27. we can plant a memory garden

 ੈ ‧ chapter twenty-seven ; we can plant a memory garden

Tal como Madame Pomfrey había asegurado, Genevieve despertó al día siguiente sintiéndose completamente confundida y con un dolor agudo en la cabeza, ¿Realmente lo había logrado o todo había sido solo un sueño?

Como si el universo quisiera mandarle una respuesta, James llegó a la habitación con una jarra de agua y algunas pociones, dejando caer todo al notar que la rubia ya estaba consciente, afortunadamente, pudo  hacer un hechizo antes de que las cosas cayeran al suelo.

— Estás despierta...

Genevieve asintió con la cabeza y después negó, realmente estaba muy confundida — ¿Estoy muerta?

James negó con la cabeza algo confuso — No...

— ¿Seguro?

— ¿Por qué no lo estaría?

— Es que estás aquí...

James no supo qué contestar, había extrañado a Genevieve como el infierno durante los últimos casi tres años y cuando finalmente volvía, no tenpia ni idea de cómo tratarla o qué decir, todo era muy confuso. Afortunadamente para él, no tuvo que contestar, ya que Remus llegó a salvarlo.

— Cornamenta, Harry ya está listo para el... funeral — La voz de Remus se fue apagando cuando vio que Genevieve estaba despierta y con una expresión de terror en el rostro.

— ¿Funeral? — Preguntó la rubia con voz temblorosa.

Al notar que James no diría nada, Remus se aclaró la garganta, ofreciéndole una mirada amble a Genevieve, a pesar de que la situación no lo era — Hoy será el funeral de Lily, hmm... es bueno que hayas despertado, Genny.

La rubia asintió tratando de sonreír, pero en cambio le salió una mueca — ¿Puedo ir?

¡!

No había demasiadas personas en el cementerio y de esa forma estaba bien, así nadie atosigaría a Harry o a James o le harían preguntas a Genevieve sobre si ella también llevaba la marca tenebrosa en su brazo o si era verdad que ella y su hermano habían ayudado a acabar con Lord Voldemort, era lo que menos necesitaban en ese momento.

Como si entendiera lo que pasaba, Harry había estado llorando durante todo el tiempo, no importaba quien lo cargara o con qué trataran de animarlo, nada parecía funcionar, al menos hasta que apareció Genevieve, al principio temía cargarlo, nunca había tomado a un bebé y le daba miedo llegar a lastimarlo, sin embargo, en cuanto lo tuvo entre sus brazos, el llanto cesó.

Harry se quedó todo el tiempo en los brazos de Genevieve y cuando despertó, la ceremonia de despedida para Lily había terminado y los presentes comenzaban a dispersarse, no sin antes dejarle sus condolencias a James.

El azabache observaba a su hijo y a Genevieve acomodar algunas flores en la tumba de Lily, Harry parecía cómodo en la presencia de la rubia y él lo entendía bien.

— Es fascinante, ¿No? — Preguntó una voz detrás de él y cuando se volteó, se sorprendió al observar a Pandora Lovegood frente a él con una bebé un poco más pequeña que Harry entre sus brazos — Ella estaba aterrorizada ante el mero hecho de que no la quisieras ni ver y ahora...

— ¿Y ahora... ? — Preguntó James con curiosidad.

— Nunca conviví demasiado con ella en Hogwarts, siempre me pareció demasiado estirada — Admitió la rubia a lo que James sonrío, al principio a él tampoco le agradaba nada Genevieve, bueno, tal vez sí, pero nunca lo hubiese admitido en voz alta — No fue hasta hace casi tres años que realmente la conocí y me di cuenta de que solo es una niña asustada que ha tenido que crecer demasiado rápido.

— Siempre tiene la necesidad de cuidar de todos aunque eso la mate...

Pandora asintió — Me di cuenta de eso algunos meses después de conocerla, desde que tuvo uso de razón, creyó que Magnus dependía de ella y que sería la única que lo podría salvar, pero se olvidó de sí misma... cuando Magnus fue lo suficientemente mayor para ya no necesitarla, no tuvo valor para decirle eso, pero es que todos nos sentimos cómodos en su presnecia, ¿Cómo alguien le iba a pedir que se apartara, no? — James tuvo que estar de acuerdo con las palabras de la chica junto a él — Magnus ya no está, James... pero me parece que ahora hay alguien que necesitará de Genevieve durante mucho tiempo... y creo que ya se llevan bien.

James sonrío al ver a su hijo pasar el pétalo de una flor por el rostro de Genevieve, haciéndola estornudar debido al polen, causando la risa del niño.

— No la alejes, por favor... no es lo que ninguno necesita — Pidió la rubia antes de caminar hasta Genevieve y Harry — Eso te incluye a ti.

Genevieve jugaba con Harry tratando de entretenerlo, todavía no podía procesar que para ser tan pequeño, ya hubiera perdido a su madre y vivido tantas cosas que probablemente lo seguirían el resto de su vida.

La rubia se levantó con Harry, encontrándose con Pandora y la pequeña Luna que dormía entre sus brazos.

— ¿Es ella? — Preguntó Genevieve a lo que Pandora asintió con una sonrisa — Me da mucho gusto finalmente conocerte.

Harry sentía bastante curiosidad por la bebé que estaba frente a él, pero sintió aún más cuando un hombre de semblante amable se acercó hasta ellos.

— Genevieve, me da mucho gusto verte — Saludó Bash, quien a pesar de tener la misma edad, ya llevaba un bastón que lo ayudaba a sostenerse y lucía completamente deteriorado — Me alegra que estés aquí, aunque... me enteré de lo de Magnus, lo siento mucho, sabes que él y yo...

— Lo sé — Dijo Genevieve con una sonrisa triste — Agradezco tus palabras.

El pequeño Harry saludó con la mano al hombre misterioso y este no pudo evitar mirarlo con cierta nostalgia, así que se acercó para revolver su cabello, cosa que lo hizo reír.

— Tiene sus ojos — Dijo con tristeza.

Genevieve sonrío observando a Harry — Sí que los tiene. 

¡!

El día había sido algo pesado para todos, a pesar de que las cosas ya estaban mucho más calmadas y la guerra por fin había terminado, la mayoría se seguían sintiendo tensos y con la necesidad de estar alerta todo el tiempo.

Durante la tarde, Peter y muchos otros mortífagos, habían sido condenados al beso del dementor y aunque eso no era nada más que lo justo, los chicos no podían evitar sentirse mal por quien había sido su amigo de toda la vida.

Todos se encontraban reunidos en la casa de Genevieve, ya que era el lugar más grande y cómodo, aunque a decir verdad, aun era algo incómodo para ella y para James estar ahí, todavía no habían tenido tiempo de hablar a solas y aunque no era urgente para ninguno, era algo incómodo estar de esa manera.

— Y bueno... señor Potter, me temo que no podrá volver a su residencia actual al menos durnate los siguientes meses, sin contar que está en ruinas, el Ministerio solicita una investigación de la propiedad — Dijo Dumbledore en un tono cansado — Me imagino que no tendrá problema de en donde quedarse...

Remus y Sirius compartieron miradas preocupadas, el primero no tenía una casa propia, vivía con sus padres, a quienes apoyaba ya que los años les comenzaban a pesar y el segundo aunque tenía un departamento, no tenía suficiente espacio para que un bebé estuviera cómodo.

— Pues...

— ¿Por qué no se quedan aquí? — Sugirió Genevieve tomándolos por sorpresa a todos.

— Eso me parece muy buena idea, incluso podrían vigilar que la señorita Rousseau siga el tratamiento que Poppy recomendó para ella — Opinó la profesora McGonagall.

James estaba algo inseguro, había visto a Genevieve convivir con Harry y sabía que era el ser más puro sobre la tierra, a pesar de no haber convivido en años, tenía la certeza de que le podía confiar la vida de su hijo, sin embargo, no sabía qué tan cómodo para ella sería que los tres convivieran en la misma casa, tal vez solo estaba siendo amable, después de todo, ni siquiera ellos habían podido entablar una conversación.

— Digo, si no te molesta... está bien para mí y gracias — Dijo el azabache sin mirarla a los ojos a lo que Genevieve asintió algo desanimada.

— ¡Perfecto! Entonces lo mejor será que nos vayamos para dejarlos acomodarse y ponerse de acuerdo.

Genevieve les quería gritar a todos que no se fueran, que aún no estaba lista para estar a solas con James, pero no lo hizo y simplemente los despidió invitándoles a volver pronto.

Cuando James y Genevieve se quedaron por fin solos con el pequeño Harry, el silencio reinó en la casa, ninguno sabía qué decir o cómo actuar, ambos observaban a Harry jugar en el suelo, tratando de evitar la conversación que inevitablemente tendrían.

— Pueden quedarse en la habitación principal — Dijo Genevieve después de algunos minutos.

— No te preocupes, usaremos la de invitados.

— James...

 — Creo que ha sido un día largo para todos, ¿No lo crees? Será mejor que vayamos a descansar.

James tomó a Harry entre sus brazos y comenzó a subir las escaleras sin mirar a Genevieve, sabía que no podía estar molesto con ella, después de todo, él y todos realmente le debían la vida, pero cada que estaba cerca de ella, no podía evitar sentirse confundido, había pasado tanto tiempo que se sentía como si se tratara de una desconocida.

Genevieve suspiró con tristeza, sabía que el trato de James hacia ella de alguna manera estaba justificado, después de todo, no había sido él quien la había dejado en medio de la noche con solo una carta como despedida, pero igualmente se sentía con esperanzas, ya estaba de vuelta y la guerra había terminado, estaba en un punto tan bajo que lo único que le quedaba, era volver a subir. 

¡!

author's note: capítulo medio agridulce jaja
peroo, el siguiente ya veránn, ahora sí
estamos a nada de que se termine, planeo
subir un capítulo diario hasta que lleguemos
al epílogo y después, iré subiendo algunos extrass

gracias por leer :)

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