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Y bien, aquel plan de tener una "cita" en el auto-cinema resultó bastante bien, los paparazzis no les siguieron como una bola de parásitos y el lugar era bastante privado. Por lo qué ahora Jimin estaba completamente atento a la película frente a él, algo contrario a Jungkook; quien tenía la vista en su celular, hablaba con su novia mientras la película rodaba frente a sus ojos.

Jimin soltaba pequeñas risitas y repetía en silencio los diálogos que se sabía de memoria, de niño solía ver muchas películas en el lobby de sus padres mientras ambos estaban en sus distintos trabajos. La mayor parte de su infancia la recuerda recostado en la alfombra costosa de un hotel, y claro, trabajando; pero eso ya es otro cuento.

Jimin disfrutaba mucho de ver películas, le gustaba reseñarlas y clasificarlas en su propio top, tenía una libreta en donde anotaba sus nuevos descubrimientos, también en aquella libreta se encontraba la lista de las películas que le faltaban por ver.

La película seguía rodando frente a sus ojos,  él yacía recordando cada escena y recitando los versos; no siendo interrumpido, apreciando aquello. Pues muchas veces le decían que cerrara la boca y dejara ver la película en silencio, Jungkook por suerte, no le hacía aquellos comentarios.

Lo que no se le pasó por la cabeza fue que Jungkook apenas prestaba atención a la película, en realidad, le venía igual si Jimin hablaba durante ella porque su mente yacía en otro lado. Se dio cuenta de aquello cuando lo miró de reojo, se decepcionó un poco, pero igualmente apreció que no le hiciera callar.

Las palomitas seguían intactas, le pareció un desperdicio y con un poco de remordimiento quiso tomar un par; así llenaría su estómago. Grande fue su sorpresa al sentir una mano fría junto a la suya.

Como una de esas escenas de películas ochenteras de amor, Jungkook y él habían tomado de las palomitas al mismo tiempo logrando que sus manos se rozaran. Ambos se miraron por un momento a los ojos, a sus profundos ojos; redondos y almendrados. Antes de sentir el calor sobre sus mejillas y pómulos; Jimin retiró la mirada, volviendo a ver hacia la pantalla, llevando dos palomitas a su boca.

Ignorando que dentro de él un palpitar haya surgido de su pecho al ver las pupilas marrones de Jungkook.

Y Jungkook no ayudaba a que las mejillas de Jimin no enrojecieran, pues aún mantenía su mirada sobre su perfil; tratando de buscar sus ojos.

Sus pupilas color miel.

El perfil de Jimin es lindo, pero el de frente, es aún más bello. Se halló pensando. Frunció el ceño confundido por el reciente pensar, sacudiendo un poco su cabeza y llevando las palomitas hacia su boca, volviendo a poner atención a los mensajes de su novia.

Mientras escribía en su pantalla oyó la pequeña risilla soltada por Jimin, miró de reojo y luego miró hacia la pantalla, no entendía del porqué de la risilla de Jimin pero la película le enganchó, dejo su celular en su bolsillo olvidando responder el mensaje.

Al terminar la película, vio una última vez a Jimin, quien sonreía a la pantalla feliz, su sonrisa era contagiosa, por lo que una igual se plantó en su rostro.

Y nuevamente todo era silencio entre ellos, uno algo incómodo, uno cortante. Porque las pupilas contrarias estaban rondando en sus pensamientos.

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