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Jimin miró por el retrovisor y se dio cuenta que los paparazzis lo estaban siguiendo, era el objetivo de todas estas citas así que se sentía realizado. Siguió las indicaciones para llegar hacia la residencia de Jungkook, al estar en el edificio estacionó su auto, se miró por el retrovisor y arregló sus cabellos, con un último vistazo salió de su auto, al está fuera fue captado por los diversos flashes y apuntado por las cámaras, estaba tan acostumbrado a aquello que solamente los rodeó, le envió un mensaje a Jungkook y de forma inmediata la puerta se abrió, detrás de ella yacía Jungkook con prendas bastante cómodas.

Jimin le sonrió brevemente antes de pararse de puntitas para besarle en los labios. Por un momento aquella acción tomó desprevenido a Jungkook pero después de ver la cara sería de Jimin por la falta de respuesta; recordó, tomó de la cintura a Jimin y le plantó un suave beso sobre sus pomposos labios.

Robándole un suspiro a Jimin.

Después de aquello ambos se adentraron al lugar, siendo abrazados por un gran silencio.

—Hum.—Tosió Jimin.—¿Donde veremos la película?

—En mi sala.—Dijo Jungkook con las manos en los bolsillos.

Ciertamente era bastante incómodo, pues ahora estaban en un lugar en donde se encontraban completamente solos, no era como los restaurantes a los que iban, o al auto-cinema. Ahora sí tenían privacidad.

Por lo menos aquella convivencia resultaría en una buena relación de trabajo entre ellos.

Ambos se sentaron en el amplio sillón en completo silencio, Jungkook poniendo la película mientras llevaba a su boca un poco de las palomitas que había preparado.

Mientras tanto Jimin miraba por todo el lugar, viendo rincón tras rincón, mirando las plantas decorativas y una pequeña cama; que supo inmediatamente que era de la mascota de Jungkook, se preguntaba dónde andaría el perrito, siguiendo con su seguridad vio mejor entre las fotos colgadas y los retratos sobre las pequeñas mesitas, encontrando en uno de esos retratos una muy linda foto de Jungkook y su novia. El retrato estaba a su lado, lo tomó entre sus manos y lo observó mejor, era impresionante como en aquel papel se podía capturar la felicidad en los rostros de la pareja, se veían infinitos entre su felicidad, se veían enamorados. Se veían como lo que todo el mundo cree por amor.

Vio unos instantes más la foto y la dejo en su lugar cuando sintió algo de incomodidad. Incomodidad por estar junto al enamorado de aquella beta que se veía tan feliz. Incomodidad por querer estar más de cerca de Jungkook.

—Bien, ya va a empezar.—Anuncio Jungkook tirandose de espaldas al sofá.

—¿No deberíamos tomarnos una foto? Ya sabes, para anunciar nuestra linda relación.

—Oh, tienes razón. Ven.

Jimin asintió y se acercó a Jungkook, el alfa tomó su mano y la entrelazó, luego sacó su celular y tomó un par de fotos a sus manos entrelazadas. Mentiría si dijera que aquel roce de piel no le llegó a poner nervioso, la piel cálida y, de cierta forma, áspera de Jungkook se sentía bien contra su piel.

Pero aquel roce de pieles fue tan rápido que luego se encontraban nuevamente a cada lado del sofá, Jungkook concentrado en la película y Jimin tratando de no dormirse.

Algo qué tal vez le distraería sería ver las reacciones de Jungkook, le llamaba la atención cómo las personas reaccionaban ante las cosas que les gustaban. Así que se volteó, recostándose en su mano y prestándole atención a Jungkook.

Quien sonreía, se sorprendía y se quedaba serio. Era interesante de ver. Algo adorable también, pues se encontraba sonriendo ante las expresiones de sorpresa de Jungkook.

Su mirada era pesada y se podría sentir si alguien le ponía atención, así fue, Jungkook sintió que Jimin le miraba y se giró para encontrarse con sus ojos. Jimin no bajo su mirada, le siguió mirando.

Se miraron por un par de minutos, contemplando las pupilas del otro.

Luego Jungkook retiró la mirada.

Jimin se dio cuenta que Jungkook era muy atractivo.

Cuando la película terminó Jungkook tuvo que retener la tristeza de sus ojos por las escenas finales, Jimin acomodaba su abrigo y sus cabellos.

Nuevamente en completo silencio fueron hacia la puerta principal, al abrirla unos cuantos paparazzis estaban escondidos por allí.

Y esa no fue la razón por la que Jungkook se agachó a la altura de Jimin para besarlo, se diría como excusa que solo hacía su trabajo, pero, solo quería besar una vez más sus suaves labios.

Y hacer su trabajo en medio de aquello.

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