas básicas mías!—Frunció el ceño.

—¿Y tú sabes las cosas básicas mías?

—¡Claro que si!

—Dime dos.

Jimin suspiro, tomando un poco de agua.—Eres hijo único y tú comida favorita es cualquiera que esté hecha de harina.

Jungkook alzó una ceja sorprendido, admitiéndose a sí mismo que había sido demasiado irresponsable, era parte de su trabajo saber si quiera el color favorito de Jimin.

—Bueno ya, hoy leeré sobre tu informe, ya no hagas tanto drama.—Suspiro tomando más del agua sobre su copa.

—No hice drama por eso.—Se defendió.

—Lo hiciste, querías sacarme un ojo.

—No es cierto.

—Hasta levantaste la voz.—Rió.—Al parecer tu vanidad es alta.

Jimin abrió la boca para decir algo pero prefirió callar, tomó un poco más de agua y le prestó atención a su celular. Fingiendo escribir sobre las teclas, solamente miraba la pantalla.

Algo herido.

No era su vanidad la cual hablaba. No era algo así, solo...

Quería, que por lo menos, alguien sepa algo mínimo suyo, aunque fuese por obligación.

Era solo eso.

—¿Vas a comer?—La voz de Jungkook le interrumpió.

—¿Qué?

—No has tocado nada de tu plato en todo el transcurso.

—No tengo hambre.

—¿Enserio?

—Sí.

Jungkook no insistió más, asintió y terminó con la copa de agua que tenía. Al terminar su comida le pidió a uno de sus guardaespaldas que trajeran su auto, que ya era hora de irse.

Pasando una media hora de silencio el auto se estacionó enfrente del restaurante, el show nuevamente empezaba. Jungkook extendió su mano hacia Jimin para que la tomara y así poder salir del restaurante. Los paparazzis se apilaron en la entrada, con sus cámaras apuntándolos y llamando sus nombres, lanzando preguntas y lanzando rumores. Todo fue ignorado, solamente querían hacerse un camino hacia la camioneta para darle pausa a aquella mentira.

Jungkook jalaba a Jimin a su lado para que ninguno de los paparazzis se lo quedara, noto en todas sus salidas que siempre querían retenerlo para llenarlo de preguntas y tener fotos de su cara a centímetros, noto lo hostigado que era por las cámaras y flashes. Su instinto le decía que le protegiera de aquellos cuervos. Por eso lo jalaba siempre a su lado.

Al entrar a la camioneta sus manos se alejaban del otro, sentándose en diferentes lados, encerrados en su mundo e ignorando la presencia a centímetros suyo.

Poniéndole pausa a su gran mentira.

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la playlist del su ya está disponible! pueden encontrar el link en mi tablero de conversación jeje