22. where did my baby go?

 ੈ ‧ chapter twenty-two ; where did my baby go?

diciembre 79', Escocia

Lily caminaba por los pasillos de una de las propiedades de la familia Blanc con pasos temerosos, la pelirroja nunca se había caracterizado por ser temerosa, pero lo era cuando se trataba de Bastian Blanc.

La última vez que Lily había sabido de Bash había sido hacia un poco más de un año y después de eso, ambos habían acordado que lo mejor sería no volver a verse jamás, en primer lugar no querían separarse, las circunstancias los habían obligado a hacerlo, así que si no se veían, no sería tan doloroso.

La pelirroja quedó completamente confundida cuando recibió una carta de Bastian pidiéndole verla con urgencia en su residencia de verano, a lo que Lily aceptó.

La elfina que la acompañaba, se quedó parada frente a una puerta de madera color chocolate — Es aquí, el amo Bastian la espera adentro.

— Gracias — Respondió Lily, pero cuando se dio cuenta, la elfina ya no estaba.

Abrió la puerta con las manos temblorosas encontrándose con el rostro cansado de Bastian, se veía delgado y con grandes ojeras, no se parecía al chico del que se había enamorado, pero es que ahí estaba la clave, él ya no era un chico estudiante de Hogwarts despreocupado, ya estaba convertido en un hombre en toda la extensión de la palabra.

— Bash... ¿Cómo has estado? — Preguntó Lily acercándose hacía él.

— Yo sé que me veo terrible, Lils — Bromeó, invitándola a sentarse — Nunca fuiste muy buena para mentir.

— ¿Eso es algo malo?

— Depende... ¿Quieres té?

Lily asintió y Bash sirvió una taza para cada uno.

— Lo siento, no puedo seguir actuando como si no pasara nada, ¿Por qué me citaste aquí?

— Chica directa, es lo que siempre me gustó de ti — Sonrío con nostalgia — Lily, me temo que estoy muy enfermo.

La pelirroja se quedó en callada sin saber cómo reaccionar por varios minutos, así que Bastian volvió a hablar.

— Durante los últimos años como sabes, me he dedicado a encargarme de los asuntos de mi padre, al principio era sencillo, me enorgullecía cuando sus socios me decían que los negocios de la familia quedarían en buenas manos... pero todo se empezó a complicar, los números estaban mal, las cosas no cuadraban, mi familia estuvo apunto de irse a la quiebra, Lils — Dijo con voz cansada, para estar en sus veintes, realmente no lo parecía — Ahora todo está bien, todo menos yo, hace seis meses comencé a sentirme mal, muy mal, lo dejé pasar, cuando las cosas mejoraran entonces iría a San Mungo. No tuvieron respuestas, al parecer no había nada mal conmigo.

— ¿Entonces...?

— Tengo un amigo, Caleb Nott, es medimago y me recomendó ir con un médico muggle para asegurarnos... al parecer tengo una enfermedad mortal que avanza rápido, se pudo evitar si hubiera ido a tiempo, pero ya no hay nada que se pueda hacer igual.

— Bastian, lo siento mucho...

— Aubrey está embarazada, no solo me voy a morir y dejar una esposa viuda, también dejaré a una hija huérfana.

Sin poder evitarlo por más tiempo, Lily se arrojó a los brazos de Bash sintiendo cómo las lágrimas rodaban por sus mejillas.

— No quería que te enteraras de todo por una nota en El Profeta — Susurró Bash abrazándola con fuerza — Eres el amor de mi vida, Lily, pero me alegro de que las fuerzas divinas hayan decidido que no estuviéramos juntos al final, porque yo nunca me hubiera perdonado dejarte sola.

— No digas eso — Dijo Lily en un sollozo — Tú también eres el amor de mi vida, te habría acompañado hasta el último día que estés aquí.

Bash sonrío, acunando el rostro de Lily entre sus manos — Te amo, Lily, lo único que desearía es haber tenido más tiempo.

Lily sonrío a medias — ¿Aubrey lo sabe?

— No, ella... el embarazo no ha sido sencillo, la ha estado pasando muy mal, se quiere hacer la fuerte pero, ya sabes, a veces es imposible ser fuerte todo el tiempo — Bash lucía preocupado y no era para menos — Tengo miedo, Lily, temo no conocer a mi hija.

— Por supuesto que la conocerás, Bash, tal vez, si los médicos descubren el problema, tal vez los medimagos puedan...

Bash la detuvo en ese momento — Ya no hay esperanzas, Lily, me dieron tres años, pero Edward no me da ni siquiera uno.

— Lo siento mucho — Lily sabía que decir eso era un poco pobre para todo lo que Bash le había revelado, pero no se le ocurría algo más — Siento que hayas tenido que pasar todo eso y que ahora... no lo mereces.

— El daño ya está hecho igualmente.

Lily y Bash pasaron un par de horas más conversando, hasta que llegó el momento en el que ambos tuvieron que regresar a sus respectivos hogares.

Lily fue la primera en levantarse, sin embargo, tan pronto como sus pies tocaron el suelo, sintió un mareo y lo último que escuchó fue a Bash decir su nombre con preocupación.

¡!

octubre 79', Londres
flashback

Era noche de Halloween, pero a decir verdad, James no se sentía muy animado para festejar.

Para subir los ánimos, Sirius había decidido hacer una pequeña reunión en su apartamento e invitar a todos sus amigos y al parecer a todos les había gustado la idea de reunirse, ya que no dudaron en aceptar, ya que a pesar de verse seguido en asuntos de la Orden, no era lo mismo que antes.

James tomaba directamente de una botella de whiskey de fuego mientras observaba la ciudad desde la terraza cuando sintió una presencia detrás de él.

— Wow, ¿No es algo excesivo eso? — Preguntó Lily llegando a su lado tambaleándose un poco.

James sonrío irónico — Es gracioso que lo digas cuando eres tú la que ni siquiera puede mantenerse de pie.

La pelirroja río — Touché.

— ¿Qué haces aquí, Evans? — Preguntó James.

— Estaba buscando el baño y de pronto... terminé aquí.

— Ah.

— ¿Tú qué haces aquí? — Lily devolvió la pregunta.

— Pensando — Respondió sin querer dar muchos detalles.

— En Genevieve, ¿No? — Al notar el rostro confundido de James, Lily se arrepintió al instante — Lo siento mucho, no acostumbro a tomar alcohol, lo siento, me voy a ir.

Antes de que Lily pudiera abandonar el espacio, James la detuvo — Sí, en ella.

Lily se quedó estática en su lugar — Si no es indiscreción, ¿Puedo preguntar por qué se fue?

James resopló negando con la cabeza — Para salvar al mundo o alguna mierda así.

— ¿A qué te refieres? — Preguntó curiosa.

— Su hermano y el de Sirius se fueron tratando de hacer algo bueno y creyendo que podían acabar la guerra — Río irónico — Sí, como si eso fuera posible, todos estamos jodidos.

Lily se quedó callada sin saber qué decir, un 'lo siento' no era suficiente, ella sabía en carne propia lo que era perder a la persona que amas.

— Todo esto es una miera — Dijo de acuerdo, acercándose al azabache para tomar de la misma botella — Aunque tal vez lo logren, ¿No crees?

— Ni siquiera sé cuál era su plan, pero... estaban convencidos de que funcionaría y al parecer y ella tenía que ir de su niñera — James dejó la botella en el piso, frotándose el rostro frustrado — ¿Soy egoísta por desear que no los hubiera acompañado? Si eso funciona, estarían salvando al Mundo Mágico y yo...

Lily lo tomó del hombro y le dio una sonrisa tranquilizadora — No eres egoísta, la amas y es comprensible que te sientas así.

— ¿Qué ha pasado con Blanc? — Preguntó James de la nada cambiando de tema.

Lily resopló — Felizmente casado, me imagino.

— Lo siento.

— No es tu culpa.

— Tampoco tuya, me imagino.

Ambos se quedaron callados por un momento, simplemente sonriéndose tratando de brindar algo de apoyo al otro y James no supo cómo o por qué, pero simplemente besó a Lily, pero eso no fue lo que lo sorprendió, sino que la pelirroja lo correspondiera.

Una cosa llevó a la otra y ninguno midió las consecuencias de sus acciones hasta la mañana siguiente, cuando ambos despertaron enredados en las sábanas de la habitación de Sirius y completamente desnudos.

¡!

Lily despertó en una habitación iluminada por la luz del día, se quiso levantar preocupada por lo que había pasado, sin embargo, una voz se lo impidió.

— Tranquila, ¿Todo bien?, ¿Quieres que te lleve a San Mungo o...?

— No... — Dijo Lily tocándose la cabeza — Estoy bien, es... no lo sé, tal vez recibir tantas noticias de golpe...

Bash sonrío cortamente, mirando hacia el piso.

— ¿Qué pasa? — Preguntó Lily.

— Desde que llegaste noté algo en ti... — Comenzó Bash en un tono neutro — Estaba deseando equivocarme porque, aunque sea completamente descarado de mi parte estar celoso... Lily, tienes la misma mirada que Aubrey tenía cuando nos enteramos de que estaba esperando a Amelie.

Lily palideció en ese momento, no podía ser posible, ella... la verdad era que sí podía ser posible, pero nunca se le pasó por la cabeza que el desliz de aquella noche hubiera podido llegar a eso.

— No... Bash, ¿Me puedes repetir la fecha de hoy? — Pidió casi esperando que sus suposiciones fueran falsas.

— 23 de diciembre del 79.

— Mierda.

¡!

James se encontraba acomodando sus cosas en el departamento que acababa de rentar, a él le encantaba pasar tiempo con Sirius y sus padres, pero creía que era algo incómodo para ellos que estuviera en sus casas todo el tiempo, aunque ya le habían aclarado que no era así. De cualquier forma, James decidió mudarse a un piso que quedaba tan solo a unas cuadras del de Sirius.

James acababa de terminar de desempacar la última caja cuando escuchó algunos golpes en la puerta, se dirigió a abrir imaginándose que sería alguno de los Merodeadores ya que eran los únicos que tenían su dirección aparte de sus padres, pero sabía que ellos no podían ser.

— ¡Hey! Oh... — Su voz se fue apagando cuando vio a la cabellera roja detrás de la puerta — Hola Lily.

Después de aquella noche, las cosas fueron algo extrañas entre Lily y James, no incómodas, pero extrañas, ambos habían estado de acuerdo en que todo había sido un gran error y sobre todo un impulso al que el alcohol en sus sistemas los había empujado, ya que una vez ya habían pasado por ahí y no necesitaban más drama innecesario en ese momento.

Conforme los días pasaban y más convivían, se habían hecho cercanos y no cercanos en el sentido románico, sino que se habían convertido en lo que se le podría llamar 'amigos', tal vez  es el tipo de cosas que pasan después de tener sexo con la persona con la que no deberías hacerlo, sobre todo si esa persona es tu ex, pero olvidando todo ese tema, ambos parecían tener cosas en común, por ejemplo, estarla pasando muy mal por sus ex parejas. Así que a veces después de las misiones, se quedaban para conversar, era agradable tener a alguien que comprendía perfectamente por lo que le estaba pasando al otro.

Igualmente, James se sorprendió de ver a Lily en su puerta — Oh... ¿Todo bien?, ¿Te puedo ayudar en algo?

Lily trató de encontrar formas para suavizar la noticia, pero después de un par de minutos y algunos balbuceos incoherentes, se dio cuenta de que realmente no había forma de hacerlo más sencillo, así que simplemente soltó la noticia como bomba.

— James, estoy embarazada.

Al principio James consideró felicitarla, pero cuando notó la mirada expectante de Lily, no tardó en unir los puntos y de pronto, sintió que el que ahora se iba a desmayar, sería él.

¡!

author's note: aah! me gustó mucho
escribir este capítulo y eso que
dije que no sabía cuándo volvería a
actualizar y ya estoy aquí de nuevo.

¿Se lo esperaban? Yo espero que no
porque entonces soy muy mala para
los plot twist jajaj.

Pero buenoo, espero que les haya
gustado mucho, hasta la siguiente
actualización. :)

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